jueves, 31 de marzo de 2016

La leyenda del monstruo de Pope Lick

En algunos cuentos para niños y capítulos animados infantiles se dice que existe un puente en específico, en donde habita un gnomo, duende o cualquier ente oscuro, según la versión, que pide algo a cambio para dejar pasar a las personas que por allí transitan. En realidad existe un lugar muy parecido que es la morada de un ser monstruoso y aterrador. El monstruo de Pope Lick es un ser humanoide legendario y salvaje, parte cabra y con algunas características de oveja que vive debajo de un puente de caballetes en Norfolk Southern Railroad, en el área de Fisherville de Louisville, Kentucky.


Se dice que es muy alto, tiene grandes patas de cabra, piel cubierta de cabello marrón, cortos y afilados cuernos que sobresalen en su frente, un pronunciado hocico, ojos similares a los de un macho cabrio y largas pesuñas.


Son muchos los orígenes que le han ido sumado con el pasar de los años. Inicialmente se dijo que era un hombre grotesco y deforme que había recorrido el país con el fin de unirse a un circo ya que todos con quien tenia contacto lo rechazaban y burlaban de él, pero al ser tan horrible y repudiado de los circo ambulantes que encontró por ser considerado un engendro de Satán, se escondió de todos, tomando la parte baja de un viejo puente como hogar, asustando a los que por allí pasaban con un hacha manchada de sangre; otros dicen que se trata de un oscuro ente producto de un culto satánico que lo trajo a nuestro mundo al sacrificar a unos niños y una chica virgen que una vez desaparecieron de la ciudad vecina, y que utilizaba la hipnosis o la imitación de voz para atraer personas al viejo puente para devorarlos o esperar a que el tren los arrollara y recoger los pedazos. 


Los pobladores más viejos aseguran que era una criatura deforme que fue capturada en las selvas de Canadá a finales del siglo XIX, que luego fue vendida a un circo ambulante y que al crecer juro vengarse de todos por los continuos maltratos, eso lo impulso a sabotear el sistema del tren, ocasionando un descarrilamiento que mato a muchos, siendo esa su oportunidad de escapar, escondiéndose en un pasaje debajo del viejo puente. 


Muchos han escuchado la historia y se han atrevido a pasar por el viejo puente como pruebas de valentía o simple curiosidad. Los que han escapado indican que si se pasa por debajo del puente, el monstruo se encuentra arriba y salta hacia abajo, dando a parar encima de los techos de los carros o encima de las personas, y si se pasa por arriba, la mera visión hacia la criatura es tan inquietante que los que lo ven son hipnotizados a saltar del borde del puente.


Muchos son los han sido testigos de su avistamiento pero no hay pruebas físicas de su existencia, por lo que cae en el renglón de mitos y leyendas.


Desde la construcción del caballete, siempre han habido un gran número de accidentes y hasta muertes, como en el caso del joven estudiante de la universidad de Spalding, Jack Charles Bahm II, de 17 años que cayo después de evadir un tren en movimientos el 18 de febrero de 1987. A pesar de que se trata de un puente viejo, no se encuentra abandonado como suelen decir los investigadores paranormales, en realidad el puente leva una importante línea ferroviaria de Loiusville. Los trenes que pasan por la vías transportan mercancías varias veces al día, por lo que es fácil que alguien que se encuentre por allí quede atrapado entre las vías. Las autoridades exhortan a los ciudadanos a no transitar la zona en búsqueda de emociones fuertes, retos, pruebas de valentía o similar, debido al riesgo real al ser golpeado por el tren más que todo, a pesar de de algunos consideran al monstruo real o como simple leyenda urbana. Junto al camino y las vías hay una valla que dice "Precaución: Zona de leyenda. Nunca jugar o tirar basura en las vías del tren. Los funerales no son divertidos para ninguna persona."

Lluvias extrañas y cosas raras caidas del cielo

Agua, granizo y nieve no es lo único que cae del cielo. Existen muchos relatos que indican que a través de la historia han habido momentos donde las lluvias han sido extrañas y hasta objetos raros han descendido al suelo, alarmando a muchos. Fenómenos increíbles que no tienen una aclaración sustentable a pesar de poseer una posible explicación científica, han sucedido en varias regiones del mundo. De manera cronológica ocurrieron así: 



Lluvia de sellos chinos.
A finales del siglo XVIII y comenzando el XIX, hubo una extraña precipitación de sellos de origen chino sobre algunas zonas de Irlanda. Los sellos datan del año 500 A.C.



Lluvia de ratones amarillos.
En el año 1578, en Bergen, Noruega. Centenares de ratones amarillos se precipitaron sobre la ciudad aterrando a los pobladores, que corrían asustados y perplejos. Al año siguiente el fenómeno se repitió a la misma hora y en el mismo lugar.



