domingo, 30 de abril de 2023

El Misterio de Los Qallupilluit

Cada lugar del mundo tiene su rica cultura y tradiciones. Cada una de ellas fascinantes e interesantes. Muchos de estos son sitios visitados turísticamente por año y son famosos, otros son de difícil acceso y a pesar de ello, se mantiene también el turismo. Pero hay algunos que son tan herméticos por su estilo de vida o por su aislamiento que se sabe poco sobre sus costumbres y su folklore, mucho menos de sus leyendas y mitos.


En Alaska, al norte de Canadá, partes de Siberia y Groenlandia, habita un pueblo indígena llamado Los Inuit. Su religión se basa en creencias y prácticas espirituales, tales como el Animismo (Fe en todos los seres, objetos y fenómenos de la naturaleza un alma o principio vital) y el Chamanismo, en las que los curanderos espirituales median con los espíritus. Hoy en día, muchos inuit siguen el cristianismo, pero la espiritualidad inuit tradicional continúa como parte de una tradición oral viva y parte de la sociedad inuit contemporánea. Los inuit que equilibran la teología indígena y la cristiana practican el sincretismo religioso.


En su basta mitología espiritual se encuentran los Qallupilluit o Qalupalik, unas criaturas que viven a lo largo de las costas del Ártico cerca de los témpanos de hielo. Se dice que roban a los niños que vagan demasiado cerca del agua. Los relatos, los mitos y experiencias propias de los habitantes de las zonas, los describen como seres grandes y repulsivos, de piel verde y viscosa, nariz diminuta, cabello largo y uñas largas. Sus manos están palmeadas como una criatura acuática, junto con escamas y aletas. 


Llevan puesto un Amautik tradicional, una parka que usan principalmente las mujeres inuit cuando se convierten en madres y deben llevar a sus hijos en una bolsa de tela que incorpora la vestimenta para mantenerlos abrigados. Dichas parkas están hechas de plumas de pato eider y las usan para llevar a los niños secuestrados. Debajo de sus ropajes tienen dos aletas, una es utilizada para nadar con fluidez bajo las frías aguas y la otra es capaz de emitir un sonido estridente que paraliza a sus víctimas. También tienen la capacidad de alterar su apariencia, a través de una técnica conocida como Pilutitaminik, donde cambian su tamaño y forma.


Muchos los definen como una combinación horrible de un sapo, un pez y un escorpión, por su viscosidad, los baches de su piel y su color, además que emiten un olor a azufre. Ellos se esconden bajo el agua en las regiones árticas del mundo, viviendo a lo largo de la costa y acechando desde allí. Dicen que cuando el agua comienza a ondularse en un área o el vapor comienza a elevarse desde el océano, un Qallupilluit podría estar escondiéndose debajo del agua. 


Los Qallupilluit cazan a lo largo de los témpanos de hielo, secuestrando a los niños que se acercan demasiado al borde del agua. Una estrategia que usan para cazar es emitir un zumbido etéreo que acercará a los niños al agua para que puedan ser arrastrados. Los relatos varían en cuanto a lo que realmente les sucede a los niños capturados. Algunas versiones dicen que el niño simplemente es devorado, mientras que otras dicen que los mantienen en un estado de estasis por muchos siglos y se utilizan para alimentar la juventud de los Qallupilluit.


Estas criaturas son invulnerables en su estado natural, pero algunos cazadores inuit astutos han encontrado una manera de eludirlos. Para evitar ser capturados por los Qallupilluit, los cazadores usaban a niños como carnadas pero se mantenían a salvos ya que estaban atados a ellos. Ellos llamaban a las criaturas desde las orillas y pedían que cambiaran de forma para ellos, donde los Qallupilluit mostraban su verdadera forma: entes similares a una foca o una pequeña ballena. Al encontrarse en su forma, podrían ser asesinados. Las veces que ocurría, los cazadores podían llevar a casa una captura valiosa.


En la antigüedad, habían niños que eran entregados voluntariamente a los Qallupilluit. Una de las historias más famosas de las entregas voluntarias involucra a una abuela y su nieto que luchaban constantemente por poder encontrar comida y alimentarse. Se cuenta que la abuela llamó a un Qallupilluit para que viniera y se llevara al niño ya que no podía alimentarse y con ellos estaría mejor, alimentado y protegido.


