viernes, 29 de marzo de 2019

El tesoro de Masquerade y Las 12 llaves de Byron Preiss

Byron C. Preiss nació en Brooklyn, Nueva York, el 11 de abril de 1953. Tenía la ocupación de editor y autor de novelas de fantasía, graduándose de magna cum laude de la Universidad de Pennsylvania, Stanford, en 1972. También obtuvo una maestría en comunicaciones de la Universidad de Stanford. En en año 1971, mientras Preiss enseñaba en una escuela primaria de Filadelfia, junto al dibujante Jim Steranko, concibió y produjo un cómic antidrogas llamado  "The Block", diseñado para habilidades de lectura de bajo nivel. Publicado por la compañía de Steranko, Supergraphics, distribuyéndose a escuelas de todo el país. 


En 1974, fundó Byron Preiss Visual Publications con la finalidad de publicar trabajos originales, en los que incluyó Weird Heroes, un año después. Su serie de novelas ilustradas Fiction Illustrated de 1976 comenzó con Schlomo Raven: Public Detective, una colaboración de Preiss con el artista Tom Sutton, seguida de Starfawn, ilustrada por Stephen Fabian, Chandler: Red Tide de Steranko y el Hijo de Sherlock Holmes de 1977, ilustrada por Ralph Reese. Otras publicaciones incluyeron una adaptación en 1978 de The Stars My Destination de Alfred Bester como una novela gráfica de dos volúmenes, ilustrada por Howard Chaykin.


En su carrera editorial, publicó libros infantiles de celebridades, incluidos Billy Crystal, Jane Goodall, Jay Leno, LeAnn Rimes y Jerry Seinfeld, y trabajó en estrecha colaboración con ilustradores establecidos como Ralph Reese, William Stout y Tom Sutton. En 1979, fue coautor, junto con Michael Reaves, de la novela infantil Dragonworld, con 80 ilustraciones de Joseph Zucker. Dragonworld fue originalmente planeado para ser el quinto título Fiction Illustrated.


En 1982, Preiss publicó un libro de rompecabezas que combinaba 12 versos cortos y 12 elaboradas pinturas de fantasía de John Jude Palencar, llamado "The Secret". Se esperaba que los lectores emparejaran cada pintura con un verso de una manera que proporcionara pistas para encontrar uno de los 12 cofres hechos de cerámica enterrados en varios parques alrededor de Estados Unidos y Canadá. Cada cofre contiene una llave, y cada una abre un compartimiento de una caja fuerte que resguarda una gema cuyo valor es de 1.000 $. Quien encuentre la llave es poseedor de la joya. 


El libro se inspiró en "Masquerade", libro de fotos escrito e ilustrado por Kit Williams y publicado en Inglaterra en agosto de 1979. Dicho libro fue de gran éxito ya que permitió encontrar un tesoro de verdad.


El libro "Masquerade" fue hecho como algo que nadie había realizado antes y sugería pistas para ubicar una liebre de oro y joyas de 18 quilates en forma de un gran colgante de filigrana en una cadena segmentada, creada y escondida en un punto en alguna parte de Gran Bretaña, siendo el pionero para futuras novelas de cacerías de tesoros. El texto presenta quince pinturas detalladas que ilustran la historia de una liebre llamada Jack Hare, que busca llevar un tesoro de la Luna (representado como una mujer) a su objeto de amor, el Sol (un hombre). Al llegar al Sol, Jack descubre que ha perdido el tesoro y el lector debe descubrir su ubicación.


El 7 de agosto de 1979, Williams y el famoso testigo Bamber Gascoigne enterraron en secreto la liebre de oro dentro de un ataúd cerámico con forma de liebre para proteger el premio del suelo, así como además evitar que lo localizaran con un detector de metales, en Ampthill Park, Bedfordshire, Inglaterra. En el ataúd estaba inscrito con la leyenda "Soy el guardián de la joya de Masquerade, que está esperando a salvo dentro de mí para ti o para la eternidad". La pista era que la liebre estaba enterrada en una propiedad pública a la que se podía acceder fácilmente, siendo la clave la Cruz de Catalina de Aragón en Ampthill, cerca de Bedford, proyectando una sombra como el puntero de un reloj de sol. 


