miércoles, 27 de abril de 2016

Capturado en vídeo un "amigo imaginario"

En una entrada anterior titulada Cuidado con los Amigos Imaginarios trate el tema de los amigos imaginarios, un argumento que para muchos padres es algo inofensivo pero, puede darse los casos en que ese amigo invisible se vuelva vital, obligando a realizar acciones y decisiones extrañas en el infante, siendo la agresividad y el aislamiento el comportamiento más común. En la entrada se puede leer las declaraciones de algunos padres y familiares sobre algunos de los amigos imaginarios más aterradores y agresivos. 


En ésta ocasión les vengo a contar un caso en particular que sucedió en la provincia de Santa Fe, Funes en Argentina a mediados del mes de enero del año 2011. Silvia, la madre de un pequeño niño llamado Benjamín, quien tenia dos años, notaba que éste último tenia un comportamiento extraño para su edad, ejecutando acciones y reacciones que la inquietaban. Dichas respuestas la obligaron a grabar a su hijo para llevar un registro a su especialista con el fin de evaluar el problema y buscar una posible solución y en caso que lo requiriera,  la utilización de medicamentos. 


Silvia no imagino que la grabación que estaba haciendo en ése momento seria la respuesta a todas las reacciones de su hijo. En dicha grabación se observa a Benjamín sentado en el piso hablando solo y de la nada un ente pequeño sale corriendo del cuarto de ambos para esconderse debajo de un mueble y desaparecer de inmediato. Cabe señalar que al momento de su ágil movida causa una pequeña interferencia en la voz del vídeo que pertenece a la madre, razón por la que muchos señalan que es una entidad no humana, pudiendo ser un duende que planeaba llevarse al niño. 



El vídeo fue publicado en el famoso portal de vídeos de la web YouTube a mediados del año 2014. Silvia autorizo para que el vídeo fuera publicado, asegurando que es completamente real y que de ningún modo a sido alterado con algún programa. Se dice que la criatura ha sido capturado en vídeo en más de cinco ocasiones después del primer encuentro, siendo éste el único publicado.  

domingo, 17 de abril de 2016

Las momias de Venezuela

Venezuela, un país hermoso que alberga uno de los mayores indices de biodiversidad de la tierra teniendo una geografía irregular y una de las mayores reservas de petróleo a nivel mundial. Su capital es Caracas, y esta ubicada en un valle rodeado de hermosas montañas, éste grupo montañoso conforma el Parque Nacional El Ávila, o también conocido como Waraira Repano y fue declarado Parque Nacional desde el año 1958. 


Es considerado el pulmón vegetal de la ciudad y dentro de él se pueden realizar actividades diversas por ser uno de los atractivos principales de la capital, ofreciendo a sus visitantes una variedad de posadas, restaurantes, centros de recreo, como lo son el teleférico y el transporte terrestre, que hacen un placentero contacto natural.


Una de las zonas turísticas del Ávila es Galipán, un poblado famoso por el sistema de transporte turístico, sus restaurantes y los cultivos y ventas de flores y frutas, ubicado en la ladera norte del Ávila, en el estado Vargas. Allí es famosa la leyenda de Las momias del doctor Knoche, quien también era conocido como El Frankenstein del Caribe.


El doctor Gottfried August Knoche fue un médico cirujano que nació en Halberstadt, Alemania el 17 de marzo de 1813. Cursó estudios de medicina en la Universidad de Friburgo en el año de 1837, para luego trabajar en el Hospital de Friburgo. Tres años después emigró a Venezuela, domiciliándose en La Guaira, específicamente en la Hacienda Buena Vista, ubicada en el sector Palmar de Cariaco, para atender a la población que se estableció en el litoral, fundando el Hospital San Juan de Dios, entre los años de 1854 y 1856, y, una vez asentado, trae a su esposa al país. Va ganándose fama al atender pacientes pobres sin cobrar y lucha contra la epidemia de cólera que llegó a la región en esos años.


En la hacienda, que era de su propiedad, había construido un laboratorio subterráneo con el fin de evitar el proceso de descomposición de los cuerpos, inventando un líquido embalsamador que contenía cloruro de aluminio que se inyectaba en el torrente sanguíneo y conservaba el cuerpo sin necesidad de la extracción de los órganos, y experimentaba con cadáveres no reclamados de la Guerra Federal. Dichos cuerpos eran transportados en caballos desde el Hospital San Juan de Dios hasta su hacienda.


