domingo, 3 de abril de 2022

Jacqueline Durand - La chica a la que dos perros le arrancaron la cara

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Para muchos, la vida es injusta. Acontecimientos fatídicos pueden ocurrir de un segundo a otro en cualquier día. Este acontecimiento en particular en la vida de esta chica fue terrible pero ella con su gran motivación se mantiene en la actualidad fuerte y decidida a continuar para seguir cumpliendo sus metas. Debemos aceptar la decepción finita, pero nunca debemos perder la esperanza infinita. Debemos abrazar el dolor y quemarlo como combustible para nuestro viaje.

Jacqueline Claire Durand, es una chica de Dallas, Texas, Estados Unidos. Con gran talento para la fotografía, cuidado de perros para incrementar sus ingresos y recién graduada de la Universidad de Texas en Gestión de la Cadena de Suministro.

Se mantiene muy activa en redes sociales, especialmente en un perfil en Facebook dedicado completamente a sus trabajos fotográficos de parejas en entornos naturales. Tiene una relación de tres años con su novio Nathan, de veinticuatro años, el cual es un vencedor del cáncer.

Su vida marchaba normalmente en sus obligaciones y hobbies, para ese entonces, Durand tenía veintidós años. A finales del año 2021 la chica conoció a la familia Bishop. Justin Bishop y su esposa Ashley tenían hermosa casa en Coppell, un suburbio de Dallas, tres bellos hijos y dos perros; una pastor alemán llamada Lucy y un pitbull llamado Bender.

Jacqueline había mostrado interés en cuidarlos y en un encuentro previo tuvo la oportunidad de conocerlos y asegurar que se mostraban encantadores, pero a pesar de ello, en la casa de los Bishop había un cartel que alertaba como eran los perros: "Perros locos. Por favor no tocar la puerta o sonar la campana. Llamar o enviar un mensaje de texto."

El fatídico 23 de diciembre de 2021, dos días antes de Navidad, Jacqueline Durand fue a la casa de los Bishop con el fin de cuidar a los canes pero algo extraño y terrible ocurrió. La familia le informó a la chica que estarían en sus jaulas. Sin embargo, cuando llegó, ambos animales deambulaban libremente por la casa. Un ataque de rabia invadió a los dos animales apenas Jacqueline abrió la puerta de entrada de la casa y se abalanzaron sobre ella, atacándola brutalmente con ochocientas mordeduras.

La feroz embestida fue tal que los perros le arrancaron las orejas, la nariz, los labios y gran parte de la cara a Jacqueline. En medio del ataque, la joven no pudo pedir ayuda, pero se alertó al 911 porque la puerta principal de la propiedad quedó abierta cuando los perros se abalanzaron. Los primeros efectivos de emergencia en responder no pudieron ingresar a la casa durante treinta y siete minutos debido a la notable agresividad de los animales. Cuentan que apenas pudieron ver las piernas de Jacqueline "no se dieron cuenta de inmediato del alcance de sus heridas." Las camas de los perros se encontraban ensangrentadas y la sangre de la chica se acumulaba por todo el suelo. Jacqueline se encontraba semi desnuda en el suelo, los perros le habían quitado y roto a mordiscos el pantalón blue jean que tenía puesto. "Sentí que la piel me colgaba de la cara, pensé que me iba a morir."

El ataque de los perros le dejaron los huesos a la vista, perdió el treinta por ciento de la sangre de su cuerpo, y luego tuvo que ser revivida en la mesa de la sala del centro de trauma, donde estuvo durante siete horas antes de que sus padres fueran notificados. Terminó hospitalizada durante sesenta días, pero durante la primera semana, debió ser reanimada varias veces y la mantuvieron en coma inducido. Después de casi tres meses realmente muy duros y complejas cirugías reconstructivas, Durand aseguró que estaba lista para que el mundo viera su rostro.

"Quiero que los dueños de perros conozcan a sus animales y puedan comunicarse con sus cuidadores sobre cómo son. Aún estoy sin palabras por su cambio de comportamiento. Después de cada encuentro y saludo que tuve, siempre sentí lo mismo con esos otros perros y no cambiaron su actitud desde el momento en que los conocí hasta el momento en que fui allí por primera vez." Aseguró Durand.

Los Bishop afirmaron que los perros nunca fueron violentos y les dijeron a los investigadores del caso que tenían "cero" problemas con ellos. Sin embargo, tenían el mencionado cartel de alerta en su puerta de entrada, por lo que la familia sabía cómo eran los animales. "La advertencia en la puerta sugiere que en realidad tenían cierto conocimiento de que estos dos perros habían actuado agresivamente con las personas que llegaban a la puerta principal.", dijo el abogado de Jacqueline, Chip Brooker.

Durand acusó al matrimonio de negligencia por supuestamente no controlar, asegurar y entrenar a los animales, así como "no proporcionar un ambiente seguro para sus invitados", de acuerdo a la demanda presentada. Tras examinar a los perros después de que fueran retirados de la propiedad, el abogado Brooker dijo que los resultados del equipo de expertos muestran que "los perros eran peligrosos y tenían propensiones viciosas". Los perros fueron capturados y puestos al cuidado de la ciudad de Coppell antes de que un juez municipal decidiera que ambos perros debían ser sacrificados por medio de la eutanasia, según la demanda.

En una publicación de Facebook del 18 de enero de 2022, Jacqueline Durand agradeció a la gente por sus buenos deseos desde su cama de hospital: "Estoy bendecida de estar rodeada de tanto amor y apoyo mientras atravieso este momento difícil de mi vida. ¡Gracias a todos los que me apoyan y aman en cada paso del camino desde el principio! Estoy haciendo un buen progreso cada día que estoy aquí. ¡Las oraciones están siendo respondidas! Gracias." escribió.

El 21 de febrero de 2022, la página de Facebook del Departamento de Policía de Coppell publicó una foto con Jacqueline Durand, dándole la bienvenida a casa después de su estadía en el hospital con el siguiente mensaje: "Jacqueline, has estado en nuestros pensamientos y oraciones y estamos muy agradecidos de que hayas vuelto a casa. Eres una guerrera tan hermosa y una inspiración para todos nosotros."

Los Bishop indicaron: "Sabemos que resultó gravemente herida y estamos devastados por lo que ella y su familia están pasando. Debido a un litigio pendiente, se nos aconsejó que no concediéramos ninguna entrevista, sin embargo, queremos que la señorita Durand y su familia sepan que oramos fervientemente por su recuperación todos los días."

Sus padres siguen conmocionados e indican: "Estaba claro que ella lucharía por sobrevivir. Es un milagro" sostuvieron su padre John y su madre Shirley.

Su novio Nathan confesó que estaba contento de poder ayudarla a recuperarse y "tener la oportunidad de mostrar el mismo nivel de amor y cuidado que ella le mostró durante el tiempo que él estuvo enfermo".

Jacqueline continua con su recuperación y cirugías, así como frecuentes sesiones de fisioterapia que le permitan estirar la boca un milímetro a la vez para poder comer a tres meses del ataque.

"Jacqueline siempre medirá su vida en términos de antes y después de abrir esa puerta", advirtió Brooker. Y justificó: "Ella quedará desfigurada por el resto de su vida, y presentamos la demanda para asegurarnos de que todas las partes responsables rindan cuentas".

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