miércoles, 18 de julio de 2018

¿Qué le ocurrió a Lars Mittank?

Aun hoy, cuatro años después, lo que le sucedió a Lars Mittank es un tema de conversación en foros de Internet. Varias son las razones que dan sobre el comportamiento de este hombre, pero lo cierto es que en su momento, lo ocurrido fue todo un misterio.


A finales del mes de junio de 2014, Lars Mittank, un joven alemán de 28 años de edad que trabajaba en la central eléctrica de Wilhelmshaven, en una pequeña ciudad costera en el noroeste de Alemania, pasó unos días de vacaciones con un par de amigos en un hotel en Bulgaria (destino popular para los jóvenes de Reino Unido y Alemania). Lars y sus amigos se habían alojado en Golden Sands, un complejo costero en la costa del Mar Negro en Bulgaria, un sitio bastante popular y relativamente barato para pasar las vacaciones. Los jóvenes llegaron a su destino el 30 de junio de 2014, después de un viaje en avión de 2 horas, y se registraron en el Hotel “Viva Club”, el típico complejo con “todo incluido”.


El 6 de julio, el grupo de turistas alemanes, luego de disfrutar un día de playa, se fueron al bar local de enfrente para continuar con la parranda. En el lugar, los jóvenes discutieron con un grupo local por temas deportivos. Los alemanes eran fanáticos del club de fútbol Warder Bremen, mientras que los locales eran del equipo rival: el Bayern de Múnich. El conflicto terminó sin violencia dentro del establecimiento ya que se mantuvo la calma en el clímax de la situación. 


Luego de la discusión, Lars y sus amigos dejaron el sitio y, de camino de regreso al hotel, fueron a comer a McDonalds. Lars no entro al local de comida rápida, sino que indicó que prefería esperar afuera. Mientras sus amigos estaban esperando para comprar comida, Lars desapareció. Sus amigos lo buscaron por horas pero ninguno sabía donde podía estar, por lo que decidieron regresar al hotel esperando que estuviera allí.


No fue hasta la mañana siguiente que el grupo de amigos volvió a ver a Lars, quien se encontraba lastimado, tenía un golpe en la mandíbula y otro en la oreja. El joven alegó que el grupo de locales del bar lo habían seguido y que le habían pagado a cuatro hombres rusos para que lo golpearan. Al examinarlo, sus amigos se dieron cuenta que, al parecer, su oído se encontraba gravemente afectado. Cabe mencionar que sus amigo no creyeron lo que Lars dijo ya que actuaba diferente, muy extraño y alterado, pero aun así lo llevaron de inmediato al hospital. 


En el lugar, el doctor Boris Najdenow dijo que Lars que tenía una una conmoción cerebral y que se había roto el tímpano, que lo mejor era que no viajara aun porque no quería poner en riesgo su oído y lastimarlo más. Ese mismo día, el grupo debía regresar a Hamburgo en un vuelo, insistieron para quedarse con él, pero Lars indicó que quería quedarse solo para no ser una carga para el resto. El médico le había dicho que necesitaba una cirugía pero el joven le dijo que se la haría al regresar a Alemania. El doctor también le manifestó que un cambio en la presión del aire de la cabina podría empeorar el órgano, por lo que le recetó quedarse 72 horas de reposo y tomar un antibiótico llamado "Cefuroxim 500".


Lars insistió en que estaba bien y encontraría un hotel donde alojarse hasta volver a casa al día siguiente. Naturalmente todos sus amigos regresaron a Alemania y así fue como el joven alemán tuvo que quedarse solo en Bulgaria. Lars buscó un hotel en donde alojarse, caminando desde el área local hasta una zona algo infame por sus mercados negros, ubicando un hotel que quedaba en frente de un burdel. El hotel lo llegó a definir como un lugar con un aura extraño; el "Color Hotel". Sentía que el sitio era raro pero al final decidió quedarse ahí. Cabe hacer mención que el antibiótico "Cefuroxim 500" se usa como medicina para la infección de oídos, pero además tiene efectos secundarios poco comunes si se combinan con otros medicamentos o, en el peor de los casos, con alcohol. 


