viernes, 18 de octubre de 2019

Magnapinna - El calamar alienígena

Con esta entrada, se continua el tema sobre alienígenas en las profundidades del océano. La publicación anterior fue Los Pulpos son seres extraterrestres y esta trata sobre una especie de calamar muy raro con inquietantes características que sigue siendo un misterio para la ciencia.


La familia Magnapinnidae, con un único género Magnapinna, son una familia recientemente identificada de la que se conocían sólo ejemplares de pequeño tamaño desde su descubrimiento en 1907, siendo identificado en el año 1988 en las costas del norte de Brasil, determinándose la existencia de cuatro especies. Desde el año 2001, The Monterey Bay Aquarium Research Institute (MBARI), un centro privado de investigación oceanográfica sin fines de lucro en Moss Landing, California, visualiza y se interesa por este tipo de ejemplar y explora su inhóspito ambiente. El 11 de noviembre del año 2007, más arriba del fondo marino, en el Golfo de México, se pudieron apreciar jóvenes ejemplares de esta especie de calamares surcando las aguas. 


En noviembre de 2008, National Geographic News obtuvo una secuencia de vídeo corta obtenida en una inmersión de un ROV de ejemplares pequeños, pero...


A inicios del mes de diciembre de 2009, The Monterey Bay Aquarium Research Institute (MBARI) realizó un vídeo por un vehículo operado por control remoto de la compañía petrolera Shell, en donde pudieron captar con gran claridad un ejemplar gigante de siete metros de largo a una profundidad de 2.386 metros. Las tomas se realizaron cerca de una plataforma petrolífera llamada "Perdido", situada a 200 millas (320 kilómetros) de Houston, Texas (en el Golfo de México). 



Perdido es uno de los pozos petrolíferos más profundo del mundo y extrae gas. El clip de vídeo muestra la pantalla supervisora de orientación del ROV enmarcada con datos de tiempo y posicionamiento. En unos pocos segundos de cámara, el calamar aparece con sus enormes aletas de orejas de elefante, agitando sus largos tentáculos.


Lo llamaron "el calamar alienígena gigante" pero es un espécímen de gran tamaño de Magnapinna, o calamar de aleta grande, un grupo de cefalópodos que tienen una morfología muy característica; sus tentáculos  forman un ángulo de 90˚ con el cuerpo, por lo que parece tener “codos” en sus delgados apéndices y sus grandes aletas que representan hasta el 90% del total del cuerpo. La familia es conocida sólo por las larvas (paralarvas), así como muestras de crías, pero con ese descubrimiento, pudieron saber que hay ejemplares adultos, de los cuales no se sabe con exactitud que tamaño pudieran llegar a alcanzar.


Muy poco se sabe acerca de la conducta de alimentación de estos calamares. Los científicos han especulado que se alimentan arrastrando sus tentáculos a lo largo del fondo marino, acarreando los organismos del suelo. Alternativamente, puede simplemente utilizar otra técnica de captura, esperando pasivamente a la presa para lanzar sus tentáculos. Si es así, serían los únicos cefalópodos que actúen como depredadores pasivos.


Algunos biólogos marinos han llegado a formar alianzas formales con empresas petroleras, permitiendo a los científicos compartir tiempo de cámara en el ROV empresarial, para obtener valiosas imágenes de los animales de aguas profundas.


En su momento, llegó a viralizarse por la plataforma Reedit y vídeos de Youtuve, en donde los cibernautas realizaban comentarios curiosos donde comparaban el parecido del calamar con los trípodes o máquinas de guerra de los marcianos de "La Guerra de los Mundos". Muchos también argumentaron que los propios marcianos también tenían características similares a los calamares. Otros los comparaban con los Zerg, una raza del vídeojuego StarCraft.

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