Esto podía saberse si el lector recopilaba las letras que miraban las criaturas en cada dibujo, trazando una línea recta desde el ojo hacia la letra, al unirlas construías el siguiente mensaje: "Catherine’s longfinger over shadows Earth buried yellow amulet midday points the hour in Light of equinox look you" (El dedo largo de Catherine sobre las sombras tierra amuleto amarillo enterrado a medio día señala la hora a la luz del equinoccio mira). Este mensaje oculto era un acróstico vertical: si se tomaban las iniciales de cada palabra y se ordenaban en una lista, se obtenía otro mensaje: "Close by Ampthill" (cerca de Ampthill). Es decir, que bastaba con ir a ese parque, pasar junto a un reloj parecido al libro, y localizar la cruz iluminada por los rayos del sol en el solsticio de verano.


En  marzo de 1982, Kit Williams recibió un boceto enviado por correo que reconoció como la primera solución correcta. Williams llamó inmediatamente al remitente, Ken Thomas y le indicó que cavara en busca de la liebre. Se dio cuenta de que Thompson no había resuelto el enigma de la manera intencionada, pero en ese momento parecía haber cometido un error en una conjetura afortunada. Poco después de que Thompson obtuviera formalmente el premio, Williams recibió una solución correcta enviada por dos profesores de física, Mike Barker, de la escuela primaria William Hulme y John Rousseau, de la escuela Rossall. Barker y Rousseau aparentemente habían desenterrado el premio al excavar en Ampthill, pero no lo habían notado dentro de su caja de arcilla; Thompson lo descubrió en las pilas de tierra que dejaron atrás. 


La historia del tesoro luego perdió encanto cuando se supo que Ken Thomas en realidad se llamaba Dugald Thompson y era socio comercial de un hombre que vivía con su exnovia de Kit Williams, algo que este último desconocía. Dugald había descubierto la liebre no resolviendo el enigma y creando un mapa, sino gracias a los recuerdos que ella tenía de un picnic en el parque.


Ahora bien, en el caso del libro de Preiss, llamado "The Secret", la tarea no era sencilla ya que se debía de prestar mucha atención a todos los detalles de los doce cuadros que contiene el libro y unirlos después con uno de los doce versos. 


Desde que Preiss publicó su historia, sólo se han hallado dos cofres. El primero fue el resultado de la investigación de tres adolescentes que, en 1983,  lo descubrieron en Grant Park, en Chicago. El segundo en el año 2004, cuando una pareja de abogados desenterró el pequeño cofre en el Greek Cultural Garden de Cleveland. El escritor, como había prometido, les entregó las gemas.


Pero el 9 de julio de 2005 el juego pareció terminar, cuando Preiss falleció en un accidente de tráfico en East Hampton, Nueva York, en Long Island, mientras conducía a su sinagoga. Tenía 52 años. Solo él conocía la ubicación exacta de todos los tesoros, pero su viuda, Sandi Mendelson, aún tiene la caja fuerte con las joyas dentro y de descubrirse alguna, la persona puede contactarla para realizar el intercambio por la gema, que en la actualidad están valoradas en 747 euros aproximadamente.


Muchos tiene indicios de dónde podrían estar los diez cofres restantes; Nueva York, Florida, Houston, Milwaukee o Charleston son algunas de las ciudades que albergan tesoros, aunque desenterrarlos no resulta sencillo. En Milwaukee, por ejemplo, el cofre está escondido cerca del ayuntamiento, pero las políticas para excavar en suelo público se han vuelto, con los años, más restrictivas. En Houston, el cofre está casi desaparecido ya que cavaron en el lugar donde estaba enterrado para hacer un nuevo zoológico. Algunos se han perdido, debido a la construcción de proyectos y al paso de huracanes, pero otros todavía esperan a ser desenterrados. 


Han pasado 39 años desde que Preiss publicó su libro. Solo dos de los 12 tesoros han sido encontrados, y los otros 10 esperan que alguien descifre los acertijos y comiencen a cavar. Para los cazadores de tesoros, más que el valor de la gema, la propia aventura ya vale su peso en oro. Que la búsqueda prosiga.

lunes, 25 de marzo de 2019

El hada Melusina y Starbucks

Starbucks es bien conocido en todo el mundo. Se trata de una cadena internacional de café fundada en el estado de Washington, Estados Unidos, en el año 1971. Tiene más de 24.000 locales en 76 países y vende café elaborado, bebidas calientes y refrescos, además de bocadillos y algunos otros productos tales como tazas, termos y café en grano. Ofreciendo también libros, CD de música y películas.


