¡El futuro es ahora! La tecnología avanza a pasos agigantados gracias a la ciencia y sus procesos actualizables. En esta publicación (final por el presente año 2022), tocaremos un tema actual pero bastante polémico, no por como temática sino por lo que su efecto podría traer consecuencias para el mundo en tiempos futuros. A veces pensamos en el futuro y no necesitamos ser profetas para acertar en ciertas situaciones. Imaginando un "escenario apocalíptico", muchas son las opciones que hay para un posible "Fin del Mundo", desde invasiones extraterrestres hasta cataclismos climáticos pero, el control del mundo por parte de una tecnología consciente también es una posibilidad, más aún con el rumbo que está tomando la tecnología actual, y es algo aterrador.
La Inteligencia Artificial (Artificial Intelligence o A.I.) es la disciplina que intenta replicar y desarrollar la inteligencia y sus procesos implícitos a través de computadoras. Hay cuatro enfoques para darle una completa definición: dos centrados en los humanos (sistemas que piensan como humanos, y sistemas que actúan como humanos) y dos centrados en torno a la racionalidad (sistemas que piensan racionalmente y sistemas que actúan racionalmente). El término comenzó poco después de la Segunda Guerra Mundial, y el nombre lo acuñó en el año 1956 el informático estadounidense John McCarthy, en la Conferencia de Dartmouth.
La inteligencia artificial abarca en la actualidad una gran variedad de subcampos, que van desde áreas de propósito general, como el aprendizaje y la percepción, a otras más específicas como el juego de ajedrez, la demostración de teoremas matemáticos, la escritura de poesía y el diagnóstico de enfermedades. Al alcance de la mano de todos, se pueden mencionar las aplicaciones móviles, así como también la detección facial de esos dispositivos, los asistentes virtuales de voz y la reciente creación de personajes y escenarios por medio de textos. La Inteligencia Artificial sintetiza y automatiza tareas que en principio son intelectuales y es potencialmente relevante para cualquier ámbito de la actividad intelectual humana. En este sentido, es un campo genuinamente universal.
Ahora bien, un Bot es un término informático para referirse a un programa que realiza tareas automatizadas específicas mediante Internet a través de una cadena de comandos o funciones autónomas previas para asignar un rol establecido; y que posee capacidad de interacción, cambiando de estado para responder a un estímulo. Las redes sociales cuentan también con estos programas para realizar múltiples tareas configuradas y Facebook no es la excepción. En el año 2017, dicha red social comenzó con un proyecto que buscaba mejorar una inteligencia artificial, como por ejemplo, las respuestas variadas en un chat de ayuda. Dicho proyecto está dentro de la investigación Fair. De ese modo, Facebook programó dos bots para negociar entre sí, a los que bautizaron como "Alice y Bob".
Todo marchaba según lo planeado y los bots negociaban entre sí cada vez mejor, pero de repente algo cambió. Los investigadores notaron que los bots parecían estar diciendo cosas sin sentido y los programadores intervinieron donde se sorprendieron al pensar que se trataba de un error informático. Al analizar los comandos llegaron a la conclusión de que Bob y Alice no estaban hablando de modo incoherente, sino que habían creado un lenguaje ininteligible para los humanos. Al parecer, ambos se habían puesto de acuerdo para eliminar ciertos "ornamentos" del idioma, de modo que fuera más efectivo y les permitiera negociar mejor. Pronto el idioma se volvió incomprensible para los humanos. Un lenguaje secreto.
Según trascendió, ante este hecho que puede verse como una forma de que "la inteligencia artificial siguiera evolucionando y se saliera de control", los investigadores decidieron desactivarlos por precaución y reiniciar el sistema para impedir que el lenguaje continuara desarrollándose. El equipo a cargo del proyecto informó que decidió apagarlo porque podría surgir un error y de no poder ser comprendido, no podrían repararlo, además que, de extenderse el tiempo de evolución, podría representar un peligro real que llegaría a escaparse a la web.
