viernes, 4 de octubre de 2019

El Ventrículo Charlie McCarthy y el muñeco Edgar

Desde inicios del año 2016, se hizo viral una micro historia de terror junto a una fotografía. Dicha historia se llama EL VENTRÍCULO DE EDGAR, y ésta es la que se suele conseguir en la web:


El año era 1920 y un nuevo tipo de espectáculo empezaba a nacer en el sur de Estados Unidos. Un tipo espectáculo en el que actuaba un ventrílocuo que en poco tiempo se hizo muy famoso. Charlie McCarthy era uno de ellos, un ventrílocuo cuyo acto era simple, pero cautivaba a todo el que lo atestiguaba, el acto era simple porque hacía uso de solo un personaje durante toda la función: Edgar, un muñeco que representaba a un niño rechoncho entre los 9 y 10 años de edad, pero con rasgos muy extraños que lo hacían imposible de no mirarlo; sus manos demasiado reales, su boca muy expresiva, su estatura muy distinta a la de un muñeco de ventrílocuo habitual, ya que era más alto y sus ojos, que aunque eran los de un muñeco de madera, reflejaban un vacío que hacía difícil mantener la mirada sin bajar la vista o dirigirla a otro sitio.


McCarthy era muy celoso con su muñeco, nunca dejó que alguien se acercara a Edgar, ni siquiera que lo miraran muy de cerca y no se sabia el porqué. Como era un espectáculo nuevo, todos se quedaban asombrados ante lo real que se veía, como hacía el hombre para hacer hablar a un muñeco sin que se notaran sus labios moverse. Muchas personas pensaban que era brujería (una creencia muy popular en ese tiempo) o algo por el estilo así que muchos padres de familia prohibieron a los niños ver el espectáculo, siendo un hombre amado y odiado por muchos, sobre todo por otros artistas que sentían que sus obras corrían peligro por el éxito que este nuevo acto estaba teniendo.


La noche que viajó a New York a presentar su espectáculo en la gran ciudad, que lo llevaría al estrellato, los trabajadores se acercaron al camerino para avisarle que el teatro estaba abarrotado pero grande fue su sorpresa al encontrar al artista muerto. Tenía el cuello destrozado, 27 puñaladas en su cuerpo y sus ojos habían sido arrancados. No se supo quien había sido pero muchos sospecharon que había sido alguien que lo veía como competencia ya que había recibido varias amenazas de muerte.


A un lado había un maletín negro cerrado. La policía se encargó de abrirlo y encontró dentro al muñeco Edgar, que hacia tener escalofríos a los mismos miembros policiales. Al examinar el muñeco de cerca se dieron cuenta de que tenía huellas dactilares y su rostro estaba cubierto con una máscara de látex para ocultar la palidez de sus pequeñas facciones. Se trataba de un niño real, o al menos del cadáver de un niño. El olor era muy fuerte por los químicos que utilizaba McCarthy para conservar el cuerpo. Jamás se pudo identificar la identidad el niño y el caso quedó como un misterio.


Muchos piensan que es una leyenda urbana que ha estado por mucho tiempo en los Estados Unidos, cuya historia se trasmitían de generación en generación. Y es comprensible, la historia de un ventrículo que usaba el cadáver de un niño como muñeco es algo perturbador que alarmaría a cualquiera, pero la verdad es otra. Nunca existió ventrílocuo llamado Charlie McCarthy con un muñeco llamado Edgar, por el contrario, quien existió fue Edgar John Bergen (16 de febrero de 1903 – 30 de septiembre de 1978) con un muñeco llamado Charlie McCarthy hecho de madera y alambres, como cualquier muñeco.


Bergen nació en Chicago, Illinois, EEUU, en una familia de origen sueco. Además de ventrílocuo, fue también un titiritero, actor, conductor radiofónico y dibujante de cómics. Creció en Decatur, Míchigan, y aprendió él mismo ventriloquia cuando tenía 11 años de edad. Pocos años después pidió a un carpintero de Chicago que fabricara la figura de un pícaro vendedor de periódicos irlandés; el resultado fue Charlie McCarthy, que se convirtió en el compañero vitalicio de los espectáculos de Bergen. A los 16 años de edad fue a Chicago, donde estudió en la Lake View High School y trabajó en una sala de cine mudo. Fue el creador del cómic "Mortimer & Charlie", publicado en 1939.


En lo más alto de su popularidad en 1938, Bergen recibió un Oscar honorífico (una estatuilla de madera) por su creación de Charlie McCarthy. Entre sus premios artísticos se encuentra el Premio de Honor del sindicato de Actores en el año 1979, dos estrellas en el Paseo de la Fama de Hollywood, una por su trabajo cinematográfico en el 6767 de Hollywood Boulevard, y otra por su dedicación a la TV en el 6425 de la misma vía. Además de un premio de distinción como el Premio George Foster Peabody, unos premios anuales internacionales que se entregan a la excelencia de emisiones de radio o televisión en Estados Unidos.


Bergen falleció en 1978 en Las Vegas, Nevada, en el Hotel Caesar's Palace, a causa de una insuficiencia renal. La muerte le sorprendió pocos días antes de celebrar su retirada del mundo del espectáculo. Fue enterrado en el Cementerio Inglewood Park de Inglewood, en California.


En la foto que acompaña la historia viralizada en redes sociales, aparece es Fedor Albert Paul Wittkowski (18 de marzo de 1899, Berlín, Alemania - 14 de julio de 1967, South Hadley, Massachusetts, Estados Unidos), más conocido como, Henry Rox, un ventrílocuo alemán que fue famoso en Europa con su inusual e inquietante muñeco Max. Él se casó con su atractiva asistente, Anna Auguste Albertine Prescher, su asistente de actos que tenía 32 años menos. Juntos tuvieron un feliz matrimonio, formando una familia con tres hijos.


Todo se trata de otro creepypasta más para asustar o llamar la atención de los lectores, siendo escrita por el bloggero Syd Rodríguez de Guadalajara, México. Él escribió este cuento en el año 2012 y, en el final de la  publicación tiene un pie de página que dice,"Uno de los ventrílocuos más famosos o quizás el más famoso de la historia fue Edgar Bergen, y su muñeco más popular era Charlie McCarthy. En ellos se basaron los nombres de esta historia".

1 comentario:

  1. En eso pensé al escribir esta entrada amigo Nathan, el creepypasta hecho por Syd Rodríguez debió de haberse basado en ese film. Gracias por dejar tu comentario. ¡¡Saludos!!

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