La compañía toma su nombre siguiendo dos elementos, el primero por Starbuck, el primer oficial de Ahab, capitán del barco ballenero Pequod, de la novela Moby-Dick, de Herman Meville de 1851, que es mencionado en el capítulo 26. El segundo son las minas de Starbo en Mount Rainier. El logo fue creado por Sophia Castle y es la imagen de una sirena con sus pechos cubiertos por su cabello, de doble cola enmarcada en un círculo verde, rodeada del nombre de la marca. El logo más conocido es el que corresponde a la segunda versión, usada de 1987 a 1992.


"Es una metáfora del atractivo de la cafeína, las sirenas que atraían a los marineros hacia las rocas."

Este personaje se trata de Melusina, un hada de la literatura francesa medieval, de la obra de Jean D´Arras, Mélusine de 1392. El fin perseguido era emparentar a los duques de Lusignan con un gran antepasado, en este caso un hada. Entre 1401 y 1405, el librero conocido únicamente por Couldrette publicó La Noble Historia de Lusignan o La Historia de Melusina en prosa, ampliando la obra de D'Arras, ambientandola en la corte del Rey Arturo. Thiiring von Ringoltingen continuó con la historia en su novela "Die scheme Melusine", aparecida en 1456.


Melusina era la hija mayor del Rey Blanco Elinás, soberano de Albión, ubicado en Escocia. Este rey se casó en segundas nupcias con el hada Pressina y con ella tuvo tres hijas también hadas: la mencionada Melusina, Melior y Palestina. Pressina le impuso a su marido un pacto en virtud del cual él nunca podría verla cuando pariese o criase a sus hijas. Algo que incumplió Elinás, a instancias de su hijo nacido en su anterior matrimonio. El soberano visitó a su esposa cuando ésta bañaba a las pequeñas hadas. Como consecuencia Pressina y sus hijas desaparecieron para siempre de su vida y fueron a la isla de Avalón.


Las tres eran muy blancas, muy bellas y dotadas de gracia y riquezas y cuando crecieron, después de decidirlo, usaron sus poderes para encerrar a su padre en la montaña mágica de Northumberland, la última morada del Rey Arturo. Pressina al saberlo, las acusó de ser una malas hadas, no mostrando compasión alguna. En el caso de Melusina, le lanzó un sortilegio, condenándola a ser un hada hasta el día del juicio, a menos que un hombre se casara con ella y nunca la viera los días sábados. Para dificultar la búsqueda de marido, Persina pusó una segunda condena al decir estas palabras:

"Tú Melusina que eres la mayor, la más sabia y otra culpable, tienes mayor peso. Por eso, te convertiras todas los días sábados en una serpiente de la cintura para abajo."


Melusina se internó en lo profundo de un bosque y allí consiguió la compañía de otras hadas. Una noche en ese lugar y pasado un tiempo, se encontró con Raimondino Lusignan, miembro de la realeza, el cual había ido al bosque a cazar pero accidentalmente había causado la muerte de otro noble al tratar de atrapar a un jabali. Después de varios días de vagar desesperado y desolado, encontró al hada, la cual sujetó el caballo del joven con decisión y firmeza, calmándolo y ofreciéndole dar una solución al mencionar que fue solo un hecho accidental. El hombre quedó maravillado por la belleza y calma del hada, la cual se dirigió a él sin ocultar en ningún momento su atractivo, su riqueza y sus deseos de formar una familia. Solo le puso como condición no ser vista los sábados ya que sufría una transformación corporal. Raimondino aceptó y ambos se casaron. 


Del matrimonio surgieron diez hijos, cada uno con alguna deformidad: el primero era muy ancho y poseía unas enormes orejas; el segundo tenía un oído mucho más pequeño que el otro; el tercero, un ojo debajo del otro; la mejilla del cuarto estaba cruzada por lo que parecía el arañazo de un león; el quinto solo tenía un ojo, aunque su vista parecía sobrenatural; el sexto, al que llamaron Geoffroi el del Colmillo, contaba con un único y gigantesco diente, y era muy feroz; el séptimo tenía una marca peluda en medio de la nariz; etc. Sin embargo, estas anomalías de su progenie no empañaban la felicidad de Raimundo, que seguía muy enamorado de su mujer. El hada cumplió siempre su parte del trato. Melusina ambién emprendió la construcción de varios castillos y fortalezas, contribuyendo a la pujanza y el esplendor de la familia Lusignan.


