Todo tiene su lado oscuro, sin excepción. Disney no se salva de ello. La famosa Casa del Ratón es el conglomerado de medios de comunicación, entretenimiento y la empresa de estudios cinematográficos estadounidense más grande del mundo. The Walt Disney Company (a efectos legales Disney Enterprises, Inc.) fue fundada por Walter Elias Disney y su hermano mayor, Roy Olivier Disney el 16 de octubre de 1923. Aparte de sus parque temáticos y cayendo en el renglón audivisual, tiene diversos canales de televisión abierta y de pago donde destacan dibujos animados, películas de animación por computadora, cortometrajes de animación, series de televisión animadas, series de televisión de acción en vivo y series de televisión animadas por computadora, además de las películas animadas, películas de acción en vivo y películas de animación por computadora. Su actual sede se halla en Burbank, California, pero solo a veinte minutos, en Los Ángeles se encuentra Disney Animation Research Library, la biblioteca de investigación de animación que conserva la herencia artística de Walt Disney Animation Studios y sirve como recurso para la inspiración creativa, la investigación, la mejora de la marca y el desarrollo de productos.
En dicho lugar se guarda todo lo relacionado con la creación de las películas animadas de Disney, y aunque su ubicación es bastante conocida por muchos, es un lugar que pocas personas pueden visitar de vez en cuando.
En este sitio se guardan aproximadamente sesenta y cinco millones de dibujos y obras hechas por Disney, por lo que los bolígrafos están prohibidos, esto con la intención de evitar arruinar con tinta cualquier boceto existente.
En su haber tienen todo lo que se ha usado para crear las animaciones del estudio desde el año 1920 hasta la actualidad. Dicho y valioso material de la biblioteca puede ser usado por los empleados de Disney a manera de investigación y desarrollo de proyectos, claro está, con guantes especiales para no dañar las obras.
Según la historia del complejo, en la biblioteca de animación existen once bóvedas con temperaturas controladas que guardan todo el contenido usados en los grandes y medianos proyectos del estudio. En una de ellas se almacenan los primeros modelos esculpidos de los personajes más antiguos y recientes de Disney.
Dichas esculturas están realizadas en látex y la mayor parte del tiempo las mantienen en completa oscuridad, para que el aire y la luz no hagan que el moho las destruya.
En otra de las bóvedas se encuentran las obras originales de las primeras películas, que al ser tan antiguas, podrían ser dañadas incluso con la respiración, por eso las mantienen encerradas en cajones herméticos. Otra de las mencionadas bóvedas guardan los bocetos en movimientos de las películas animadas mientras que otra alberga los guiones e ideas, tanto de películas estrenadas como de proyectos cancelados.
En la bóveda de bocetos se encuentran los primeros diseños de varios personajes de grandes películas animadas, como por ejemplo Aladdin y Tinkerbell.
Sus bocetos son tan únicos que no se encuentran ni siquiera en internet, pero hay pero algunos no quieren que sean vistos por el público y es aquí en donde comienza la presente publicación.
En años recientes, una animadora de Disney Studios llamada Joyce que renunció a la industria al sentirse asqueada, indicó que en Disney Animation Research Library, no existen once bóvedas sino trece, en donde once se mantienen en la parte superior del edificio y las otras dos son secretas y se encuentran en los sótanos del lugar. Cada bóveda tiene un código que funciona como número de prioridad y la número trece conecta bajo tierra por un túnel directamente hasta la sede de Disney en Burbank. Pero... ¿Qué se encuentra en dichas bóvedas?
En la bóveda nueve se encuentran las cuarenta reproducciones de bocetos reciclados de Disney que fueron reutilizados en escenas de otras películas animadas del mismo estudio. Como por ejemplo; One Hundred and One Dalmatians de 1961 y The Sword in the Stone de 1963.
The Jungle Book de 1967 y Robin Hood de 1973.
The Jungle Book de 1967 y The Many Adventures of Winnie The Pooh de 1977, por poner algunos de los cuarenta ejemplos.
Todo eso fue realizado en su momento para ahorrar costos en las cintas a realizarse y ser más prácticos al momento de trabajo ya que la técnica que se utilizaba para animar pelíclas en 2D (la rotoscopia) era aún rudimentaria y totalmente manual. Así pues, se reutilizaban las mismas escenas de otras películas y se cambiaban solo las siluetas, manteniéndose solo el movimiento.
En las bóvedas número diez y once se encuentra el material digitalizado, realizado por el equipo de profesionales encargados, que usan un espacio virtual y máquinas de alta tecnología para para preservar las obras originales.
El equipo de calidad se encarga de detectar errores en la imagen y si el resultado no es una copia fiel a la original, es desechada y se vuelve a digitalizar. Allí, los archivos no se catalogan de manera cronológica sino que tienen prioridad las escenas más emblemáticas de Disney.
La bóveda doce y trece van de la mano, y es que una tiene las ideas plasmadas en papel de proyectos subidos de todo del estudio que fueron almacenados allí para películas animadas y cortometrajes. De dicho lugar salieron las ideas para vestimenta de personajes o escenas de películas animadas famosas; como la curvilínea Jessica Rabbit, producto de la épica unión de Disney y Warner Bros. para la película Who Framed Roger Rabbit, del año 1988, dirigida por Robert Zemeckis.
La figura final de Tinkerbell para la pelicula animada de Peter Pan de 1953, allí lleva un vestido corto de color verde con estilo de bailarina.
Cinderella en donde la joven chica es ayudada por los animales del bosque a arreglarse y se da un baño.
Ariel de The Little Mermaid de 1989, donde la joven sirena sale a la superficie al ser convertida en humana.
La princesa Jazmín en Aladdin del año 1992, donde posee una vestimenta roja que enseña su figura y planea engañar al villano Jafar.
La bóveda número trece contiene algo más obsceno. Según Joyce, dicha bóveda alberga "una historia de la edición pornográfica de animación de Disney". La animadora comenta que Disney tiene una cláusula importante en los contratos de los artistas y es que "todo lo que se cree, dibuje o anime mientras esté a su servicio, le pertenece a estudio." Joyce mencionó que muchos de los animadores eran pervertidos y solían dibujar escenas de los personajes de las películas que estaban animando pero con poco ropa o grandes atributos.
Dichos bocetos quedaban a cargo del encargado de artistas de la obra animada y eran almacenados. Personajes como Ariel de The Little Mermaid o Pocahontas eran modificados en poco o nada de ropa, usando la misma animación que se usaba en las películas. Muchos de estos bocetos resultaron ser tan buenos que fueron brevemente animados para realizar una escena y se mantienen en dicha bóveda. Disney Studios no solo tiene pornografía en su gran biblioteca de animación, sino que también le dio vida a algunos de sus bocetos, representando ser un porno oficial de Disney.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario