Se cree que la Ciencia busca explicar los misterios de los fenómenos naturales, mientras que la Magia trata de esconder estos principios y, la mayoría de las veces los distorsiona. La combinación de ambas artes para muchos es el Ocultismo, que son las prácticas de las ciencias ocultas como la alquimia, la percepción extrasensorial, la astrología, el espiritismo y la adivinación, entre otras. La magia y la ciencia parecen términos opuestos desde hace mucho tiempo pero están estrechamente relacionados. Hay quienes opinan que el conocimiento de la ciencia pudo desprenderse de la magia. Sin embargo, es evidente la relación íntima que existe entre magia y ciencia, no solo por ser la primera la progenitora de la segunda, sino porque en la Antigüedad era la magia la única ciencia en las culturas que se desarrollaron, haciendo grandes avances para su tiempo.
En el año 1921, el camarógrafo aficionado Phil Augustus Gelul se adentró en las montañas cerca del Condado de Berks en Pennsylvania, Estados Unidos, con su fiel cámara fotográfica plegable Kodak modelo G. Todo con la intención de obtener tomas fotográficas del paisaje, y en forma de broma, también para buscar a la Bruja de Lancaster, una antigua leyenda de dicho condado. En medio de su expedición fotográfica, observó a lo lejos una mujer que se encontraba parada en medio de la nada, sin pensarlo dos veces tomó varias fotos pero entre todas las tomadas, solo pocas salieron bien enfocadas. Cada vez que le tomaba fotos a la desconocida y misteriosa mujer, sentía una extraña sensación de alerta en el cuerpo. En las últimas fotos, las tomas salían borrosas ya que Phil sentía como el miedo recorría su cuerpo.
Esa experiencia no fue nada grata para él, más aún cuando bajo su cámara fotográfica y notó que no había rastro de la mujer. Había desaparecido de todo el entorno. Un poco perturbado se apresuró para salir de allí y llegar a un sitio poblado. Al llegar a su casa, se encontraba pálido, como si estuviera escapado de un terror invisible y sobrenatural. Le comentó a su esposa Elsie lo sucedido con un temor extraño, Phil no se encontraba bien. Trató de revelar las fotos para mostrárselas a su esposa pero le dieron ganas de descansar, no solo se sentía mal anímicamente sino también físicamente. Esa noche misteriosamente falleció en medio de su descanso.
Luego del luto, semanas después, su esposa Elsie aún extrañada de la súbita muerta de su esposo, comenzó a pensar demás y recordó lo que su difunto esposo le había comentado. Así pues, Elsie reveló las fotografías del último viaje de Phil y allí estaba. Esa mujer misteriosa y desconocida de la que su esposo le habló esa fatídica noche se encontraba en las fotos, en unas muy borrosa, en otras totalmente oscura pero en dos de ellas estaba clara, se trataba de la Bruja de Lancaster. Bruja con la que su esposo se había topado y que en tono de broma quería buscar en esa zona. No salío con vida de la experiencia.
En el condado de Berks en Pennsylvania, Estados Unidos, se dieron lugar una serie de juicios de brujas inglesas entre la noche del 18 y la tarde del 19 de agosto de 1612. Dichos juicios fueron comúnmente conocidos como los de Las Brujas de Lancashire. De los veinte acusados, donde habían hombres y mujeres, se encontraban Anne Redferne y su madre Chattox que fueron acusadas de ser brujas de Pendle, además de las brujas de Samlesbury, once fueron declarados culpables y posteriormente ahorcados; una de ellas fue condenada a la torre de picota y el resto fue absuelto.
Sir James Altham y Sir Edward Bromley fueron los jueces encargados y ordenaron al secretario de Lancaster Assizes: Thomas Potts, a que escribiera los procedimientos que usaban en sus juicios, convirtiéndose en uno de los juicios de brujas más famosos y mejor registrados del siglo XVII. Potts completó el trabajo el 16 de noviembre de 1612 y lo presentó a los jueces para su revisión. Bromley revisó y corrigió el manuscrito antes de su publicación en 1613, declarando que era verdaderamente completo, apto y digno de ser publicado.
En el registro de juicio se menciona que una mendiga de nueve años de edad llamada Jennet Device, dio su testimonio del caso que ocasionó la ejecución de diez personas, incluida toda su familia (su madre Elizabeth, su abuela Demdike, su hermana mayor Alizon y su hermano James). Niños tan pequeños como de tres años de edad pueden dar testimonio en un tribunal británico. No obstante, los menores de catorce años eran vistos como testigos poco confiables. Dicho caso de brujería del siglo XVII cambió esto.
Ahora bien, en el caso de la polémica foto que se ha vuelto viral de un tiempo para acá, NO SE TRATA DE NINGUNA BRUJA DE LANCASTER, sino de una mujer llamada Frances Hardenbergh. Dicha fotografía fue tomada en el mencionado año de 1921, pero en la granja de su propiedad. La familia Hardenbergh era propietaria de extensos terrenos en el condado de Ulster, New York, y la familia trabajaba para ayudar al condado a adquirir tierras de venta de impuestos, pero no estaban a favor de que el condado pagara impuestos sobre estas tierras. Frances era conocida como "la Abuela Hardenbergh".
La fotografía fue editada y la historia inventada para ser un tipo de Creepypasta. No hay que creer todo lo que se lee a la primera ya que puede ser mentira o medianamente verdad. Hubo juicios de brujas en el condado, se registró el proceso pero no se probó que dichas mujeres fueran brujas, además que en el condado no hay alguna leyenda sobre La Bruja de Lancaster, se sabe que fue parte de la historia local, pero no pertenece a la galería de leyendas del condado.
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