¡Feliz Navidad para tod@s ustedes Querid@s Lector@s! Espero grandemente que la hayan pasado muy bien al lado de sus seres queridos. A pesar de las festividades y la celebración, el título de la presente publicación contrasta un poco ya que suena algo siniestro pero es destino final del mítico personaje que se convirtió en leyenda y parte de la cultura mundial de la mayoria de los países.
Nicolás de Bari o tambien conocido como San Nicolás (Ἅɣιος Νικόλαος o Νικόλαος ὁ Θαυματουρɣός; en latín, Sanctus Nicolaus Myrensis o Sanctus Nicolaus Barii; en italiano, San Nicola di Bari, San Nicola di Myra, San Nicolao o San Niccolò), fue un obispo diocesano que vivió en el siglo IV. Nació en Patara, en la región de Licia (actualmente dentro del territorio de Turquía) en una familia adinerada y desde niño se destacó por su carácter piadoso y generoso. Sus padres, fervorosos cristianos, lo educaron en la fe. Después de la muerte de sus padres, Nicolás heredó una gran fortuna que puso al servicio de los necesitados, según la hagiografía escrita por San Metodio, arzobispo de Constantinopla. Al morir sus padres, repartió toda su fortuna entre los pobres y se fue a vivir a Mira (Anatolia, actual Turquía), donde sería consagrado obispo de una forma muy curiosa. Dice la leyenda que varios sacerdotes y obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro obispo, pues el anterior había fallecido. Al no ponerse de acuerdo, se decidió que fuera el próximo sacerdote que entrase en el templo, que casualmente fue Nicolás de Bari.
Durante su época como obispo, y en su afán por erradicar los cultos paganos, ordenó demoler el templo de Artemisa en Mira; el templo más grande y famoso de Licia, así como otros varios edificios paganos. Cuando empezó la persecución del emperador Diocleciano (284-305), por un decreto contra los cristianos, el Santo fue encarcelado. En la cárcel con sus palabras y su ejemplo fortalecía los otros cristianos que sufrían junto con él. Allí, a modo de castigo, su barba fue quemada, siendo liberado por el emperador Constantino. Participó en el Concilio de Nicea, condenando las doctrinas de Arrio, quien se negaba a admitir el dogma de la divinidad de Cristo. Para combatir los errores, utilizaba una dulzura exquisita, logrando grandes y sinceras conversiones, a pesar de su discreto talento especulativo y orador que tanto gusta a los orientales. Sin embargo, cuando se trataba de proteger a los más débiles de los poderosos, San Nicolás, a pesar de su avanzada edad, actuaba con gran arrojo y vigor.
San Nicolás murió el 6 de diciembre (Krampusnacht o Noche de Krampus) del año 343 en Mira, pero sus restos descansan en la ciudad portuaria italiana de Bari (de allí su nombre a San Nicolás de Bari), pues allí fueron a dar después de que fueran sacados de Turquía tras la conquista musulmana. Tras su muerte se convirtió en el primer santo no mártir en gozar de una especial devoción en Oriente y Occidente. Más de dos mil templos están dedicados a él en todo el mundo. Multitud de relatos milagrosos aparecieron sobre él, desfigurando, a veces, su eminente carácter práctico y sencillo.
Uno de los milagros de mayor repercusión es el que cuenta que, siendo aún joven, se compadeció de un desquiciado comerciante de hidalgo de la localidad de Patara, en la Licia, que habiendo caído en la más absoluta miseria se había visto obligado a prostituir a sus tres hermosas y honestas hijas. Para remediarlo, el santo de Bari pensó en llenar zapatos llenos de oro y arrojarlas por las ventanas de la casa dónde esa familia vivía para proveerle algo de alivio económico pero San Nicolás se dio cuenta que vivían en una casucha con una ventana cerrada y una pequeña chimenea pequeña. Así pues, dejó caer por dicha chimenea unas monedas de oro que milagrosamente cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían dejado secando. Después el comerciante mejoró sus negocios y empezó a ayudar a la gente imitando a su benefactor. De aquí se supone la tradición de colgar las medias tejidas que sirven para recibir regalos en Navidad.
Otro milagro conocido es el de haber resucitado por su intercesión a tres niños que habían caído de un árbol y muerto al instante. También se le atribuye el milagro de los tres niños sacrificados para dar de comer a los clientes de un hostelero, siendo devueltos a la vida por intercesión del santo. Se cuenta que cierta vez salvó la vida de tres generales condenados a muerte injustamente. También se cuenta que en otra ocasión, hallándose un grupo de marineros en medio de una tempestad y habiendo invocado la protección de San Nicolás, vieron aparecer la figura del santo sobre el barco y al momento la tempestad se calmó. Uno de los supuestos milagros más recientes, ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, cuenta cómo en un bombardeo a la ciudad de Bari una madre se separó de su niño en medio de la confusión, apareciendo este horas después a la puerta de la casa sano y salvo. El niño contó cómo un hombre que describió como San Nicolás lo ayudó, lo protegió y lo llevó de regreso a su casa.
Su nombre es notable también fuera del mundo cristiano porque su figura ha dado origen al personaje de Santa Claus (del alemán Sankt Niklaus), conocido también como Papá Noel, siendo la base para el personaje legendario que según la cultura occidental trae regalos a los niños por Navidad (la noche del 24 al 25 de diciembre).
Se cree que el paso de la imagen de San Nicolás a la de Santa Claus sucedió alrededor del año 1624, cuando los inmigrantes holandeses fundaron la ciudad de Nueva Ámsterdam, más tarde llamada Nueva York, obviamente llevaron con ellos sus costumbres y mitos, entre ellos el del Sinterklaas, la fiesta de su patrono (cuya festividad se celebra en Holanda entre el 5 y el 6 de diciembre). En 1809, el escritor Washington Irving escribió la sátira "Historia de Nueva York", en la que deformó al santo neerlandés, Sinterklaas, en la burda pronunciación angloparlante Santa Claus.