El doctor también construyó un mausoleo y momificó varios cuerpos y los mantuvo en su laboratorio, entre los fallecidos se encontraban sus hijos y sus asistentes, su esposa no se encuentra allí ya que, debido a la soledad que le provocaba vivir en la hacienda, disidió regresar a Alemania. Se dice que éste proceso obsesivo se dio a conocer con el tiempo y un presidente de Venezuela llamado Francisco Linares Alcántara, fue momificado por Knoche, junto con sus perros, los cuales fueron colocados a la entrada de su mausoleo como unos guardianes.


El doctor Knoche falleció el 2 de enero de 1901, dejando la hacienda a merced de la vegetación y la humedad. La enfermera y prima de Knoche, Amalie Weismann fue la encargada de suministrarle el suero momificador, dosis que había dejado preparada con anticipación. Amalie consulto con el cónsul alemán de la época llamado Julius Lesse, para redactar un documento en el que constara que la ultima voluntad de ella fuera que su cuerpo fuera cremado y las cenizas arrojadas al mar, ya que ella era la última sobreviviente de la hacienda.  


El mismo cónsul subió a la hacienda Bella Vista, junto a un colega, Carlos Henrique Reverón y le inyectaron a Amelie la dosis, que había sido preparada 20 años antes por Knoche para ella, cerraron las puertas del mausoleo y arrojaron las llaves al mar, en 1926. 


A los años, un sobrino del médico arribo al país y destruyo la totalidad de la hacienda en búsqueda de fortuna o morocotas. Se dice que saqueadores de tumbas y estudiantes de medicina han acabado con la mayoría de las evidencias de los cuerpos conservados por la formula.


Cabe señalar que la composición exacta de la sustancia embalsamadora, a base de cloruro de aluminio, nunca fue descubierta.


En la actualidad se pueden realizar visitas a la Hacienda Buena Vista, un lugar que consideran lúgubre y tenebroso, que alimenta a las historia de ultratumba de las momias que allí se encuentran. Se pueden hacer contactos con Fundhea (Fundación, Historia, Ecoturismo y Ambiente), una organización dedicada al fomento recuperación y protección de sitios de interés cultural para realizar recorridos por la hacienda, por el correo fundhea@hotmail.com y el número de contacto 0416-4130136. Dicho recorrido incluye guía, logística, transporte turístico y primeros auxilios, tomando en cuenta que el transporte no llega directamente al lugar, sino que hay que caminar un tramo largo para llegar entre la espesura, teniendo a la mano agua y refrigerio. Si se encuentra en Venezuela, no pierda la oportunidad de visitar éste singular sitio turístico y sentir un aire diferente de inquietud en el ambiente.

viernes, 15 de abril de 2016

La Cruz Faústico - Una Prisión para Demonios

La cruz, símbolo absoluto del cristianismo que se refiere al método de ejecución de Jesucristo y que representa un instrumento bendito ante momentos de oración o situaciones de peligro ante entes sobrenaturales, tales como vampiros y demonios. Un objeto sagrado de gran poder sin lugar a dudas. Por su parte la palabra Faústico, proviene de una leyenda alemana clásica, en donde un erudito insatisfecho llamado Fausto realiza un pacto con el Diablo para obtener conocimiento ilimitado. La combinación de ambos es llamada Cruz Faústico, y se trata de una cruz realizada con madera de olmo y caoba rezada y bendecida con agua bendita, con escritos religiosos de una poderosa oración de aprensión y/o sometimiento ante un exorcismo de San Benito y oraciones en latín del antiguo escrito Ritvale Romanvm Pavli V. P. M. La cruz es hueca en el centro y lleva un cristal para ver a su interior, dicho agujero sirve para introducir y aprisionar a la manifestación de física de un demonio menor, que debe ser atado con un cordel alrededor de sus rodillas y sus manos junto a su pecho. Dicha cruz es un objeto poderoso sirve de prisión para demonios menores y de ningún modo posible se debe de romper o retirar el cristal. 



