Rusia el país más grande del mundo, ocupando una extensión de 17.098.242 kilómetros cuadrados. Es más del doble de grande que Brasil, representa una décima parte de la superficie terrestre del mundo, ocupa dos continentes diferentes; Europa y Asia, abarca 11 zonas horarias y limita con otros 16 países. Pese a su grandeza territorial, Rusia sólo es el noveno país más poblado, con 145,5 millones de habitantes, con una densidad de 8,42 habitantes por kilómetro cuadrado. No obstante, el Kremlin parece dispuesto a expandir sus fronteras en algunas regiones de Ucrania, a la que invadió en febrero de 2022. La capital es Moscú y su moneda es el rublo. Como todo país, a pesar que lo pintan como una potencia perfecta, tiene sus imperfectos; como el contemporáneo accidente radioactivo del pueblo de Pripyat en Chernobyl y sus liquidadores, las pruebas nucleares en pequeños territorios con pueblos cercanos para ver cómo reaccionan sus habitantes a sus efectos como en Semipalátinsk, los fallos que tuvo la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), etc. Aquí te hablaré de la ciudad más aislada, triste y decadente de Rusia: Vorkutá.
Vorkutá (Воркута, en ruso; Вӧркута Vörkutá, en Komi y Варкута Varkutá, en nenezo de bosque) es una ciudad minera situada en la república rusa de Komi, que se encuentra a 50 kilómetros al norte del círculo polar ártico. En el año 2018, su población se estimaba en 56.088 habitantes. Sus coordenadas son 67°30′00″N 64°02′00″E, su dirigente es el alcalde Valeri Budovski, su código postal es 169900, su prefijo telefónico es 82151 y posee una página web que puedes visitar aquí.
Vorkutá tiene su origen en el año 1932, cuando se abrieron allí campos de trabajos forzados. A partir de la década de 1930, los prisioneros del Gulag (Dirección General de Campos y Colonias de Trabajo Correccional o Главное управление исправительно-трудовых лагерей и колоний, en ruso), que era el sistema penal de campos de trabajos forzados de Vorkutá, trabajaron construyendo el pueblo y explotando los yacimientos de carbón que existían en las cercanías. Vorkutá obtuvo el estatuto de ciudad el 26 de noviembre de 1943. Su principal fuente de ingresos radica en la explotación de la rica cuenca carbonífera del río Pechora. En 1953, la ciudad fue testigo de un alzamiento de los prisioneros, conocido como Levantamiento de Vorkutá, una sublevación llevada a cabo por varios presos en el Gulag, sucedida entre los días del 21 de julio al 1 de agosto.
La situación comenzó en el Rechlag, también denominado Campo Nº 6, que consistía en diecisiete departamentos separados con la finalidad de construir minas de carbón para su posterior extracción aparte de actividades forestales. Durante el año 1946, habían 62.700 internos, pero para 1953, la cantidad bajó a 56.000, ya que los guardas del campo para ese año habían sido convictos. La revuelta de Vorkutá fue provocado por dos sucesos de junio de 1953 que no guardaron relación alguna: el arresto en Moscú de Lavrenti Beria, un arquitecto constructor, dirigente comunista y de Estado de la Unión Soviética, mariscal político y jefe de la policía y el servicio secreto (NKVD) o Naródny komissariat vnútrennij del SSSR, abreviado como NKVD; НКВД, según su acrónimo ruso, o Narkomvnudel, en ruso Наркомвнудел, que era el departamento gubernamental soviético que manejó cierto número de asuntos internos de la Unión. Y la llegada de prisioneros ucranianos quienes, a diferencia de los reclusos rusos veteranos, no tenían derecho a una reducción de las penas. Situación similar a la de los presos procedentes de las repúblicas bálticas y de Polonia.
