¡Feliz y bendecido año nuevo para todos Querid@s Lector@s! Ya que estamos empezando un nuevo año, es interesante el hecho conocer que año es en realidad. Me explico, estamos en el año 2018 pero... ¿Qué año es? Eso dependerá del tipo de calendario que utilices.
El Calendario Gregoriano es el que se usa de manera oficial en casi todo el mundo. Se denominó así por su promotor, el Papa Gregorio XIII (cuyo nombre era Ugo Buoncompagni, fue el Papa nº 226 de la Iglesia católica de 1572 a 1585). Éste calendario vino a sustituir en el año 1582 al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instaurara en el año 46 a. C. Se le considera el actual calendario mundial, por los estudios de científicos de la Universidad de Salamanca que fueron remitidos a la Iglesia en el año 1578. Los primeros países en adoptar el calendario actual fueron España, Italia y Portugal en 1582. Sin embargo, Gran Bretaña y sus colonias americanas no lo hicieron hasta el año 1752.
Inicialmente, los romanos calcularon el tiempo de manera diferente. Uno de esos cómputos consistió en empezar a contar a partir del año de la fundación de Roma, el llamado Ab Urbe Condita, abreviado a.u.c. Otra de las modalidades que emplaron fue la del sistema consular y las llamadas eras provinciales, como la Era de Diocleciano, la Era Cesárea de Antioquía o la Era hispánica que empezaba el 38 antes de Cristo. Pero en la Era Cristina, con el Papa Bonifacio IV (el Papa n° 67 de la Iglesia Católica desde el año 608 hasta 615) el origen de la escala del calendario pasó a ser el del nacimiento de Cristo. Entre los años 526 y 530, un monje y matemático rumano de nombre Dionisio El Exiguo, basándose en la Biblia y otras fuentes históricas, había fechado el nacimiento de Cristo el día 25 de diciembre del año 753 a.u.c. Dicho año pasó a ser el año 1 A. D., Anno Domini, año 1 del Señor, pero los años anteriores a este seguían siendo años a.u.c. Finalmente en el siglo XVII se nombran los años anteriores al 1 A. D. como años antes de Cristo, a. C., y los posteriores son años después de Cristo, d. C.
Cuando empieza la cuenta de la era cristiana, no existía el concepto matemático de cero y los años se contaban ordinalmente (esto es: primer año, segundo, etc.). El origen del calendario gregoriano, es pues el 1 de enero del primer año (año 1 d.C.), que da comienzo a la primera década, el primer siglo (s. I) y el primer milenio. El año anterior fue el primero antes de Cristo (año 1 a.C.). Establecido así el origen del calendario, el primer milenio (primeros 1000 años) transcurrió entre el 1 de enero del año 1 hasta el 31 de diciembre del año 1000. De la misma forma, el primer siglo transcurrió entre el 1 de enero del año 1 hasta el 31 de diciembre del año 100. El Calendario Gregoriano, al saltarse tres días bisiestos cada 400 años, mejora la aproximación hecha por el calendario juliano, dando un año promedio de 365,2425 días solares medios.
El Calendario Gregoriano se distingue en tres años: el Año Común, que tiene 365 días; el Año Bisiesto que tiene 366 días; y el Año Secular, que termina en "00". Los meses tiene un periodo de 30 ó 31 días, salvo para febrero que tiene 28 días en un año común, y 29 días en un año bisiesto. Hay una técnica para saber los días de los meses y se conoce como "regla nemotécnica" y consiste en cerrar los dos puños y juntarlos con los nudillos hacia arriba. Los nudillos sobresalientes representarán a los meses de 31 días, y los huecos entre nudillos los meses de menos de 31 días. El primer nudillo (el del dedo meñique) representa a enero (y por ser sobresaliente equivale a 31 días). El hueco próximo (entre los nudillos del meñique y del dedo anular) representa a febrero (y por ser hueco tiene menos de 31 días, en este caso 29 o 28 días). El segundo nudillo (del dedo anular) representa a marzo (y por ser sobresaliente equivale a 31 días) y así sucesivamente hasta llegar a julio, representado por el nudillo del dedo índice (que por ser sobresaliente equivale a 31 días). Luego se pasa a la otra mano y se cuenta desde el nudillo del dedo índice, que al igual que el anterior representará a agosto (y por ser sobresaliente equivaldrá a 31 días). Se continúa la cuenta hasta llegar a diciembre, representado por el nudillo del dedo anular (que por ser sobresaliente dice que diciembre tiene 31 días).