Inicialmente, al realizar un pacto faústico, se establece un contrato vital entre la persona interesada y Satanás o cualquier otro demonio o demonios. La persona ofrecería lo más vital y eterno que puede poseer, su alma, a cambio de cualquier cosa que éste desee. Éste resulta altamente peligroso ya que el precio por favores tales como amor, poder, inmortalidad, riquezas y juventud eterna, es la condenación eterna del alma. Además el condenado siempre saldría perdiendo gracias a engaños y tretas. En caso de hacer un trato con un demonio, y dependiendo la situación y el deseo que cumpla, éste envía a demonios menores a proteger y vigilar su inversión. Éstos demonios se encargan de vigilar en penumbra al condenado, atormentándolo de manera física, desequilibrando su nivel mental hasta que elija el suicidio como una solución y de ese modo obtener más rápido el alma del condenado. Pero, al buscar ayuda en éstas situaciones, los demonios menores pueden manifestarse físicamente gracias a oraciones de gran poder realizados por exorcistas y lograr una captura mediante La Cruz Faústico.


Se dice que durante La Inquisición Romana, que duro desde 1542 y 1965, entre 1716 y 1722 hubo la persecución de una familia protestante que se decía que tenia posturas religiosas que afectaba la integridad de la fe católica romana. La familia en su huida por Roma, contactaron a un exorcista ya que a su hijo sufría de alucinaciones, ataques invisibles y quizás una posesión. El exorcista mando a llamar a tres sacerdotes y por casi cuatro meses, hubo sesiones religiosas para verificar la identidad del demonio en cuestión, métodos para salvar el cuerpo en continuo deterioro del joven y varios exorcismos por semana. La situación se complicaba hasta que hubo la idea de tratar el exorcismo con varios espejos para reflejar al demonio y tratar un efecto contrario, así que el exorcista realizó un mandato directo al Vaticano para fabricar una Cruz Faústico. Al realizar el exorcismo, los espejos ocasionaron que el demonio menor se manifestara, siendo apresado y encerrado dentro de la cruz. Días después del exorcismo, la madre del joven falleció, y luego se descubrió que la mujer era una bruja practicante que dio a su hijo como parte del trato y el demonio quería obtener su inversión. Dicho demonio apresado es el que está en la fotografía y se encuentra localizado en un pueblo italiano llamado Balestrino, a cargo de un hombre mayor llamado Lorenzo, quien sabe de que se trata ya que fue dado a su abuelo para su resguardo. Existen muchas replicas de ésta, como la que se encuentra en Georgia, Estados Unidos; Dharnai, La India, por poner algunos ejemplos.

El Bosque Aokigahara - El Bosque de los Suicidios

ANTES DE COMENZAR A LEER LES INDICO QUE LA SIGUIENTE ENTRADA CONTIENE ALGUNAS IMÁGENES CRUDAS QUE PUEDE AFECTAR LA SENSIBILIDAD DEL LECTOR, SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.



Conocido también como El Mar de Árboles o Jyukai (樹海), el bosque de Aokigahara (青木ヶ原) está ubicado al noroeste de la base del Monte Fuji entre la prefectura de Yamanashi y Shizuoka, Japón, y tiene una extensión aproximada de 35 km2. 



El bosque se dice desde hace ya más de mil años que se encuentra maldito en donde unos poemas muy antiguos lo afirmaban, asociándose también con presencias sobrenaturales cómo "Yurei" o espíritus inquietos del bosque y demonios de la mitología japonesa. Una de las historias que relacionan con el bosque data del siglo XIX, y es que, en el Japón Feudal, hubo una era en la que epidemias y la hambruna azotaban la población, haciendo que las familias más pobres abandonaran a su suerte a los ancianos y niños, ya que no podían mantenerlos ni alimentarlos, luego, al ser abandonados muriendo de hambre y por los efectos del clima. Años después surgieron historias que señalaban que el bosque albergaba las almas sin descanso de aquellas personas abandonadas que querían compañía en ése solitario y encantado lugar, lo que provoca que los que se adentren a él, se suicidaran. 



Desde la década de 1950, miembros del gobierno local han hallado alrededor de 500 cadáveres en la zona del bosque. Al realizar las averiguaciones pertinentes han concluido que la causa principal de muerte ha sido el suicidio, y al momento de la defunción, la mayoría de los cuerpos tenían alrededor de 30 años de edad. La cantidad de muertes han aumentado desde 1988, casi a 73 muertes por año.