Pasaron los meses y una vez que la tribu pudo volver a cazar con éxito, una joven pareja inuit se encargó de recuperar al niño para devolverlo a su abuela. La pareja pudo rastrear a las criaturas pudiendo capturar a una de ellas por medio de un pegamento natural que usaron con un trozo de alga marina. El Qallupilluit comenzó a emitir un ensordecedor sonido desde la noche hasta casi al amanecer. Al salir el sol, tres criaturas salieron de un témpano de hielo con el niño en brazos. Se hizo un intercambio, el niño a los humanos y el Qallupilluit a las criaturas. 


El niño al encontrarse de nuevo con la tribu hizo una gran revelación ante todos: Los Qallupilluit son hembras y usan a los niños secuestrados para mantener vivo su cabello largo, su capacidad para salir a la superficie y su larga vida. Con ese gran conocimiento, las tribus comenzaron a ver a las entidades como amenaza, ya que no eran lo que inicialmente pensaron que eran.


Muchos ofrecían voluntariamente a sus hijos a las criaturas pensando que estarían mejor con ellas pero el resultado era todo lo contrario. Desde ese punto, comenzaron los cazadores a ser más astutos para poder combatir a los Qallupilluit y proteger a los niños de ese entorno peligroso, evitando que se acercaran demasiado al hielo. 


Al tener la costumbre de llevarse a los niños, Los Qallupilluit son considerados como El Boogey ManEl Hombre Saco en versión acuática. En tiempos contemporáneos, algunos piensan que dichas criaturas son Sirenaes o Sirenas (Σειρήνα en griego antiguo o "las que encadenan"), humanoides híbridos con facciones de mujer y características de ave y pez, unas que se han acostumbrado al ámbito frío de la zona. Otros consideran que se tratan de Profundos femeninos, criaturas inmortales mitad humanos mitad anfibios. Son de color gris verdoso, con el vientre blanquecino y la mayoría tiene piel resbaladiza y su espalda jorobada está cubierta de escamas.

domingo, 23 de abril de 2023

La Cosa sin Nombre de Berkeley Square

Hay lugares abandonados en cada parte del mundo, muchos de ellos los cuales desconocemos. Su historia va desde lo usual hasta en que en un punto su energía se trastorna y cambia para ser un ambiente pesado y hasta a veces aterrador. Sus apariciones van desde entidades invisibles sombras casi inofensivas hasta manifestaciones físicas que mueven cosas y visiones sobrenaturales sacadas de las más horrendas pesadillas. Pero hay lugares, sitios muy puntuales en donde las entidades que se presentan son tan extrañas que no son especificadas. Este es un ejemplo de ello.


The Nameless Thing of Berkeley Square o La Cosa sin Nombre de Berkeley Square fue una entidad extraña que se creé que apareció en los siglos XVIII-XIX en el edificio número 50 de Berkeley Square, ubicado en Mayfair en la ciudad de Westminster, distrito en el centro de Londres. Muchos se han cuestionado sobre qué es dicha entidad; algunos piensan que es una criatura sobrenatural salida de las profundidades del mismo edificio y otros creen que esta entidad es un críptido o mutante inteligente y se puede clasificar como un cefalópodo por sus características.


Berkeley Square es una plaza ajardinada en el West End de Londres y una de las más conocidas del país. El lugar fue diseñado a mediados del siglo XVIII por el arquitecto, paisajista, pintor y diseñador de muebles inglés William Kent y originalmente se extendía más al sur. Como la mayoría de las plazas de las ciudades británicas, está rodeada en gran parte por grandes casas adosadas y originalmente, estas eran las residencias londinenses de familias muy ricas que pasaban la mayor parte del año en su casa de campo. 


En la actualidad, solo un edificio, el número 48 sigue siendo íntegramente residencial. La mayoría se han convertido en oficinas para negocios típicos de Mayfair, como espacios de reunión, fondos de cobertura, cazatalentos y negocios de gestión de patrimonio. Muchas personas de renombre se alojaron en dichos edificios; como el ex Primer Ministro de Reino Unido Winston Churchill, que se hospedó en el número 48, y luego el abogado y político George Canning, que se quedó en el número 50. Fue en este preciso edificio donde tuvo lugar la historia.


