lunes, 30 de junio de 2014

Matilda Dixon - El Hada de los Dientes

El Pueblo de Port Fairy en Australia fue fundado a principios del Siglo XIX y tiene una orgullosa tradición como pueblo pesquero, pero existe un hecho que marco gravemente su integridad, un pasado oscuro que poco a poco se fue olvidado.



Según la leyenda local, hace unos 150 años, una anciana dueña de un pequeño hostal llamada Matilda Dixon, vivía con su esposo Sonny, los cuales fueron unos de los primeros habitantes en el pueblo que llegaron con otros pescadores que se ganaban la vida con la Industria Ballenera. Ambos vivían en una pequeña cabaña cercana a los bosques de los límites del pueblo, cerca del faro. Antes que su esposo muriera en un trágico accidente pesquero, Matilda había sido un miembro destacado de la comunidad, cuidando de los niños y dándoles dulces cuando perdían sus dientes y, al mudar su último diente de leche les obsequiaba un pastel, haciendo de esto una costumbre. 


Cuando cayó en depresión y se recluyó en su cabaña por la muerte de Sonny, muchos de los niños iban a visitarla para pedirle galletas o pasteles, lo que era muy reconfortante para ella. En agradecimiento, los niños le regalaban sus dientes de leche, ya que éstos le recordaban a las pequeñas figuras de marfil que su marido le tallaba en su época de ballenero. De allí su apodo "El Hada de los Dientes".


Una noche mientras dormía, un descontrolado fuego surgió de la chimenea de su cocina, quemando toda su casa, incluyéndola a ella misma. Cuando sus vecinos acudieron a su rescate ya era tarde, el fuego había había desfigurado cruelmente a Matilda, atreviéndose solo a salir de noche ya que su delicada piel abrasada era muy sensible a prácticamente cualquier luz. Los vecinos de la localidad le ofrecieron toda la ayuda que ella pudiera necesitar, ella se negó a aceptarla.


Sus salidas a la calle eran a altas horas de la noche, cuando sus vecinos y los ciudadanos del pueblo dormían y con una máscara de porcelana blanca para que no le vieran su rostro quemado. Matilda había tomado una actitud recia con todos, menos con los niños; se negaba a salir a la puerta durante el día y no aceptaba ayuda de ningún tipo, pero a los niños les dejaba regalos en la puerta de sus casas, en las aceras continuas o a mitad de las cortas calles. Cabe señalar que aun se mantenía la tradición ya que los niños dejaban sus dientes en un pañuelo atado a la puerta principal y Matilda se los intercambiaba, esta vez por monedas. Ésta bondadosa acción conmovía a los habitantes de Port Fairy, al mismo tiempo que también sentían pena por la tragedia de Matilda.


Una terrible noche todo eso cambió, y el nombre de Matilda Dixon se convirtió en sinónimo de hechos innombrables. Una tarde de 1841, dos niños le dijeron a sus padres que iban a visitar al “Hada de los Dientes”. Cuando no regresaron a su casa, inmediatamente las sospechas recayeron en Matilda. La búsqueda oficial se convirtió en una multitud salvaje y sedientos de venganza. Armados de antorchas y cuerdas, se encaminaron hacia la cabaña de Matilda.

Matilda, aterrada echó llave a la puerta principal mientras la muchedumbre tiraba piedras, gritándole e imponiéndole que saliera. Con voz desesperada y temblorosa manifestaba su inocencia, pero eso no sirvió de nada. Media docena de hombres tiraron la puerta abajo, y sacaron a Matilda a rastras, golpeando a su vez un enorme jarrón lleno de dientes que quedaron esparcidos por el suelo.


La golpearon y la arrastraron hasta el centro del pueblo y la pobre Matilda se cubrió la cara con la máscara de porcelana suplicando clemencia, pero a pesar de que les rogaba que no le viesen la cara, le arrancaron la máscara y la tiraron contra el suelo. Todos se quedaron petrificados, y algunos enloquecieron, cuando vieron lo que se ocultaba tras la máscara, una cara que en otro tiempo fue amable y adorable, ahora estaba quemada, desfigurada y reflejaba angustia y dolor. Exponiendo su rostro a las luces de las antorchas para causarle dolor y colocándole una soga al cuello, Matilda fue ahorcada, no sin antes decir éstas palabras "Así como una vez sembré bondad y amabilidad, ahora sembrare venganza por toda la eternidad".


Después de esas palabras, la localidad decidió quemar el cuerpo inerte de Matilda, repitiéndose a sí mismos que habían hecho lo correcto. Entre el bullicio de las desencadenadas masas reunidas, los dos niños aparecieron de entre la multitud indicando que gritaban para detener esa crueldad y hacerse notar, que estaba sanos y salvos y que no fueron ese día a visitar a Matilda porque le querían hacer un regalo ya que se acercaba su cumpleaños. Con horror y con arrepentimiento, la localidad se fue del lugar, con la promesa de que nunca hablarían de lo ocurrido.


Tomaron la terrible decisión de declararla muerta de forma natural y la enterraron en el cementerio local bajo una lápida sin nombre de manera minuciosa. Se dice que días después el agujero donde yacía el cuerpo de Matilda fue profanado y que en la lápida había sido escrito "No me miren". Con horror, las tumbas del cementerio fueron cambiadas a otra área. El cuerpo de Matilda nunca fue encontrado y desde ese año la alegría, la prosperidad y la buena racha de la pesca cambiaron drásticamente convirtiéndose en una sequía terrible, malas condiciones en los alimentos, poca actividad pesquera y raras muertes entre sus habitantes. 


Hoy en día, Port Fairy sigue manteniendo la historia como una  leyenda latente para asustar a los niños desobedientes, creyendo que la presencia de Matilda ronda a veces por las noches las calles y que aun visita a los niños como solía hacer de manera tradicional cuando éstos pierden su último diente de leche, pero persiguiendo por siempre a quien se atreva a mirar su rostro quemado a través de su blanca máscara de porcelana.


7 comentarios:

  1. A tu orden! Continúa visitando y leyendo las entradas del blog! Un saludo

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  2. Un post genial, me he divertido mucho leyéndolo, enhorabuena!

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    1. Me alegra saber que sea de su gusto. ¡Gracias por comentar!

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  3. Hay una pelicula parecida a la historia no??

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    1. ¡Saludos juan ramirez! Gracias por pasar y comentar la entrada y, respondiendo a tu pregunta, en el año 2003 se realizo una película americana con producción australiana que contaban un poco sobre Matilda Dixon, haciéndola parecer un espectro que jugaba el papel de El Hada de los Dientes también. Un film sobrenatural de terror.

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  4. Si se llama "darknest fall",o "en la oscuridad de la noche",aquí en América del sur.

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