La fama del bosque creció en el año de 1960 con la publicación de la novela llamada Nami no Tou Kuroi Jukai (El negro mar de árboles) del autor Seicho Matsumoto, donde al final de la obra dos amantes se suicidaban en dicho bosque. También en el año 1993 se publicó el libro El completo manual del suicidio de Wataru Tsurumi, la cual es una guía que contiene maneras para suicidarse, consejos y lugares para hacerlo, y se recomendaba el bosque para despojarse de su vida.



A pesar del peligro, la zona es un lugar idóneo para realizar turismo ya que el viento queda bloqueado por los árboles espesos, la vida silvestres es casi inexistente, haciendo que el lugar sea bastante silencio. El turismo y exploración es limitado y con zonas vigiladas. Anualmente, unos 300 operarios se adentran al bosque para localizar cuerpos que no han sido encontrados por por los visitantes y guardias forestales. 



También miembros policiales patrullan los alrededores del bosque en busca de curiosos o posibles suicidas. El bosque es un lugar prohibido para adentrarse y se colocan numerosas señales de advertencia en diversos idiomas para evitar que aquellos visitantes que no sepan japones continúen hacia el bosque para conocerlo o simplemente para ayudar a aquellas personas que planean suicidarse a buscar ayuda de familiares y amigos.


En el año 2002 se encontraron 78 cadáveres en el bosque, superando el récord anterior de 74 en el año 1998. En el 2003 la tasa ascendió a 100 personas. Ya actualmente el gobierno a dejado de dar a conocer el número de suicido para así evitar asociar Aokigahara con el suicidio. Cabe señalar que el bosque es el lugar en el que más cantidad de gente se ha suicidado en el mundo. 



Un hecho inquietante es que los viajeros se pierden instantáneamente una vez que ingresan al bosque ya que las brújulas y los GPS dejan de funcionar. Según el mito popular, se debe a los yacimientos de hierro magnético que se encuentra por el lugar. También se han encontrado pertenencias de gran valor de campamentos abandonados, como son tarjetas de crédito, carteras llenas de dinero, joyas. También se han registrado psicofonías, escuchado susurros y observado imágenes inexplicables de un equipo cazador de los paranormal.



Las señales de advertencias dictan a los visitantes:

"No entres. Valora tu vida. Piensa una vez más."



sábado, 2 de abril de 2016

Las fobias más extrañas

Las fobias son trastornos de ansiedad progresiva, y se dice que al menos una persona posee de cinco a siete fobias que en algún momento salen a relucir, según la situación. Muchas son las fobias que existen, pero también hay fobias absurdas que ocasionan un miedo irracional igual que cualquier otra. He aquí un listado alfabético de las fobias más raras que pueden haber:

Ablutofobia: Miedo a bañarse o lavarse.
Aeronausifobia: Miedo a vomitar.
Agirofobia: Miedo a cruzar la calle.
Amatofobia: Miedo al polvo.
Ambulofobia: Miedo a caminar.
Anablefobia: Miedo de mirar hacia arriba.
Anacrofobia: Miedo a viajar en el tiempo.
Antofobia: Miedo a las flores.
Alektorofobia: Miedo a los pollos.
Albuminurofobia: Miedo a la albúmina en la orina.
Apeirofobia: Miedo al infinito.
Apotemnofobia: Miedo de las personas con amputaciones en el cuerpo.
Araquibutirofobia: Miedo a que la manteca, o una sustancia que se pegue en el paladar.
Aritmofobia: Miedo a los números.
Aulofobia: Miedo a las flautas.
Autofobia: Miedo a uno mismo.
Aurofobia: Miedo al oro.
Aurorafobia: Miedo a las auroras boreales.


Bogifobia: Miedo al hombre del saco, el monstruo del armario.
Bambacofobia: Miedo al algodón y/o a las bolitas de algodón.
Barofobia: Miedo a la gravedad terrestre.
Bibliofobia: Miedo a los libros.