Nadie sabe con exactitud cuándo el edificio obtuvo su aterradora reputación, pero se dice que el primer incidente ocurrió a fines del siglo XVIII y comenzaron a intensificarse en algún momento del año 1839, cuando los informes de los periódicos comenzaron a llamar a este edificio como "perturbador", "embrujado" y hasta "habitado por algo verdaderamente demoníaco". Especialmente en el segundo piso del complejo, donde parecía intensificarse la actividad en una de sus habitaciones. El lugar ahuyentó a las personas por su mala reputación y el espacio habitacional estuvo vacío por durante un tiempo.


En el año 1841, un estudiante de la ciudad, de veinte años llamado Robert Warboys, se enteró de los espeluznantes rumores en este edificio. Él manifestaba no creer en fantasmas ni en cuentos de aparecidos así que, se dirigió al lugar para probar su punto. Allí se encontró con Phillip Benson, el entonces propietario y guardia del edificio número 50 de Berkeley Square. Warboys le indicó que pasaría una noche en la habitación encantada del segundo piso y el señor Benson estuvo de acuerdo muy a su pesar, ya que creía firmemente que algo extraño aparecía en dicha habitación, la cual mantenía cerrada. La única condición que puso Benson fue que Warboys fuera bajo su propio riesgo y armado, Robert accedió, por lo que se aventuró a la habitación con un revólver y una vela.


Robert Warboys había oído del lugar pero había sido incitado por un grupo de amigos de que pasara la noche en el lugar que ya era tomado como un sitio de leyenda urbana. Sus cinco amigos lo acompañaron e indicaron que pidiera ayuda si veía algo sobrenatural y terrible, mientras ellos estarían en la sala del primer piso, como parte de su apuesta. Warboys dio las buenas noches a la compañía, subió las escaleras y se hospedó en la infame habitación. Una vez dentro, observó el sitio y se acostó en la cama tomando de su mano derecha el arma y con la otra la campana de aviso. Abajo, en la sala, se encontraban sus amigos bromeando y acomodando todo para dormir mientras que el señor Benson se sentó en su silla con los oídos atentos al sonido más mínimo. No era la primera vez que curiosos venían, pero si uno que sabía sobre la fama del lugar y aun así se quedaba en el foco de la actividad.


Unos cuarenta y cinco minutos más tarde, a medianoche, el furioso tintineo de la campana despertó a los amigos mientras que el señor Benson se apresuraba por las escaleras, subiendo de dos en dos los escalones pero cuando estaba a punto de llegar a la puerta de la habitación escuchó un disparo. Se apuró en abrir la puerta de la habitación vio lo más horrible de su vida. La habitación era exactamente la misma que antes, pero en una esquina estaba el cadáver de Robert Warboys con la más horrible expresión de su rostro; había muerto de miedo. Había disparado a algo, pero no había rastro de a qué. Examinaron su cuerpo pero no habían señales de heridas en todo su cuerpo.


Otras veces, a los pocos años volvió a aparecer. Las víctimas eran dos marineros del navío HMS Penélope en Portsmouth,  la mayor ciudad de mayor densidad de población en Reino Unido, llamados Robert Martin y Edward Blunden.


Llegaron a Berkeley Square y se quedaron en el edificio 50, alojándose ambos en la habitación del segundo piso. Casi una hora después, Blunden se despertó y vio algo gris que se arrastraba por el suelo de madera. Él despertó a Martin y tomó su arma, pero luego la cosa saltó y aterrizó en el cuello de Blunden. 


Martin fue a buscar a la policía, pero cuando llegaron a la habitación, estaba vacía. Encontraron el cadáver de Blunden en el sótano, el cual tenía  la misma expresión horrorosa que una vez tuvo Robert Warboys.


Otra víctima fue un viajero inglés llamado Thomas Lyttelton, quien también se quedó en la terrible habitación. Él vio algo extraño en la oscuridad y logró dispararle. Estaba seguro de que estaba muerto, pero no pudo encontrar el cadáver. 


