sábado, 13 de agosto de 2016

Nunca cortes tus uñas de noche

En ésta oportunidad les traigo una entrada dedicada a un creepypasta, pero no es uno cualquiera sino uno que toma características de una leyenda, famosa según el país y su localidad. La Caja Negra se le conoce en algunos lugares y al terminar el creepypasta la compartiré con ustedes.

El creepypasta dice así:

Una noche, a las 7:50 pm me encontraba en mi habitación, pensando en el día que había transcurrido y meditando en algunas actividades pendientes de la universidad, como por ejemplo el evento de gran relevancia que tenia al día siguiente, por lo que debía de ir muy arreglada. Mi cabello ya se encontraba acomodado en un rollo sostenido con una pinzas que haría que, al levantarme se mantuviera peinado y lacio. Mis uñas eran las siguientes, así que debía pintármelas. Tome un rojo brillante y mientras lo observaba comencé a pensar en el evento y una exposición frente a un jurado frío de profesores, por lo que mi presentación personal debía ser impecable y excelente. Noté al bajar la mirada que las uñas de mis pies estaban un poco largas, algo que odio verdaderamente, así que puse la pintura rojo a un lado y tome el cortauñas.

Con mucho cuidado corte cada uña de mis pies, hasta que me di cuenta tarde de la acción que había realizado. Me quede mirando al vacio por un instante y todo lo relacionado al evento y la exposición había salido de mente y había sido reemplazado por la gruesa voz de mi abuela, que repetía una y otra vez "Mi niña, nunca te cortes las uñas en la noche".


Las supersticiones eran comunes en mi abuela y siempre tenia una para cada tema, inclusive para las uñas, que había olvidado esa noche por estar pensando en cosas de la universidad. Al momento en que me dijo esas palabras, yo aun era una niña y recuerdo que inocentemente pregunte la razón y que si era malo. Su respuesta no me había gustado nada ya que me había causado miedo, como el que ahora tenia. Mi abuela me advirtió que nunca lo hiciera, más nunca me dijo que hacer si lo hacia, lo que me había dicho era: 

"Después de las 8:33 pm, no vayas a cortar tus uñas, ni las de las manos ni las de los pies, pues después de esa hora, ese instrumento de plata estará maldito. Maldito para todo aquel que lo presione sobre su carne y sus uñas. Será más afilado y más brillante, y traerá consigo algo terrorífico, algo fuera de este mundo. Alguien tocará tu puerta y un regalo dejará; una pequeña caja será y algo grotesco en su interior guarda. No lo abras hasta que amanezca, no seas curiosa. No mires hacia atrás si sientes que algo se acerca, pues el dueño de la caja piensa sorprenderte. No cortes tus uñas de noche, no si esperas a la muerte".


Perturbada, solté el cortauñas con rapidez y miré las uñas recién cortadas sobre la alfombra de mi habitación. El corazón me latía fuertemente, pues mi abuela jamás mentía. ¿Qué pasaría si alguien tocaba mi puerta? ¿Y si portaba la caja? El hecho de vivir sola no me ayudaba mucho en ese momento. Tenia miedo, mucho en realidad y no dejaba de ver las uñas en la alfombra. Al reaccionar después de un breve periodo de tiempo, pensé con detenimiento las palabras "Después de las 8:33 pm" así que corrí a la sala a mirar el reloj, deteniéndome justo al frente. Las 8:00 pm marcaba el reloj y un gran suspiro salió de mi cuerpo, mientras mi mano se posaba en mi pecho, justo encima del corazón. Había cortado mis uñas antes de las 8:33 pm y no me pasaría nada, estaba segura. 

Mi estomago comenzó a gruñir, síntoma de hambre. Camine a la cocina para prepararme algo de comer y luego descansar, tenía mucho que hacer al día siguiente. Encendí la TV para mirar la noticias y había algo relacionado a un tiroteo en Colorado, un hecho desagradable. Pero más desagradable fue escuchar lo siguiente de la TV:


"Ya son las 8:50 pm, es hora de una breve pausa comercial.."

¿8:50 pm? Quede paralizada, el corazón me volvió a latir fuertemente y el miedo me envolvió nuevamente. Ésta vez fue diferente, un miedo intenso y seguro de que algo pasaría, un miedo que detuvo mis músculos y cuerdas vocales, dejándome paralizada y muda. Fui a la sala y revise el reloj, se había detenido ya que las pilas habían perdido su efecto. Con desesperación fui a mi habitación y revise algunos de mis relojes, que concordaban con la hora del programa de noticias. 8:53 pm eran al ver la hora de mi celular cuando me disponía a llamar a mi madre cuando un sonido resonó en toda la casa. Era el timbre. Alguien tocaba a mi puerta. El miedo absoluto hizo que el celular se resbalara de mis manos y cayera al suelo.

No sabia si abrir o no la puerta, o salir corriendo con las primeras cosas que tomara y buscar un modo de salir que no fuera la puerta, pero lo que si era seguro es que era algo tarde para hacerlo. Con el cuerpo tembloroso, las manos sudadas y los ojos casi cerrados, me dirigí a la puerta, pudiera ser que mi abuela exagerara o se tratase de algún vecino. Trate de calmarme antes de llegar a la puerta, caminando algo despacio en el proceso. El timbre sonó tres veces y luego se detuvo. Mire por la mirilla de la puerta y no había nada ni nadie afuera. Con algo de calma y miedo, abrí la puerta y, para mi sorpresa, había una caja afuera.

