viernes, 20 de septiembre de 2019

Resuelto el misterio del Monstruo del Lago Ness

Desde hace mucho, el monstruo del Lago Ness ha maravillado y extrañado a todos. Éste, junto con Bigfoot y el Yeti, son los misterios más difundido de la criptozoología. Nessie, como familiarmente se conoce en la ciudad de Inverness, en Escocia, es el nombre de un animal legendario que se dice que habita en el lago Ness, un profundo lago de agua dulce de 227 metros de profundidad cercano a dicha ciudad. Los rumores han circulado desde hace ya varios siglos y muchos habitantes locales argumentan a favor de su existencia, sin embargo algunos escépticos sugieren que estos rumores de Nessie existen en su gran mayoría para favorecer a la industria del turismo y al folclore local.


La referencia más antigua conocida sobre una misteriosa criatura presente en el río y el lago Ness, se encontraría en la vida de San Columba de Iona, misionero irlandés (Vita Columbae, un texto del siglo VII), donde se describe que en el año 565 San Columba (521-597) habría salvado a alguien que supuestamente estaba siendo atacado por un animal en el lago.​ Sin embargo, muchos críticos han cuestionado la credibilidad de esta historia, pues existe otra historia con características fantásticas, donde se dice que Columba habría matado a un hombre salvaje tan solo con el poder de su propia voz. Igualmente algunas personas han asociado como primeras referencias, a antiguas leyendas locales sobre unos míticos caballos acuáticos llamados kelpies; que se dicen habitarían también en las profundidades de este lago. En ambas referencias se destaca que a estas criaturas no se les atribuyen las mismas características anatómicas que actualmente son atribuidas al monstruo del lago Ness.


En el año 1868 se dio la primera descripción moderna en un artículo del diario local Inverness Courier, es el primero en referirse sobre rumores acerca de la existencia de "un pez enorme u otra criatura" en la profundidad de las aguas. Luego, el 1930, un periódico del Reino Unido, Northern Chronicle publicó una noticia titulada "Una extraña experiencia en el lago Ness" en la que contó la historia de dos pescadores que decían haber visto un animal que produjo un gran remolino cerca de Tore Point, una aldea pequeña en Escocia. En 1932, se reportó de un sujeto que afirmó haber visto visto a una criatura similar a un cocodrilo remontando el lago.


El diario local Inverness Courier volvió a hacer mención a Nessie con un artículo definitivo sobre una hipótesis, el 2 de mayo de 1933. Una pareja de la localidad, los Spicer, fueron testigos del avistamiento de un enorme monstruo recorriendo el agua para después hundirse. Ambos manifestaron que tenía las características de un animal prehistórico y el informe se convirtió rápidamente en una sensación entre los medios. Las editoriales de Lóndres comenzaron a enviar reporteros a Escocia, e incluso un circo ofrecía una recompensa de 20.000 libras esterlinas por la captura del monstruo. El 11 de agosto del mismo año, un hombre llamado A. H. Palmer, tuvo un encuentro cercano con la criatura y pudo describirla, indicando que boca tenía una anchura de entre 30 y 45 centímetros (doce y dieciocho pulgadas), se abría y cerraba; la abertura máxima de su boca era estimada en cerca de seis pulgadas (15 centímetros). Hasta este momento los periódicos hablaban simplemente de un pez misterioso o extraña criatura, y no se referían a la criatura como un ser prehistórico.


En diciembre de ese año, un cazador, actor, guionista, productor y director de cine británico-sudafricano, Marmaduke Arundel "Duke" Wetherell (1883-1939) localizó lo que parecían ser huellas enormes en la orilla de una playa de Lochside se dirigían hacia el agua. Pronto, los investigadores del Museo de Historia Natural examinaron las huellas, determinando que se habían hecho con la pata seca de un hipopótamo. Humillado, Wetherell se retiró de la vida pública.


La mañana del 19 de abril de 1934, un ginecólogo de Lóndres, Robert Kenneth Wilson, conducía a lo largo de la orilla norte del Lago Ness. Se dio cuenta al voltear que algo se movía en el agua y detuvo su automóvil para tomar una fotografía. La foto fue publicada el 21 de abril de 1934 en el diario The Daily Mail y mostraba a una enorme criatura de cuello largo que se asomaba en el agua, con características similares a un plesiosaurio, el animal marino más grande del jurásico, con cuerpo ancho y corta cola, similar a un cocodrilo, una cabeza pequeña, cuello alargado y grandes aletas. 


El asunto es que, de tratarse de ese tipo de animal prehistórico, se necesitaría tener una colonia de crianza para que pudiesen experimentar una supervivencia a largo plazo, y junto con el hecho de que los plesiosauros necesitaban emerger a la superficie para respirar, esto daría lugar a avistamientos más frecuentes de los que se han divulgado en la actualidad. Es importante indicar que el lago Ness es un lago con salida al mar durante cierta época del año y que quizás, de haber una criatura de esa magnitud, no sea nativa del lago mismo.


