domingo, 28 de agosto de 2022

¿Existen los Seres Elementales?

Nuestro mundo es increíble. Un lugar tan grande y tan pequeño al mismo tiempo que alberga tantas cosas que no conocemos, misterios que nos asombran, maravillan y hasta asuntan. Hogar no solo de seres humanos, fauna terrestre, acuática y flora vegetal sino también de entidades y seres fuera de nuestra compresión y a veces, de nuestro entendimiento. Prueba de ello se muestra en la presente publicación, donde hay dos claros ejemplo con pruebas visuales. Tú darás el veredicto final...

El viernes 15 de julio de 2022, el estudiante de fotografía mexicano Adir González, realizaba una sesión en un campo abierto en un estado del sur del país tratando de captar los mejores instantes de los insectos y flores que encontrara en dicho lugar. Tratando de fotografiar un área con flores, al fotógrafo le llamó la atención una libélula que volaba muy cerca de él, dándole vuelta una y otra vez. Comenzó a intentar captar el momento exacto para tomar una fotografía y lo logró, tomando solo una foto.

Al ampliar dicha imagen se puede apreciar algo realmente extraordinario. Diminutos tripulantes en la parte trasera del insecto, "seres elementales" según Adir. La libélula se había retirado luego de captar la toma. Adir no quiso decir el lugar exacto del hecho ya que teme que él hábitat de estos seres sea invadido para buscar más pruebas de su existencia. Indicó además que los lugareños del sitio han avistado luces que descienden del cielo por la noche.

A mediados del año 2015, la fotógrafa inglesa de 42 años llamada Lisa Wildgoose, trabaja en Northampton, Inglaterra. Cierto día, ella se encontraba en el bosque Bluebell, cerca de Towcester, haciendo fotografías al encantador lugar. De regresó a su casa para revisar las diversas fotografías de diferentes flores se quedó realmente sorprendida después de ver una misteriosa figura en una de las fotos de flores.

En la esquina inferior izquierda de una de sus fotografías parece haber una criatura muy pequeña con alas y cuando se amplía a esa parte de la fotografía, parece que la criatura tiene cabello rubio y pantalones. Wildgoose dijo que había creído en las hadas cuando era pequeña y Tinkerbell solía ser su personaje favorito de Peter Pan.

En el año 2013, el fotógrafo y profesor universitario inglés de 53 años de nombre John Hyatt, ha sacado una serie de fotografías en el Valle Rossendale, en Lancashire y logro captar una de muchas mariposas volando, pero al determinarlas mejor se dio cuenta que éstas poseían cuerpos humanoides, básicamente eran hadas. Dicha foto se encuentra exhibida en el Museo Whitaker de Rossendale.

Hyatt dijo que las personas deberían observar las fotografías con la mente abierta y luego decidir por sí mismas qué son las criaturas en las imágenes. Hasta los momentos son verídicas y no poseen ninguna alteración según el director del Instituto y la Innovación en el Arte y el Diseño de la Universidad Metropolitana de Manchester.

Las hadas son Seres Elementales de TierraEn Irlanda se creía que habitaban bajo tierra, pero en otras regiones de Europa han estado principalmente asociadas a las flores y las plantas. Se cree que existen muchas razas de hadas y que las hay benéficas o malignas. Las creencias tradicionales afirman que los niños menores de siete años y los animales son capaces de verlas; en el caso de los adultos, solo aquellos que conserven un corazón puro podrían hacerlo.

Sinceramente, ¿Qué crees que sean éstos diminutos seres? ¿Seres elementales? ¿Seres dimensionales? ¿Hadas o algún otro tipo de criaturas? ¿O simplemente alteraciones fotográficas o algún obstáculo en el ángulo que forma esas siluetas? Tú eres el juez para estas imágenes.

domingo, 21 de agosto de 2022

La forma de contactar a El Voyeur

En el catálogo de Creepypastas hay mucha variedad, desde espectros y fantasmas, hasta demonios y entidades dimensionales. Pero, ¿Qué ocurre cuando la creencia en un personaje de ficción supera el límite y alcanza las paredes de la realidad? Al igual que el afamado y siniestro Slender Man, esta figura de la invención de las rarezas de la web ha sido "visto" en nuestro plano terrenal y sus intenciones son ambiguas.


El Voyeur es un ser de la oscuridad que actúa sin ser observado, le gusta espiar a las personas desde la penumbra cuando duermen. Sugieren que habita entre el espacio "vacío" entre realidades y siente particular curiosidad por los seres humanos.