Un sábado, llevado por la curiosidad e incitado por parte de la envidia de su hermano, el Conde de Forez, Raimondino abrió con su espada un pequeño agujero en la puerta del baño en el que se bañaba Melusina. Allí la vio en una tina de mármol, peinándose el cabello con su característica belleza, su piel blanca, pero también con una cola de serpiente que se movía dentro y fuera de la tina. El descubrimiento le resultó muy doloroso al marido por haber roto el juramento que había hecho a su esposa, pero no supuso el fin del matrimonio. Siguieron juntos hasta que Geoffroi, uno de los hijos, quemó un convento y causó la muerte de cien monjes, incluyendo a su hermano Freimond, con quien mantuvo una pelea que lo obligó a refugiarse en la abadía. Llevado por la ira y la decepción, Raimondino no guardó más el secreto de Melusina, culpándola del hecho y el comportamiento del hijo a su naturaleza cambia forma. 


"¡Desaparece de mi vista, perniciosa serpiente! ¡Tú has corrompido a mis hijos!"

Melusina escuchó estos reproches y se desmayó, pero al recuperarse, saltó de una de las ventanas, desplegando unas alas de murciélago, tomando la apariencia de un dragón, y se alejó volando del castillo de Lusignan. Ella regresaba cada noche para amantar a sus hijos pequeños,  que disfrutaron de su magnífica leche y crecieron igual de bien formados que sus hermanos. Prometió regresar con la muerte de cada miembro de la familia Lusignan para llorar y lamentar la desgracia del hogar.


Todo se casaron y llegaron a ser reyes o al menos, señores de la alta nobleza, salvo por uno de ellos que optó por la vida religiosa. En Baja Edad Media los hijos no primogénitos de la nobleza solo podían aspirar a dos formas de vida: la monacal o las armas. Esta última era más libre, pero las soldadas y los botines de guerra no solían cosechar una fortuna lo suficientemente cuantiosa como para garantizar un retiro cómodo, además la vida entre los hombres de armas solía ser muy solitaria por la pérdida progresiva de compañeros, reemplazados por otros más jóvenes. 

miércoles, 20 de marzo de 2019

Relatos y experiencias aterradoras en el Metro de Caracas

Para terminar este ciclo de datos interesantes, lugares asombrosos y misteriosos, sitios embrujados y leyendas pertenecientes a mi país Venezuela, les traigo una serie de historias y anécdotas realizadas en el Metro de Caracas. El metro siempre ha sido uno de los medios de transporte más utilizados, prácticos y rápidos para conectar un extremo de la capital con el área metropolitana de la ciudad. Diariamente transporta a 1.520.000 pasajeros por su longitud total de 101,7 kilómetros con sus 51 estaciones en la extensión de las 4 líneas en servicio. Cuenta además de otros sistemas de transporte masivo en las ciudades de Los Teques, Valencia y Maracaibo. La cuestión radica en que este sistema de trenes urbanos también tiene sus fantasmas.


Para el presente año 2019, el Metro de Caracas cumplió 36 años en servicio. Las actividades de construcción comenzaron en el año 1969, promulgándose el decreto de expropiaciones de los inmuebles afectados por la construcción del tramo de la primera línea y el 2 de enero de 1983 fue inaugurado con la finalidad de contribuir al desarrollo del transporte colectivo en Caracas y sus áreas inmediatas. 


Desde su funcionamiento, han ocurrido muchas tragedias; tales como muertes entre túneles, arrollamientos a causa de suicidios y homicidios por robo a mano armada. Muchos son los casos registrados de personas jóvenes y mayores que fueron asesinadas por algún vándalo o destrozadas en los rieles del metro. En abril del año 2017, funcionarios de los bomberos del Distrito Capital recibieron un informe para retirar del túnel entre las estaciones El Valle y La Bandera, el cuerpo en descomposición de un hombre de 23 años desaparecido desde el mes de febrero del mismo año.


