miércoles, 17 de octubre de 2018

Manuel Blanco Romasanta - El hombre lobo de Allariz

¿Un caso de licantropía? Todo es posible, pero hasta el día de hoy, muchas son las interrogantes sobre el supuesto hombre lobo del municipio de Allariz, de la provincia de Orense, una comunidad autónoma de Galicia, España. Manuel Blanco Romasanta era su nombre, y esta es su historia.


Romasanta nació el 18 de noviembre de 1809 en la aldea de Regueiro, Esgos, en Orense, Galicia, España. En su partida de nacimiento figura como Manuela Blanco ya que se creyó que era una niña y fue criada como tal hasta que cumplió ocho años, momento en el cual se modificó su certificado de nacimiento para acomodar el nombre y género. Era de aspecto físico normal, aunque más bajo que el promedio, ya que dicen que medía sobre 137 cm, era rubio y de facciones suaves o femeninas, descritas por algunos historiadores como "tiernas". Fue uno de los cinco hijos de Miguel Blanco y María Romasanta.


Considerado instruido para la época, pues sabía leer y escribir, además de coser y bordar, comenzó a trabajar como modista. El 3 de marzo de 1831 contrajo matrimonio a los 21 años con Francisca Gómez Vázquez, su querida vecina. El matrimonio no fue duradero ya que Francisca falleció el 23 de marzo de 1834 por causas extrañas. Al enviudar decidió dejar la vida sedentaria y empezó a dedicarse a la venta ambulante cuando tenía 24 años, trasladándose para ello durante los primeros años por la zona de Esgos y posteriormente abarcando toda Galicia. 


La primera acusación de asesinato le llegó en el año 1844 por la muerte de Vicente Fernández, un alguacil de León que pretendía cobrarle una deuda. Tras ser condenado en rebeldía a 10 años de prisión, consiguió escaparse a un refugio en el pueblo abandonado de Ermida. Allí convivió con el ganado durante meses. Al volver a aparecer en público, lo hizo bajo la falsa identidad de Antonio Gómez, esta vez en la región de Rebordechao, mezclándose con la población local poco a poco. Cabe señalar que allí estableció relaciones personales, ganando especial confianza y amistad con las mujeres. 


Continuó su trabajo de vendedor ambulante, ejerciendo además como acompañante de aquellas mujeres que debían de atravesar solas el bosque de Redondela. Pronto comenzó a desempeñarse también como tejedor, un oficio propio de las mujeres de la época. Su trabajo lo tildó de afeminado y muchos rumores comenzaron a correrse, como ése que aseguraba que era un hermafrodita.


Durante esos años comenzaron las desapariciones y asesinatos. Las víctimas eran mujeres o niños y al menos fueron trece asesinatos cometidos en los bosques de Redondela y Argostios. Las desapariciones pasaban desapercibidas, ya que él se encargaba de que sus familiares recibieran cartas contando que habían establecido en otros lugares, logrando eludir así la justicia durante años ya que eran pocos lo que sabían leer en la región. Su fama como vendedor de ungüento de grasa se extendió rápidamente por Galicia, pero lugareños comenzaron a sospechar que estaba compuesto por grasa humana. La aparición de algunas pertenencias de los desaparecidos, acrecentaron las sospechas sobre las desapariciones cada vez más comentadas.


Planeó su huida, llegando a salir de Galicia con un pasaporte falso. Finalmente en el año 1852, se presentó una denuncia en Escalona, un municipio de la provincia de Toledo, que alegaba que un vendedor ambulante engañaba a mujeres y niños para que viajaran con él, y que luego nunca más se sabía de ellos. Por ello las autoridades (al relacionar más adelante los rumores sobre el vendedor de grasa) iniciaron su búsqueda como sospechoso. Finalmente fue capturado el 2 de julio de 1852 en el municipio de Nombela, en Toledo, gracias a tres vecinos que lo reconocieron y denunciaron. Aparte del testimonio de esos tres gallegos, se encontró entre sus pertenencias del sujeto, papeles con su nombre verdadero, por lo que fue juzgado en Allariz.


