sábado, 28 de noviembre de 2020

Sarah Ellen y la Leyenda de la Bruja Vampiro

Para terminar el mes de noviembre y la temática de brujería que se trató, culmino con esta publicación muy interesante que forma parte de la historia y de la cultura de dos países. Ésta mujer que, después de más de un siglo fallecida sigue causando un miedo insospechado entre los ciudadanos de la ciudad de Pisco, al sur de Lima, en Perú, en donde se encuentra enterrada. En el mes de junio del año 1993 se descubrió su historia, y aquí la sabrás, al igual que el porqué le tiene miedo. 


Sarah Ellen Gargett nació el 6 de marzo de 1872, en Blackburn, una ciudad del condado de Lancashire, al noroeste de Manchester, en Inglaterra, siendo criada en el seno de una familia pudiente, tenía dos hermanas; Andrea y Erica. La ciudad era pequeña pero muy importante para el condado por su negocio textil con la lana. Allí se inventó la máquina de hilar en el año 1764 que impulsó enormemente la revolución industrial en Inglaterra y en el mundo, por el inventor y carpintero James Hargreaves (1720- 1778).

Desde temprana edad, Sarah mostró su gusto por lo diferente, por lo oscuro y lo oculto. En su adolescencia, fue conocida por su obsesión por las prácticas de brujería y magia negra e inclusive relacionada con la adoración a Satanás, pero eso no le impidió que contrajera nupcias en el año 1895 con el ciudadano John Pryce Roberts nacido en 1869, un hábil tejedor. John tenía un hermano mayor llamado Thomas, el cual se encontraba en Perú trabajando como gerente en una empresa tejedora de algodón, así que solía ir y venir con frecuencia al país latinoamericano para visitar a su hermano y hacer negocios textiles. Sarah visitó Perú por primera vez en 1898 y quedó encantada con el lugar, por lo que acompañaba a su esposo en algunos de sus viajes. A los pocos años, tuvieron dos hijos.

Juntos vivían en 25 Isherwood-Street, Blackburn, Inglaterra, y ella pronto comenzó a ejercer la labor junto a su esposo en donde su negocio textil empezó a prosperar pero, la sociedad conservadora inglesa la acusó de hechicería. Se decía en las calles de la ciudad que ella se dedicaba al ocultismo y la brujería. Sarah era bella mujer pelirroja de ojos verdes, era elegante, femenina, reservada y poco comunicativa, tenía conocimientos sobre las cualidades curativas de hierbas y raíces.

El destino de las brujas era la horca o la hoguera, ambos castigos con el mismo resultado; la muerte. En el caso de Sarah, decían que era una bruja por sus conocimientos sobre la fitoterapia y las terapias naturales o medicinas alternativas con las plantas. También se decía que era vampira, pero este rumor se corrió luego de que se descubrió que tomaba sangre de ganado vacuno para tratar su enfermedad, ya que padecía de tuberculosis y bebía un poco sangre todos los días. A Sarah la comparaban con el personaje de Drácula, el personaje literario bebedor de sangre del novelista y escritor irlandés Bram Stoker, libro que se encontraba de moda para aquel entonces. La Revolución Industrial creaba desocupación y hambruna, tiempos terribles en donde, culpar a una persona de las desgracias era algo natural, para así calmar a un ser divino para que se terminen las desgracias y los malestares. 

Las acusaciones hacia Sarah se volvieron muy polémicas, al grado que tomaron un rumbo casi violento, por lo que John saco a su esposa, junto con sus hijos de Inglaterra y se dirigieron rumbo a la mencionada ciudad de Pisco, al sur de Lima, en Perú. Allí se establecieron, lejos del escandalo y de la infame historia pasada que la relacionaba con la brujería. Comenzaron a formar una nueva vida y un nuevo comienzo pero la salud de Sarah se deterioraba. El 3 de junio de 1913, un tercer hijo le nació a la pareja pero seis días después la muerte se llevó a Sarah, era el 9 de junio de 1913. Ella había fallecido de un paro cardio respiratorio.

John, con mucho dolor, enterró a su esposa en un féretro en el cementerio de la localidad de Pisco. En la tumba de Sarah Hellen quedó inscrito el testimonio del amor que le tenía su esposo al leerse simplemente "Beloved Wife/ Amada Esposa". Y lo que se escribe en una lápida, es algo sagrado. Luego del duelo, John regresó en compañía de sus hijos a Blackburn, Inglaterra. Poco después se supo que las hermanas de Sarah; Andrea y Erica también fueron acusadas de brujería, con un cargo adicional de asesinato, por lo que fueron castigadas con la horca hasta la muerte.

Muchas historias oscuras se contaron sobre Sarah Hellen, no solo después de su muerte sino también mientras se encontraba viva en Blackburn. Muchos de sus relatos tienen tantos detalles que se han ido agregando con el tiempo que hacen que su leyenda sea inquietante y aterradora. Aspectos tan alocados y descabellados que ya forman parte de la cultura e historia en Perú e Inglaterra.

La leyenda oscura de Sarah Ellen cuenta que era una mujer devota, adoradora del Diablo que realizaba prácticas de brujería y magia negra que involucraba a niños pequeños. Se dice que antes de casarse con John Pryce Roberts, realizó un viaje a Transilvania, en donde el mismísimo Vlad Tepes El Empalador, conocido como Drácula, se le apareció ante ella y le reveló que era una de sus descendientes. Su cuerpo recién salido de la tumba la tomó como su amante durante una noche de luna llena y, cuando regresó a Inglaterra, ella no era la misma. A su regreso contrajo nupcias con John, con el que tuvo un matrimonio monótono y aburrido, y dos hijos.

