miércoles, 29 de septiembre de 2021

Lily - La otra muñeca embrujada de Los Warren y otros objetos del Museo del Ocultismo

Siguiendo con la temática de juguetes funestos, como en el caso de la publicación anterior sobre una tétrica muñeca detrás de una pared, que terminó siendo solamente una pequeña broma, en este caso en particular, si se trata de una muñeca embrujada. Quizás has escuchado de ella quizás no, pero a continuación sabrás todo sobre Lily

Las afamados investigadores estadounidenses de fenómenos paranormales; Ed (8 de septiembre de 1926 — 23 de agosto de 2006) un demonólogo reconocido por la Iglesia católica y Lorraine Warren  (31 de enero de 1926) — 18 de abril de 2019) una médium y clarividente, tuvieron muchos casos muy sonados, que se hicieron aun más famosos por la saga de películas The Conjuring. Ambos formaron su propia sociedad, la Sociedad de Nueva Inglaterra para la Investigación Psíquica (NESPR). En sus casos, recogían los objetos malditos y los resguardaban en el sótano de su casa que se convirtió con el tiempo en El Museo del Ocultismo, ubicado en el 30 Knollwood St, en el Condado de Fairfield, en Monroe, Connecticut.

En dicho lugar hay objetos tan extraños y embrujados, que muchos son considerados como lo más siniestros y encantados del país. Te dejo a continuación una pequeña lista:

Máscaras

Todo el Museo del Ocultismo cuenta con alrededor de veintiún máscaras. Todas ellas fueron partes de ritos satánicos, sectas paganas para atraer espíritus, ceremonias negras y demás.

El Piano del Terror

Según los Warren, este objeto llegó a manos de un coleccionista quien, al poco tiempo de adquirirlo descubrió que éste se tocaba solo durante la madrugada, por lo que el hombre decidió contactar a los Warren, quienes decidieron almacenar el instrumento. Su procedencia original es un completo misterio.

El Espejo de la plantación Myrtles

La plantación Myrtles ubicada en St. Francisville, Lousiana, cerca de Baton Rouge, es considerada como una de las casas más embrujadas de Estados Unidos. Se cuenta que su construcción fue realizada por el general, abogado y fiscal de distrito David Bradford sobre un cementerio indígena en el año 1796. La leyenda cuenta que diariamente ocurría una desgracia siendo un día que hubo diez muerte, presumiblemente asesinatos. Otro día aparecieron muertos varios trabajadores y al verificar la causa de las muertes, coincidieron que fallecieron debió a un gran susto que habían recibido o visto, más allá de la construcción. A pesar de ello, lo más famoso del lugar es un espejo misterioso que llegó a la casa en 1980. Los huéspedes de la finca informaron en múltiples ocasiones que hay figuras que salen del espejo, así como huellas de manos de tamaño infantil impresas a veces en el cristal. Esto se debe a que la costumbre dicta que los espejos deben ser cubiertos después de la muerte para evitar que los espíritus queden atrapados. Este espejo no estuvo cubierto, por lo que la creencia asume que las almas siguen "viviendo" allí.

La Silla de Thomas Busby

Es una silla de roble que fue embrujada por el asesino Thomas Busby antes de su ejecución en el año 1702 en Yorkshire del Norte, Reino Unido. El asesino fue condenado a muerte por haber asesinado a una persona en un asunto de negocios,​ en ese momento pidió su último deseo, fue a cenar en su bar favorito, y cuando terminó de comer y los guardias lo levantaron, él maldijo la silla en la que se sentó y dijo: "Que la muerte llegue a cualquier persona que se atreva a sentarse en esta silla". El objeto se preservó durante años y rumores comenzaron cuando inició la Primera Guerra Mundial, cuando los soldados que se sentaban en esa silla no volvían de la guerra. Una historia cuenta que un piloto y un obrero en fechas distintas hicieron apuestas sentándose en la silla para probar que tal superstición no era real, horas después al piloto fue enviado a una misión en la que murió por una falla en su avión, y el obrero murió en una casa que terminó de hacer cuando el techo le cayó encima. La silla en la actualidad, se encuentra suspendida en la pared con el fin de que nadie pueda sentarse.

La tumba de Bathsheba Sherman

Sherman fue una mujer acusada de la muerte de un niño en el siglo XIX. Bathsheba  nació en 1812 y se confirmó que había estado relacionada con Mary Towne Eastey, una de las muchas ejecutadas por brujería en los ensayos de brujas de Salem de 1692. En 1863, Bathsheba se casó con un agricultor rico llamado Joseph Sherman y dio a luz a un niño. Cuando tenía una semana de edad, su esposo la atrapó tratando de sacrificar a su bebé como ofrenda al Diablo. El ritual fue interrumpido. Joseph se fue del lugar junto con el bebé dejándola a ella sola en la hacienda. Furiosa por la interrupción, decidió secuestrar a otro infante de la localidad, lo que logró y asesinó. Luego de su cometido huyó y subió a la cima de un árbol de su hacienda y allí, proclamó su amor por Satanás, maldijo a todos los que tomarían su tierra y habitasen su casa y se ahorcó. Un hecho curioso es que su cuerpo pareció convertirse en piedra luego de su muerte, a causa de una extraña forma de parálisis.