Fue el primero que pudo indicar con más detalles lo que realmente había divisado en la oscuridad y, al igual que muchas personas en años recientes que han visto a esta entidad afirman que toma la forma de un pulpo, debido a sus tentáculos viscosos.


Cabe señalar que Lyttelton escribió un libro llamado Notes and Queries, publicado en el año 1897, donde relata su experiencia en el lugar, catalogándolo como "un sitio sobrenaturalmente fatídico para el cuerpo y para el alma".


Algunos investigadores han tratado de darle explicación a la "Cosa sin Nombre" y especulan que en realidad puede ser una especie de Octopus PotamodromusPulpo de Agua Dulce mutado, también puede ser un animal marino anfibio desconocido que logró migrar desde el Río Támesis, al sur de Inglaterra, al vasto sistema de alcantarillado subterráneo de Londres, donde pudo infiltrarse en el Berkeley Square a través de la plomería, pudiendo llegar a la habitación del segundo piso por medio de la poceta.


También se puede especular que esta bestia buscaba alimentarse de la amplia población de ratas que habitaba en la casa, cuando tropezó con todos los huéspedes de la habitación. Pero nadie puede tener esa expresión de horror por un simple pulpo, eso es seguro.


Desde el año 1938, el primer piso del edificio 50 de Berkeley Square se usa como una librería llamada Maggs Brother, propiedad de Edward Maggs. Los trabajadores no han indicado nada anormal en el lugar pero ellos tienen solo una condición para trabajar allí y es que a ninguno se les permite subir al segundo piso por las dudas. Nada ha sucedido desde entonces.

domingo, 16 de abril de 2023

Timothy Darrow y los Ebugogos

Las expediciones se han dado en muchos momentos de la historia. Unas bastante satisfactorias, otras han terminado en desapariciones y tragedias y algunas, han sido secretas y descubiertas luego de muchos años después. A pesar de que ahora no se habla tanto de expediciones sino de exploraciones urbanas que, a veces terminan con algunos de esos variados resultados, la sensación de curiosidad, maravilla y búsqueda sigue siendo la misma. A continuación sabrás sobre una extraña exploración con resultados injustos pero asombrosos.

En el año 1977, los amigos científicos Gary Ward y Timothy Darrow, viajaron desde Estados Unidos hasta las espesuras de la jungla de la Isla de Flores, Indonesia, para estudiar y fotografiar las aves típicas de la región. Una vez allí, contrataron los servicios del guía de zonas tropicales Drajat Saputra para un recorrido por un área especial de la jungla y detallar los animales que allí podrían encontrarse. Se buscaba medir el impacto de la desforestación de la jungla en las aves pero la experiencia no terminó bien y solo uno de ellos regresó, Tim Darrow. Había salido de la jungla con su cuerpo cubierto de heridas y con la ropa destrozada y cubierta de sangre. Posteriormente las autoridades encontraron, después de revisar más de cinco kilómetros de extensión de selva virgen, los restos de uno de los miembros desaparecidos, el de Drajat Saputra, cuyo cadáver estaba descuartizado y prácticamente irreconocible. La investigación sobre el caso nunca encontró rastro de la victima faltante, Gary Ward.

Este caso no sólo afecto claramente a los familiares de los fallecidos sino que armó todo un revuelo en la sociedad de Indonesia de aquel trágico año. Muchas personas nativas, quemaban banderas americanas en protesta por el brutal asesinato. Hubo numerosos destrozos en la embajada americana. El caso se convirtió en fenómeno mundial. Tim Darrow fue acusado en el tribunal de doble homicidio, acusándolo además de cargos de canibalismo. Se le condenó a doble cadena perpetua por homicidio.

Darrow siempre defendió su inocencia, no solo durante el juicio sino desde antes de ello, afirmando que era culpable de "otras cosas", pero no de la desaparición y muerte de sus acompañantes. El hombre siempre manifestaba, desde que fue encontrado por la civilización, que tanto él como sus acompañantes estuvieron huyendo de unas criaturas que albergaba la jungla de Flores. Desde luego que los presentes en el tribunal se burlaron de esa defensa, más aún cuando ellos mismo sabían que dichas palabras tenían relación con el mito local de que en dichas tierras de la Flores, habitaban una raza humana monstruosa, algo que solo los niños creían y los adultos tomaban como cuentos. Tim Darrow fue encerrado en la cárcel de Kerobokan en Bali, Indonesia. Una de las peores cárceles del mundo.