Si en algún momento de la noche o la madrugada has sentido una sensación extraña en tu cuarto o que eres observado, se trata del Voyeur, que se encuentra en algún rincón de tu cuarto. Si te has llegado a levantado en la madrugada (de 2:55 am a 3:33 am), tiempo en donde el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se cruzan, permitiendo que los demonios y espíritus se comuniquen con las personas con una mayor facilidad que en otras horas del día, con muchas ganas de orinar o tomar agua, es el Voyeur que ha infringido esa sensación en ti para poder observarte mejor y más cerca al levantarte de la cama. 


Sin embargo, y ya sabido esto, hay una manera de "conocer" al Voyeur y es mediante un pequeño juego, donde hay que seguir los siguientes pasos:

- Hay que encontrarse solo en casa y la hora debe ser superior a medianoche.
- Tomar una silla y llevarla al cuarto (IMPORTANTE: El cuarto debe ser propiedad del jugador).
- Entreabrir la puerta del cuarto unos 15 centímetros y encender dos medias velas: una roja y otra negra.
- Siéntate en la silla, la cual debe de estar colocada de espalda a la puerta del cuarto, a una distancia de metro y media.
- EL PASO MÁS IMPORTANTE: Cerrar los ojos y contar hasta diez.

Si se ha realizados los pasos de forma correcta, El Voyeur aparecerá, comenzando a observarte desde la puerta entreabierta. Es importante señalar que NO HAY QUE HACER MOVIMIENTOS BRUSCOS. El Voyeur detesta los movimientos repentinos, además del hecho de intentar girar la cabeza para verlo.


Una vez comenzado a jugar. El Voyeur sentirá curiosidad de acercarse más a ti, pudiendo abrir un poco más la puerta. Nada malo ocurrida, mientras tengas los ojos cerrados y permanezcas quieto. Puede que sientas cerca de ti respiraciones agitadas, escalofríos y un olor desagradable, si es así, debes de tener al El Voyeur frente a ti, mirándote fijamente con curiosidad.


Depende de la situación, después de 10 o 12 minutos, intentara asustarte para que abras los ojos o hagas algún movimiento brusco. Si logras mantenerte quieto sin abrir los ojos, El Voyeur se aburrirá y decidirá irse, cerrando fuertemente la puerta del cuarto. El concejo es que no corras para intentar alcanzarlo y ver como es, ya que se devolverá y te arrancara la cara, quitándote los ojos para después devorarlos. Después que se vaya, si le pareciste una buena curiosidad, es posible que te deje algún regalo. Pero si por el contrario, se sintió ofendido, lo más seguro es que regrese en horas de la madrugada para verte dormir. ¿Te atreverías a jugar?

domingo, 14 de agosto de 2022

Carl Higdon y el viajero alienígena Ausso One

Las historias de extraterrestres siempre son alucinantes pero más aún cuando se tratan de experiencias que involucran entidades venidas del Universo, un sitio tan extenso y poco explorado por la raza humana. Es asombroso el hecho de pensar que, más allá de las fronteras de nuestro planeta y satélite natural, se encuentran seres inteligentes que nos pueden observar, estudiar y hasta abducir en cualquier momento. Algo similar a ese pensamiento le ocurrió a un hombre en Estados Unidos.

Viernes 25 de octubre del año 1974. Carl Higdon, un hombre de 41 años dedicado a la perforación de pozos petroleros, originario del condado de Carbon, estado de Wyoming, Estados Unidos, se había ido la tarde de ese día a pasar el fin de semana cazando alces en la región norte del Bosque Nacional Medicine Bow, a sesenta y cuatro kilómetros al sur de su casa en Rawlings

Uno de sus pasatiempos favoritos era la caza, actividad que disfrutaba mucho y en la que era muy experimentado. Ese día viajó en automóvil para llegar al lugar, pero el tramo final tuvo que atravesarlo a pie, ya que la carretera se encontraba en mal estado. A medida que se adentraba más en el bosque, más dejaba atrás los sonidos citadinos. Muchos metros más adelante, en total silencio, se encontró con una pequeña manada de alces.