Operadores, inspectores, supervisores, vigilantes, personal de limpieza y hasta los propios usuarios frecuentes han sido testigos de las apariciones de estas víctimas, relatando sus experiencias paranormales en el horario nocturno.


El mecánico fantasma

En la estación Propatria, en la zona de los talleres y resguardo de unidades de metros y vagones inoperativos, en el horario nocturno, empiezan las actividades paranormales. Las máquinas comienzan a moverse por sí solas y las luces de los trenes comienzan a encenderse y apagarse. El personal reciente que labora allí han registrado en varias oportunidades que en ese lugar aparece un mecánico de estatura mediana, angustiado que llama para avisar que hay un tren con fallas. El equipo que atiende la emergencia se dirige al lugar de los hechos y no encuentran nada fuera de lo común. Cuando el personal reciente describe más a fondo la apariencia del mecánico, se le informa que el hombre laboró allí hace muchos años atrás, tratándose de un señor de mantenimiento que falleció haciendo su trabajo. Se dice que es un alma en pena que ahora ronda los talleres de los patios de resguardo que solo se le aparece a los trabajadores nuevos.


El espectro poseedor 

Los espíritus en el metro de Caracas rondan a cualquier hora del día, y este en particular, que muchos han catalogado como una fuerza sobrenatural, se ha hecho presente en varias estaciones. Sonia Méndez es una usuaria frecuente del servicio de trenes y cuenta que una tarde, mientras se encontraba en la estación Caño Amarillo, sintió una rara sensación que invadió su cuerpo, dándole las ganas de lanzarse a los rieles para suicidarse. 


Sonia manifestó que su cuerpo no respondía y aquellos que la vieron aseguraron que tenía la mirada en blanco. De algún modo reaccionó al llegar a la orilla del andén. Esos deseos de suicidarse no eran de ella ya que tenía muchos objetivos por cumplir y mucho por hacer.


El pasajero perdido

Un martes por la madrugada, en la estación Capitolio, tres efectivos de la Policía Nacional de la transferencia a la línea 2, se encontraban conversando con dos operadores del sistema cuando observaron que una figura pasó caminando por los corredores de la estación hacia el largo pasillo de la transferencia. Los policías lo llamaron pero en vista que no hizo caso, le gritaron indicando que la estación se encontraba cerrada ya que eran la 1 de la madrugada. Los efectivos policiales caminaron tras él y al acercarse, este desapareció frente a ellos dejando un frío inexplicable. Con escalofrío, los tres se miraron entre ellos y regresaron rápidamente a donde se encontraban los demás.


Las mujeres del espejo

Una noche, una usuaria reportó ante el personal algo inusual que sucedió dentro de uno de los vagones en donde ella viajaba. La mujer iba desde la estación Capitolio hasta Los Dos Cominos y se encontraba de pie puesto que los asientos se encontraban ocupados. El metro entró por uno de los túneles, pudiendo ella observar, por el reflejo de los vidrios, a todas las personas que tenía a su alrededor. Pero algo que logró divisar le llamó mucho la atención. Justo al lado de una chica que se encontraba sentada escuchando música con sus audífonos puestos, estaba una mujer muy alta sentada sobre las piernas de una mujer obesa. La mujer cuenta que se giró para verlas mejor pero solo vio a la chica de los audífonos y que el asiendo a su lado se encontraba vacío. 


La mujer volvió a mirar el espejo y ambas mujeres se encontraban allí, una sentada en las piernas de la otra, pero al volver a mirar atrás solo se encontraba la chica de los audífonos. La mujer cuenta que el desespero la invadió al notar que solo ella podía verlas. Las dos mujeres desaparecieron al sonreirle a través del reflejo del vidrio. Ahora, cada vez que usa el metro, la mujer recuerda con escalofrío esa siniestra experiencia que no ha podido olvidar. 


La novia suicida

En la estación Colegio de Ingenieros, correspondiente a la línea 1 del metro, sucedió una tragedia hace algunos años que se ha ido olvidado con el tiempo. Una joven odontóloga originaria de la zona este de la capital iba a contraer matrimonio en la iglesia Santa Rosa de Lima, que se encuentra cercana a la estación. Unos dicen que el día de su boda se enteró que el novio le había sido infiel, otros manifiestan que el novio no se presentó, lo que si fue cierto fue que, desesperada entró a las instalaciones de la estación con su vestido de novia y se lanzó a las vías justo cuando el tren se aproximaba. 