El mito local habla de los Ebugogos, cuya leyenda es una versión del Boogeyman, El Coco o El Hombre del Saco. En la lengua Nage de Flores Central, Ebu significa "abuela" y Gogo significa "el que come cualquier cosa". Todos les temían y decían que eran pequeños seres, con una altura no mayor de un metro, tenían la cara similar a un hombre pero su pequeño cuerpo estaba cubierto de pelo. Vivían en los árboles y solían saltar de una rama a otra con destreza, pero también solían caminar en el suelo sobre sus patas. Sus gritos eran estridentes y grotescos y comían cosechas de los pueblos agricultores de las zona pero a veces, solo a veces, se llevaban a los niños pequeños y se los comían.

El caso de Timothy Darrow fue altamente documentado e investigado por el antropólogo y arqueólogo Richard Hoernboeck. Su investigación arqueológica comenzó en el año 2003, al estudiar las primitivas rutas migratorias de los humanos hacia Australia y visitar la aldea de los Nage en Indonesia. Allí y en ese año, en las cuevas de piedra caliza de Liang Bua, en la Isla de Flores, en Nusa Tenggara occidental, desenterraron una especie de humanos desconocida, casi cuatro veces más pequeños que un humano promedio.

Dicho descubrimiento fue bautizado como Homo Floresiensis, siendo uno de los descubrimiento más importantes de la Historia de la Antropología. Era un eslabón perdido que había habitado en la remota y virgen espesura de la selva tropical de la Isla de Flores y había pasado desapercibido hasta el año 2003. Dicho personaje tenía el cráneo muy pequeño y los pies muy grandes, pero lo más increíble era que no se parecía a nada conocido hasta ahora. Tanta eran las extrañas particularidades del eslabón, que fueron apodados Hobbits, como los personajes de The Lord of the Rings (El Señor de los Anillos), saga literaria escrita por John Ronald Reuel Tolkien. Ellos vivieron hasta hace unos 50.000 años y se tiene evidencia que utilizaban piedras de sílex y hacían fuego. Por lo que eran ingeniosos e inteligentes.

Es importante señalar que, hasta la aparición de los restos arqueológicos del Homo Floresiensis, el mito comenzó a ser tomado más en serio. Richard Hoernboeck preguntó en la aldea de Nage si habían visto a los Ebugogos, algunos decían que no habían aparecido más desde hace 100 años o más, pero habían algunos que decían que en años recientes fueron observados y tenían un comportamiento más salvajes de lo que decían las leyendas y el Folklore. Algo que Hoernboeck descubrió es que en la escena del crimen se había encontrado una piedra de Silex. Mismo tipo de piedra que se había encontrada en las cuevas de Liang Bua. Se presume que dicha piedra había sido usada para descuartizar el cadáver del guía Drajat Saputra.

Con tantas pruebas tangibles en sus manos, Richard Hoernboeck decidió visitar a Tim Darrow en la cárcel de Kerobokan, con el fin de recibir más información de lo acontecido. Después que Richard solicitó un permiso al gobierno de Indonesia para visitar y entrevistar al Tim, fue autorizada la visita al penal luego de casi cinco meses. Una vez en la celda, Hoernboeck se presentó ante Darrow y comenzó a entrevistarlo, dándose cuenta que el hombre era una persona que se encontraba en sus cabales y no un psicópata esquizofrénico con alucinaciones como decían. Tim indicó que en la expedición con sus acompañantes fueron perseguidos por algún tipo de simio, más pequeño, oscuro y recubierto de pelo excepto en la cara, pero con inteligencia y sin temor. A pesar de su falta del habla, gritaba fuerte y ensordecedoramente. Manifestó además que todo lo que le decía había quedado en su cámara, la cual había tomado fotos de las aves, de la zona y del mencionado eslabón. Su guía, Drajat Saputra había grabado el sonido que emitía la bestia.