Cacofobia: Miedo a la gente fea o a la fealdad de uno mismo.
Caliginefobia: Miedo a las mujeres hermosas.
Carnofobia: Miedo a la carne.
Catisofobia: Miedo a sentarse.
Chaetofobia: Miedo al pelo.
Chamainofobia: Miedo a Halloween.
Chorofobia: Miedo a bailar.
Ciberfobia: Miedo a las computadoras.
Cibofobia: Miedo al alimento.
Cipridofobia: Miedo a las prostitutas.
Consecotaleofobia: Miedo a los palillos chinos.
Colpofobia: Miedo a los genitales.
Coprofobia: Miedo a los excrementos.
Cristianofobia: Miedo a los cristianos.
Crisofobia: Miedo al oro.
Cromatofobia: Miedo a los colores.
Crometofobia: Miedo al dinero; a tocar dinero.


Demonofobia: Miedo a los demonios.
Dendrofobia: Miedo a los árboles.
Dextrofobia: Miedo a los objetos a la derecha del cuerpo.
Didaskaleinofobia: Miedo a ir a la escuela.
Deipnofobia: Miedo a cenar con amigos.
Diplofobia: Miedo a la visión doble.
Dipsofobia: Miedo a beber.
Dishabiliofobia: Miedo a desnudarse delante de alguien.
Dorafobia: Miedo a la piel.
Dromofobia: Miedo a las calles y los paseos.
Dutchfobia: Miedo a alemanes y holandeses.


Ecofobia: Miedo al hogar.
Eclesiofobia: Miedo a la Iglesia.
Efebifobia: Miedo a los adolescentes.
Eisoptrofobia: Miedo a los espejos.
Eleutherofobia: Miedo a la libertad.
Elurofobia: Miedo a los gatos.
Enosiofobia: Miedo a confiar un pecado imperdonable o a la crítica.
Entomofobia: Miedo a los insectos.
Eosofobia: Miedo al amanecer.
Ergofobia: Miedo al trabajo.
Erotofobia: Miedo al sexo o las preguntas sexuales.
Escatofobia: Miedo a la mierda.
Escriptofobia: Miedo a escribir en público.
Escolionofobia: Miedo al colegio.
Espermatofobia: Miedo al semen.
Epistemofobia: Miedo al saber y al conocimiento.
Estasifobia: Miedo a estar de pie.
Estaurofobia: Miedo a los crucifujos.
Eufobia: Miedo a las buenas noticias.
Eurotofobia: Miedo a los órganos genitales femeninos.


Fagofobia: Miedo a comer.
Falofobia: Miedo a una erección.
Fasmofobia: Miedo a los fantasmas.
Filematofobia: Miedo a besarse.
Filosofobia: Miedo a la filosofía.
Fobofobia: Miedo a temer.
Frigofobia: Miedo a las cosas frías.
Frenofobia: Miedo a pensar.
Fronemofobia: Miedo a pensar.
Fotofobia: Miedo a la luz.


Gametofobia: Miedo al matrimonio.
Geliofobia: Miedo a la risa.
Genufobia: Miedo a las rodillas.
Germanofobia: Miedo a los alemanes.
Gerontofobia: Miedo a la gente vieja.
Geumatofobia: Miedo al sabor.
Gephyrofobia: Miedo a los puente.
Graphofobia: Miedo a la escritura.
Gringofobia: Miedo a los norteamericanos.
Gynefobia: Miedo a las mujeres.


Hadefobia: Miedo al infierno.
Hagiofobia: Miedo a los santos.
Haphefobia: Miedo al tacto o tocar a alguien.
Hedonofobia: Miedo a la sensación de placer.
Heliofobia: Miedo al sol.
Hemofobia: Miedo a la sangre.
Herpetofobia: Miedo a los reptiles.
Hexacosioihexecontahexafobia: Miedo al número 666.
Hierofobia: Miedo a los sacerdotes o las cosas sagradas.
Hipopotomonstrosesquipedaliofobia: Miedo a la pronunciación de palabras largas, complicadas o inusuales por miedo a equivocarse.
Hobofobia: Miedo a los vagabundos.
Homichlofobia: Miedo a la niebla.
Homilofobia: Miedo a los sermones.
Hominofobia: Miedo a los hombres.
Homofobia: Miedo a la homosexualidad o de llegar a ser homosexual.
Hydrofobia: Miedo al agua o a la rabia.
Hygrofobia: Miedo a los líquidos o la humedad.
Hylefobia: Miedo al materialismo.
Hylofobia: Miedo a los bosques.
Hypnofobia: Miedo al sueño o a ser hipnotizado.



