¿Quién no conoce a Cantinflas? Ese peculiar y ocurrente personaje del talentoso y recordado Mario Moreno, actor, productor, guionista y comediante mexicano que dio a conocerse internacionalmente como figura, convirtiéndose en todo un ícono cuyo legado se mantiene hasta nuestros días. El humor de Cantinflas tan cargado de aspectos lingüísticos del habla mexicana, tanto en la entonación, como en el léxico o la sintaxis, fue tan celebrado por todos los países hispanohablantes en Latinoamérica y España, que surgió toda una gama léxica de nuevas palabras: ser un cantinflas, cantinflear, cantinflada, cantinflesco o cantinflero, palabras que fueron incluidas por la Real Academia Española en su diccionario en 1992. Como pionero del cine mexicano, Mario Moreno contribuyó a su florecimiento durante la época de oro del cine mexicano. En su vida también fungió como empresario y se involucró en la política de México. Aunque fue conservador, su reputación como portavoz de los desprotegidos le proporcionó autenticidad y se convirtió en una figura importante en la lucha contra el charrismo sindical, que es la práctica del gobierno de un solo partido, para manejar y controlar a los sindicatos.
Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes nació el 12 de agosto de 1911 en la Ciudad de México y se crio en Santa María la Redonda, cerca del barrio mexicano de Tepito, y fue el fue el sexto de catorce hijos del matrimonio formado por el cartero Pedro Moreno Esquivel y María de la Soledad Reyes Guízar. Se dedicó a diversos trabajos, fue ayudante de zapatero, para después ascender a limpiabotas, cartero, taxista, empleado de billar, boxeador y hasta torero. A principios de 1928 se alistó en el ejército mexicano como soldado de infantería con estudios de mecanógrafo, pero el 23 de mayo de ese año su padre envió una carta al ejército en la que solicitaba la baja de su hijo. El motivo no era otro que la edad de Mario: tenía 16 años y había mentido, fingiendo que tenía 21. Se casó con la moscovita Valentina Ivanova el 27 de octubre de 1934. Tenía 23 años y permanecieron juntos hasta la muerte de ella, en el año 1966. Debido a la imposibilidad de la pareja de tener hijos, en 1962 adoptaron a un niño de un año, a quien llamaron Mario Arturo Moreno Ivanova (1960-2017). La madre biológica del niño, Marion Roberts, con problemas de salud, se suicidó poco tiempo después, y hubo rumores sin confirmar que continúan hoy día, de que el niño era en realidad hijo biológico del actor.
La personalidad de Mario cómica lo llevó a las carpas de los circos, como la Ofelia, Sotelo de Azcapotzalco y finalmente la carpa Valentina, de ahí pasó al teatro y al cine. Al principio trató de imitar al cantante y actor ruso Al Jolson, pintándose la cara de negro, pero después formó su propio personaje inspirándose en los habitantes de los barrios pobres, con pantalones holgados, una soga como cinto y un bigote muy particular. En las carpas bailaba, realizaba acrobacias y otros varios oficios. En los escenarios populares compartió créditos con el socio artístico de sus primeros años, Manuel Medel Ruiz, con el que además filmó tres películas entre los años 1937 y 1939. Bajo los escenarios, Mario era un hombre culto y reservado, que aplicaba el perfeccionismo en sus trabajos.
Para finales de la década de 1930, Cantinflas conoció a Santiago Reachi Fayad, empresario y dueño de POSA (siglas de: Publicidad Organizada S.A.), Reachi fue uno de los pioneros de la publicidad en México, al ver la actuación de Cantinflas, lo contrata como empleado de la compañía POSA, para publicitar bebidas, pilas eléctricas, automóviles. Reachi crea POSA Films, S.A. para que Cantinflas pudiera filmar películas con un mejor presupuesto de lo que había hecho a la fecha, el éxito de las películas iniciales fue arrasador y fue en el año 1943, que el representante comercial Jacques Gelman compró acciones en la compañía productora cinematográfica. Allí, Reachi, producía, dirigía y distribuía, mientras Cantinflas actuaba. Esta sociedad Reachi-Moreno-Gelmans fue muy conflictiva porque Reachi insistía en conservar las improvisaciones y el carácter del pueblo de Cantinflas, mientras que Gelmans quería doblar la voz de Cantinflas a varios idiomas y evitar improvisaciones, Reachi abandona la sociedad por su inconformidad sobre el doblaje de la voz a diferentes idiomas y por el cambio en la esencia del personaje.
Como Charlie Chaplin, Cantinflas era un satírico social. Hacía el papel de un hombre corriente con esperanzas de tener éxito. Con admiración mutua, Cantiflas fue influido por las primeras películas de Chaplin así como por su ideología. Entre las cosas que lo hicieron querido por el público estaba el uso cómico del lenguaje en sus películas; sus personajes (los cuales casi todos era una variación del mismo personaje, pero en diferentes papeles y situaciones) entablaban una conversación normal para después complicarla al punto de que nadie entendía lo que estaba diciendo. El personaje de Cantinflas era particularmente adepto a ofuscar la conversación cuando le debía dinero a alguien, al cortejar señoritas o al tratar de salir de problemas con las autoridades, arreglándoselas para humillarlas sin que se dieran cuenta.
