domingo, 2 de abril de 2023

¿Qué hay más allá de Los Hielos Perpetuos y el Muro de Ross?

Un escenario lleno de maravillas, misterios y secretos, ese es nuestro mundo. Un sitio que vale la pena explorar a fondo para descubrir muchos de los misterios ocultos que aún no han sido develados. Desde la zona acuática hasta más allá de los casquetes polares, son algunos de los lugares que no han sido explorados a fondo. NASA o National Aeronautics and Space Administration (La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio) ha explorado parte del cosmos y algunos planetas del Sistema Solar pero no se ha encargado de examinar el propio planeta Tierra (hasta donde se tiene conocimiento). Ahora bien, ¿Qué habrá más allá de los límites de los casquetes polares y el Muro de Ross?

Los Hielos Perpetuos, también denominados Hielos Polares, son básicamente la suma de las aguas marinas que se congelan en el transcurso del tiempo, por lo que presentan temperaturas por debajo de los -30 grados y -10 grados. Se encuentran exclusivamente en los polos de la tierra: en el Ártico y en la Antártida. Estas formaciones glaciales son lugares más apartados del mundo y además de representar un espectáculo visual único, constituyen el ecosistema adecuado de múltiples especies. En los últimos tiempos, este escenario cobró gran importancia ya que se están derritiendo y ponen en peligro el equilibrio del planeta.

Los Hielos Perpetuos constituyen un espectáculo natural que varía entre formas llanas y perfiles irregulares, que permiten un juego magistral entre las luces y el hielo. Muchos de estos hielos están en movimiento, no obstante, algunos de ellos están fijos y no se mueven por las corrientes de agua ni por los vientos que algunas veces alcanzan los trescientos kilómetros por hora. Estos hielos fijos que pueden alcanzar profundidades desde los diez hasta los veinte metros subacuáticos. 

El Ártico es la parte más septentrional del planeta tierra. El Círculo Ártico es el encargado de marcar la latitud sobre la cual el sol no se pone en el solsticio de verano y no se levanta en el solsticio de invierno. Cabe destacar que en esta zona hay seis meses de luz y seis meses de oscuridad. La Cuenca del Océano Ártico en donde se forman los hielos perpetuos, puede alcanzar hasta cuatro mil metros de profundidad en algunas zonas, y está cubierta en su mayoría por bloques de hielo desde uno a tres metros de espesor. La formación de los hielos perpetuos en esta zona abarca el Océano Ártico y algunas partes de Groenlandia, Canadá, Rusia, Estados Unidos, Finlandia y Noruega

En el caso de La Antártida, está se ubica en el Polo Sur, y está constituida por una forma circular con un brazo que se extiende hacia Suramérica. Aquí podemos encontrar las famosas estanterías de hielo, ubicadas en las dos grandes hendiduras correspondientes a los Mares Ross y Wendell. Un dato curioso es que existe muy poca evaporación en la Antártida y esto hace que la nieve que cae no se evapore, sino que se acumule en las masas de hielo que pueden durar cientos y miles de años. En la Antártida se contiene el 70 % del agua dulce del planeta tierra y más del 98% de la zona. Las gruesas cubiertas de hielo hacen que tengan una elevación promedio de dos mil trescientas por sobre el nivel del mar, y por eso es considerado como el más alto de los continentes. 

Ahora bien, The Ross Ice Shelf o La Barrera de Hielo de Ross, también llamada el Gran Muro de la Antártida, es un gran campo de hielo de la Antártida. Tiene una superficie de cuatrocientos ochenta y siete mil kilómetros cuadrados y tiene cerca de ochocientos kilómetros de longitud, es decir, casi del mismo tamaño que Turkmenistán, un país de Asia.​ El frente de hielo a mar abierto tiene más de seiscientos kilómetros de largo, y entre quince y cincuenta metros de alto sobre la superficie del agua, casi vertical. El 90 % es hielo en flotación sobre el nivel del océano.

La mayoría de la barrera de hielo de Ross se localiza dentro de la Dependencia de Ross reclamada por Nueva Zelanda. Esta barrera de hielo debe su nombre al capitán, explorador y botánico británico James Clark Ross, que la descubrió el 28 de enero de 1841. Originalmente se la denominaba barrera de hielo, ya que impedía la navegación hacia el Polo Sur. Ross cartografió la extensión de hielo, que llega hasta 160°O. En algunos lugares, en particular en sus áreas del sur, la barrera de hielo alcanza setecientos metros de espesor. La barrera de hielo de Ross empuja hacia el mar hielo a razón de entre 1,5 y 3 metros al día. Desde el interior del continente hay glaciares que gradualmente le agregan masa. Al mismo tiempo, el agua helada del mar debajo del hielo aumenta el espesor del hielo entre treinta y ocho y cincuenta centímetros. A veces, se generan grietas que pueden causar que la placa de hielo se rompa y se separe; la placa más grande conocida tenía aproximadamente treinta y un mil kilómetros cuadrados, una superficie ligeramente mayor que Bélgica.