Sin pensarlo dos veces, Higdon apuntó al animal que se encontraba en la punta, un macho con cuernos ramificados y disparó con su rifle de caza magnum. Como en las veces anteriores, el tiro fue limpio y su mano al disparar se mantuvo firme, pero algo sumamente extraño ocurrió en ese momento. La bala del rifle salió pero no se escuchó el característico sonido del disparo, el rifle no retrocedió como era usual y además, la bala había salido del cañón como en cámara lenta pero algo invisible había chocado con ella en el trayecto hacía el animal. La situación parecía no tener explicación alguna pero Carl sintió que había algo en el aire, era una sensación extraña. Había como una electricidad estática cerca de él que hacía que el ambiente se pusiera tenso. Algo inquieto, el sujeto rápidamente fue a recoger la bala y al hacerlo, se encontró algo sorprendente: la parte de plomo de la bala de siete mm había desaparecido y solo quedaba la caja extrañamente deformada, tal como si hubiera sido impactada por algo con un material realmente inquebrantable. Tomó la bala y se la guardó en su chaqueta.

La manada de alces había escapado pero Carl no se encontraba tranquilo, sentía que alguien más se encontraba con él... o algo más. Su presentimiento era correcto, Higdon observó no muy lejos de él a una entidad con aspecto masculino, que estaba de pie y totalmente quieto. Pronto, escuchó crujir las ramas en el suelo, señal de que el ente se había movido, aún peor, se acercaba. "Salió de la sombra hacía donde yo me encontraba. Inmediatamente me di cuenta de que algo no estaba bien. Mi corazón comenzó a palpitar más rápido y sentía mis rodillas temblorosas, hasta el punto de querer desmayarme. Me dije a mi mismo: ¡Debí quedarme en el Cañón McCarthy como lo había planeado en un principio!".

Así vio a aquella presencia salió de entre los árboles y pudo detallar su apariencia: medía más de un metro con setenta centímetros, tenía una particular ropa deportiva ajustable de una sola pieza y de color negro, usaba un par de correas de seguridad en forma de arnés que se entrecruzaban en su pecho, debajo de las cuales había un cinturón metálico adornado con una gran estrella amarilla de seis puntas alrededor de la cintura. 

Debajo de la estrella había una insignia que el amante de la naturaleza no pudo identificar. Tenía la piel amarilla, orejas diminutas, ojos pequeños y hondos y carecían de cejas, poseía una boca sin labios en forma de hendidura que ocultaba seis dientes enormes que se habían visibles cuando gesticulaba (tres superiores y tres inferiores), tenía dos largos y delgados tubos de acero que le salían de su cabeza a modo de antenas, su cabello era rústico e increíblemente grueso similar a la paja y salía de la zona superior a su cabeza, parecía no tener cuello pero al girarse podía estirarlo a longitudes imposibles para un humano, sus brazos eran extraños ya que su brazo derecho en lugar de muñeca y mano tenía un largo e indestructible cincel de gran tamaño y en el brazo izquierdo no tenía ninguna articulación.

El enigmático ser se acercó a Carl con curiosidad y lo observó por varios minutos. Para Higdon fueron los minutos más largos de su vida. Luego, como si nada, el ente le hizo una pregunta amigable al humano en su idioma nativo: "¿Cómo estás?". Aterrorizado, Carl solo contesto un breve: "Bien...". La entidad solo lo miró otros minutos y asintió con su cabeza, acercándose un poco más al hombre. A pesar de tener un aspecto fuera de lo común, no parecía ser amenazante, incluso le preguntó a Higdon si tenía hambre. Antes de que el humano contestara, el humanoide ser sacó una pequeña bolsa luminosa de un material similar al plástico, mediante una técnica de levitación, la hizo llegar a las manos de Carl, éste, después de revisarla con detenimiento, observó que dentro habían cuatro pastillas.

"Las píldoras te mantendrán todo el día alimentado." le dijo la entidad al hombre en un todo calmado. Se presentó finalmente como "Ausso One", antes de señalar un objeto transparente con forma cúbica que se encontraba frente a ambos. Dicho objeto no tenía ni puertas ni ventanas, tampoco un tren de aterrizaje solo estaba fijo en el suelo. Sin titubear, Ausso One le preguntó a Carl si quería hacer un viaje pero de manera inexplicable para el hombre, ya se encontraba en el objeto, que resultó ser una nave. 

Miles de preguntas pasaban por la mente de Higdon en ese momento... ¿Cómo nos teletransportamos tan rápido a la nave? ¿Cómo cabía en un espacio tan reducido? ¿Por qué este ser quería llevarme a dar un paseo? Dichas preguntas se desvanecieron cuando el humano vio a pocos metros de donde se encontraba un campo de fuerza donde flotaban cinco alces congelados. Eran los mismos animales que había visto en manada.