Décadas más tarde, durante el año 1984, el periodista Stewart Campbell analizó la foto en un artículo del British Journal of Photography y llegó a la conclusión de que el objeto en el agua sólo podría haber tenido 61 o 92 centímetros de largo y que probablemente era una nutria o un pájaro marino. Campbell estaba equivocado. El objeto en el agua no era una forma de vida marina. Era un submarino de juguete equipado con una cabeza de serpiente marina. Esto fue revelado en 1994 cuando Christian Spurling, un especialista en la escultura (yerno de Wetherell) antes de su muerte a la edad de 90 años, confesó su participación en un complot para crear la famosa foto.


Según Spurling, había sido contactado por su yerno para que fabricara un modelo en miniatura de serpiente convincente, ya que este último había sido contratado por el periódico Daily Mail para encontrar a Nessie. Spurling lo hizo y fue dicho modelo el que fue fotografiado en Loch Ness. Al parecer, el motivo de Marmaduke Arundel "Duke"  fue la venganza, ya que todavía estaba dolido por su humillación sobre el asunto de la pata del hipopótamo. Pero el momento del testimonio, la foto ya había sido difundida por todo el mundo como una "evidencia absoluta"; lo cual la colocó definitivamente en la cultura popular.


En el año 2014, el servicio mapas de Apple desató polémica después de haber captado unas imágenes aéreas del Lago Ness. La aplicación ha mostrado varias fotos en las que un observador de 26 años de edad llamado Andrew Dixon, afirmó ver en las capturas a la criatura. "Encontrarlo fue un golpe de suerte total. Estaba mirando las imágenes de satélite de mi ciudad y luego decidí echar un vistazo al Lago Ness".


Muchos le atribuyen a los avistamientos de Nessie a la pareidolia, a la identificación errónea de focas o leones marinos, peces, troncos, o grupos de animales formando filas, o al producto de un espejismo o distorsiones de luz, a efectos en el agua como olas u ondulaciones provocadas por embarcaciones. Esta hipótesis obtiene más fuerza, ya que la mayoría de los relatos y todas las fotografías que son dudosas y no se han podido descartar como falsificaciones, muestran o indican a la criatura desde una gran distancia; lo cual puede alterar la real interpretación de la figura.


Ahora, desde inicios del mes de septiembre de 2019, la polémica a vuelto con el tema del monstruo del Lago Ness con pruebas que resuelven el misterio. Un equipo de investigadores de Nueva Zelanda realizó un estudio para catalogar todas las especies que habitaron en el famoso lago de Escocia mediante la extracción de ADN de muestras de agua. Tras realizar los análisis, los científicos descartaron la existencia de animales de gran tamaño con los que, según otras teorías, se podría haber confundido con el legendario monstruo en el pasado. El experto en genética Neil Gemmel, de la universidad de Otago, en la ciudad neozelandesa de Dunedin, analizó y secuenció el ADN de 250 muestras de agua recogidas en el famoso lago y concluyó en que no encontraron pruebas, por ejemplo, de que en el lago habitaran plesiosaurios o peces de gran tamaño similares al esturión. En una rueda de prensa celebrada en Drumnadrochit, una localidad del norte de Escocia cercana al lago, los científicos confirmaron una cantidad muy significativa de ADN de anguila.


Las anguilas juveniles, conocidas como angulas, llegan a los ríos y lagos escoceses, como parte de su ciclo de vida, después de migrar más de 5.000 km desde el Mar de los Sargazos, cerca de las islas Bahamas, donde estos animales ponen sus huevos. Los datos del estudio no permiten tener certeza del tamaño de estos animales, pero la gran cantidad de ADN encontrado hace que los expertos tengan clara una teoría. Al parecer, la criatura protagonista de los supuestos avistamientos del monstruo del lago Ness, es en realidad una anguila gigante.


Dicho testimonio se refuerza con un vídeo grabado en las gélidas aguas del lago en septiembre de 2019. El vídeo captado por la cámara acuática muestra a una criatura similar a una anguila de tamaño considerable que se desplaza de izquierda a derecha, serpenteando en las profundidades de las aguas turbias.


Como dato curioso, en el juego Tomb Raider III: The Lost Artefact, una mini secuela de Tomb Raider III: Adventures of Lara Croft, lanzado exclusivamente para PC en el año 2000, cuenta como Lara Croft viaja a Escocia a encontrar la perdida Mano de Rathmore, el quinto artefacto de un meteorito. Una vez ahí encuentra en las catacumbas del castillo del Dr. Mark Willard al monstruo del lago Ness. En el juego hay dos versiones de Nessie; puesto que dentro de su versión robótica se pueden ver unos planos donde tiene forma de un plesiosaurio, mientras que la Nessie que ve Lara, la verdadera Nessie tiene forma de serpiente marina.


De habitar en las profundidades del lago dicha criatura, el monstruo del lago Ness tuvo, tiene y tendrá cierta importancia para la economía local. Docenas de hoteles, operadores de tours en bote y comerciantes de baratijas relacionadas al fenómeno deben la parte de su sustento a este monstruo, aunque la gente también visita el lago por muchas otras razones diferentes a la de ver al monstruo, se estiman que cada año 400.000 visitantes son atraídos a la zona. Por lo tanto, es probable que la leyenda perdure muchos años más.

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