En un principio la rebelión fue pacífica. La protesta se originó en tan solo un departamento, y posteriormente se sumarían otros cinco. Como demandas, los presos exigieron tener acceso a un abogado de oficio y a un proceso legal más justo. Los medios de comunicación Voice of America y BBC cubrieron los sucesos del Rechlag. No obstante, los medios extranjeros no fueron necesarios para que corriese la voz, puesto que se pudo ver como los huelguistas dejaron de trabajar en las minas y también se pudieron observar pintadas de protestas. En total hubo cerca de 18.000 presos que se declararon en huelga dentro del perímetro. Durante la primera semana, la administración del campo no llevó a cabo ninguna acción salvo reforzar el perímetro con más guardias. Los generales mantuvieron conversaciones pacíficas con los presos. Sin embargo, el 26 de julio se produjo un incidente violento en el recinto de máxima seguridad en el que una multitud liberó a setenta y siete internos. En consecuencia, el comisariado decidió quedarse en Vorkutá mientras planificaban las medidas a tomar. El 31 de julio se dio inicio al arresto masivo de los "saboteadores". Ante este procedimiento, los reclusos respondieron con barricadas, y al día siguiente empezaría los enfrentamientos violentos entre los presos y los guardias. El jefe de campo ordenó a los guardias que abriesen fuego contra los reclusos.
Después de que este fuera sangrientamente reprimido por el Ejército Rojo, el ejército y de la fuerza aérea de la Unión Soviética, y el NKVD. Tras dos semanas, las autoridades reestablecerían el orden mediante el uso de la fuerza, con un resultado de 53 presos asesinados y 135 heridos (la mayoría de ellos fallecería al ser privados de asistencia médica). Tras restablecer el orden, los reclusos acusados de sabotaje, fueron arrestados y trasladados a celdas de máxima seguridad. El militar republicano español Valentín González, conocido como El Campesino, que tuvo una destacada participación en la Guerra Civil Española, llegó a estar internado en el campo de trabajo de Vorkutá. En cuanto a las condiciones mejoraron ligeramente, en especial para los presos políticos, pero el campo de Vorkutá fue finalmente cerrado en 1962 por orden del Ministerio de Asuntos Interiores soviético. Vorkutá se convirtió en uno de los gulags más conocidos y se ganó la reputación de ser uno de los peores de la Unión Soviética. Aproximadamente 2 millones de prisioneros habían ido a Vorkutá desde 1932 hasta el cierre en 1962. La mayoría de los prisioneros fueron liberados después del cierre de Vorkutá, pero un gran número de ciudadanos soviéticos que eran ex prisioneros permanecieron viviendo en la ciudad, ya sea debido a las restricciones en su asentamiento o su mala situación financiera, o porque no tenían adónde ir.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las condiciones de trabajo fueron especialmente brutales. La jornada laboral se incrementó de ocho a diez horas para los no presos y de diez a doce horas para los presos. La falta de alimentos en todo el país debido a las tierras de cultivo comprometidas y el desvío masivo de alimentos al Ejército Rojo significaba que alimentar a los prisioneros del Gulag no era una gran prioridad. Además, el sistema de Gulag en su conjunto experimentó una afluencia masiva de prisioneros durante la guerra debido a que los prisioneros de guerra y otros disidentes fueron capturados y enviados a los Gulag. Entre 1943 y 1944, la mayoría de los prisioneros de Vorkutá vivían al borde de la inanición. La tasa de mortalidad del sistema Gulag en su conjunto también aumentó. Debido a los avances iniciales de Alemania en la guerra, el principal proveedor de carbón de la Unión Soviética era Ucrania. A finales del año 1941, el ejército nazi había ocupado prácticamente toda Ucrania, reduciendo a la mitad la producción soviética de carbón. A partir de 1943, la población de prisioneros de Vorkutá se disparó, al igual que la tasa de extracción de carbón.
El 17 de marzo de 1943, se subrayó la importancia del carbón de Vorkutá con la sustitución del director del campo, Leonid Aleksandrovich Tarkhanov, por el ingeniero coronel (y más tarde general de división) Mikhail Mitrofanovich Mal'tsev. Mal'tsev fue seleccionado personalmente por el director de la NKVD, Beria, para supervisar la producción del campamento. Mal'tsev utilizó su experiencia militar para aumentar drásticamente la producción. Aumentó las horas de trabajo tanto de los presos como de los no presos y, para mejorar la disciplina, recompensó a los presos que trabajaban duro y castigó a los contrarios. Por lo general, una recompensa por el trabajo duro vendría en forma de una liberación anticipada, mientras que los castigos solían ser la ejecución. El crecimiento de la producción de carbón en Vorkutá durante el mandato de Mal'tsev de 1943 a 1947 fue notorio. Durante este período de cinco años, la producción anual de carbón se duplicó con creces. De 1940 a 1948, el año posterior a la salida de Mal'tsev de Vorkutá, la producción anual de carbón se multiplicó dieciocho veces. Esto se debe no solo a la administración de Mal'tsev, sino también a la gran inversión del gobierno soviético en el campo.