La primera vez que lo escucharon se sorprendieron y se acercaron con cuidado al lugar, donde pudieron observar con asombro la forma de simio humanoide. Estaban emocionados porque se trataba de una especia desconocida. Así pues, se asentaron en un campamento improvisado en la zona a la espera de poder tomar mejores fotografías del eslabón. Allí vieron marcas en los árboles y notaron que no se desplazaba por las ramas al salir. En la noche se dieron cuenta de que no se trataba de uno, sino de varios, mientras unos se encontraban saltando por los árboles, unos bajaron al suelo y caminaron por el lugar en dos patas y totalmente erguidos. Fueron grabados sus sonidos y fueron capturados en fotos. Tanto los Ebugogos como los expedicionistas se quedaron viéndose los unos a los otros hasta que las criaturas caminaron en dirección contraria y se fueron.

Las pertenencias del guía Drajat Saputra fueron recuperadas por parte de las autoridades cuando fue descubierto el cuerpo descuartizado. Dichas posesiones fueron empaquetadas y regresadas a Estados Unidos. Richard Hoernboeck, como parte de su profesión como antropólogo y arqueólogo, visitó el país y solicitó permiso para investigar más a fondo los objetos y le dieron el permiso para que visitara la Universidad de Chicago, en donde se encontraba la grabadora de audio. Lo escuchado allí correspondía al testimonio de Tim Darrow. Richard supo por un colega que todo el asunto había sido un encubrimiento por parte de Estados Unidos, que había pagado una alta suma de dinero al gobierno de Indonesia con el fin de que la situación no se supiera. Así pues, Hoernboeck compartió el sonido de los gritos con los principales primatólogos de todo el mundo y todos coincidieron que era un primate, pero ninguno sabía decir cuál.

El 14 de Agosto del 2012, Richard Hoernboeck con financiación se adentra en la jungla de Flores con siete hombres, llevándose consigo dicho audio para utilizarlo estando una vez en la jungla para atraer a los Ebugogos. Siguiendo así los pasos que recorrió Tim Darrow en búsqueda de pistas y evidencias del Homo Floresiensis. Se acercaron al perímetro y por varios días buscaron pistas hasta encontrar marcas en algunos árboles. Por medio de altavoces, comenzaron a emitir cada ciertas horas el sonido emitido por la grabación de audio. Apenas después de emitir el audio, la expedición comenzo a ser acechada y la situación se puso peor durante la noche, donde las carpas comenzaron moverse y sonidos comenzaron a escucharse. En la mañana siguiente encontraron restos de un animal devorado, posiblemente un cerdo salvaje, y una piedra de Silex.

Después de la observación por parte de la expedición, dejaron el campamento y siguieron su camino con destino a las faldas del volcán Ebu Lobo, donde habita la aldea Luba. Según la leyenda local por parte de la aldea de los Nage, los Ebugogos vivían en las cuevas del volcán y los Luba tenían contacto con ellos. Una vez allí descubrieron que los eslabones desde hace ya muchos años se habían tornado salvajes y les robaban las cosechas y además se llevaba a los niños y se los comían. La única solución fue darles caza, por lo que el pueblo quemó todo el interior de las cuevas. Después de saber todo aquello regresaron al campamento y descubrieron que el lugar se encontraba lleno de pisadas. Los Ebugogos habían entrado al campamento y los habían observado todo el tiempo. Estaban allí pero los hombres no los veían. Con temor recogieron el campamento y continuaron el camino por una ruta más a la espesura de la jungla. En el recorrido de ese lúgubre camino encontraron  restos óseos de una mandíbula inferior humana. No eran tan antiguas ya que había empaste en las muelas. Richard pensó que dichos restos óseos pertenecían al científico Gary Ward.

Lo que los hombres descubrieron después fue que dicho camino lúgubre era un lugar que la aldea de Nage creía que estaba maldito y que le habían indicado a Hoernboeck que no transitaran, pero él había hecho caso omiso ante la advertencia. Con las pruebas encontradas y la investigación realizada, los miembros regresaron. Al realizar las pruebas de ADN de los restos óseos se descubrió que la mandíbula pertenecía a Nazin Karalazaba, un ingeniero indonés de monte que había desaparecido a unos tres kilómetros de las cuevas del volcán, en el año 1960. Al parecer en la Selva de Isla de Flores había un canibal por la zona mucho antes de la aparición de supuesto caníbal Tim Darrow.