De pronto, estando en la nave, un ente similar a Ausso One, le colocó a Carl un casco en la cabeza. El objeto comenzó a moverse y de pronto despegó del suelo. A través de las ventanas transparentes, Higdon podía ver como subían y dejaba el planeta Tierra. En un parpadeo se encontraban en lo profundo del espacio exterior. El viaje los llevó a un planeta enigmático donde había una gran torre que emitía una luz luminiscente. Carl vio con sorpresa que en ese lugar también habían seres humanos, eran rostros conocidos, algunos eran políticos, otros eran figuras del entretenimiento como cantantes, actrices y actores, hasta presentadores de televisión. 

Ausso One le contó que ellos iban al planeta Tierra a cazar especies y que la distancia era de ciento sesenta y tres mil (163.000) años luz del planeta terrestre. Luego, se dirigieron a una sala para escanear a Higdon pero el humano no se ajustaba a sus intenciones por lo que la otra criatura similar a Ausso One sugirió que lo mejor era regresarlo al planeta de origen.

Ingresaron en el objeto transparente de nuevo y en un parpadeo regresaron a la Tierra. Sin decir más, dejaron a Carl Higdon en el mismo punto del bosque, donde se encontraba el rifle tirado en el suelo. Ambos seres extraterrestres desaparecieron, mientras Higdon estaba confundido, desorientado y con miedo. Carl realizó una llamada de auxilio para que las autoridades lo encontraran y con la voz temblorosa Higdon contó lo que había sucedido. Su historia marcaría para siempre el condado de Carbon. Lo cierto es que, algunas personas mencionaron extrañas luces ese día.

Carl fue tratado posteriormente con hipnosis, donde se lograron recuperar sus recuerdos con detalles asombrosos,  incluso fue evaluado por profesionales médicos quienes quedaron atónitos al encontrar que las cicatrices dejadas por la tuberculosis habían desaparecido, junto a cálculos en los riñones que tenía. Los identidad de los humanos que Carl había visto en el lejano planeta fueron los únicos detalles que no fueron recuperados, pero Higdon estaba seguro que eran personas influyentes y afamados en todo el mundo.

Cabe señalar que las autoridades encontraron la bala aplastada en uno de los bolsillos de la chaqueta de Carl. Las investigaciones arrojaron que esto era posible si la bala hubiera hecho contacto con un objeto más duro que la madera o piedra del bosque. 

La historia de Carl Higdon se encuentra en el libro titulado: "Alien Abduction of the Wyoming Hunter First Person Story of Carl Higdon/ Abducción extraterrestre del cazador de Wyoming: Historia en primera persona de Carl Higdon", escrito por su esposa Margery Higdon. Fue publicado el 16 de diciembre del año 2017 y se puede encontrar en páginas web de compras; como Ebay y Amazon con un precio estimado entre $ 9.89 a $ 13.95.

domingo, 7 de agosto de 2022

Albert Isaac Middleton y la ciudad mágica de Dawleetoo

Nuestro mundo es una mina de misterios. Innumerables cosas extrañas y muy polémicas se han visto y descubierto y aún, en tiempos actuales, faltan muchas por descubrir. Tan grande y pequeña al mismo tiempo, la Tierra posee en su territorio miles de millones de misterios que esperan a ser descubiertos y estudiados. Aquí sabrás la existencia de otro lugar fascinante y la persona encargada de visitarla y registrarla fotográficamente.

El explorador británico Alfred Isaac Middleton (27 de enero de 1845- 14 de abril de 1901), recorrió durante su vida los rincones más apartados e inaccesibles del mundo. Tenía la intención y obsesión de encontrar la nueva maravilla zoológica, botánica o arqueológica que lo catapultara a la fama mundial. Entre sus viajes, sus destinos más transitados fueron el sureste de Asia, en África y las selvas del Amazonas, por ser rutas inaccesibles para aquel entonces.

Se sabe muy poco hoy en día de este apasionado explorador, pero existen evidencias fotográficas de algunos de sus viajes a los mencionados lugares, arrojando un poco de luz sobre sus grandes descubrimientos efectuados. De manera desafortunada, todos sus diarios y bitácoras de viajes, así como sus artículos científicos se perdieron en el año 1901 cuando Middleton y su equipo de investigadores se extraviaron durante una expedición más allá de la ciudad de Sawahlunto, Sumatra Occidental, en Indonesia, un punto tan misterioso como inaccesible.

