viernes, 31 de diciembre de 2021

La leyenda de La Endemoniada de Celaya

El presente año 2021 ha continuado en medio de Pandemia y cuarentena. Con variantes del Covid, con fallecimientos de conocidos, familiares y seres queridos, con la partida de figuras famosas que recordaremos con cariño; tales como la leyenda de la música mexicana Vicente Fernández, el baterista de los Rolling Stones Charlie Watts, la cantante y bailarina Raffaella Carrá, la actriz, productora y política mexicana Carmen Salinas, la periodista Mila Ximénez, el Duque Felipe de Edimburgo, la actriz británica Helen McCrory, el cantante español de la agrupación Il Divo Carlos Marín, la actriz española Verónica Forqué, la escritora Anne Rice, el músico y miembro fundador de UB40 Terrence Wilson, el joven y talentoso actor mexicano Octavo Ocaña, el gran salsero puertorriqueño Roberto Roena, el actor cómico Art Metrano, el consumado producto y director Richard Donner, la escritora cubana Delia Fiallo, el comediante Ricardo Gónzalez que es recordado por su personaje del payaso Cepillin, el compositor y productor musical dominicado Jhonny Pacheco, el actor ganador de un Premio Oscar Christopher Plummer y el famoso presentador Larry King, por mencionar algunos ya que la lista es más larga. Debemos de aprovechar el tiempo que tenemos para abrazar a ese ser querido, demostrar los sentimientos, pasar tiempo con la familia, hacer proyectos juntos, emprender en una nueva forma de generar ingresos y cuidar la salud. Hoy termina el presente año 2021 así que en el Año Nuevo, no olvides agradecer a tus últimos años todo lo que ha sucedido, porque te permitieron llegar al día de hoy. ¡Sin las escaleras del pasado, no puedes llegar al futuro!

Celaya, ciudad mexicana, cabecera del municipio homónimo del estado de Guanajuato y considerada "La Puerta de Oro del Bajío" por su importancia comercial, fue interrumpida su apacible tranquilidad la tarde del 17 de mayo de 1978. En esa época, los habitantes del área no pasaban de los ciento veinte mil pero fue un hecho que el suceso causó una gran aglomeración de vecinos y habitantes de las demás comunidades, los cuales sintieron pánico y angustia. La radio local dio una noticia que alarmó a todos: A las seis de la tarde en punto, llegaría desde el municipio de Salvatierra a la iglesia del Carmen una mujer encadenada ya que se encontraba poseída.

El desorden no se hizo esperar, y muchos curiosos se aproximaron al lugar para constatar lo escuchado, formándose una gran muralla humana desde lo largo de toda la calle Ignacio Allende hasta el centro histórico. A la hora señalada, un vehículo llegó al sitio sacro junto con dos agentes de la ley y tres piadosos frailes, que con las capuchas sobre sus cabezas y el hilo de los rosarios en los dedos, no dejaban de rezar. Ellos, acompañaban a una misteriosa mujer sometida con cadenas en sus pies y una cuerda que sujetaba su boca. Tenía una venda en sus ojos y le faltaban mechones de cabello.

Personas de todas las edades se encontraban presentes, desde estudiantes y profesores hasta amas de casa y padres de familia que regresaban de trabajar. Se escuchaban entre las filas de personas comentarios como: "Dicen que mató a su padre a puros arañazos y mordidas", "La traen encadenada de los pies, porque en los talones le salieron garras", "Echa lumbre por los ojos y las fosas de la nariz" o "Puede romper la cadena con una sola mano. El agua bendita la mantiene tranquila".

A la mañana del 18 de mayo, mucha gente permaneció a la espera de ver a la mujer poseída o saber un poco más de la situación. A ese punto, los presentes decían que la desdichada fémina sería enviada a Roma para practicarle un exorcismo. Se supo por uno de los miembros policiales que la poseída había sido puesta y resguardada en la mazmorra del convento. Desde afuera del sacro lugar se llegaron a escuchar gritos y maldición por parte de la mujer por un breve lapso de tiempo. Luego se informó que la mujer había sido adormecida por el agua bendita que le arrojaron los frailes, además de que le fue administrada una alta dosis de anestesia. Corroborado por las personas de los alrededores por la presencia de médicos que entraban y salían de la iglesia con maletines en sus manos, que se encontraban custodiados por las fuerzas de seguridad pública. Se esparció la información entre los presentes que a mediodía del día siguiente se le haría a la mujer una práctica religiosa con el fin de mejorar su estado maldito. La situación se puso en tensión y más personas se aproximaron al lugar.

A tempranas horas del día 19 de mayo, las personas continuaban allí, esperando noticias reveladoras de la singular situación. Se escuchaban oraciones, gritos como de tortura, maldiciones, palabras de autoridad tanto de carácter religioso como de ley para sujetar a la mujer. Así transcurrió ese día hasta que unos gritos incontrolables, sonidos fuertes de golpes, estruendosos ruidos con madera y movimientos apresurados se hicieron presentes a las 3:08 pm. Dos de los frailes salieron de la iglesia apresurados y asustados, junto con dos de los miembros policiales gritando: "La mujer poseída ha escapado."

