Rusia, un país extenso y hermoso que goza de una cultura interesante y única como lo son sus principales y populares ciudades, las artes visuales, los deportes de invierno, el cine ruso, la literatura, música clásica y el ballet. Rusia tiene muchas historias y leyendas, pero ésta vez trataremos una en particular, en Tyrnyauz, Kabardino-Balkaria hay una oscura leyenda que hace temblar aun a muchos, a pesar del longevo tiempo que tiene.
Kabardino-Balkaria es uno de los 85 sujetos federales de Rusia, es decir, una república que se encuentra localizada al norte del Cáucaso que posee una población de 905.051 habitantes. Los habitantes son de origen kabardina pero la mayoría son musulmanes. Su capital es Nalchik y en la zona suroeste se sitúa el volcán Elbrus. La política se rige por jefe de gobierno o presidente, el actual es Yuri Kókov. Se dice que es uno de los territorios más pobres y con menos recursos del país, intensificándose los ataques contra las tropas rusas desde el año 2004.
Pero desde los años 70, las localidades cercanas de Tyrnyauz se mantienen aterrorizadas cada noche por lo que suele suceder a unos cuantos metros de ellos. Se dice que en el año 1972 se pensaba realizar un plan social de mejoramiento urbano por parte del Eurocomunismo, el cual incluía la formación de una urbanización pequeña de viviendas para los habitantes de las zonas cercanas como parte de un aumento de popularidad. El plan de formación estaba a cargo de Karolek Sokolov, sobrino del presidente para aquel entonces, pero según algunos rumores, Karolek era alcohólico, violento, degenerado y hasta miembro de una secta. Pasaron cuatro meses más de lo estipulado y la urbanización no estaba completa ya que faltaba una zona recta la cual conectaría las viviendas en un solo sector y se pensaba hacer o una plaza o un parque para infantes.
Días siguientes unos extranjeros con ideologías comunistas llegaron a la región, se decía que eran espías, pero no había nada confirmado. Los extranjeros eran una numerosa familia con un acento extraño, muchos decían que podían ser noruegos o islandeses. A pesar de lo singular que se veían, la comunidad los acepto y les abrieron sus puertas con humildad. Una semana después, un jueves por la noche, mientras los que a tenían su vivienda completa en la urbanización dormían o se disponían para hacerlo escucharon los insultos y escándalos de Karolek y sus amigos, los cuales estaban borrachos como de costumbre. En el terreno baldío de al frente se encontraban los hijos de los extranjeros, los niños que en total eran 7 se encontraban jugando. Pronto los 7 niños fueron acorralados por Karolek y sus amigos.
A pesar de que los niños gritaron con todas sus fuerzas y justo al frente se encontraban las viviendas de la urbanización, ninguna persona se asomo a observar ni mucho menos a intervenir, quizás para no meterse en problemas o evitar algún inconveniente con Karolek, en los que destacaba la inmediata encarcelación, muerte o denegación de ser participe de adquirir un hogar digno en la urbanización. Lo cierto es que los niños fueron amarrados contra los materiales de construcción y violados terriblemente, luego fueron colocados en un raro orden de posiciones y destripados, la sangre sirvió para ligarla con el licor que bebían utilizarla para la secta en la que eran miembros. Al día siguiente, a tempranas horas, por ordenes del presidente, los materiales de construcción fueron utilizados, camiones de pavimentos llegaron y en pocas horas las zonas que faltaban por completar estaban lista, incluyendo el terreno baldío que sirvió de tumba para los 7 niños, pavimentándolo y construyendo encima una pequeña plaza.
Los cuerpos de los niños quedaron enterrados allí, bajo el pavimento y bajo la tierra. Ninguno de los vecinos nunca dijo nada a las autoridades, a pesar que se hicieron las averiguaciones pertinentes y ese terrible y cruel acto quedo como un oscuro secreto de la urbanización. Cabe señalar que los extranjeros aparecieron dos días después envenenados en el cuarto donde se hospedaban.