Lluvia de sapos.
Un profesor de Cahors, Francia indico mediante una carta que él, junto a otros dos sujetos caminaban por un sendero cuando comenzó a llover, una lluvia que trajo consigo millares de pequeños sapos. Eso sucedió un 11 de julio de 1836.



Lluvia de peces.
En Lóndres. Un 5 de mayo de 1848, un torrencial viento comenzó a soplar, oscureciéndose pronto el cielo para luego comenzar a llover. Pero lo que cayo del cielo no fue agua sino peces, miles de peces medianos de color plateados y de aletas grandes. Luego de la lluvia, que duro 1 hora aproximadamente, varios fueron recogidos y fueron llevados como muestra a todas las universidades de Inglaterra pero ninguna determino a que especie pertenecían. A los meses, un análisis llegó de la Facultad de Ciencias Naturales del Cairo informando que esos peces pertenecían a una especie de agua dulce que prolifera en el mar de Galilea y que los Palestinos denominan “Pez de San Pedro”. La segunda lluvia se registro en el año 2004 en Lajamanu, en Australia, y la explicación fue que las fuertes tormentas de la costa arrastraron los peces al cielo y los dejaron caer al pequeño pueblo en forma de lluvia.



Lluvia de carne.
En el año de 1876, en un pueblo de Estados Unidos cerca de Texas, se pudo ver como caían del cielo trozos medianos de carne de res. No había una acción que justificara ese extraño hecho, sólo la presencia de un matadero cercano. Pero ninguna explicación de cómo o que provocó la rara lluvia.



Lluvia de objetos apestosos.
Penchloch, Alemania, el 27 de febrero de 1877. Una lluvia de color amarillo, similar al oro se precipito, trayendo consigo tres formas diferentes de objetos. Unas se asemejaban a flechas, otras a granos de café y el resto de ellos tenían formas circulares. La materia caída del cielo despedía un apestoso y fuerte olor. Al analizarla químicamente, se determino que contenía amoniaco y nitrógeno.



Lluvia de piedras.
En el año 1921 hubo una extraña lluvia de piedras que provoco la rivalidad entre dos pueblos, unos decían que eran espíritus que lanzaban las piedras desde el cielo; mientras que los otros manifestaban que se trataban de piedras provenientes del planeta Marte.



Lluvia de galletas.
Año 1965. En Lexington, Kentucky (Estados Unidos) miles de galletas cayeron del cielo, alojándose mayormente en las casas de la ciudad. El hecho fue registrado e informado por el periódico St. Louis Dispatch.



Lluvia de sangre y carne.
El 15 de agosto de 1968, entre las ciudades de Caçapava y São José dos Campos, São Paulo, Brasil, hubo una tempestad que duró 7 minutos, a pesar que el cielo estaba despejado. La lluvia comenzó a caer pero no era lluvia lo que caía. Un liquido rojo acompañado de trozos esponjosos de carne de diversos tamaños. El cielo estaba despejado, no habían nubes y ningún avión había cruzado el firmamento y no habían animales carroñeros por la zona. Fue considerado el fenómeno como inexplicable y no ha habido una explicación científica para eso.



Lluvia de monedas.
Verano de 1969. Los Alpes Alemanes fueron escenario de una rara lluvia de antiguas monedas, como maravedíes, piastras y rupias. A la mañana siguiente se repitió el mismo fenómeno. Luego de lo ocurrido, la policía envió patrulleros a varias zonas para evitar que las personas llegaran a recoger las monedas e hicieran un escándalo, alarmando a los demás ciudadanos. La unidad especial canina no encontró pistas apartes de éste hecho.



Lluvia de ranas.
En Rusia, año 1979. Una gran tormenta de millones de ranas pequeñas ocurrió en el poblado de Dargan, cerca del Mar Aral. Los anfibios cayeron del cielo como si de granizo se tratara, ante la mirada incrédula de los pobladores. La explicación dada por científicos rusos fue que un remolino a kilómetros de la zona había succionado toda clase de objetos y animales pequeños llevándolos hasta las nubes, para después arrojarlos en forma de lluvia, pero la lluvia solo dejo caer ranas, nada más. En el año 2002, se reportó en Rákoczifalva, Budapest (Hungría), que una lluvia de ranas caían sin parar como una torrencial lluvia sobre la capital húngara.