El Calendario Islámico o Musulman es un almanaque basado en ciclos lunares que duran 30 años. Los 30 años del ciclo se dividen en 19 años de 354 días y 11 años de 355 días. Los años de 354 días se llaman años simples y se dividen en seis meses de 30 días y otros seis meses de 29 días. Los años de 355 días se llaman intercalares y se dividen en siete meses de 30 días y otros cinco de 29 días. Años y meses van alternándose. Es decir, cada 33 años musulmanes equivalen a 32 años gregorianos. Éste calendario comienza en el año 622 de la era cristiana, año en que Mahoma, profeta del Islam, tuvo que huir de la ciudad de La Meca hacia Medina (Hégira), por la persecución de sus adversarios. En el calendario gregoriano correspondería al 16 de julio de 622. Es decir que, para este calendario, el año presente es 1439, en vez de ser 2018.
Por su parte, El Calendario Chino es de tipo lunisolar, es decir, que se basa tanto en el ciclo de la Tierra alrededor del Sol (año), como en el de la Luna al rodear a la Tierra (mes), los meses son lunares y el primer día es el de la luna nueva y el día 15, el de luna llena; como en un año solar hay doce meses lunares y además una decena de días, se intercalan siete meses añadidos a lo largo de diecinueve años, para acordarlo con el calendario solar. Algunos atribuyen el origen del calendario chino tradicional a la civilización Xia, que ocupaba la región durante el siglo XXII a. C., mientras que otros lo atribuyen directamente al mítico Huangdi, unificador y primer emperador de la China, que vivió en el siglo III a. C. El año chino ordinario consta de 12 meses lunares, cuya duración oscila entre 353 y 355 días. Cada tres años se intercala un año con un mes más, resultando un año entre 383 y 385 días; el pasado año fue de trece meses, llamándose Año Embolismal. En el calendario, los días comienzan a medianoche y terminan a la medianoche siguiente, pero las personas tienden a considerar que el día comienza al amanecer. Alrededor del año 2637 a. C. se introdujo el calendario de cinco ciclos de doce años, y están regidos por diferentes animales, como Liebre, Dragón, Serpiente, Caballo, Oveja, Mono, Gallo, Perro, Cerdo, Rata, Toro y Tigre
Cabe dejar claro que La República de China (1912-1949) adoptó oficialmente el calendario gregoriano en 1912,1 pero por conservarse ciertas costumbres populares y por la ocupación del norte de la China por los señores de la guerra, hasta el 1 de enero de 1929 no se aplicó en todo el país. También se adoptó como hora oficial la de los primeros puertos abiertos a los occidentales, en la costa este (120° de longitud Este), y no la de Pekín. Por lo tanto, para este calendario, el año presente es "El Año del Perro", es decir, el año 4715, en vez de ser 2018.
El Calendario Hebreo es también un almanaque lunisolar y se basa en una es decir, que se basa tanto en el ciclo de la Tierra alrededor del Sol (año), como en el de la Luna al rodear a la Tierra (mes) y se basa en un complejo algoritmo, que permite predecir las fechas aproximadas de la luna nueva, así como las distintas estaciones del año, basándose en cálculos matemáticos y astronómicos, prescindiendo desde aquel momento de las observaciones empíricas de que se valieron hasta entonces. Dicho calendario comienza con la Génesis del mundo, con la creación de Adám, el primer hombre, que aconteció, según la tradición judía, el domingo 7 de octubre del año 3760 a. E. C.; fecha equivalente al 1° del mes de Tishrei del año 1. Para este calendario, el año presente es 5778, en vez de ser 2018.
El Calendario Holoceno fue propuesta como reforma del Calendario Gregoriano por el geólogo italiano Cesare Emiliani, y en ella propone que el comienzo de la "Era Humana" fue en el año 10000 a. C., un número redondo que facilitará los cálculos,1 y que coincide aproximadamente con el comienzo de la época geológica Holoceno. Este novedoso sistema intenta eliminar la cuenta invertida de años que existe en el calendario gregoriano antes de nuestra era, desligar el calendario del nacimiento de Jesús de Nazaret y suprimir los problemas de cálculo derivados de no existir el año 0 en el calendario gregoriano. Por consiguiente, en el presente año, se debe de agregar diez mil años para obtener la fecha correspondiente a dicho calendario. Así que quedaría 12018 de la Era Holocena, en vez de 2018.
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