domingo, 31 de diciembre de 2023

Krúbera - La cueva de Voronia

Sirva la presente publicación como artículo final del año 2023 y aprovecho la oportunidad para desearles a todos ustedes, Queridos Lectores, mucha salud, bienestar, progreso y éxitos en esta Noche Vieja y que este Nuevo Año 2024 venga cargado de bendiciones para ustedes y los suyos. P.D.: El primer artículo del mes de Enero de 2024, se publicará el día Domingo 21.

En oportunidades pasadas, hemos tratado sobre cuevas y túneles subterráneos que guardan un particular secreto que, para muchos, están de alguna manera relacionados ya que nuestro mundo alberga una serie de misterios que se arman como un rompecabezas y que forman una casi perfecta línea que guardan relación entre sí. Temas como Bases extraterrestres subterráneas en todo el Mundo, Los horribles sonidos de las Minas Horton y WaldeckLa Gran Ciudad de la Gente Lagarto y La Historia de Ted el excavador, guardan una particularidad en común, y es el hecho de que todas se desarrollan bajo tierra, entre túneles y cuevas que se conectan a algo mucho más grande, algo astronómico bajo nuestros pies y que desconocemos. Un ejemplo de ello es el gran y kilométrico sistema de cuevas que alberga en su totalidad el territorio de los Estados Unidos y las desapariciones sin resolver que han habido en muchas de las cercanías, entradas o justo encima de alguno de los pasos de acceso a ellas. Algo que da para pensar y cuyo misterio se desconoce o quieren que pase al olvido con el paso del tiempo por una razón que quieren mantener en secreto. En pleno siglo XXI tenemos avanzados celulares con cámaras de buenos píxeles, fotos y videos en directo a color del planeta Marte pero el subsuelo que pisamos o los océanos alrededor de los Continentes son territorios que son desconocidos en su totalidad.

La cueva de Voronia (Ӡоу Аҳаҧы), es la segunda cueva conocida más profunda de la Tierra después de la cueva Veryovkina, y queda administrativamente, en República Autónoma de Abjasia en Georgia, pequeño país que comparte cuatro fronteras con Turkia, Rusia, Armenia y Azerbaiyán. Forma parte del sistema de cuevas de Arábika y se encuentra en el macizo de Arábika, en los montes de Gagra (Cáucaso occidental). Dicha cueva recibe también el nombre Krúbera, en honor al geógrafo ruso Aleksander Krúber, ya que espeleólogos soviéticos exploraron la entrada de la cueva y la descubrieron en el año 1960, pero hoy en día también se la conoce como Cueva de Voronia, que en ruso significa "Cueva del Cuervo". Debido a la coexistencia de esos dos nombres, es bastante común referirse a ella como Cueva Krúbera-Voronya (Ӡоу Аҳаҧы en abjasio, კრუბერის გამოქვაბული o კრუბერის ღრმული en georgiano y Крубера-Воронья en ruso). Hasta 1983 se la conocía también como "Cueva Sibírskaya" (cueva siberiana) debido a que fue una expedición formada por espeleólogos soviéticos procedentes de las ciudades siberianas de Krasnoyarsk, Novosibirsk y Tomsk. Sus coordenadas son 43°24′35″N 40°21′44″E.

Obtuvo el récord mundial de profundidad en el 2001, al alcanzar los 1710 metros a manos de una expedición ruso-ucraniana. En el 2004, la profundidad se incrementó con tres expediciones, cruzando la expedición ucraniana la marca de 2000 metros por primera vez en la historia de la espeleología. En octubre de 2005, el equipo CAVEX se encontró una zona inexplorada, con más profundidad, confirmando que la profundidad de la cueva estaba por entonces establecida en 2140 metros de profundidad, con una variación de 9 metros entre los puntos más alto y más bajo explorados de la cueva. En estos 2140 metros comienza una zona que se encuentra inundada, pero en entre 2010 y 2012, se estableció un nuevo récord de bajada en los 2191 metros. 