Richard Hoernboeck continuó su investigación, esta vez para encontrar a la familia de Timothy Darrow. Las pesquisas dieron frutos y Richard pudo contactar a la hermana de Tim, Susan Clemens (apellido de casada) en Kansas, Estados Unidos, a la que le habían enviado desde Indonesia desde hace ya muchos años una caja con pertenencias de su hermano convicto. Dicha caja no la había abierto y se encontraba tal como se la habían entregado. Al conversar con la mujer vía telefónica, Richard le comentó que tenía muchas razones por las que pensaba que su hermano decía la verdad. Susan se emocionó ante la conversación y abrió la caja, En su interior se encontraba la cámara de video con tres rollos de película. 

El material fue enviado al Centro de Investigación de Jakarta, Indonesia, para su estudio y allí se pudieron recuperar y visionar el contenido de dos de los rollo. En el primer rollo se ve una especie de simio saltando de rama en rama y el segundo tenía imágenes del Ebogogo erguido y caminando en dos patas, mirándolos fijamente, sin miedo. Richard concluyó que dicha especie era la misma que habían encontraron en las cuevas de Liang Bua. El doctor Timothy Darrow siempre había dicho la verdad.

Era noviembre del año 2013 y Richard Hoernboeck viajó de Jakarta a la cárcel de Kerobokan en Bali con el fin de presentar una solicitud para sacar a Tim de prisión pero se encuentra con una amarga noticia: Timothy Darrow había fallecido hace ya nueve meses en la cárcel, exactamente el 3 de febrero de ese mismo año. Lo bueno de todo fue que la verdad había salido a la luz, el testimonio alocado para muchos había resultado ser cierto, la hermana de Tim pudo saber que su hermano no estaba loco, que no era un caníbal y que no tenía esquizofrenia.

domingo, 9 de abril de 2023

Samuel Birley Rowbotham y el muro de hielo en los confines de la Tierra

Se sabe que hay un muro subterráneo que rodea el planeta tierra (y puedes acceder a la publicación dándole clic aquí). Se trata de una gigantesca pared con perfecta simetría que se encuentra justo debajo de los océanos de la tierra, abarcando todo el planeta y recorriendo decenas de miles de kilómetros de largo bajo el mar. También se sabe también según la publicación anterior que hay más allá de los Hielos Perpetuos pero, después de los confines de la tierra ¿Hay otro muro?

Samuel Birley Rowbotham (Londres, 1816-Londres, 23 de diciembre de 1884), desde su infancia se mostró rebelde, hasta el punto de debatirse las ideas de Newton. Tanto así, que una vez fue azotado luego de tratar de escabullirse de un programa sobre el sistema del universo que se realizó en su escuela. Poco después fue enviado a vivir donde su abuelo paterno que era admirador de Newton.  Allí, mientras su abuelo discutía con sus amigos sobre el universo, Rowbotham le dijo: "Haces que suene muy bien, pero no pruebas lo que dices. Solo hablas y calculas. Algún día les mostraré a ustedes y a todos estos caballeros que están equivocados, y lo probaré". 

​A medida que crecía, Rowbotham estudió la Biblia y encontró en dicho libro la confirmación de sus sospechas astronómicas. Sin embargo, para Rowbotham, la religión no se debía impulsar basándose en una creencia sino demostrándolo científicamente.​ Luego leyó ampliamente la literatura científica popular y asistió a conferencias sobre diversos aspectos de la ciencia. En esa época, Rowbotham abrazó las ideas del socialista y teórico galés Robert Owen dando, a veces, conferencias a grupos de owenitas sobre temas científicos demostrando ser un orador talentoso.

Rowbotham comenzó como organizador de una comuna owenita donde formuló sus ideas sobre la Tierra. Después de medir la falta de curvatura en las zanjas de drenaje largas y rectas del río Bedford en su primer experimento del nivel del Bedford, se convenció de la planicidad de la Tierra y comenzó a dar conferencias sobre el tema. Se tomó un poco de tiempo para aprender su oficio, huyendo de una conferencia en Blackburn cuando no pudo explicar por qué los cascos de los barcos desaparecían ante sus mástiles cuando navegaban mar adentro.​ Sin embargo, como persistió en llenar los pasillos cobrando seis peniques por conferencia, su agudeza y habilidad para debatir se perfeccionaron tanto que pudo "contrarrestar cada argumento con ingenio y habilidad consumada".