Iatrofobia: Miedo a ir al doctor o a los doctores.
Ichthyofobia: Miedo a pescados.
Ideofobia: Miedo a las nuevas ideas o a tener razón.
Ithyphallofobia: Miedo de ver, pensar en, o tener el pene erguido.


Japanofobia: Miedo a los japoneses.
Judeofobia: Miedo a los judíos.


Kainofobia: Miedo a cualquier cosa nueva.
Kakorrhaphiofobia: Miedo a la derrota.
Katagelofobia: Miedo al ridículo.
Kinesofobia: Miedo al movimiento.
Koniofobia: Miedo al polvo.
Kenofobia: Miedo a los espacios vacíos.
Kopofobia: Miedo a la fatiga.
Kosmikofobia: Miedo a los fenómenos cósmicos.
Kyphofobia: Miedo a inclinarse.


Lacanofobia: Miedo a las verduras.
Lachanofobia: Miedo a los vehículos.
Laliofobia: Miedo a hacer un discurso.
Leucofobia: Miedo al color blanco.
Levofobia: Miedo a las cosas del lado izquierdo del cuerpo.
Lisofobia: Miedo a la locura.
Lockiofobia: Miedo al parto.
Lyssofobia: Miedo a enojarse.



Macrofobia: Miedo a las largas esperas.
Mageirocofobia: Miedo a cocinar.
Maniafobia: Miedo a la locura.
Medomalacufobia: Miedo a perder una erección.
Medorthofobia: Miedo a un pene erguido.
Megalofobia: Miedo a cosas grandes.
Melissofobia: Miedo a las abejas.
Melanofobia: Miedo al color negro.
Melofobia: Miedo u odio a la música.
Menofobia: Miedo a la menstruación.
Merinthofobia: Miedo a la limitación.
Metalofobia: Miedo a los metales.
Metathesiofobia: Miedo a los cambios.
Methyfobia: Miedo al alcohol.
Metrofobia: Miedo u odio a la poesía.
Micofobia: Miedo a los hongos.
Microbiofobia: Miedo a los microbios.
Microfobia: Miedo a las cosas pequeñas.
Mirmecofobia: Miedo a las hormigas.
Misofobia: Miedo a la contaminación con la suciedad y gérmenes.
Mixofobia: Miedo a juntarse con gente diferente.
Monofobia: Miedo a la soledad o de estar solo.
Myrmecofobia: Miedo a las hormigas.


Nostofobia: Miedo a volver a casa.
Negrofobia: Miedo a la gente de raza negra.
Nephofobia: Miedo a las nubes.
Nihilofobia: Miedo a la nada.
Noctifobia: Miedo a la noche.
Nomatofobia: Miedo a los nombres.
Nomofobia: Miedo a separarse del teléfono móvil.
Nosocomefobia: Miedo a los hospitales.
Nostofobia: Miedo a volver a casa.
Nucleomitufobia: Miedo a las armas nucleares.


Obesofobia: Miedo a aumentar de peso.
Ochlofobia: Miedo a las muchedumbres o multitudes.
Octofobia: Miedo al número 8.
Odontofobia: Miedo a la cirugía dental.
Oenofobia: Miedo a los vinos.
Olfactofobia: Miedo a los olores.
Ombrofobia: Miedo a la lluvia.
Ometafobia: Miedo a los ojos.
Omfalofobia: Miedo al ombligo.
Onirogmofobia: Miedo a los sueños húmedos.
Onomatofobia: Miedo de un nombre o de una palabra en particular.
Ophidiofobia: Miedo a serpientes.
Ophthalmofobia: Miedo a ser mirado fijamente.
Optofobia: Miedo a abrir los ojos.
Ornithofobia: Miedo a los pájaros.
Ostraconofobia: Miedo a los crustáceos y los marisco.