Suspire y el corazón me palpito aun más rápido. Como dijo mi abuela, sin duda tocaron a mi puerta y algo había dejado, era una caja mediana, de color negro, un negro descuidado e inquietante. Quería llorar y esconderme pero el miedo me paralizaba, pensé en patearla pero ¿Y si empeoraba las cosas?. Aunque la pregunta que me paso de inmediato por la mente fue ¿Que había adentro de ella? ¿Que cosa guardaba en su interior?. La tome con mucha calma y sentí su pesadez, algo que aumento mi curiosidad. 

No lo abras hasta que amanezca, no seas curiosa... No podía abrirla, las palabras de mi abuela retumbaban en mi cabeza una y otra vez, quería pero no debía. Deje la casa sobre la mesa de la sala y fui a la cocina por agua y un calmante. El apetito se me había quitado de golpe, la casa estaba con un ambiente frío y oscuro, se sentía un aura de soledad perturbadora. Debía esperar hasta el amanecer, eso era seguro. Entré al baño rápidamente y vi mi reflejo al salir, tenia la cara pálida, los ojos hinchados y me temblaban los labios, sentía mi corazón palpitando a través de mi camisa y sonando en mi cabeza.

Al salir del baño sentí una fuerte respiración, verdaderamente no le preste atención y seguí caminando a los corredores para cerrar las cortinas. La respiración sonó nuevamente, sintiendo un aire helado en mi nuca. Había alguien allí, parado detrás de mi. Me aterrorice y el cuerpo me temblaba, las lagrimas empezaron a brotar de mis ojos. Nunca había estado tan asustada en toda mi vida.

No mires hacia atrás si sientes que algo se acerca, pues el dueño de la caja piensa sorprenderte... Las palabras de mi abuela volvieron a estar presentes en mi mente pero ¿Qué podía hacer? Como pude reuní mi fuerza y mi valor, y medio cerrando los ojos comencé a correr, pero no duro mucho la carrera porque los corredores se notaban más oscuros que de costumbre, posiblemente por el miedo que tenia. No iría a mi habitación ni al baño a encerrarme ya que podría entrar y estaría sin salida. A dónde corriera me seguiría, sentía su frío respirar cada vez más cerca. Decidí escapar del apartamento e ir lo más lejos posible.


No se si fue la entidad que estaba muy cerca de mi o el mismo miedo que tenia pero las piernas me fallaron y me resbale, cayendo sobre la mesa y luego al suelo. Las pinzas que sostenían mi cabello se incrustaba con rudeza en mi cabeza y era un dolor insoportable. Al levantar la mirada vi que al tropezarme con la mesa, la caja negra había caído también, abriéndose al tocar el suelo.

Dos dedos de las manos, tres de los pies, uñas cortadas y un pie completo habían salido de caja, aun con sangre. Un grito de horror salio de mi garganta y estaba empapada de sudor. El susto y el asco no fue nada comparado con lo que vendría luego, con gran horror vi que esos dos dedos correspondían a los de mi mano izquierda y esos dos dedos de los pies eran de mi pie derecho, habían sido recién cortados.

Lo último que vi fue una figura muy alta vestida de negro caminar hacia mi, con el cuerpo extremadamente delgado y una cara blanca sin expresiones, con los ojos grandes de color amarillo y negro. Después de eso me desmayé.


De verdad te digo, no cortes tus uñas de noche, no si esperas a la muerte. Mi abuela me advirtió una vez que no lo hiciera y esa fatídica noche lo olvide. Mi abuela no se equivocaba, no con sus supersticiones. No cortes tus uñas de noche, y si lo haces, recuerda no abrir la caja y esperar en un lugar seguro hasta el día siguiente, recuerda que siempre hay un amanecer.  

De ese modo culmina el creepypasta, la leyenda verdadera es un poco parecida:

La Caja Negra.

Cuenta la leyenda que, si en una familia, uno de sus miembros posee una enfermedad terminal, tiene las angustiosas ganas de suicidarse u odia a algún otro miembro familiar, después de las 12:30 am algo vendrá a las puertas de ese hogar.

Entre un día miércoles o viernes, pasadas la media noche. La puerta será tocada. Al observa por la mirilla de la puerta o abrirla, en su defecto, encontrara a una anciana de baja estatura con extrañas características de ultratumba. Se disculpara por haber tocado a tan altas horas y pedirá como favor que le guarden lo que posee en sus manos, una gran caja negra. He aquí la decisión, si se le dice que no, la anciana tomara la forma de algo tan horrible que la persona caerá muerta de la impresión. En cambio, si se le dice que si y se recibe el paquete, la anciana sonreirá vilmente entregando complacida la caja negra y desapareciendo en la oscuridad.

La caja no debe ser abierta hasta pasada las 5 am, eso es ley. Es mucho mejor sino se abre y se desecha el paquete en un deposito de basura lo más lejos del hogar. Pero si la curiosidad es más fuerte, se dice que si se abre la caja antes de las 5 am, aquel miembro familiar que posea una enfermedad terminal, tenga las angustiosas ganas de suicidarse u odie a algún otro miembro familiar, caerá muerto instantáneamente, simbolizando que el contenido de la caja era un pase de la muerte para llevarse a la persona y lo dejaron entrar al hogar.

Si se abre la caja después de las 5 am, encontrará que su contenido es nada más y nada menos que un acumulado de huesos humanos. Algo aterrador y sobrenatural en ambos casos. Si tocan a su puerta, pasadas la medianoche, lo recomendable es no abrir. 

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Me alegro que te haya gustado. Gracias por comentar. ¡Saludos!

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  2. Pero eso es verdad yo me corto las uñas a media noche y gracias a dios no me a pasado nada

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