En la década de 1970, apareció una serie de dibujos animados llamado El Show de Cantinflas protagonizada por una caricatura animada. El show estaba dirigido a los niños y tenía un propósito educativo. El personaje animado era llamado Amigo y se concentraba en una variedad de temas para educar a los niños que iban desde el origen del fútbol hasta el origen de la Línea internacional de cambio de fecha.
A pesar de haber realizado dos películas norteamericanas, Cantinflas nunca logró en Estados Unidos el mismo éxito que cosechó en México, pero recibió dos nominaciones al premio Globo de Oro en la categoría de mejor actor y el reconocimiento a los logros de su vida por parte de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas. Cabe señalar que hay un premio llamado Mario Moreno Cantinflas y es entregado anualmente a los actores que representan a la comunidad hispana con el mismo humor y distinción que el legendario Cantinflas y que, como Cantinflas, usan su poder para ayudar a los más necesitados. Moreno fue presidente de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) y fue el primer secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC). Tras retirarse, Mario Moreno dedicó su vida a ayudar a los demás a través de la caridad y de organizaciones de beneficencia, sobre todo las de ayuda a la infancia.
Mario Moreno murió tras haber sufrido un infarto al corazón debido a un cáncer de pulmón el 20 de abril de 1993. Miles de admiradores se reunieron en un día lluvioso para su funeral, un evento nacional que duró tres días. Sus cenizas yacen en la cripta familiar de la familia Moreno Reyes, en el Panteón Español de la Ciudad de México. Fue homenajeado por muchos jefes de Estado y por el Congreso de los Estados Unidos, que mantuvo un minuto de silencio por él. Después de su muerte, comenzó una batalla legal entre su hijo adoptado, Mario Moreno Ivanova, y el sobrino del actor, Eduardo Moreno, sobre el control de treinta y cuatro películas hechas por Cantinflas. El sobrino sostenía que su tío le había dado permiso escrito para tomar los derechos de las películas cuando estaba en su lecho de muerte. Moreno Ivanova argumenta ser el heredero directo de Cantinflas y por lo tanto los derechos le pertenecen. Eduardo Moreno ganó la demanda en dos ocasiones, pero finalmente triunfó Moreno Ivanova, luego de dos apelaciones. Al mismo tiempo, otra demanda surgió entre Columbia Pictures y Mario Moreno Ivanova sobre el control de esas películas. Columbia dijo que compró los derechos de las películas hacía cuatro décadas, en una corte que notó varios errores en los documentos. Moreno Ivanova quería que los derechos quedaran en su poder y, más generalmente, en el poder de México, como tesoro nacional. El 2 de junio de 2001, luego de ocho años de lucha, finalmente Columbia se quedó con los derechos de las 34 películas disputadas.
Esta es la historia y legado de Cantinflas, todo un personaje e ícono mexicano, reconocido y querido, afamado y recordado pero... ¿Y la sirena del título qué? ¿A qué sirena se refiere el título de esta publicación? Bueno... Se dice que Mario Moreno tenía una gran obsesión, y eran las sirenas. Tenía el deseo de poder encontrarse algún día con alguno de estos seres mitológicos y casarse.
La leyenda dice que, en una ocasión, Cantinflas conoció a un enigmático individuo llamado Carlos Lorenzo Hernández en un bar de la Ciudad de México. En su encuentro, a Mario Moreno le pareció el sujeto bastante particuliar y comenzaron a entablar una conversación que trascendió más de lo esperado. Entre la conversa surgieron unos tragos y ambos confersaron secretos de sí mismos, en el caso del actor, confesó su gran anhelo de ver a una sirena. En lugar de descartar este deseo como una simple fantasía, Hernández cuestionó a Cantinflas sobre sus verdaderos anhelos y lo que estaría dispuesto a hacer para cumplirlos. La charla tomó un giro inesperado cuando Hernández le entregó a Cantinflas una piedra similar a un cuarzo, instruyéndolo a comprar una casa en Acapulco y esperar su regreso.
Así pues mandó a construir una casa en Acapulco justo en la privada Bahía en la zona de Las Playas con vista y salida directa al mar. Luego de ello, Cantinflas recibió nuevas instrucciones: debía colocar una estatua suya mirando al mar y decorar su hogar con imágenes de criaturas marinas junto a la piedra, que debía ser colocada en los cimientos del lugar, como una representación de darle la espalda a su hogar y mirar al mar para invitar a la mítica critura a a venir.
Según cuenta la leyenda, una una noche, a las 2:00 am, Hernández reapareció, guiando a Cantinflas hacia el mar. Para asombro del actor, no solo vio a una sirena, sino a varias de ellas. Desde ese momento, se dice que Cantinflas organizaba grandiosas fiestas en su mansión, con las sirenas como invitadas estelares hasta que, en una de esas grandes celebraciones, pudo casarse con una de ellas. Cabe señalar que su invitada de honor fue su querida esposa Valentina Ivanova, como pedido especial de Mario Moreno para cumplir con su gran sueño y deseo. Ella lo complació. Algunos relatos incluso sugieren que, hasta el día de hoy, es posible presenciar la aparición de estas criaturas en la residencia del actor, siempre a eso de las 2:00 de la mañana, cuando un grupo de esas entidades mitológicas lideradas por la esposa sirena visitan el lugar con nostalgia.
Aunque esta historia mezcla elementos de la realidad con la fantasía, refleja la rica tradición de leyendas y mitos que rodean a las figuras icónicas del cine y que sólo enriquecen a la mundialmente conocida cultura mexicana.
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