Una vez allí, el fiscal Manuel Blanco Bastida lo acusó de llevar con él mentiras y engaños a mujeres y niños para matarlos y sacarles la grasa, y posteriormente venderla. En este litigio en su defensa Romasanta declaró ser víctima de un sortilegio de una bruja que, según él, le hacía transformase en lobo durante las noches de luna llena. Y que convertido en lobo, había matado a trece personas por instinto, usando sus patas y dientes para acabar con sus vidas y comerse los restos en compañía de otros.


Más tarde alegaría que lo que sufría no era una maldición sino una enfermedad. Además declaró recordar todo lo sucedido una vez transformado de nuevo en ser humano, lo que fue decisivo para su sentencia. La defensa del reo argumentó que no se podía probar un asesinato con una única confesión, aunque ésta fuera la del propio acusado. El juicio (conocido como la "Causa contra el Hombre Lobo") duró aproximadamente un año. La sentencia llegaría el 6 de abril de 1853, cuando Romasanta tenía cuarenta y cuatro años: se consideró que ni estaba loco ni era idiota o maníaco, y se le condenó a morir a garrote vil por los únicos nueve asesinatos que se le pudieron probar.


Se le condenó a cadena perpetua el 13 de mayo de 1854, tiempo en que un hipnólogo francés conocido como Mr. Philips, que había seguido el caso, envió una carta al Ministro de Gracia y Justicia en la que expresaba sus dudas acerca de si Romasanta padecía o no licantropía. Aseguraba haber curado a otros pacientes con la hipnosis y pedía que, antes de ejecutarlo, le dejaran hipnotizarlo. También solicitó la intervención de la reina Isabel II, que a su vez pidió al Tribunal Supremo que revisase el caso. Tiempo después, Isabel II intercedió ante el tribunal y firmó una orden para liberar a Romasanta de la pena capital, cambió la pena de muerte por cadena perpetua, tras leer una carta del hipnotizador francés que defendía que Romasanta si sufría licantropía.


Se pensaba que había muerto en 1954 en la prisión de Allariz en la que cumplía condena y se desconocía dónde se encontraban sus restos, pero en el año 2009 se descubrió por medio de un documental de TVG Europa, donde se presentaron pruebas, como recortes de prensa de la época, en donde aseguraban que Romasanta había fallecido el 14 de diciembre de 1863 en la fortaleza del Monte Hacho de Ceuta a causa de cáncer de estómago. En cuanto a su cuerpo, se apuntaba que fue enterrado en una fosa común en el castillo de San Antón, en la comunidad autónoma de La Coruña, en Galicia, España.


Más recientemente, un forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia revisó la figura del asesino Romasanta y le diagnosticó pseudohermafroditismo femenino, un trastorno genético en forma de estado de intersexualidad que viaja en los genes de padres a hijos, aunque solo se manifiesta en uno de cada 10.000 o 15.000 nacidos vivos. A causa de este pseudohermafroditismo, segregaba una cantidad desmesurada de hormonas masculinas y sufrió un proceso de virilización. Estas personas, debido a los andrógenos, pueden presentar episodios de fuerte agresividad. 


Al parecer, cuando Romasanta nació, sus padres no tuvieron muy claro el sexo del bebé y con el paso del tiempo, prefirieron considerar que aquello era un micropene, pero probablemente era un clítoris muy desarrollado, así pues, el hombre lobo era en realidad una mujer. Resulta así natural, el que Romasanta desde pequeño haya realizado tareas femeninas como coser, bordear, calcetear, y cortar trajes y vestidos. Todo esto podría ayudar a comprender la figura del criminal, un personaje que, como vecino, se ganaba el cariño y la confianza del pueblo.


Se verificó el registro local de la época en los sótanos del Archivo del Reino de Galicia, los documentos administrativos y los datos históricos del caso, que en total son dos mil páginas manuscritas repartidas en 7 volúmenes que forman la única causa judicial documentada sobre licantropía, y se descubrió que, luego que Romasanta enviudó, tuvo relaciones platónicas con algunas vecinas que eran madres solteras del Vilar de Barrio en Rebordechao y Castro Plaza. Esas mujeres fueron asesinadas junto con sus hijos, atribuyendole a Romasanta un total de 17 asesinatos. 