En la parte baja de la falda de la montaña, se encuentran dos entradas del sistema de cuevas de Arábika: la "Cueva Kúibyshev" y la "Fosa de Henrich", también hay otra entrada a la cueva del sistema de accesos, la "Cueva Berchil", se encuentra a 100 metros por encima de la cueva Voronia. Todas las entradas se encuentran conectadas entre sí por sistemas laberínticos que terminan a zonas en el interior de la gran cueva, tanto así que, que los túneles subterráneos pasan a 400 metros bajo el nivel del mar Negro. De manera señalada y conocida, hay un total registrado de ocho kilómetros de extensión en su camino interno de túneles pero que, como toda cueva, tiene espacios, pasadizos, accesos y reducidos túneles que dan camino quizás kilométricos a otras zonas no descubiertas, extendiendo así el recorrido, siendo solo la punta de un gran iceberg de piedra bajo el pequeño país.

Hay muchos espeleólogos y exploradores urbanos con cierto conocimiento en recorridos de cuevas pero, tomando en cuenta la información sobre lo grande y extenso del sistema de túneles subterráneos de Krúbera, no es recomendable, bajo ningún motivo, explorar la cueva en solitario y hacerlo, es considerado algo sumamente extremo, al grado de tomarse como un suicidio. Hay exploradores no experimentados que han logrado acceder y esto se debe a que no hay ningún tipo de vigilancia o restricción del lugar ya que, tomando en cuenta que es una cueva, la segunda más profunda del mundo, la gente de manera lógica debe de saber que dicha categoría debería de ser para personas que sepan lo que hacen de manera profesional y con sus respectivos equipos. A pesar de lo ya todo mencionado e indicar que la cueva se descubrió en el año 1960 por rusos de la URSS, es importante señalar en este punto que, desde hace mucho antes de ese año, personas ya habían pisado el lugar y más aún, sabían recorrer caminos del lugar subterráneo. Todo se sabe ya que se han encontrado restos humanos antiguos en las expediciones de recorrido del lugar.

En los próximos casi dos kilómetros entre las dos entradas de acceso a Krúbera, entre la "Cueva Kúibyshev" y la "Fosa de Henrich", se encontraron varios restos humanos, casi amontonados entre sí. Lo alarmante de todo es que al contabilizar las partes y hacer los análisis correspondientes, en total daban treinta y dos personas, y todas habían fallecido en el interior de la cueva Krúbera. Es normal llegar a la conclusión que dichos restos se trataban de personas de las cavernas en tiempos donde el planeta se encontraba joven, pero no era de esa manera, eran restos de humanos de la era contemporánea. 

Todo eso lo dedujeron ya que, las cosas que acompañaban los restos humanos mencionados eran objetos personajes que una vez tuvieron en vida, tales como; vestidos, pantalones de la época del siglo XVIII (1 ene 1701 – 31 dic 1800), grandes y lujosos vestidos, relojes de bolsillo, pelucas, corsets, entre otras cosas, como anillos, copas y platos de alto valor. Dichas personas, en vida, eran personas de alto rango económico que, al parecer, no eran de esa parte del mundo, sino que venían desde otro país, posiblemente Inglaterra o Francia. A pesar de que las exploraciones subterráneas empezaron en el año 1895 cuando el francés Édouard-Alfred Martel funda la Sociedad Espeleológica de Francia. Es decir, que dichas personas habían ido a ese lugar 85 años antes de que las exploraciones subterráneas empezaran. Pero, ¿Por qué y a qué irían personas de alta sociedad, tan bien vestidas y con esos objetos de valor a una cueva tan desconocida y profunda? 

Quizás no tan desconocida si ellos iban hasta ese lugar que, aunque su descubrimiento data en registros en libros de 1960, puede ser más antiguo que el siglo XVIII. Además, es posible que alguien del pequeño país de Georgia le haya servido de guía hacia ese lugar, que quizás ya habían visitado con anterioridad y cuya desaparición y muerte en ese lugar, orilló a tratar de olvidar el sitio a toda costa. Pero ¿Qué había ocurrido allí con esas personas tan bien vestidas y por qué se encontraban tan profundo en esa cueva? Bueno, un poco más allá de los mencionados restos humanos, más allá de los objetos personales encontrados, se descubrieron también reliquias de piedra negra que eran de origen sumerio. Algunas de ellas eran originales, otras eran talladas con gran destreza en su momento. Al parecer, ellos lo habían traído consigo en su ingreso.