Lluvia de maíz.
En los años 80. Durante cuatro años, la población de Evans, Colorado (Estados Unidos), sufrió en forma constante lluvias de granos de maíz. Lo interesante y hasta increíble del fenómeno es que a 10 kilómetros a la redonda no habían plantaciones de dicho cultivo. Un tipo de lluvia similar fue registrado y documentado en Winchester, Inglaterra, y otras partes del mundo en años cercanos pero ningún organismo oficial ni centro de investigaciones dio respuesta a este fenómeno, aunque muchos dijeron que era un tipo e experimento gubernamental con funciones meramente militares para rociar lluvia ácida o alguna sustancia tóxica a campos enemigos.



Lluvia de latas.
Los habitantes de Keokuk, Iowa (Estados Unidos) fueron bombardeados desde el cielo por cientos de latas de soda sin abrir el 4 de julio de 1995. Luego el fenómeno se repitió en la pequeña ciudad de Moberly, Missouri, cuando una tormenta se transformo en un tornado que transporto miles de latas a kilómetros.



Lluvia de arañas.
En Salta, Argentina, una perturbadora lluvia de arañas azotó la provincia provocando pánico y asco entre los pobladores, fue un 6 de abril de 2007. El fenómeno fue captado por un fotógrafo llamado Christian Oneto Gaona, quien capto con su cámara mientras se encontraba caminando por la montaña de San Bernardino, dando a conocer el vídeo y la noticia en el portal web lagranepoca.com.



Lluvia de Sangre.
El 30 de julio del 2008, un extraño suceso ocurrió en el poblado de La Sierra, Bagadó, al oeste de Colombia. Una inesperada lluvia roja baño las calles del municipio. El bacteriólogo local al tomar una muestra, comprobó que era sangre, ocasionando que el sacerdote de a aldea vecina manifestara que era una señal divina, alarmando a varios que se arrepentían por los pecados. 



Lluvia de pájaros.
En Beebe, Arkansas (Estados Unidos), en marzo de 2010, entre 4 y 5 mil pájaros muertos cayeron del cielo como si de lluvia se tratara. Todo el pavimento del condado estaba lleno de aves sin vida y hasta la fecha el motivo es desconocido. Se dice que la causa fue la continua explosión de fuegos artificiales de fin de año para aquel entonces. También hubo una lluvia de pájaros muertos un día en el transcurso del año 1896. Habían todo tipo de aves; urracas, picos verdes, patos salvajes y zozales, hasta canarios y otros pájaros que los lugareños nunca habían visto y que muchos años después recibieron sus debidos nombres científicos. En junio de 1880 se precipitó una lluvia de codornices sobre Valencia, España.



Lluvia de gelatina.
En praderas escocesas, luego de una lluvia pegajosa de jalea, se encontraron restos de una extraña sustancia gelatinosa color transparente con forma de estrella. No se pudieron realizar pruebas ya que el material se desvanecía al corto tiempo después de ser almacenada, impidiendo encontrar una explicación racional para éste fenómeno.



Lluvia de nieve roja.
En Colorado, Estados Unidos, varios sectores alrededor de las montañas se pudieron apreciar grandes extensiones cubiertas por una capa de nieve roja. Los expertos aseguran que éste hecho se produjo por algas microscópicas en el ambiente que son conocidas bajo el nombre científico de Chlamydomonas Nivali.



Lluvia de gusanos.
En Jennings, Louisiana (Estados Unidos), se vio caer del cielo una repulsiva lluvia de gusanos. Se cree que una tromba marina avistada en la localidad de Lacassine Bayou, Louisiana podría haber sido la causante de tan extraña lluvia.



Lluvia de manzanas.
En Conventry, una ciudad de Gran Bretaña, hubo una extraña y amena lluvia de frutas que fueron a parar en los barrios de dicho municipio. El inesperado hecho asusto a muchos que quedaron atónitos, pero luego fueron a recoger las manzanas que no estaban destruidas por el golpe.



Lluvia de vacas.
Se afirma que un día la armada japonesa recibió un pedido de ayuda por parte de un pequeño barco pesquero varado. Al llegar, sus tripulantes aseguraron que una vaca les cayó del cielo, provocando con el golpe el desperfecto de la nave y su posterior hundimiento. Tiempo después, un comunicado de las autoridades rusas informó que en uno de sus aviones de carga había aterrizado una vaca que fue arrojada desde el aire.



Lluvia de flores y ranas congeladas.
En Buenos Aires, Argentina, muchas personas fueron testigos de una extraña y asombrosa lluvia de ranas metidas en cubitos de hielo, acompañadas de flores y rosas, igualmente congeladas.