Al escuchar lo manifestado, todos los presentes escaparon con terror, refugiándose en sus hogares. Los frailes indicaron que la mujer no se encontraba en el convento ya que había huido de sus guardianes a mitad de un "tipo de exorcismo". A las pocas horas encontraron en estado de shock a un hombre el cual mencionó luego de recuperarse que una mujer muy joven con movimientos similares a un animal, de cabello desordenado, con varios golpes y arañazos en sus brazos y piernas se había ido a través de un túnel de ladrillos rojo. Los miembros policiales corroboraron la información ya que hasta allí pudieron seguirla y encontrar al sujeto. El mencionado túnel había sido construido en el curso de la guerra por la Independencia, para que sirviera como camino de ronda y pasaje secreto a las fuerzas virreinales que defendían los puestos fortificados de la Plaza y comunicaba al Carmen con la mayor parte de los templos, por lo que conectaba e iba por debajo de la ciudad.

El pánico se generalizó ya que de noche se escuchaban desde risas hasta gritos por las proximidades de los túneles que conectaban con el ya mencionado. Muchos llegaron a ver con horror a la joven poseída de aspecto mugriento y aterrador destrozando a mordidas los cuerpos de animales callejeros como perros o gatos y devorando ratas antes de regresar a los túneles. Una versión diferente de lo sucedido se hizo pública a los pocos días, que decían que había sido el testimonio de uno de los frailes que lo había confesado ya que se sentía culpable de lo que podría ocurrir en Celaya. Esa versión aseguraba que la joven sería llevada a Roma para realizarle un exorcismo de manera completamente profesional, pero no podían sacar a la chica de la iglesia con tantas personas alrededor del lugar, por lo que utilizaron los túneles que conectan a todos los templos para trasladarla al templo de San Francisco, donde ya esperaban algunos vehículos para transportar a la joven fuera de la ciudad. A mitad de camino por los túneles, la joven se rompió las cadenas y escapó. Según el testimonio, la chica tenía una fuerza sobrehumana, una voz ronca y aterradora y sus ojos parecían brillar en la oscuridad.

El tiempo pasó y la leyenda infame perduró. Muchos han especulado que la joven solo padecía de esquizofrenia y sus padres pensaron que los representantes de la iglesia podían ayudarlos ya que suponían que se trataba de un tipo de posesión demoníaca. La mujer sobrevivió con el consumo de la carne y sangre de animales callejeros, yendo y viniendo por los laberintos subterráneos. Esa especulación fue pronto descartada cuando vecinos del municipio de Salvatierra indicaron que la joven se llama Margarita y siempre demostró ser una persona sana. Era una chica de belleza incomparable y una larga cabellera de color negro. Dijeron que lo que tenía de bella lo tenía de astuta. Desde que llegó a la adolescencia, pedía permiso para salir con sus amigos y cuando sus padres no se lo daban, optaba por escapar de su casa a altas horas de la noche para ir a lo que era su mayor afición: los bailes.

La situación cambio la tarde de un Viernes Santo, día que se acostumbra a reflexionar sobre la muerte del Hijo de Dios, pero otros tantos lo utilizan para salir de fiesta. Margarita pidió permiso para ir a una fiesta que un amigo suyo ofrecería. Sus padres terminantemente le prohibieron asistir. Dicen que la joven fue a su cuarto y se encerró, pero apenas dieron las 8:00 pm, se disfrazó con una túnica blanca que había usado el año anterior para representar a la Virgen en la pastorela de su parroquia y así fue a la fiesta. Los padres de la muchacha no tardaron en darse cuenta del engaño y no tuvieron más remedio que esperar a que Margarita regresara. Sus padres manifestaron su descontento y autoridad sobre la chica que, en su momento de rabia y desobediencia, se atrevió a alzarle la mano a su madre para golpearla. Tras esto subió a su cuarto y se encerró. La situación comenzó a preocupar al segundo día, cuando la chica no salía de su cuarto ni para comer.

Los padres pensaron que Margarita estaba tan avergonzada que no quería salir y pensaron que ella salía de su cuarto a comer cuando ellos iban a la calle. Al transcurrir dos días más, los padres se preocuparon más y fueron a su cuarto. Al abrir la puerta se dieron cuenta que seguía con la túnica del disfraz, una olor nauseabundo invadía la habitación y sus manos cubría su cara. Al poder observar su rostro, pudieron apreciar con terror su expresión de locura, balbuceando extrañas palabras. La joven comenzó a comportarse erráticamente, muy agresiva y con una mirada de odio ante cualquiera, especialmente su propia madre. Margarita decía que la atormentaba un ser monstruoso y su voz, al comenzar a insultar a sus padres o a los médicos que la iban a evaluar, era cavernosa e inspiraba un miedo atroz.

El único modo de que pudiera comer era carne cruda y muy sangrienta, de lo contrario podía pasar días sin alimentarse. Un sacerdote de la localidad la visitó y solo recibió terribles y blasfemos insultos. Cada vez que la visitaba era el mismo resultado, así pues, el sacerdote mandó un escrito al Obispo de Celaya y este ordenó que se iniciara una investigación a este caso. Al terminar y ser entregadas las conclusiones pidió el traslado de la muchacha al templo del Carmen para que en los sótanos del mismo se llevara a cabo el ritual de exorcismo.

Se sabe que el 19 de septiembre del año 2008, se hallaron dos nuevas entradas de los desacreditados túneles; una, en la acera de Pinturas Vegmar, en pleno Bulevar Adolfo López Mateos, frente al mercado Hidalgo; y la segunda en la calle de Sóstenes Rocha número 203. Muchos son los que afirman que, en ambas entradas se escuchan aún en la oscuridad los gritos desesperados y aterradores de "La Endemoniada de Celaya".

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