La historia por sí sola perturba al personal ya que los operados cuenta que, comenzando el turno nocturno, ven al fantasma de la joven repetir ese fatídico momento. Unos la han observado a través del recorrido visual de la pantalla de la cámara número 3 del andén. Otros si han podido ser testigo de la escena en vivo al aproximarse al andén y pasar mucho tiempo allí. En horas de la madrugada también se le observa caminando por los rieles de la estación para luego desaparecer a los pocos minutos. 


La niña que flota

En la estación Colegio de Ingenieros, la historia de la novia suicida no es la única que hay. Se dice que hay noches alternadas entre semanas que, cerradas las puertas de dicha estación, aparece en medio de los pasillos, entre rincones de la estación o detrás de las cabinas de atención y venta de boletos, una niña de cabello largo de color negro muy intenso, con un vestido blanco impecable, que no tiene pies y parece flotar en el aire y avanzar a gran velocidad. Los operadores, inspectores y supervisores dicen que se aparece ante aquellos que se encuentran solos en el lugar e intenta atraparlos, persiguiéndolos por un buen tramo.


El hombre sin ojos

La usuaria Ana Viloria fue encontrada casi a las 11 pm por el personal del metro en medio de un ataque de nervios. Luego de que la chica se tranquilizo, pudo contar la razón de su estado de pánico a los presentes. Al parecer, la joven abordó la estación Plaza Venezuela con rumbo a Chacao y en el andén, justo delante de ella se encontraba un hombre mayor. Mientras esperaban el metro, el señor volteo y ella pudo observar que este tenía los párpados abiertos pero no tenía ojos. Ella de inmediato pensó que se trataba de una persona con discapacidad visual y se distrajo con otra cosa. Luego de unos pocos minutos, el metro llegó y ambos se subieron. Ella observó con curiosidad que el señor no tenía bastón y pudo ingresar al vagón sin ninguna dificultad.


El metro se encontraba vacío por la hora y ella se sentó en uno de los asientos del pasillo mientras que el hombre se sentó en los asientos azules preferenciales cerca de las puertas de acceso. De inmediato la incomodidad llegó a ella cuenta se dio cuenta que el hombre se inclinó hacia adelante como si pudiera observarla a través de las cuencas oscuras y vacías que tenía. Ana se puso nerviosa y a la ves aliviada que el metro llego a la siguiente estación; Sabana Grande, donde el señor de inmediato se levantó, pero no salió del vagón sino que camino rectamente por el pasillo de este y desapareció al final.


La niña del baño

En la estación Chacaito se dice que hay une espectro ya propio del lugar. Uno de los anécdotas más conocido de este fantasmas es el que relató el Inspector de Control Manuel Fuentes, quien una noche después de revisar unos informes, fue a la sala de primeros auxilios y se recostó sobre una de las camillas al sentir malestar. A los minutos, Manuel escuchó que la llave del baño se encontraba abierta. Con fatiga se levantó pero la llave se encontraba cerrada, así que volvió a acostarse. Pocos minutos después volvió a escuchar el ruido, se levantó y se dirigió al lugar y, alumbrando con la linterna de su celular, pudo ver en medio de la oscuridad a una niña sin rostro abriendo y cerrando las llaves del lavamanos. Aterrado, olvidó el malestar y corrió lo más que pudo hasta el puesto de seguridad de la estación. Allí, sus compañeros, entre risas, le contaron que justo en esos baños sale el espectro de una niña sin cara que le gusta jugar con agua.


La caminante

Los operadores de Servicios de Estaciones de la estación Los Dos Caminos relatan que durante las noches, una mujer ser aparece caminando en la oscuridad de los túneles. Una de las experiencias más sonadas es la de un trabajador del área de seguridad que mencionó que una noche después de hacer un chequeo de acceso para controlar los trabajadores que laboran y van a laborar en los túneles, observaron por los monitores de seguridad el ingreso de una mujer a las vías del tren. El encargado de seguridad, junto a un compañeros, hicieron un rápido llamado a los operadores cercanos del andén. Los operadores a los minutos informaron que no había nadie en los túneles. Ambos compañeros de seguridad observaron que la mujer transitaba el túnel, desapareciendo poco después al hacer un movimiento en zigzag.