Así pues, el inventor y ahora escritor, publicó en el año 1865 bajo el seudónimo de Parallax, su libro Zetetic Astronomy: The Earth not a Globe (Astronomía Zetética: La Tierra no es una Esfera), un folleto de diesiséis páginas que estructuró en el año 1849 y luego expandió como libro de cuatrocientas treinta páginas. Allí, Rowbotham postuló que la Tierra era una superficie plana encerrada donde los continentes flotaban dentro de un océano bordeado de un desierto de nieve y hielo tras el cual aparecían enormes acantilados. El centro de dicho territorio planteado es el Polo Norte y la Tierra se extiende hasta unos confines que la separan del espacio por una muralla de hielo, la Antártida, un continente que según él tiene forma de anillo y rodea a todos los demás continentes, evitando que los océanos caigan por los bordes y se viertan en el espacio. 

Cabe destacar que Rowbotham menciona que el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas están a tan solo unos centenares de millas sobre su superficie. Aferrándose también a la Biblia para explicar cómo estaba constituida la Tierra, Rowbotham aseguraba que el infierno se encontraba literalmente bajo nuestros pies como posible explicación de la temperatura que derretía el hielo y formaba la tierra habitada, y el cielo religioso encima de nuestras cabezas. De esta forma desechaba la idea de cielo e infierno como un estado del espíritu.

Idea alocada pero para nada nueva. La Tierra Plana era un ideal que la mayoría de los presocráticos o pensadores de la Filosofía Griega Temprana (filosofía anterior a Socrates), entre los siglos VI-V a. C., conservaron como modelo de creencia. También los europeos medievales pensaban que la Tierra era plana. Esta creencia viene del pensamiento egipcio temprano y mesopotámico, donde el mundo se representaba como un disco flotando en el océano. 

Un modelo similar se encuentra en el relato del  del siglo VIII a. C. del poeta griego Homero, en el que "Okeanos, el cuerpo de agua personificado que rodea la superficie circular de la Tierra, es el engendrador de toda vida y posiblemente de todos los dioses"

Los Textos de las Pirámides y los Textos de los Sarcófagos del Antiguo Egipto muestran una cosmografía similar, donde el océano rodeaba tierras secas o islas más allá de los confines. Los Israelitas también imaginaron que la Tierra era un disco que flotaba sobre el agua con un firmamento arqueado encima que separaba la Tierra de los cielos. En ese pensamiento, el cielo era una cúpula sólida con el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas incrustados en él. 

Rowbotham siempre fue visto como un personaje bastante peculiar, para muchos como un sujeto alocado y para otros como un visionario con una perspectiva singular ante los temas del cosmos. Se sabe que utilizaba el alias de "Dr. Samuel Birley" el cual utilizaba para vender elixires que supuestamente prolongaban la vida y curaba todas las enfermedades habidas y por haber, pero dichos brebajes estaban preparados con fósforo. Por ello, fue nombrado responsable en numerosos casos de muertes por negligencia, donde siempre mencionaba que los elixires eran simplemente remedios para todas las enfermedades existentes. No recibió ningún título en medicina y sus profesiones se denominan en diferentes momentos como químico, médico, periodista y hervidor de jabón, además que dejó los estudios a los nueve años.

Tras la muerte de Rowbotham sus seguidores se organizaron fundando una sociedad denominada "Sociedad de la Tierra Plana". Aunque inicialmente estaba establecida en Inglaterra posteriormente se trasladó hasta California, Estados Unidos, donde estuvo en actividad hasta mediados del siglo XX. En 1956 esta sociedad tomó nuevo impulsó cuando se refundo con el nombre de "Sociedad Internacional de la Tierra Plana", siendo uno de sus objetivos desprestigiar la carrera espacial en la que participó Estados Unidos y la posterior llegada del hombre a la Luna.