El vestido de novia de Anna Baker

En 1849, en en la ciudad de Altoona, Pennsylvania, Anna Baker era una hermosa y rica joven de la alta sociedad local que se había enamorado en secreto de un joven trabajador que laboraba en los hornos de fundición de hierro de la ciudad, con el cual había hecho incluso planes de boda. Se casarían en secreto y ella había mandado a hacer un primoroso vestido de novia. Sin embargo, el romance no tenía ningún futuro. El novio de Anna Baker no sólo era pobre sino que el padre de la muchacha era Elias Baker, un millonario magnate de la industria del hierro, quien, al enterarse del idilio y valiéndose de sus poderosas influencias, logró que despidieran al joven de su trabajo y lo desterraran de la ciudad.

Anna quedó devastada con la noticia y condenada a vivir una vida de soltería, pues después que alejaron por la fuerza a su novio prometió que nunca volvería a casarse, promesa que cumplió con creces pues se transformó en una amarga solterona hasta el día de su muerte. Después de la muerte de Anna, su vestido de novia fue a parar a manos de otra mujer adinerada de nombre Elizabeth Dysart, que llevó el vestido en su lugar cuando contrajo matrimonio. Posteriormente, el vestido pasó por manos de varios aristócratas antes de volver a la mansión de los Baker y terminar finalmente convertido en una pieza de museo. La razón por la cual el vestido fue conservado por tantas personas radicó en que se aseguraba que, durante algunas noches, el vestido supuestamente comenzaba a moverse por sí solo, como si alguien invisible se probara el atuendo para saber si le quedaba bien. 

El Muñeco Robert

La muñeca Annabelle, que no necesita presentación.

Ahora bien, vamos con la muñeca Lily.

El miércoles 23 de agosto de 2006, Ed Warren falleció a los setenta y nueve años de edad a causa de un accidente cerebrovascular. Tres días después, Lorraine Warren fue llamada inmediatamente para lograr resolver un extraño suceso. Una muñeca a la que habían llamado Lily había regresado a la casa de su antigua dueña. ¿Qué tiene de extraño? Pues que Lily había sido enterrada con su dueña, una tierna y dulce niña, y luego de siete días, apareció en la casa. Pero eso no era todo, la muñeca Lily tenía ahora las facciones de su dueña.

Los padres de la pequeña fallecida le informaron a Lorraine que la niña no hablaba y en su cumpleaños número siete le regalaron una muñeca. Poco después de tenerla en sus manos, la niña dijo la única palabra que dijo en toda su vida "Lily", así pues, la muñeca fue nombrada de ese modo. Al cumplir los nueve años, la niña murió al perder el equilibrio de una zona del piso superior de la casa. Al parecer, la niña había subido junto con Lily al ático que estaba recibiendo una modificación y los maderos cedieron. Ambas cayeron al jardín de la casa.

La polémica se dio en el barrio y pronto fue el entierro. La pequeña niña fue enterrada junto con Lily y siete días después, la muñeca apareció justo en frente de la casa y los padres la encontraron cuando iban de salida del lugar. El padre se preguntó si se trataba de una broma pesada con una muñeca similar pero la madre creyó que era una forma de manifestación de su amada hija, un modo de acompañarlos. Así que decidieron conservar la muñeca sin pensar en algo más. Con el paso de los días, se dieron cuenta que Lily estaba tomando el aspecto de su hija, la cara de la muñeca se parecía cada vez más a la niña fallecida. Cierto día, ambos padres, haciendo un detenimiento a la muñeca para ver más el parecido, Lily movió levemente los labios, así como hacía la pequeña niña cuando quería señalar algo que quería.

El asunto tomó un grado perturbador cuando una noche, ambos padres se despertaron asustados a la medianoche al escuchar la voz de su fallecida hija. La voz sonaba desesperada y decía "Mamá" en varias ocasiones. Ambos buscaron desesperadamente y se dieron cuenta que la muñeca Lily tenía lágrimas rosadas brotando de sus ojos. Al acercarse a la muñeca, la voz volvió a escucharse, parecía venir del interior de Lily. Ambos padres se aterraron y contactaron a Lorraine Warren. Cuando se reunieron, ellos le contaron la situación y de inmediato donaron la muñeca Lily al Museo del Ocultismo. Lily fue colocada en una mesa y los informes no se dieron a esperar. Los visitantes decían que la muñeca movía los labios y parpadeaba. Pronto, un sacerdote visitó el museo por solicitud de Lorraine. Éste afirmó que lo que estaba impregnado a la muñeca no se trataba del espíritu de la pequeña niña, que era su antigua dueña, sino un "espíritu inmundo" que quería recolectar almas de niños para lograr una materialización.

Muchos creyeron la afirmación, otros no. Como un sujeto que quiso saber si la muñeca cuando movía levemente los labios decía algo, así que acercó su cabeza a la muñeca y pegó su oído izquierdo a la boca de Lily. Dijo no haber escuchado nada y se fue burlándose del objeto. El hombre era vecino de la localidad y fue encontrado muerto al día siguiente en su patio. Según la declaración de su esposa, el hombre se levantó en la madrugada diciendo que debía de arreglar el techo de la vivienda. El techo cedió y el hombre se rompió el cuello con el alféizar de una ventana. Otro hombre sujetó a Lily con fuerza, indicando que solo se trataba de algo inanimado sin vida. Esa misma tarde comenzó a escuchar voces en su mente que le decían que era Lily y que pronto moriría. El sujeto murió atropellado a los dos días, en el condado vecino.

Las dos muertes fueron atribuidas a la muñeca, así que Lily fue puesta en una caja de madera bajo una luz roja para alertar a los visitantes que se trataba de un objeto muy peligroso. Dicen que solo basta con mirar una imagen de Lily para que su mirada misteriosa penetre en la mente y afecte el inconsciente para poder verla en la noche, justo antes de dormir. Parpadeando, moviendo los labios para decir algo.

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