Los ecos en los túneles

Una noche, en la estación Los Cortijos, a las 12:00 am, al realizarse las labores de cuidado y mantenimiento al túnel continuo, los trabajadores relataron que se escuchó un extraño eco. Cada cierto tiempo, sonaban ruidos metálicos como de personas trabajando desde las oscuridad. Trabajadores y supervisores escucharon otro día, casi a la misma hora, un claro sonido que emite un martillo al golpear el metal. A las 3:00 am la situación cambia a peor, se escuchan como si trabajaran más de prisa, con conversaciones lejanas, risas y gritos. Varios trabajadores intentaron llegar hasta el origen del ruido al adentrarse en el túnel pero no encontraron más que oscuridad y soledad.


Otros operadores y trabajadores que prefieren mantenerse en el anonimato, al igual que la estación a la cual pertenecen, indican que hay túneles en donde se escuchan gritos espeluznantes que ellos inicialmente confundieron con un intento de robo. Son gritos desesperantes que hielan la sangre y hacen sospechar si es algo real o una situación paranormal.


La paciente diabólica

En la estación Petare, se cuenta de una aparición aterradora que todos los trabajadores del lugar conocen y respetan. En el horario nocturno suelen escuchar por todo el recinto a una mujer llorando y gritando "¿Quién me va a atender?". Se trata de una mujer que aparece vestida con una bata de quirófano y una vía intravenosa colocada en el brazo izquierdo. La llaman La Paciente Diabólica y es un fantasma que se aparece en el descanso del personal operativo en la sala de primeros auxilios. 


Muchos, desde hace mucho, se asustan hasta el punto de no querer entrar solos a las distintas aéreas de la estación. En la actualidad solo se la puede apreciar a través de los monitores de las cámaras de seguridad, ya que recorrer los pasillos durante la noche significa escuchar desde cierta distancia sus escalofriantes lamentos.


El niño duende

En la estación La Rinconada, perteneciente a la línea 3 del metro, hay un espectro bien conocido por los trabajadores del complejo y algunos usuarios. Aunque suene descabellado o increíble, los operadores detallan con naturalidad que es una costumbre verlo en los pasillos tratando de interactuar con todo aquel que se encuentre cerca. Durante las rondas de inspección, él se deja ver, siguiendo de manera fija a aquel que lo mire. Se dice que si la persona corre, éste correrá tras de ella y hará de esa noche un tormento total, pero en cambio, si se le trata como un niño, él se perderá luego y desaparecerá entre los pasillos de la estación. 


El acompañante

La última estación de la línea 3 es la mencionada estación La Rinconada, ésta actualmente permite la interconexión al estado Miranda por medio del Sistema Ferroviario Central Ezequiel Zamora, que está enfocado hacia el desarrollo de un sistema multimodal de carga y pasajeros, que combine diferentes medios de transporte de manera integrada bajo la promoción de centros o plataformas logísticas, donde confluyan los medios carretero, ferroviario y marítimo.


Ahora bien, en los tramos Caracas- Cua, en los ferrocarriles del Valle del Tuy hubo un accidente poco nombrado. Hace ya algunos años un señor de mantenimiento estaba sentado en los rieles del tren, unos dicen que tenía problemas mentales, otros aseguran que estaba deprimido por su divorcio, el hecho fue que un tren salió del túnel y arrolló al pobre hombre. Días después del accidente, en las vías, una operadora vio al hombre montado en el ferrocarril contrario en la cabina de mando acompañando al conductor. Al hacer un llamado a su compañero operador para preguntar la identidad del acompañante, éste se asustó al responder que junto a él no hay nadie ya que se encontraba solo. Ambos se asustaron mucho ese día y se sintieron inquietos el resto del día pensando en ello. Muchos son los testigos que aseguran en algún momento haber visto al señor, que manifiestan que aparece montado en el mismo ferrocarril por el que fue arrollado.


De todas las estaciones de la línea 1, la más temida de todas es Colegio de Ingeniero por sus temidas apariciones. 


La piel se les eriza a todos aquellos que han tenido una experiencia sobrenatural en algún momento en este lugar subterráneo.