DATO CURIOSO: Una teoría conspirativa pone en manifiesto que éstos increíbles y casi inexplicables fenómenos se deben a agujeros de gusano de seres espaciales que utilizan como vertederos de basura, medios de comunicación con los humanos y hasta experimentos de reacción para los terrestres ante fenómenos naturales.

domingo, 13 de marzo de 2016

Edward Mordrake - El hombre de dos caras

Mordrake fue un hombre que tenia una cara adicional en la parte trasera de su cabeza, dicha cabeza no podía hablar ni comer pero si podía llorar y reír. Nació en Inglaterra en Junio de 1887. Su madre era la Condesa de Darlington, que gracias a su apellido, poseían inmensos campos de cosechas y muchos prados que surgieron como tributos arrendatarios, también tenían un comercio que se basaba mayormente al ganado y cereales, posesiones que les permitían vivir muy bien y mantener un estatus social alto. Su castillo se encontraba ubicado en la ladera al sur del condado de Postmouth, Hampshire en Inglaterra. 


La familia se sintió bendecida al recibir la llegada a la familia del tercer hijo, pero la gestación del feto se torció cuando se cumplían los últimos meses del embarazo. El doctor Bridgewater le explico la situación del recién nacido al padre, Sir William Pitt Mondrake, quien se negaba a tener en su descendencia una criatura malformada. Podría haberse tratado de un un gemelo parásito o simplemente la deformidad pudo haber sido un estado anterior de la enfermedad que hoy en día se conoce cómo Diprosopus (Duplicación Craneofacial), la cual es una duplicación inicial de los platos craneales que duplican los nervios. Las personas que padecen ésta enfermedad, tienen un cuerpo y sus extremidades normales, pero poseen dos caras, aunque en algunos casos, las extremidades llegan a repetirse.


Desde temprana edad, Mordrake mostró grandes dotes en diferentes materias, siendo un conocedor de diversos temas científicos, matemáticos e históricos. Buen estudiante, un hábil músico violinista, y contaba con grandes habilidades lingüísticas, siendo además muy guapo si se le veía de frente. Estaba destinado a convertirse en el heredero de una de las familias más ricas y nobles de Inglaterra, a pesar de la negativa de su padre, quien, luego de una discusión haciéndole saber nuevamente que era un deforme, Mordrake dejo todo de lado y se aisló. Vivía en un retiro casi absoluto, teniendo poca comunicación y no recibía visitas. Fue en ese aislamiento que la otra cara, comenzó a hablar con él, el rostro parecía ser femenino pero parecía ser una máscara que sólo ocupaba una pequeña zona de la parte posterior del cráneo, su nuca.


En sus momentos de soledad, Mordrake lloraba al ser un fenómeno y en esos momentos de tristeza, la otra cara sonreía haciendo unas muecas y emitía sonidos de burla. Se decía que los ojos de la cara posterior seguían los movimientos de quien se le ponía de frente, moviendo los labios queriendo hablarle. La voz era inaudible para los demás pero Mordrake aseguraba que durante las noches no podía conciliar el sueño debido a los susurros casi malignos que emita esa horrible cara. Entre el estrés y la depresión sufrida por el aislamiento y las criticas destructivas de su padre, allegados y demás personas, lo llevaron a establecer contacto con su "gemela diabólica no nata", como él la llamaba.


"Ella nunca duerme y me habla de tales cosas que sólo se oirían en el Infierno", les indicaba Mordrake a los médicos Manvers y Treadwell, cuando les pedía que extirparan la cara posterior para continuar con su vida, pero las operaciones enfocadas a la cirugía de aquel entonces no garantizaban que sobreviviera luego de la operación. “La imaginación no puede concebir las tentaciones espantosas en las que me envuelve. Por alguna imperdonable maldad de mis antepasados estoy cosido a este demonio - porque estoy seguro que es un demonio-. Yo ruego y suplico para que lo eliminen del mundo, aunque yo muera”. Con desesperación le pidió a su madre que intentaran realizarla pero por el temor de no sobrevivir ante ésta, no cedieron a la petición.


Una vez en casa, su familia puso todo de su parte para mantenerlo en calma y cómodo, hasta lo vigilaban constantemente para evitar que consumiera veneno. Angustiado y ansioso, salio de su hogar y fue al centro de la ciudad, alquiló una habitación de un hotel y se ahorco, colgándose del balcón de hierro, después de haberse tomado una pequeña dosis de veneno, para asegurase de morir. Dejo sólo una carta, en la que agradecía a sus padres y a sus hermanos el cariño recibido y en la que que hacia una ultima petición ineludible, que su “cara demoníaca” fuera destruida antes de su funeral, “para que no continuase con sus espantosos susurros en la tumba. Tenia 23 años cuando se suicidó.


Se dice que los médicos decidieron extirpar la cara maligna antes de enterrarlo, para cumplir el deseo del joven y darle paz y descanso eterno. Por una petición anterior, fue enterrado en una tierra baldía perteneciente a los prados, sin ninguna lápida o marca que dejara constancia de su tumba.