Más tarde, el poeta y erudito estadounidense Clement Clarke Moore publicó en 1823 un poema donde dio cuerpo al actual mito de Santa Claus, basándose en el personaje de Irving. En ese poema se hace mención de una versión del personaje que, aunque gordo, es ágil como un duende, y que regala juguetes a los niños en la víspera de Navidad y que se transporta en un trineo tirado por ocho renos. Posteriormente, hacia 1863, adquirió la actual fisonomía de gordo barbudo bonachón con la que más se le conoce. Esto fue gracias al dibujante alemán Thomas Nast, quien diseñó este personaje para sus tiras navideñas en Harper's Weekly, una revista política. Allí adquirió su vestimenta única y se cree que su creador se basó en las vestimentas de los obispos de viejas épocas para crear este "San Nicolás", que en ese momento ya nada tenía que ver con la apariencia física de San Nicolás de Mira.
A mediados del siglo XIX, el Santa Claus estadounidense pasó a Inglaterra y de allí a Francia, donde se fundió con Bonhomme Noël, el origen de Papá Noel, quien tenía parecido físico con Santa Claus, pero vestía de blanco con vivos dorados. Igualmente a fines del siglo XIX se crearía, a partir de un anuncio estadounidense de la Lomen Company, la tradición de que Papá Noel procedería del Polo Norte, y se popularizarían completamente los renos navideños como medio de transporte de Santa Claus. A comienzos del siglo XX, en el año 1902, en el libro infantil The Life and Adventures of Santa Claus, del escritor estadounidense Lyman Frank Baum, se origina la historia de cómo Claus se ganó la inmortalidad, al igual que su título de santo.
Igualmente, ya en el siglo XX, específicamente en el año 1931, la empresa multinacional Coca - Cola encargó al artista y pintor estadounidense de ascendencia sueca y finlandesa Haddon Sundblom que remodelara la figura de Papá Noel para hacerlo más humano y creíble. En este punto, sin embargo, se debe aclarar que es solo una leyenda urbana la creencia de que el color rojo y blanco de Santa Claus tenga su origen en los anuncios que la marca Coca-Cola empezó a hacer a partir de 1931, aunque sí es cierto que contribuyeron a la popularización de estos colores y del mito mismo. Hay muchas ilustraciones y descripciones casi fidedignas anteriores al anuncio, como la de Thomas Nast (1869) o St. Nicholas Magazine (1926), entre otras. Por lo tanto, se considera que la campaña masiva de Coca - Cola fue una de las principales razones por las cuales Santa Claus terminó vestido de color rojo y blanco y no ve verde, pero estos publicistas no fueron los primeros en representarlo con estos colores.
En cuanto a la morada de Papá Noel, como la leyenda se originó en el Hemisferio Norte, a principios del siglo XX se esparció la idea de que viviría en el Polo Norte. Sin embargo, se debe recordar que existen otros lugares cercanos postulados como su hogar, los cuales son: la Laponia sueca, la Laponia finlandesa y Groenlandia, puesto que el Polo Norte está en medio del Océano Ártico. El mito actual cuenta que Santa Claus viviría en las proximidades del Polo Norte junto a su esposa la Señora Merry Claus y una gran cantidad de duendes navideños, que le ayudan en la fabricación de los juguetes y otros regalos que le piden los niños a través de cartas. Para poder transportar los regalos, Papá Noel los guardaría en un saco mágico y los repartiría a las 00:00 horas del día 25 de diciembre, en un trineo mágico volador, tirado por renos navideños, dirigidos por Rudolph (Rodolfo), un reno que ilumina el camino con su nariz roja, brillante y potente, siendo el último personaje en agregarse a la historia. Santa Claus podría entrar en los hogares de los niños por la chimenea u otro orificio de las casas, si éstas no disponen de una.
Para saber qué niños merecen regalos, Santa Claus dispondría de un telescopio capaz de ver a todos los niños del mundo, además de la ayuda de otros seres mágicos que vigilarían el comportamiento de los niños. Así, si un niño se ha portado regular, se dice que quien lo vendría a visitar sería Knecht Ruprecht, un duende acompañante de San Nicolás, quien, a modo de castigo a éstos niños, les daría solo un puñado de carbón. En el caso de los niños mal portados, en el Krampusnacht o Noche de Krampus (desde la noche de 5 hasta el la noche del 6 de diciembre), comienza a merodear las calles el Krampus haciendo sonar cencerros y cadenas oxidadas para asustar con su presencia y llevarse a los niños malos para azotarlos.
A pesar que mencioné que los restos de San Nicolás se encuentran en una basílica en la ciudad portuaria de Bari, al sur de Italia, al ser sacados de Turquía tras la conquista musulmana, no es del todo cierto. La tumba de San Nicolás no es una sino que en su defecto, son tres y en cada una de ellas hay partes de sus restos mortales.
La primera y en donde más restos hay se encuentra en una iglesia de Antalya, en Demre, al suroeste de Turquía, que lleva el nombre del santo, donde fue enterrado originalmente. La segunda en la mencionada basílica de Bari, en Italia y la tercera en Chiesa Parrocchiale di San Nicolò di Lido, un monasterio ubicado en Venecia, al norte de Italia.
En este tercer lugar, durante el tiempo de Las Cruzadas, los marineros llevaron parte de los restos hasta Venecia y allí depositados poco después. Cabe señalar que San Nicolás de Bari es considerado el patrono de los niños, los marineros y los viajeros.
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