Las víctimas fueron Manuela García de 47 años y su hija Petra de 13 años, quienes trabajaban con Romasanta en la venta ambulante. Benita Gracía Blanco de 34 años y su hijo Francisco de 10, se encontraron en el camino de Romasanta y tuvieron el mismo destino que Manuela y su hija Petra, desaparición y posterior homicidio. Antonia Rúa Carneiro de 37 años y su hija Peregrina de 3. Josefa García Blanco de 49 años y su hijo de 21.


Fue un psicópata criminal de sexo indeterminado y su caso fue considerado el único documentado de licantropía clínica, refiriéndose a la enfermedad mental, no al ser mitológico. Su vida dio lugar a la creación de cantares de ciego, novelas, documentales y películas.


Por mencionar algunas, en 1947, el escritor Carlos Martínez-Barbeito escribió "El bosque de Ancines" y en el año 2004, Alfredo Conde escribió "Romasanta. Memorias incertas do home lobo". En 1970 se estrenó "El Bosque del Lobo", del director Pedro Olea que explica la historia de un asesino similar a Romasanta, llamado Benito Freire e interpretado por José Luis López Vázquez. En el 2003 se estrenó la película hispano-italiana y británica de terror "Romasanta. La Caza de la Bestia", del director español Paco Plaza que llevaba a la pantalla la novela de Alfredo Conde, cuyo argumento está basado a su vez en la versión del mito de Romasanta. 


Se rodó entre el 28 de julio y el 29 de septiembre de 2003 en diversas localidades de Barcelona y Galicia. La película ganó el premio al mejor director en el Festival de Cine de Málaga y estuvo nominada a los Premios Goya en 2004 en la categoría de mejor fotografía y mejores efectos especiales.


La historia del film está ambientado en un pueblo de Galicia en 1850. Bárbara y su hermana Josefa viven en mitad del bosque. No se atreven a salir debido a los asesinatos masivos que ocurren en la zona, debido a los cuales la leyenda de un hombre lobo se expande. Un día llega un vendedor ambulante llamado Manuel Blanco Romasanta, amante de Josefa, del que Bárbara está enamorada en secreto. Romasanta acompaña a Josefa a la ciudad, pero ésta nunca llega a su destino. 


Y es que, al parecer, Romasanta es el hombre lobo al que todos temen. Cuando finalmente es capturado, alega en su defensa que es víctima de una terrible maldición. La sociedad se divide: de una parte, los aldeanos exigen que se castigue a Romasanta, mientras los burgueses, con un reputado antropólogo al frente, justifican sus actos al considerar que padece la licantropía en forma de enfermedad mental.


La historia de la película tiene diferencias en relación con la autentica vida y muerte de Romasanta, comenzando por el físico del personaje, la inclusión en la película del personaje de Bárbara, la cronología de los crímenes que cometió, su detención y su muerte, que en ningún caso sucedió como en la cinta.


"Me llamo Manuel Blanco Romasanta, natural de Rigueiro. Viudo, tendero ambulante, 42 años de edad. Desde hace 13 hasta el día de San Pedro de 1852, por efecto de una maldición de alguno de mis parientes —mis padres, mi suegra o no sé quién— me hace convertirme en un hombre lobo. He traído una vida errante y criminal, cometiendo asesinatos y alimentándome de la carne de las víctimas. La primera vez que me transformé fue en la montaña de Couso. Me encontré con dos lobos grandes con aspecto feroz. De pronto, me caí al suelo, comencé a sentir convulsiones, me revolqué tres veces sin control y a los pocos segundos yo mismo era un lobo. Estuve cinco días merodeando con los otros dos, hasta que volví a recuperar mi cuerpo. El que usted ve ahora, señor juez. Los otros dos lobos venían conmigo, que yo creía que también eran lobos, se cambiaron a forma humana. Eran dos valencianos. Uno se llamaba Antonio y el otro don Genaro. Y también sufrían una maldición como la mía. Durante mucho tiempo salí como lobo con Antonio y don Genaro. Atacamos y nos comimos a varias personas porque teníamos hambre."

Manuel Blanco Romasanta

1 comentario:

  1. Amigo nathan hale smith patton, el último gif pertenece a una escena de la mencionada película del artículo. Se llama "Romasanta - La caza de la Bestia", del año 2003. ¡Saludos!

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