Cabe destacar que, los Sumerios es el nombre común dado a los antiguos habitantes de la baja Mesopotamia por sus sucesores, los semitas acadios. La civilización sumeria está considerada como la primera civilización del mundo. Aunque la procedencia de sus habitantes, los sumerios, es incierta, existen numerosas hipótesis sobre sus orígenes, siendo la más aceptada actualmente la que argumenta que no habría ocurrido ninguna ruptura cultural con el período de Uruk, lo que descartaría factores externos, como podían ser invasiones o migraciones desde otros territorios lejanos. Los sumerios se llamaban a sí mismos Sag-giga, que significa literalmente "El pueblo de las Cabezas Negras". Los acadios llamaron Shumeru a las tierras del sur y la propia palabra acadia shumer puede representar este nombre en el dialecto, pero se desconoce por qué los acadios dieron ese nombre a las tierras. De acuerdo al historiador y sacerdote babilonio Beroso, los sumerios fueron "extranjeros de cabezas negras". El idioma sumerio se considera una lengua aislada, ya que no está emparentada con ninguna familia lingüística conocida, aunque se han hecho muchos intentos fallidos por relacionar el sumerio a otros grupos lingüísticos.

El asunto de la religión sumeria puede ser complicado, dado que las prácticas y creencias adoptadas por aquellos pueblos variaron mucho a través del tiempo y lugar, y cada ciudad poseía su propia visión mitológica y/o teológica. Los sumerios fueron posiblemente los primeros en escribir sobre sus creencias, que luego fueron la inspiración para gran parte de la mitología, religión y astrología mesopotámicas, aunque ello no implica que su religión fuera la primera y que no hubieran tomado costumbres y ritos de otros pueblos. Los sumerios veían los cambios a su alrededor (cambio del clima, de las estaciones, en los movimientos de los astros) como la magia de los espíritus, magia que era la única explicación que tenían de cómo funcionaban las cosas. Esos espíritus eran sus dioses, y con muchos espíritus alrededor, creían en varios dioses, que tenían emociones humanas. Creían que el sol, la luna y las estrellas eran dioses, al igual que los juncos que crecían a su alrededor y la cerveza que destilaban. Creían que los dioses controlaban el pasado y el futuro, que les revelaban las habilidades que poseían, incluyendo la escritura, y que los dioses les proporcionaban todo lo que necesitaban saber. No tenían la visión de que su civilización se hubiera desarrollado por sus propios esfuerzos, y tampoco tenían visión de progreso tecnológico o social.

Cada uno de los dioses sumerios, que eran llamados Dingir y Dingira (en plural), era asociado a ciudades diferentes, y la importancia religiosa a ellos atribuida se intensificaba o declinaba dependiendo del poder político de la ciudad asociada. Según la tradición sumeria, los dioses crearon el ser humano a partir del barro con el propósito de que fueran servidos por sus nuevas criaturas. Cuando estaban enojados o frustrados, los dioses expresaban sus sentimientos a través de terremotos o catástrofes naturales: la esencia primordial de la religión sumeria se basaba, por lo tanto, en la creencia de que toda la humanidad estaba a merced de los dioses. Nótese la similitud de la creación del hombre a partir del barro con el relato del Génesis. Se cree que los sumerios cavaron en la tierra para encontrar una gran fuente del agua para sus dioses y rendirle culto en esos lugares húmedos.

Ahora bien, esas personas de la época, tan elegantes y bien vestidas, con objetos que llevaban consigo además de las reliquias sumerias, se trataba de una secta bien posicionada que habían viajado muchos kilómetros hasta el interior de la cueva de Krúbera para realizar un tipo de culto a una deidad sumeria, ritual que debía de ser en ese lugar por sus costumbres y cultura, ideales y creencias. Quizás al terminar el ritual se perdieron en el camino de salida o algo salió terriblemente mal en la ceremonia.

Uno que otro estudiado en el tema de los sumerios, indica que dicho ritual era para concretar un tipo de invocación para realizar un pacto pero, algo no resulto y fueron consumidos y devorados por la entidad a la que contactaron, en castigo por no haberle traído objetos con mayor valor.

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