Se decía que, en una de esas noches de pasión, Drácula la mordió y la convirtió en una mujer vampiro. Él solía visitarla por las noches para poseerla y salía de su recamara convertido en una colonia de murciélagos durante las madrugadas. Antes del amanecer, él regresaba a su ataúd y ella regresaba a su cama, al lado de su esposo. Según la leyenda, personas comenzaron a aparecer muertas en la calle, especialmente hombres. Las autoridades inglesas comenzaron las averiguaciones y pronto, entre las sospechas y las acusaciones de la sociedad conservadora inglesa, tomaron cartas en el asunto pero al no haber pruebas suficientes contra ella, no la enjuiciaron, muchos decían que le temían. Así pues, el 9 de junio del año 1893, una turba de vecinos se aglomeró alrededor de su casa y sacaron a Sarah a rastras hasta la plaza central, allí la condenaron a muerte como si se tratara de una mujer vampiro. 

Metieron a la mujer dentro de un ataúd y antes de cerrar el cajón le clavaron una estaca en el corazón. Pero antes de morir, desde dentro de su féretro, Sarah Hellen maldijo a todos los presentes, jurando que dentro de cien años regresaría de la muerte para vengarse cruelmente. Ante el aterrador aviso, prohibieron que el cuerpo de la Bruja Vampiro fuera sepultada en Inglaterra, por lo que, luego de pocos días, el cuerpo fue desterrado del país. Los miembros de su propia familia en otros países no querían conservar cerca los restos del cuerpo de Sarah por su polémica historia y por miedo a las amenazas que ella pronunció antes de exhalar el último hilo de vida. Su esposo John Pryce Roberts se quedó con el ataúd tres días más para ver que haría con él y, después de pensarlo mucho, decidió que lo llevaría hasta un lugar desconocido donde nadie conociera la historia de su mujer.

El cuerpo inerte de Sarah fue transportado en barco a las costas de Perú, y su féretro fue depositado en el cementerio de la localidad de Pisco. Una vez que John Pryce Roberts se encargó del entierro y demás gastos, regresó a Blackburn, Inglaterra. En un salto en el tiempo, transcurrido los cien años, en el año 1993, se extendió a una excepcional velocidad el rumor sobre la resurrección de Sarah Hellen, y todos los ciudadanos creyeron con certeza que la Bruja Vampira saldría de entre los muertos para vengar su asesinato. Así que los creyentes llegaron al cementerio de Pisco armados de crucifijos, estacas y agua bendita para luchar contra la mujer vampira y rematarla, vigilaron su tumba e incluso pusieron puestos de vigilancia en el interior de la necrópolis. La televisión transmitió en vivo el acontecimiento esperando la resurrección de Sarah Hellen, donde vinieron pobladores de otras provincias que se aglomeraron en la plaza. Allí, chamanes y brujas realizaron rituales para evitar que la mujer vampiro pudiese salir de su tumba, y en el caso de que ésta llegara a salir, no tuviera poder suficiente para maldecirlos con su mal. Esa noche nada pasó.

Posteriormente se examinó la tumba y observaron que estaba intacta. Como no se había realizado la resurrección, se lo atribuyeron a los ritos chamánicos que al parecer "habían surtido su efecto" y que realmente sirvieron como escudo protector. Desde ese día, Sarah Hellen se tornó famosa en todo el país. Julio Andrade, un músico peruano, le compuso una canción llamada "Sarah Ellen" en su disco "Algo más de mí...", donde en el vídeo musical se observa una mujer sensual vestida de negro saliendo del cementerio. Algunos beatos la llaman "Santa Sarah Hellen" pero la iglesia no la reconoce como tal, aunque si reconocen que tiene varios devotos que aseguran con fe un sin fin de curaciones y milagros, atribuyéndosele también poderes para unir parejas, por lo que suelen llevarle flores a su tumba. 

El terror regresó el 15 de agosto de 2007, luego del terremoto de Pisco de 9º grados que destruyó toda la ciudad. Su epicentro se localizó en las costas del centro del Perú a cuarenta kilómetros al oeste de Pisco y a ciento cincuenta kilómetros al suroeste de Lima, y su hipocentro se ubicó a treinta y ocho kilómetros de profundidad. El gran sismo dejó quinientos noventa y siete muertos, siete mil doscientos ochenta y nueve  heridos y cuarenta y un mil damnificados. Los escombros del cementerio de Pisco fueron muchos, entre ellos el ataúd de Sarah Hellen quedó al descubierto. En ese momento, la leyenda fue noticia nuevamente y la angustia de la gente se hizo sentir. Los pobladores se solo se calmaron cuando fue colocada en un nuevo pabellón del reconstruido cementerio.

Nadie se hubiera imaginado que, más de siglo de su fallecimiento, pudiera ser tan famosa lejos de su ciudad natal. Cual es tu opinión ¿Era una bruja? ¿Una vampira? ¿Se trata de una santa?

"El crudo animal humano es incurablemente supersticioso. Quítales a su dios cristiano y a sus santos, y adorarán otra cosa."

Howard Phillips Lovecraft 

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