En el año 1989, la ciudad que contaba con 200.000 habitantes, comenzó a descender a 117.000 en los años 2000, hasta las aproximadamente 56.000 personas en 2018. Durante la Guerra Fría, en Vorkutá también funcionó una base aérea que alojaba bombarderos estratégicos. Hasta hace unos años, la ciudad seguía siendo un lugar atractivo para los trabajadores de la industria del carbón, pues el lugar goza de una ubicación bastante oportuna para la excavación y posterior recolección de carbón. El norte de la ciudad ha sido testigo de que cientos de mineros y sus familias se trasladen a vivir desde la década de 1990, pues dadas las condiciones climáticas, extensión y lugar pueden cobrar el doble de lo que cobraría un minero normal, 900 rublos.
Vorkutá posee un clima subártico muy extremo que abarca los meses de octubre a abril, con temperaturas que oscilan entre los 0 °C y los -50 °C. Allí no existen estaciones de primavera y otoño, pues el frío es tan extremo que incluso en los meses de calor, de junio a agosto, las temperaturas oscilan entre los -5 °C y los 11 °C. El sol de medianoche o "día polar" es común en Vorkutá, donde el sol no se ponía durante tres meses, duraba del 30 de mayo al 14 de julio. Vorkutá también tenía noche polar, que dura del 17 al 27 de diciembre. El clima de Vorkutá se ve influenciado tanto por su distancia del Atlántico Norte como por la proximidad al Océano Ártico, que trae aire frío en primavera.
Actualmente, Vorkutá lleva en sus calles y edificios las cicatrices de una historia turbulenta, llena de desesperanza y desolación, muchas de las minas que hubo y que significaban la principal actividad económica de la ciudad se encuentran cerradas debido al alto costo que implican las operaciones de extracción carbonífera y los restos del Gulag están abandonados y parcialmente o casi totalmente destruidos. La población de Vorkutá es de 50.000 habitantes y sigue disminuyendo considerablemente, la ciudad está siendo abandonada lentamente. Se estima que 40.000 personas que cobran pensiones estatales en el área de Vorkutá, 32.000 son ex-reclusos del gulag o sus descendientes.
El viejo y ruidoso tren es el único medio que conecta a Vorkutá con el mundo exterior. Atraviesa paisajes árticos de belleza deslumbrante pero desoladora, el tren recorre 150 kilómetros en un viaje que se siente eterno, durando hasta 10 horas. Un problema actual es una catástrofe ecológica acontecida en diciembre del año 2022, donde un accidente en la planta de tratamiento de Vorkutá comenzó a afectar la red fluvial del río principal, por lo que algunos habitantes del pueblo de Petrun debieron dejar de usar agua. En la actualidad, el agua del río se encuentra contaminada por las aguas residuales y se han encontrado parásitos en los peces, la principal fuente de alimento para turistas y habitantes de los pueblos polares, pero pocas personas tienen en cuenta las consecuencias de tal emergencia, tomando en cuenta que el mantenimiento y algunas reparaciones de la planta de tratamiento de Vorkutá, debían de haberse realizado desde hace diez años.
Los activistas ambientales esperan respuestas de organismos oficiales sobre el accidente, pero siempre reciben como respuesta que el incidente solo es un accidente menor y que hay temas más importantes, como la lucha contra el "fascismo" en Ucrania. Los habitantes de Petrun, en su mayoría son indígenas Komi, que viven en un mundo predigital, donde la comunicación por celular ni internet no existe aún, y el medio de transporte sigue siendo el caballo. Hay diez pueblos cercano a Vorkutá y uno de ellos sigue usando el agua del río con normalidad, ya que no poseen otro modo de adquirir el valioso recurso líquido.
Recuerdo esa ciudad y la rebelión en el campo de trabajo, sucede en un nivel de call of duty black ops 1 donde Reznov ayuda al protagonista a escapar
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