martes, 24 de abril de 2018

La Noche de Walpurgis - Una festividad pagana

La Noche de Walpurgis, o también llamada "La Noche de las Brujas" o Valborgsmässoafton en sueco y Walpurgisnacht en alemán y en neerlandés, es una festividad celebrada desde la noche del 30 de abril al 1 de mayo en grandes regiones de la Europa Central y Septentrional (Alemania, Holanda, Suecia, Dinamarca, Estonia, Lituania, Noruega, Finlandia, etc.). 


Esta festividad tiene sus orígenes con los vikingos irlandeses y escoceses, siendo más tarde adoptada por los celtas en la festividad de Beltane, en honor al dios del Fuego, Belenos; el objetivo de esta celebración era dar por terminada la temporada de invierno y, a su vez, dar la bienvenida a la primavera encendiendo hogueras cuyo humo renovaba y purificaba al pueblo. La celebración estaba relacionada a la adoración de Waldborg, la diosa de la fertilidad a la que le pedían distintos favores. 


Durante toda la noche se celebraba y se esperaban los primeros rayos del sol de la primavera. Dicha festividad fue considerada como pagana con la aparición y la expansión del cristianismo por Europa y, en el caso de Beltane, fue tomado como un acto depravado y oscuro de brujería. Para evitar alzamientos, la Iglesia Católica absorbió el Beltane y lo asimiló como parte de sus propias festividades.


Tiempo después, la cultura germánica comenzó a festejar el inicio del verano en fechas cercanas al primero de mayo. La llegada de días más largos y menos hostiles era motivo suficiente para ahuyentar el invierno con toda clase de ritos. Esta celebración pagana se mezcló y confundió con la celebración cristiana festejada el 1 de mayo como el día de "Santa Walburga", una monja misionera benedictina de Heidenheim, de origen inglés considerada patrona de las campesinas y sirvientas y protectora del arte de la prestidigitación que contribuyó a consolidar la Iglesia Católica. Los restos de esta santa fueron trasladados a la iglesia de la Santa Cruz un día 30 de abril, siendo canonizada el 1 de mayo de 870 por el Papa Adriano II, confundiéndose de esta forma ambas celebraciones.


Con el paso del tiempo, la celebración de la diosa de la fertilidad fue relacionada con la adoración al diablo y las mujeres que continuaban con esta tradición fueron consideradas brujas, forjándose así la creencia de que la noche de Walpurgis, las brujas volaban sobre escobas y gatos, o montaban hienas o cabras hacia Brocken, la montaña más alta de la Sierra del Harz, en el estado alemán de Sajonia-Anhalt, para celebrar orgiásticos rituales con el mismo diablo en persona. De allí la creencia que la noche de Walpurgis sea conocida también como “Noche de Brujas”.


Según el mito,  los brujos europeos de la época medieval en adelante estaban organizados en grupos o aquelarres de doce miembros en total, la mayor parte de ellos, pero no exclusivamente, formados por mujeres, y por un líder, generalmente, masculino. Este líder estaba considerado como Vicario del Diablo y muchos de sus fieles más ingenuos le trataban como si fuera el mismo diablo. Tradicionalmente se le representaba vestido de negro o con disfraz de macho cabrío, ciervo u otros animales con cuernos. 


El grupo se reunía una o dos veces por semana en lo que generalmente constituía una reunión local. En estas reuniones las brujas llevaban a cabo supuestamente ritos de culto al demonio, informaban de sus actividades y hacían planes para la próxima semana. Otras reuniones regionales, llamadas Sabbats, se reunían probablemente a centenares, a veces miles de alegres asistentes, incluyendo los brujos y sus neófitos. La reunión más importantes se llevaba a cabo llegada la noche del 30 de Abril, donde celebraban la Noche de Walpurgis y donde el mismo Diablo haría acto de presencia.


Para dar la bienvenida al verano, esa noche se encienden hogueras desde toda Suecia, con el fin de alejar a los malos espíritus, según la tradición. Ya el primero de mayo se celebran con numerosos desfiles y festivales. La Noche de Walpurgis y el Samhain o Halloween, como se conoce actualmente, son bastante similares, siendo la primera menos conocida. En la noche de Halloween, había mayor influencia mágica al haber un acercamiento entre el mundo de los vivos y de los muertos, momento cuando se podían realizar hechizos y conjurar fuerzas oscuras. 