Panofobia: Miedo a todo.
Papyrofobia: Miedo al papel.
Parafobia: Miedo a la perversión sexual.
Parascevedecatriafobia: Miedo al viernes 13.
Partenofobia: Miedo a las muchachas vírgenes.
Patroiofobia: Miedo a cualquier tipo de herencias.
Pediculofobia: Miedo a los piojos.
Pediofobia: Miedo a las muñecas.
Pedofobia: Miedo a los niños.
Peladofobia: Miedo a la gente calva.
Pentherafobia: Miedo a la suegra.
Phagofobia: Miedo a tragar.
Pharmacofobia: Miedo a tomar una medicina.
Philemafobia: Miedo a besarse.
Philofobia: Miedo a enamorarse.
Philosofobia: Miedo a la filosofía.
Phonofobia: Miedo a los ruidos o voces, o de su propia voz.
Phthisiofobia: Miedo a la tuberculosis.
Pluvifobia: Miedo a la lluvia.
Plutofobia: Miedo a la abundancia.
Politicofobia: Miedo a los políticos.
Pogonofobia: Miedo a las barbas.
Polyfobia: Miedo a muchas cosas.
Potamofobia: Miedo a los ríos o a las corriente.
Pharmacofobia: Miedo a las drogas.
Prosofobia: Miedo al progreso.
Proteinfobia: Miedo a las proteínas.
Psellismofobia: Miedo al tardamudeo.
Psychofobia: Miedo a la mente.
Psychrofobia: Miedo al frío.
Pteromerhanofobia: Miedo a volar.
Pteronofobia: Miedo al cosquilleo por las plumas.
Pyrexiofobia: Miedo a las alucinaciones de la fiebre.
Rhytifobia: Miedo a tener arrugas.


Rabdofobia: Miedo a la magia, su uso y objetos relacionados, como las varitas mágicas.
Rectofobia: Miedo al recto o trasero.
Ripofobia: Miedo a defecar.
Rusofobia: Miedo a los rusos.


Sarmasofobia: Miedo al cortejo, el coqueteo y los juegos eróticos.
Sciofobia: Miedo a las sombras.
Selenofobia: Miedo a la luna.
Sexofobia: Miedo al sexo opuesto.
Siderodromofobia: Miedo a los trenes.
Siderofobia: Miedo a las estrellas.
Simetrofobia: Miedo a la simetría.
Sinofobia: Miedo a los chinos.
Socerafobia: Miedo a los suegros.
Sociofobia: Miedo a la sociedad o la gente en general.
Sophofobia: Miedo a aprender, al aprendizaje.
Soteriofobia: Miedo a la dependencia de otras personas.
Spacefobia: Miedo al espacio espacio exterior.
Staurofobia: Miedo a los crucifijos.
Stenofobia: Miedo las cosas o lugares estrechos.
Syngenesofobia: Miedo a los parientes.


Taasofobia: Miedo a sentarse.
Tachofobia: Miedo a la velocidad.
Taphefobia: Miedo a ser enterrado vivo.
Tasofobia: Miedo al ocio.
Tapinofobia: Miedo a ser contagioso o contagiar alguna enfermedad.
Technofobia: Miedo a la tecnología.
Telephonofobia: Miedo a los teléfonos.
Teratofobia: Miedo a los monstruos.
Tetrafobia: Miedo al número cuatro.
Textofobia: Miedo a ciertas telas.
Thalassofobia: Miedo al mar.
Theatrofobia: Miedo a los teatros.
Theologicofobia: Miedo a la teología.
Theofobia: Miedo a la religión.
Thermofobia: Miedo al calor.
Toxofobia: Miedo al veneno o al envenenamiento.
Traumatofobia: Miedo a las lesiones.
Tremofobia: Miedo a los temblores.
Triskaidekafobia: Miedo al número 13.
Tropofobia: Miedo al movimiento o de realizar cambios.
Trypanofobia: Miedo a las inyecciones.
Tursifobia: Miedo a los pepinillos.


Uranofobia: Miedo al cielo o paraíso.
Urofobia: Miedo a la orina, a orinar.


Valonofobia: Temor a la gente de Valonia, Bélgica.
Verbofobia: Miedo a las palabras.
Vestifobia: Miedo a la ropa o a vestirse.


Wiccafobia: Miedo a las brujas, a la brujería.


Xanthofobia: Miedo al color amarillo o a la palabra "amarillo".
Xenofobia: Miedo a los extranjeros.
Xerofobia: Miedo a la sequedad.
Xirofobia: Miedo a las navajas de barbero.
Xylofobia: Miedo a los objetos de madera o bosques.


Zemmiphobia: Miedo a los topos.
Zelofobia: Miedo a los celos.
Zeusofobia: Miedo a seres superiores, a los dioses.