Pero, ¿qué hay más allá del Muro de Ross? Los creyentes y conspiradores piensan que, más allá de los límites del Gran Muro de la Antártida, se encuentra una de las dos aberturas de acceso hacia La Tierra Hueca, que alberga la existencia de una civilización intraterrestre desconocida cuyo color de piel sería de color verde opaco. Al cruzarlos, después de un gran esfuerzo físico y mental, fuerza de voluntad para hacerle frente al cruel clima y avanzar por kilómetros, se podría encontrar un mundo inexplorado, acompañado por el calor de un sol interno.

"Según relatos griegos que hablan sobre mundos separados por muros enormes de hielo se ha teorizado que detrás de este pueden existir otros mundos. Y es que historiadores han sospechado que existieron más continentes, los cuales, según teóricos, afirman que aún existen más allá del muro que separa nuestros mundos. Así pues se llegaría al final de la Tierra hacia el borde del abismo cósmico o tal vez hacia el borde de la entrada a la Tierra, donde estaría un nuevo mundo intraterrestre llamado Agartha."

Los planteamientos por parte de los creyentes señalan a la Atlántida, Asgard o los Reinos de Osiris y Lemuria como algunas de las ciudades que podrían estar al final de la barrera de hielo de Ross, ya que al parecer nunca desaparecieron, más bien se encuentran en otros niveles del mundo. De acuerdo a antiguos mapas dibujados, dichos niveles están separados por muros de hielo y cuentan con su respectiva rotación lunar y solar, lo cual haría que existiera un mundo dentro de otro mundo, el cual sería posible llegar por entradas situadas en el Polo Norte y el Polo Sur, a través de cuevas y túneles interconectados.

Agartha es una región subterránea, casi inaccesible ubicada en el interior de la Tierra en donde se puede llegar también desde el Desierto de Gobi, una gran región desértica situada entre el norte de China y el sur de Mongolia. A pesar que no hay evidencia física que confirme su existencia, el país o reino de Agartha es un tema difundido en el ocultismo occidental y sirvió de base para la creencia en la Tierra Hueca. 

El mito de Agartha (o Logia Blanca) menciona que dicho lugar fue fundado hace unos quince millones de años sobre lo que era una isla en el "Mar de Gobi" (actual Desierto de Gobi) donde aterrizaron los Señores de la Llama, semidioses provenientes del planeta Venus. En dicho reino interno no existe ni el crimen ni la maldad, sus ciudadanos son tranquilos, amistosos y decentes, llevando una vida enfocada a la espiritualidad, teniendo su piel verde opaca y calidez en sus almas. Algunos indican que desde este sitio intraterrenal, La Élite mantiene en tiempos contemporáneos sus reuniones para dirigir la marcha de los acontecimientos mundiales, ya que su gobernante tiene la capacidad mental atada al tiempo y el espacio, pudiendo predecir los acontecimientos mundiales.

Otros indican que hace muchas eras atrás, almas muy avanzadas que eran los Annunakis. Ellos vinieron a la Tierra desde otros planetas. Estos seres trajeron el "Arca de la Alianza" mencionada en la Biblia como un cofre de madera cubierto de oro que, según el libro del Éxodo, contenía las dos tablas de piedra de los Diez Mandamientos. Dicho objeto era en realidad un arma láser y un mecanismo para el control de la gravedad, que permitió a los Annunak, descendencia de los Annunakis, construir las grandes civilizaciones de la Atlántida. Finalmente los Annunakis se marcharon, dejando a la Tierra en manos de los Annunak, que se habían emparejado con terrícolas. Cuando el tiempo pasó, la Atlántida fue dominada por la Hermandad Oscura, los hijos de Belial. Los Annunak, al darse cuenta de que se acercaba la destrucción de la Atlántida, huyeron a otras regiones, especialmente Egipto. Con sus "Arcas de la Alianza" antigravitatorias ayudaron a construir las pirámides (hacia el 3100 a. C.)

También utilizaron estas armas láser para perforar profundo bajo tierra, construyendo túneles y ciudades subterráneas. Cuando el diluvio y el cambio de polos estaban a punto de demoler la Atlántida, los Annunak entraron en sus ciudades del interior de la Tierra a través de la Pirámide de Keops, también conocida como La Gran Pirámide de Guiza, la más antigua de las siete maravillas del mundo antiguo. Después sellaron la pirámide impidiendo a los terrícolas descubrir sus pasajes subterráneos y manteniendo fuera las aguas de la inundación, que habría sucedido hacia el 8000 a. C.

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