Casi todas las culturas y religiones del mundo describen la existencia de una especie de inframundo o infierno. Estas descripciones a menudo tienen muy poco en común en la forma en que los pecadores son tratados así como en la definición del pecado. Mientras que cada una es única a su manera, existen elementos que son sorprendentemente comunes en muchas culturas y religiones.
8. Niflheim.
Niflheim es una extraña versión del infierno encontrada en las culturas germánicas y nórdicas. En lugar de ser un pozo de fuego, es un paisaje helado, gobernado por Hel, situado frente a la costa de cadáveres, donde reside Nidhogg. Nidhogg es, naturalmente, una serpiente gigante que se alimenta de muertos (¿qué cosa no es gigante y grotescamente violenta en la cultura nórdica, ¿verdad?)
De los nueve mundos de la mitología nórdica, se dice que Niflheim es el más profundo y más oscuro de todos. Los mitos afirman que la Tierra fue creada cuando Niflheim, compuesto de hielo, y Muspelheim, hecho de fuego, se combinaron para formar nuestro mundo terrenal. El reino es la casa de los malvados, y también sirve como un ancla para Yggdrasil, el árbol del universo que sostiene al mundo.
Hel se convirtió en amante del mundo de los muertos después de haber sido desterrada de Asgard por ser la hija de Loki. Las almas llevadas a Niflheim por Hel vienen a través de Hermodr, el mensajero quien las mantiene en constante sufrimiento (o más bien dicho, dolor nórdico, que a menudo es peor y mucho más doloroso que el dolor común).
7. Tuonela.
En la cultura precristiana de Finlandia creían que las almas de los muertos se dirigían a los márgenes del río Tuoni, y que eran llevadas hasta Tuonela por la sierva de la Muerte, Tytti. A diferencia de la mayoría de los otros infiernos de esta lista, Tuonela es prácticamente una continuación más sombría de la vida en la Tierra.
Para que Tuonela tuviera ese aspecto terrenal, los muertos llevaban consigo elementos para sobrevivir en ese mundo. Y también permitía la entrada de visitantes vivos que querían ver a sus familiares fallecidos, aunque el viaje era peligroso y a menudo fatal (después de todo, aunque sea el menos inquietante, sigue siendo un infierno).
La entrada al río Tuoni ya era potencialmente peligrosa: un lugar infestado de serpientes venenosas. Si llegabas a superar esta etapa, encontrarías a Tytti, la barquera encargada de llevar las almas de los muertos a través del río. Al llegar a Tuonela, el muerto encontraría un mundo idéntico al nuestro, sin embargo, en una versión más oscura, donde todo es miserable y donde no brilla más la luz. En Tuonela tendrías que trabajar para siempre y el trabajo dependería de lo que hubieras hecho en vida (creo que para muchos esto sería peor que estar sufriendo dolor constante).
6. Casa de las Mentiras.
Según el Zoroastrismo, la primera cosa que el alma encuentra después de la muerte es elPuente Chinavat, que separa el mundo de los vivos y los muertos. El puente es más delgado que un cabello, más cortante que una cuchilla, y está custodiado por dos perros de cuatro ojos. Las almas son entonces juzgadas en base a sus acciones en vida. Si las malas acciones superan al bien, el puente gira alrededor de su eje, enviando al alma a un pozo lleno de demonios abajo. Descripciones alternativas dicen que el demonio Vizareshemerge del abismo y arrastra las almas más perversas a la Casa de las Mentiras, la versión Zoroastra del infierno.
La Casa de las Mentiras en sí es descrita como un lugar de asquerosa inmundicia, donde se sirven alimentos putrefactos y las almas son torturadas constantemente por sus acciones. Los demonios de la Casa de las Mentiras pueden encontrarse por cientos, y cada uno representa un pecado específico y posee una habilidad especial. Por ejemplo, Apaosha es el demonio de la sequía y la sed que castiga a los codiciosos, mientras Zairika es el demonio de los venenos que castiga a los chismosos. Las descripciones de la Casa de las Mentiras varían según la traducción de los textos antiguos del zoroastrismo, pero los elementos descritos anteriormente son comunes a todas las descripciones.
Después de ser arrastrada a la Casa de las Mentiras, el alma entra en un laberinto con varios dominios, de entre los cuales, el peor es el de Vizaresh, una especie de especialista en tortura, quien castiga a sus invitados de formas diferentes y cada vez peores en cada periodo. Vizaresh, sin embargo, sería demasiado exigente: y sólo entrarían a sus dominios los peores hombres, Hitler por ejemplo.
5. Duat.
Los antiguos textos egipcios Coffin describen una versión de la otra vida conocida comoDuat, gobernada por Osiris. El libro muestra dos maneras de cómo llegar a Duat, incluso proporciona un mapa a los “viajeros”. El paisaje de Duat es similar a la Tierra, pero contiene elementos místicos, como un lago de paredes de fuego y hierro.
Al aproximarse a Duat, las almas tenían que pasar por puertas vigiladas por criaturas humanoides, mitad hombre, mitad animal, con nombres tan sugerentes como “bebedor de sangre que viene del matadero” o “el que come heces de sus extremidades traseras“.
Después de pasar por las puertas, el corazón del difunto era pesado contra una pluma. Si el corazón era más pesado que la pluma, sería comido por Ammit, el devorador. Todas las almas, sin excepción, estaban condenadas a enfrentarse a la justicia en Duat.
