El Día de las Madres es una celebración internacional. Madre es sinónimo de amor, de cuidado, son el comienzo de la vida, la protección, la alegría y la esperanza. La festividad se celebra en diferentes fechas del año, por ejemplo; en la antigua Grecia era el 15 de marzo y cuya duración se alargaba por tres días, en Indonesia es el 22 de febrero, en España es el 5 de mayo (el primer domingo del mes) que coincide con la llegada de la primavera, en Corea del Sur es el 8 de mayo y es también llamado "El Día de los Padres", en México es el 10 de mayo al igual que en países como Guatemala, El Salvador, Belice, Catar, Emiratos Árabes Unidos, India, Malasia, Omán, Pakistán y Singapur, en Venezuela y Colombia es el 12 de mayo (el segundo domingo del mencionado mes), en Argentina es el 20 de octubre, en Francia es el 26 de mayo (último domingo del mes), y en Panamá es el 8 de diciembre que coincide con el Día de la Inmaculada Concepción.
Ser madre no significa solamente criar y satisfacer las necesidades de sus hijos. Representan el amor y apoyo incondicionales en su desarrollo como personas. A pesar de ello, no siempre es así. Han habido casos totalmente contrarios a lo que la madre simboliza y a pesar de que hay varios ejemplos de ello, en la presente publicación estarán algunas de las peores madres.
1. Nannie Doss
De nombre real Nancy Hazel (4 de noviembre de 1905 - 2 de junio de 1965), fue una asesina en serie estadounidense responsable de la muerte de 11 personas entre la década de 1920 y 1954, año en que confesó sus crímenes en el mes de octubre. Entre sus víctimas se encontraban sus cuatro maridos, dos hijos, dos hermanas, su madre, un nieto y una de sus suegras. Nannie recibió el apodo de "La Abuela Risitas" por su costumbre de reírse mientras hablaba sobre sus crímenes. Se declaró culpable el 17 de mayo de 1955 y fue condenada a cadena perpetua; el estado no le concedió la pena de muerte debido a su género. Doss nunca fue acusada de las otras muertes. Murió de leucemia en la sala del hospital de la Penitenciaría de McAlester, en Oklahoma en 1965, a los 59 años de edad. Está enterrada en Oak Hill Memorial Park.
2. Waneta Hoyt
Ncida como Waneta Ethel Nixon (13 de mayo de 1946 – 13 de agosto de 1998) fue una asesina en serie estadounidense que fue condenada por matar a sus cinco hijos biológicos. Asistió a la escuela secundaria Newark Valley en Richford, Nueva York, cuando estaba en décimo grado, pero abandonó los estudios para casarse con Tim Hoyt el 11 de enero de 1964. Después del matrimonio, la pareja tuvo siete hijos (cinco biológicos, uno adoptado permanentemente y otro adoptado temporalmente). Todos los hijos biológicos de Hoyt murieron antes de cumplir 29 meses. Durante más de dos décadas después de que todos los niños murieran, se creyó que murieron por el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). En 1994, Hoyt confesó la muerte de sus cinco hijos indicando que todos sus hijos lloraban mucho y eso no le gustaba por lo que quería silenciarlos. Ella fue arrestada, condenada como asesina y murió en prisión de cáncer cuatro años después, en el año 1998.
3. Kathleen Folbigg
Algunos la llaman "la peor madre de Australia", otros han ido más allá catalogándola como "la Asesina de Bebés". Kathleen Megan Donovan nació el 14 de junio de 1967. El 8 de enero de 1969, su padre biológico, Thomas John "Taffy" Britton, asesinó a su madre, Kathleen May Donovan, apuñalándola 24 veces. Kathleen apenas tenía 18 meses. Su padre fue arrestado el día después del asesinato, y cumpliría 15 años de prisión por asesinato antes de ser deportado a Inglaterra. Donovan fue puesto bajo tutela del estado y colocada en cuidado de crianza con una pareja. El 18 de julio de 1970, la retiraron de su cuidado y la internaron en el Hogar Infantil Bidura. Dos meses más tarde, Kathleen se mudó a un hogar de acogida permanente. Aquí también conoció a su hermana adoptiva, Lea Bown. Este arreglo duró hasta que ella fue una adolescente. Dejó la escuela a los quince años y se casó con Craig Gibson Folbigg en el año 1987, matrimonio que terminaría en 2000 con un divorcio.
Es catalogada como una asesina serial pero nunca se encontró evidencia directa de los presuntos crímenes, pero en el diario personal descubierto por su esposo y obedientemente entregado a la policía, varias anotaciones parecían sugerir que ella podría haber dañado e incluso asesinado a sus cuatro hijos pequeños. Fue arrestada en 2001 y condenada en 2003, sentenciada a 40 años con un período sin libertad condicional de 30 años. Folbigg mantuvo su inocencia, sin embargo, alegando que los cuatro niños habían muerto por causas naturales (asfixia, convulsiones y síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). En el año 2023, después de 20 años de cárcel tras una larga campaña por la justicia por parte de sus partidarios, sus condenas fueron anuladas en apelación unos meses después y quedó en libertad gracias a un indulto. La inédita decisión sigue a uno de los peores errores judiciales en la historia de Australia, dicen sus abogados.
4. Raquel Maslucán
En Llucmajor, pueblo de Mallorca, España, vivía Raquel, una mujer de 34 años, junto a su esposo Julio Ramón y la pequeña hija de ambos; Alicia, de solo 18 meses de nacida. Según la historia oficial del Diario de Mallorca, luego de una discusión entre ambos que involucraba la clara intención del esposo de separarse de ella y regresar a su Canarias natal con la hija de ambos, Raquel abandonó la casa familiar, ubicada en una zona rústica y no volvió. A la mañana siguiente, Julio se comunicó con la familia y comenzaron a buscarlas por los lugares cercanos. Se descubrió la desgracia en un edificio abandonado cerca de allí. Raquel había ahorcado a la pequeña bebé con un nudo náutico de marinero y se había suicidado poco después. Se cuenta que el desdichado padre tomó a la infante entre sus brazos y salió a la calle gritando desgarrado: "¡Mi niña, has matado a mi niña!".
5. Mireia Pedraza
Mireia parecía tenerlo todo. Era arquitecta técnica, hablaba cuatro idiomas, se había casado con un arquitecto estrella y juntos tenían tres hijos. Eran nativos de Gerona, ciudad y municipio de España. No se sabe con exactitud la razón pero hay algunas teorías; algunos dicen que se trató de una infidelidad por parte del arquitecto hacía Mireia, otros sugieren que la mujer había comenzado a sufrir una enfermedad incurable, incluso algunos afirman que Mireia había comenzado a escuchar extrañas e insidiosas voces en su cabeza que la volvían errática. El caso fue que un 9 de diciembre, Mireia saltó desde un decimotercer piso con sus dos niñas: Sira, de 10 meses, y Bruna, de 11 años. El hijo de en medio se salvó de la tragedia ya que se encontraba junto a su padre fuera de la ciudad.
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