En la Noche de Walpurgis, según los  esotéricos y alquimistas, de la tierra emanan fuerzas y corrientes telúricas de las que se valen los magos y las brujas para gozar de una sobreprotección especial y hacer de las suyas a su antojo, por ello, se realizaba un sabbat especial, aprovechando la celebración de nueva cosecha, donde las brujas volaban por Wernigerode hacia Blocksberg, para allí casarse con el diablo, realizando rituales que poco a poco se iban tornando más oscuros y realizando entre ellas orgías más salvajes para dar la bienvenida al Diablo, que haría acto de presencia por tres horas. Curiosamente, la Noche de Walpurgis transcurre justo 6 meses antes de la Noche de Halloween.


Antes de ir al lugar del aquelarre, las brujas se ungían con aceites especiales a base de muérdago, datura, belladona, cicuta y solanácea que animaban los deseos sexuales y les permitían volar, algunas sin embargo, montaban un gran perro negro, una enorme hiena o un chivo  proporcionado por el demonio. Cabe señalar que para esta celebración, la reunión de brujas era de más de diez mil, quienes juraban obediencia al diablo y realiza orgías satánicas, mientras que los brujos realizaban los preparativos, diciendo oraciones profanas, actos sacrilegiosos y rituales satánicos, tales como la dedicación de sacrificios, ofrecerle hijos antes de que nazcan, matar niños para hacer pócimas con ellos, comer carne humana, profanar cadáveres, beber sangre, envenenamientos, maleficios, provocar la esterilidad del ganado o de los pastos, practicar el incesto, etc. El ritual culminaba con el Osculum Infame, que consistía en besar el ano del Diablo como muestra de obediencia absoluta para los brujos y marca corporal y espiritual para las brujas. 


Mientras tanto, en los pueblos de todos los países cercanos encendían hogueras para protegerse de las temidas brujas y sus poderosos hechizos. Las puertas de las casas estaban adornadas con crucifijos y las ventanas tenían hojas secas de laurel acompañado de ramos de hierbas como el romero, la ortiga y pizcas de sal, las escobas eran colocadas con las hebras hacia arriba, se hacían sonar de noche las campanas de las iglesias, los hombres solteros caminaban dando latigazos en torno a sus hogares y, para proteger al ganado, se colocaba sal en el umbral de los cobertizos.


Como dato de suma curiosidad, durante la Noche de Walpurgis de 1776, el 1 de mayo, en los bosques bávaros, Johann Adam Weishaupt fundó la orden de "Los Perfectibilistas", rama de la Francmasoneria mejor conocida como los Illuminati. Weishaupt nació en Ingolstadt, Baviera, el 7 de febrero de 1748 y fue un alemán de origen judío que trabajó como profesor de Derecho Canónico de la Universidad de Ingolstadt. Enseñó que existe una iluminación racional, al margen y por encima de la fe, accesible a cualquier persona y capaz de conducir a una perfección superior. 


Su organización, Illuminatenorden, manifestaba oponerse a la superstición, los prejuicios, la influencia religiosa sobre la vida pública, los abusos de poder del Estado y apoyaba la educación de la mujer y la igualdad entre los sexos. Pronto, con el apoyo de la Iglesia Católica, el gobierno de Baviera prohibió la organización de los Illuminati, junto con otras sociedades secretas, y la misma se disolvió definitivamente en 1785. En los años siguientes, el grupo fue vilipendiado por críticos, que afirmaban que los miembros de los Illuminati de Baviera se habían reagrupado y eran responsables de la Revolución Francesa. Weishaupt murió en Gotha, Alemania,  el 18 de noviembre de 1830.


Contemporáneamente, muchas son las organizaciones que reclaman o presuntamente tienen vínculos con los Illuminati bávaros originales o con sociedades secretas similares, y con frecuencia son acusados de conspirar para controlar los asuntos mundiales, planear eventos y ser agentes de siembra en diversos gobiernos y empresas, con el fin de establecer un Nuevo Orden Mundial y/o buscar el aumento de su poder político. Los Illuminati son la figura central de algunas de las más conocidas y elaboradas teorías de la conspiración, así como de varias obras de ficción y son representado como un grupo político/económico/esotérico al acecho y en las sombras, que constantemente tira de las cuerdas y palancas del poder. Esta descripción puede encontrarse en decenas de novelas, películas, programas de televisión, cómics, y recientes videojuegos y videos musicales.

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