Cinco años después, a altas horas de la noche se escuchaba voces de niños que jugaban en la plaza y hasta había noches que gritaban como esa noche horrible, pero lo raro era que los niños de los vecinos de la urbanización no tenían permitido jugar en ese lugar por ordenes de sus padres, quizás por miedo a que se repitiera lo que una vez ocurrió.
Se dice que una noche, un padre de familia llamado Ivan Popov se levanto a altas horas ya que los gritos de unos niños en la plaza lo despertaron. Ivan se asomo y vio a 7 niños que jugaban y danzaban pero que alzaron la mirada cuando Ivan los miro. Observándolo fijamente con miradas muertas y tensando sus cuerpos de manera aterradora caminaron hacia donde estaba Ivan a una velocidad irreal e increíble, rodeándolo y señalándolo diciéndole:
"Ваши люди не помогают нам , глухие были сделаны в то время как мы страдали . Даже после смерти мы страдаем за то, в этом темном месте и чувствовать боль , что никто не знает о нас , или то, что случилось с нами . Все ночи будет взволнован , все ночей atormentaremos извилистый , потому что каждый из вас , чтобы игнорировать наши просьбы . Мы будем здесь навсегда , и если кто-то приходит на нас слушать нас, если кто-то имеет любопытно посмотреть, что происходит, мы берем с собой на протяжении всей вечности . Но они не помогают нам в жизни , не пытайтесь сейчас мы мертвы".
En español, seria algo así:
"Tu gente no nos ayudo, se hicieron los sordos mientras sufríamos. Aun después de muertos seguimos sufriendo por estar en ese oscuro lugar y sentir con dolor que nadie sabe de nosotros, ni lo que nos ocurrió. Todas sus noches serán agitadas, todas sus noches serán tortuosas porque los atormentaremos a cada uno de ustedes por ignorar nuestras suplicas. Estaremos aquí siempre y si alguien que nos escuche llega a mirarnos, si alguien tiene la curiosidad de ver que sucede, nos lo llevaremos con nosotros para toda la eternidad. Sino no nos ayudaron en vida, no lo intenten ahora que estamos muertos".
Las pequeñas y cadavéricas manos se acercaron al cuerpo de Ivan e intentaron llevárselo pero un sacerdote llamado Sergei Vorobiov de las viviendas traseras apareció rezando y lanzando agua bendita y los espíritus se esfumaron diciéndole a Ivan: Te salvaste ésta vez, la próxima no tendrás esta suerte.
De más esta en decir que Ivan se seguiría levantando a mirar a mitad de la noche que sucedía con los sonidos de los niños, cuatro días después se mudo de la urbanización.
Al caer la noche en Kabardino-Balkaria, se mantiene como tradición cerrar puertas y ventanas con llave y colocar paños o adhesivos alrededor de las rendijas para evitar que se vea hacia afuera y que el sonido se filtre, evitando que los niños más pequeños de la familia, por curiosidad se asome a ver el porqué los niños gritan, lloran y sufren. Los padres saben que si los ven, serán castigados por toda la eternidad por su pecado.
En la actualizad son pocas las familias que se mantienen vigentes en la antigua urbanización ya que la decadencia de la economía y la falta de recursos en la república ha desmejorado muchas zonas, entre ellas ésta. Las familias que desean irse de ese lugar oscuro no pueden por no poseer otro lugar para establecerse ni medios económicos disponibles, así que no les queda otra opción que quedarse allí.
Viviendo en un lugar demacrado ya solitario por la ausencia de personas que lo hace más aterrador, sobreviviendo a una economía pobre en la que hace difícil conseguir un empleo o alimentarse y manteniéndose asustados y alertas por las noches por los continuos gritos de los espectros que salen en la oscuridad de cada noches, ellos son Los Niños de Afuera.
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