Todo lugar posee alguna leyenda urbana sobre alguien o algo que maravilla, asombra o asusta a sus pobladores. Creencia que se ha mantenido desde la antigüedad hasta la era contemporánea y aun así sigue activa, desconcertado a los habitantes, no solo de Suiza sino a curiosos de todo el mundo durante años. Acompáñame en este viaje a través de la bruma de los bosques suizos para descubrir la verdad, o quizás más preguntas, sobre este misterioso caminante, conocido como Le Loyon.

Le Loyon, o también llamado El Fantasma de Maules, es una leyenda urbana sobre una supuesta figura humanoide que se decía que vagaba por el bosque Sâles, cerca del pueblo de Maules, en Suiza. Es descrito como una criatura humanoide alta de entre un metro con noventa centímetros de altura (6'3"), vestida con un mono u overol militar gris o negro, una capa de camuflaje verde oscuro y una máscara de gas GP-5 que le recubre toda la cabeza.

Los primeros avistamientos de Le Loyon se remontan a principios de los años 2000. En uno de los avistamientos reportados en 2003, una mujer local afirmó haber visto a Le Loyon recogiendo flores en el sendero y se sorprendió al ser vista por ella. Luego, en junio del año 2008, un vecino de la zona se encontró con Le Loyon, cuando la criatura parecía estar agarrando flores para armar un gran ramo. Otro vecino anónimo, manifestó que vio a Le Loyon de lejos recogiendo piedras y algunas flores, luego al notar que lo observaban corrió muy rápido y se perdió en el interior del bosque.

Hay varias teorías sobre la identidad de Le Loyon; por ejemplo, algunos afirman que podría ser una mujer con una enfermedad mental, un hombre gigantesco y ermitaño, alguien que sufre una enfermedad de la piel o un superviviente de guerra desfigurado. También está la opinión de algunos que afirman que se trata de un críptido extraño, con ropajes de alguien que logró asesinar en su camino y que ahora vive en algún lugar del espeso bosque.

En septiembre del año 2013, el periódico suizo en lengua francesa Le Matin publicó la primera fotografía conocida de Le Loyon, tomada por un fotógrafo aficionado llamado Patrick. La publicación tenía las siguientes palabras textuales del fotógrafo: "Me lo encontré cerca de la espesura. Me acerqué a él a una docena de metros de distancia. Quedé inmóvil. Él solo me miró fijamente, luego me dio la espalda y se fue en silencio."

A las pocas semanas, otra publicación en el periódico se hizo pública. Marianne Descloux, vecina de la zona, aseguró a Le Matin que su encuentro con él se produjo en primavera. "Era un domingo lluvioso", dijo. "Llevaba una gorra, una capa oscura y su máscara de gas. ¿Qué podía estar pasando por su cabeza? No lo sé, pero fue inolvidable y aterrador. Espero no volver a encontrarme con él."

Después de que la foto comenzó a circular en línea, Le Matin informó que la capa y la máscara de gas de Le Loyon fueron encontradas en el bosque de Maules, junto con una nota críptica titulada "Certificado de defunción y testamento del fantasma de Maules". La nota fue, supuestamente escrita en francés por Le Loyon indicaba "Le risque d'une chasse à la Bête", que significa "El riesgo de una cacería de la Bestia" y afirmaba que Le Loyon sabía de la fotografía viral y estaba disgustado con la atención no deseada que trajo al bosque. Desde entonces, no ha habido más avistamientos reportados de Le Loyon en el bosque de Maules.

Esta carta se publicó en el boletín municipal de Sâles. Le Loyon acusa a "Le Matin" de asesinar a un "ser inofensivo" al revelar su existencia. Escribió: "El riesgo de una cacería de la Bestia se volvió demasiado grande...". La nota expresaba las preocupaciones de Le Loyon de que la reciente revelación conduciría a una mayor atención, lo que obligaría a la persona debajo de la ropa a abandonar los paseos, a los que la carta se refería como "terapia de la felicidad".

Algunos opinan que la figura era solo un local excéntrico de Francia que tenía miedo de ser vinculado a Le Loyon y abandonó sus paseos disfrazados como resultado. Sin embargo, la forma en que estaba redactada la nota llevó a algunos a creer que Le Loyon se había suicidado. Una vez más, el humano dañando algo que estaba bien como se encontraba y afectando en el proceso a alguien inocente que no había hecho nada malo.

"Querido Patrick de Le Matin, no sólo eres un idiota, sino que eres sobre todo un asesino.
Has asesinado a un ser muy inofensivo, que encontró en sus paseos una auténtica terapia de felicidad, una recarga cerebral que le permitió afrontar las responsabilidades y las vicisitudes de su vida "normal". Eres un asesino de libertades. Ustedes además ¿Se toman el tiempo de meditar y para pedir un mundo mejor?. Estoy aquí pero no aterrorizo a los niños ni daño a nadie. ¿Por qué no se aterrorizan ante los horrores y los crímenes reales que ven en la televisión y en los medios de comunicación?
¿Quién se encarga de colocar el botón de Tolerancia y Libertad en el mundo? ¡Estas hermosas ideas benefician a más traficantes, proxenetas, ladrones, violadores y vándalos!
Suiza es pequeña, todo lo que no esté de acuerdo con sus creencias debe ser erradicado. Estaba bien estando aquí solo, hasta que llegaste tú, que estos sentimientos de descubrimiento y evolución y por desgracia debo desaparecer. Eres un bestia y el riesgo de que la bestia me cace ahora, que me considero un fantasma, es un riesgo muy grande. Volveré ahora para atormentar las mentes estrechas de tu especie, porque, en última instancia, un fantasma nunca muere.
Al amable caminante o recolector de setas que descubra mis pertenencias, entregue por favor, entregue esta carta a algún señor síndico, o incluso a un periodista, capaz, sin embargo, de discutir sobre libertad y tolerancia."
Le Loyon