Esa noche, llamó a su madre Sandra. Lars estaba completamente aterrado. Le dijo que temía por su vida y que ese hotel en el que se encontraba era muy raro, pidiéndole el favor de cancelar su cuenta bancaria y tarjeta de crédito por él. Luego de eso, dejó el lugar. Más tarde, volvió a llamar a su madre. Esta vez, le dijo que 4 hombres lo perseguían, y que se estaba escondiendo. De pronto, tuvo que colgar la llamada, probablemente para que los hombres que lo seguían no lo encontraran. Le envió un mensaje de texto a su madre preguntando para que servía exactamente el antibiótico. 


Al día siguiente, el 8 de julio, Lars solo quería regresar a su país en el primer vuelo, por lo que llegó al aeropuerto a las 6 AM en un taxi que compartió con otro pasajero. Estaba muy asustado con todo lo que le estaba pasando. Al llegar al aeropuerto de Varna, se dirigió a la oficina del médico para una última consulta ya que su madre se lo había pedido. Dentro del lugar, se encontraba bastante nervioso y murmuraba cosas. Su madre se encargó de comprar el boleto, ya que el medico que lo atendió, el doctor Kosta Kostov le dijo que no estaba autorizado a abordar ningún avión aun y que estaba emocionalmente agotado. 


Cabe señalar que un momento entró un señor de construcción, debido a unas reparaciones que estaban haciendo. Luego dos policías del aeropuerto ingresaron y ya la presencia de los tres sujetos terminó de alarmar al ya perturbado Lars, y tras 46 minutos de consulta, salió huyendo de la oficina sin sus pertenencias gritando: "¡no quiero morir!". Las cámaras lo captaron corriendo por el pasillo del aeropuerto, pasando por las puertas de embarque, los mostradores de facturación y equipaje, a través de la entrada principal hasta atravesar el estacionamiento. Los testigos del lugar, aseguran que el joven saltó una cerca de malla de 2.4 metros de altura , y se fue corriendo en dirección a la zona del bosque que rodea la terminal. Esta sería la última vez que se vería a Lars Mittank.


La policía investigo sus pertenencias, y no encontraron indicio alguno de haber tenido drogas. Se sabe que tampoco tuvo algún problema mental anteriormente. Los comportamientos erráticos de Lars fueron grabados por las cámaras de circuito cerrado del hotel. Tal vez se hospedó en el mismo hotel que las personas que lo golpearon. 


Muchas son las preguntas que surgen como: ¿Y si uno de los golpes que recibió el chico podría haber dañado su cerebro y no se lo detectaron a tiempo? ¿Y si sufrió un brote psicótico debido a una mezcla de noches sin dormir, hambre, alcohol, fiesta y amenazas que detonó a causa de la medicación? ¿De verdad lo seguían cuatro hombres rusos? ¿Se trata de una víctima del tráfico de órganos de las mafias del este de Bulgaria o de los médicos que lo revisaron? ¿O es un muy logrado montaje por parte de un joven que, simplemente, quería desaparecer del todo y empezar una nueva vida?


En los foros de Internet, algunos usuarios aseguran haberlo visto en lugares tan dispares como Estados Unidos, Brasil, Canadá o España, pero no hay seguridad de nada. A pesar de las investigaciones policiales, Lars no está en ninguna parte. Ni vivo ni muerto. Hasta la fecha sigue como persona desaparecida y se ofrece una recompensa de 40 mil euros. 


Aunque llegue a sonar cruel, como en su momento llegó a escribir un usuario de Reddit obsesionado con el caso: “Es posible que un derrame cerebral lo matase y que sus restos aparezcan en el bosque cualquier día de estos”.

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