4. Gehena.
El nombre de “infierno” originalmente se refería a un valle fuera de Jerusalén donde los seguidores del dios Moloch realizaban sacrificios de infantes al tirarlos en grandes hogueras. Más tarde pasó a referirse a la interpretación hebrea del infierno, donde los malvados eran enviados para pagar por sus pecados.
Gehena se asemeja a la versión cristiana del infierno en mayor medida que la mayoría de los puntos en la lista. Es descrito como un lugar profundo y desolado donde las llamas nunca dejan de quemar y llueve fuego y azufre del cielo. El calor emitido por las llamas es 60 veces más caliente que las llamas encontradas en la Tierra. Gases sulfúricos nocivos revolotean en el aire y ríos de metal fundido fluyen libremente. Los condenados a Gehena tendrán que vivir el resto de sus días en medio de las llamas, ardiendo como barbacoa, inhalando gases tóxicos y saciando su sed con metal líquido.
3. Tártaro.
Mencionado en la mitología griega y romana, Tártaro es descrito como un calabozo oscuro y lleno de sufrimiento. Los dominios de Hades fueron divididos por niveles, como en la mayoría de los infiernos, y el último nivel fue destinado para los pecadores. La diferencia es que en la mitología griega, no importa si eras bueno o malo, de cualquier forma irías a parar a Tártaro, donde pagarías menos o más por tus pecados.
En la mitología romana, Tártaro está rodeado por tres murallas y el Flegetonte, un río de fuego. Este se encuentra custodiado por un monstruo de nueve cabezas conocido como Hidra, junto con Tisífone, que cuida de todo mientras constantemente tortura las almas. En las profundidades olvidadas de Tártaro se encuentran los Titanes, enemigos de los dioses que fueron derrotados y encarcelados.
Del mismo modo, la mitología griega describe Tártaro como un lugar que comenzó como una prisión para aquellos que pusieran en riego la vida de los dioses (recordando que ellos podían morir en la mitología griega), pero luego empezó a funcionar como el infierno para todos los pecadores. Donde las almas malignas eran debidamente sancionadas por sus pecados. Por ejemplo, Tántalo fue desterrado a Tártaro después de descuartizar a su hijo Pélope y servirlo como alimento a los dioses. Fue castigado a sufrir hambre y sed, mientras veía un pozo de agua del que no podía beber, abajo de frutas que no podía comer.
2. Naraka.
Niraya o Naraka es el concepto de infierno para algunas ramas del hinduismo, el sijismo, el jainismo y el budismo. Mientras las descripciones exactas del Naraka difieren entre las religiones, el punto en común es que se trata de un lugar de castigo basado en el karma de un alma. Naraka es sólo un destino temporal y una vez que los pecadores pagan el precio de su karma, simplemente renacen.
Se cree que puede ser dividido en varios niveles, dependiendo de los pecados cometidos durante la vida. El número de niveles de Naraka oscila desde los cuatro a más de 1,000 con base en diferentes descripciones. Por ejemplo, Maharaurava es un lugar para aquellos que ganan a costa de los demás. En Maharaurava, el pecador ve cómo su carne es consumida por un demonio-serpiente conocido como Ruru. El reino Kumbhipaka es el hogar de los pecadores que cocinaban animales. Estos son castigados siendo cocinados en aceite con un tiempo en función de la cantidad de pelo o plumas que tenían los animales que mataron. Dónde un pelo o una pluma equivalen a un segundo de cocción.
En la cultura hindú y jain, Naraka es gobernado por Yama Loka, el Dios de la Justicia. Cuando una persona muere, sus acciones durante toda la vida son auditadas por el asistente de Loka y luego es enviada a Svarga (el cielo), o Naraka. A diferencia del hinduismo o el jainismo, los budistas creen que todas las almas son enviadas a Naraka para ser purificadas de sus pecados, y no hay una regla establecida para auditar las acciones en vida de las personas. Independientemente de la variación cultural, se cree que las almas pueden permanecer en Naraka por miles e incluso millones de años (desde nuestro punto de vista del tiempo terrenal) hasta que se restablezca el karma y el alma pueda renacer.
1. Diyu.
Diyu es una versión del infierno en la cultura tradicional china, y recuerda vagamente a Naraka. Se compone de múltiples niveles, con un número exacto difiriendo de cuatro a dieciocho. Cada nivel está protegido por un juez y los castigos se llevan a cabo sobre los pecadores en base a sus acciones durante la vida. La cultura china cree que el Yama Loka de Naraka fue invitado para vigilar Diyu, donde finalmente condensó los 96,816 infiernos en 10 secciones que los pecadores deben pasar antes de reencarnar. Durante la dinastía Tang, esta descripción fue cambiada a 134 infiernos, con 18 niveles de dolor y tortura.
La descripción más común de los niveles incluyen a la Cámara de la Lengua Rasgada, La Cámara de las Tijeras, La Cámara de las Cícadas de Acero, La Cámara de los Espejos, La Cámara de Vapor, El Bosque de la Columna de Cobre, La Montaña de los Cuchillos, La Colina de Hielo, La Caldera de Aceite Hirviendo, La Cámara del Buey, La Cámara de Piedra, El Pozo de Sangre, La Ciudad del Suicidio, Las Cámara del Desmembramiento, La Montaña de las Llamas, El Patio del Molino de Piedra y la Cámara de la Sierra. El peor nivel de este infierno es conocido como Avici, y está reservado para los peores pecadores. Avici es diferente de los otros niveles del Diyu porque las almas que acaban aquí permanecen toda la eternidad, sin esperanza de renacimiento.
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