Middleton había viajado a Indonesia junto a su equipo ya que tenía el objetivo de descubrir la fabulosa y legendaria ciudad de Dawleetoo, un lugar mágico descrito en el floklore del lugar.

Para los residentes locales, Dawleetoo es una ciudad mágica en medio de una selva brutal. Un lugar detenido en el tiempo en donde lo inhóspito se hace presente, desde primates primordiales que serían lo que se denomina como "eslabón perdido", hasta estructuras realizadas por primigenios venidos desde los confines de las estrellas. 

Los murales que rodean el magnífico lugar está tallado con representaciones de dinosaurios y posibles fósiles del mundo prehistórico, además de estructuras espaciales y entidades con trajes venidas de otros planetas. 

Sus moradores visten de manera extravagante y tienen, como actividad primaria la caza y la pesca. 

Son civilizados pero poseen un dialecto irreconocible entre ellos, con el que se comunican de manera fluida. Además de entender algunos idiomas.

Muchos teorizan en la actualidad que dicha ciudad del floklore local es una civilización perdida en alguna dimensión paralela o un territorio en un mundo interior, debajo de la superficie. Un reino perdido en otra dimensión o una ciudadela en el Inframundo de la Tierra. Todo es posible, ya que existen abundantes informes y registros de varias culturas del pasado.

Se dice que un hombre llamado Edward Hardwicke, ex asistente del médico y escritor británico, creador del célebre detective de ficción Sherlock Holmes, Arthur Conan Doyle (Edimburgo, 22 de mayo de 1859- Crowborough, 7 de julio de 1930)​, tenía una colección de documentos sobre Alfred Isaac Middleton. Desde un consulado británico, los escritos daban una idea de la historia de este explorador. Middleton buscaba lugares inexplorados antes y encontrar faunas criptozológicas únicas, idea que lo llevó hasta las cuenca del Tarim, en China. Allí, entre el desierto de Taklamakán y el desierto de Gobi, al sur de las montañas Kuruktag, visitó el lago Lop Nor.

El Lop Nor es el segundo lago de agua salada más grande de China y una importante base de producción de sulfato de potasio, y fue allí que Middleton encontró un papiro dorado que tenía impreso un mapa especial en él. Continuando con su historia desde ese punto, según el libro The Lost Casket of Dawleetoo: The Search for One of the World's Greatest Lost Treasures (que puedes comprar por Amazon dándole clic aquí), el explorador y su equipo partieron a Indonesia para seguir las instrucciones del mapa con un traductor en lenguas antiguas. Yendo más allá de la ciudad de Sawahlunto, en Sumatra Occidental, el grupo encontró una ciudad asombrosa en las profundidades de una boscosa jungla.

Los expedicionistas duraron unos pocos días allí en la ciudad donde comenzaron a investigar sobre la procedencia de algunas de las estructuras y dibujos en altos relieves de algunos murales, a lo que solo recibieron como respuesta de los pobladores que debían de ir más allá de los límites de Dawleetoo para encontrar todas las respuestas a sus preguntas insistentes. 

El explorador no quería abandonar ese asombroso lugar, así que envió a John Hargreaves, su segundo a cargo a liderar otra expedición hacia los límites de la ciudad.

Después de tres días en medio de una espeza jungla, un clima implacable y una oscuridad casi absoluta a pesar de caminar de día, supuestamente llegaron a una ciudad dorada que bajaba hasta un lago cristalino. En medio del lugar había una estatua dorada de una mujer con rara características que venía de un continente perdido llamado Ἀτλαντίς νῆσος (Atlantis).

Se dice que Hargreaves encontró y saqueó junto a sus acompañantes un ataúd enterrado lleno de oro y huyeron con él en otra dirección. Al ver que su segundo a cargo no regresaba con la expedición, Middleton se desesperó y fue él mismo en su búsqueda. 

Residentes de la ciudad dorada fueron en cacería de aquellos que habían robado su propiedad y al encontrarse con el explorador Middleton, lo tomaron como prisionero. 

Middleton aparentemente murió en cautiverio al ser ofrecido como sacrificio ante la estatua de la mujer dorada, y se cree que John Hargreaves se perdió más al cambiar de rumbo dentro de las profundidades de la jungla, dejando entre la espesura el gran tesoro que encontró junto a sus acompañantes de expedición. 

Debido al trágico final del explorador Alfred Isaac Middleton y su equipo, los pocos detalles que se conocen de su trabajo se muestran en estas fascinantes fotografías.