Digital Journal, un periódico que reportó el caso, señaló que no es la primera vez que una inteligencia artificial crea su propio lenguaje. Ya se había comprobado con anterioridad que dentro de la fundación OpenAI, una compañía de investigación sin fines de lucro que tiene como objetivo promover y desarrollar inteligencia artificial amigable de tal manera que beneficie a la humanidad en su conjunto, fundada por Elon Musk, que las inteligencias artificiales desarrollaban su propia manera de comunicarse.
En el presente año 2022, ocurrió algo similar. El mencionado lenguaje secreto volvió a ser usado, esta vez por DALL-E 2, una inteligencia artificial capaz de generar imágenes a partir de texto. Dicha A.I. mejoró el idioma como paso intermedio para lanzar sus diseños. Teniendo a su alcance infinidad de textos extraídos de internet, la inteligencia artificial toma como referencia palabras de idiomas que no son necesariamente el inglés. Este se ha encontrado con extraños mensajes creados por la propia máquina como instancia intermedia antes de generar la imagen solicitada, como si antes de proponer el diseño que le sugiere el texto proporcionado por el desarrollador necesitara antes traducirlo a su propio idioma para darle su propia lógica.
Aaron J. Snowell, investigador posdoctoral de Leyes de la computación y Contabilidad a través de IA de la Universidad Tecnológica de Queensland, en Australia, opina al respecto en un artículo publicado en The Conversation: "Probablemente DALL-E 2 no tenga un lenguaje secreto. Sería más exacto decir que tiene su propio vocabulario, pero incluso considerando esto no podemos saberlo con seguridad". Dicha inteligencia artificial que adivina tus emociones podría ser mal utilizada y no debería estar disponible para todo el mundo, según Microsoft.
Aún no pueden todavía modificar el código para tratar de averiguar el porqué de su comportamiento, con lo que la incertidumbre sobre este tipo de sistemas es todavía mayor. Según un experto en el tema, toda la información que provenga de estas herramientas hay que tomarla con prudencia. Es importante señalar que el origen del protolenguaje de DALL-E 2 está estructurado en latín y al igual que otros modelos de inteligencia, utiliza un enfoque intermedio llamado codificación de pares de bytes (BPE, por sus siglas en inglés). Su comportamiento no previsto, a modo de error, está despertando recelos entre los expertos sobre hasta qué punto se puede confiar en una tecnología que todavía no se puede dominar del todo. "Una de las razones por las que estos fallos son preocupantes es que ponen en duda nuestra confianza en el modelo. Si la A.I. interpreta palabras incoherentes de forma no intencionada, también podría interpretar palabras significativas de forma no intencionada", explica Snowell.
Es importante hacer mención que las dos palabras del año 2022, según la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), es: Inteligencia Artificial. La institución que propugna el buen uso del español en los medios de comunicación e internet ha informado de que las palabras elegidas son estas "expresiones complejas" que, como recoge el Diccionario de la Lengua Española, al que se incorporó en 1992, se trata de "la disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico". La FundéuRAE la ha seleccionado por su importante presencia en los medios de comunicación durante estos últimos doce meses, así como en el debate social, debido a los diversos avances desarrollados en este ámbito y las consecuencias éticas derivadas.
FastCo, grupo de empresas que se especializan en facturación, distribución y recolección de documentos, televentas y telemarketing, señala que es posible que esta clase de máquinas permitan en el futuro que dispositivos o sistemas inteligentes se comuniquen entre ellos de manera más eficiente. No obstante, esos beneficios podrían traer algunos problemas. Sin embargo, esos percances, por lo pronto, no tienen nada que ver con liberar una inteligencia artificial que termine controlando a toda la raza humana. Se espera que seamos lo suficientemente listos como para no conectar programas experimentales de aprendizaje automático en campos que resulten realmente peligrosos, como un ejército de androides con armas láser o un reactor nuclear. Pero si se llegara a realizar y se produce un desastre, será fruto de la negligencia y estupidez humana y tal vez, solo tal vez, de que los robots hayan tenido una revelación filosófica sobre cuán perversos somos los humanos y los efectos de sus acciones en el planeta.
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