Siguiendo con la temática OVNI, trataremos en la presente entrada sobre otro tipo de criaturas que han sido avistados y son retratados como monstruos voladores, siendo los más extraños de la ufología, criptozoología y astrobiología. Las Bestias Atmosféricas son entidades que, parecen criaturas vivientes pero rompen todas las reglas habituales que se aplican a los seres vivos. Estos vuelan sin necesidad de alas y sus cuerpos son solo semisólidos, a menudo parcialmente invisibles.
Critters of the Sky o las Bestias Atmosféricas, son hipotéticos organismos brillantes no alados que podrían vivir en la atmósfera de los planetas. Estos podrían volar o flotar sin alas porque son menos pesados que el aire. Las descripciones de esta clase a menudo representan a estos seres como globos vivientes, llenos de un gas menos pesado que el aire (similar al hidrógeno caliente). Algunos astrónomos y cosmólogos han propuesto que este tipo de criatura podrían vivir en la atmósfera de hidrógeno de algún planeta gaseoso, como Júpiter.
Los Ovnis se definen como supuestas naves espaciales alienígenas o maquinarias voladoras no terrestres, al haber avistamientos de las Bestias Atmosféricas, se clasificaron originalmente como informes UFO altamente inusuales. Se cree que dichos organismos son criaturas de color metálico pero muy frágiles que no necesariamente luce como globos, sino que tienen forma ovoide que pueden alterar con facilidad al acumular gas y cambiar su densidad, todo con el fin de moverse o adaptar su dimensión. Pueden ser nativas de una atmósfera de hidrógeno cercana o pueden provenir de algún lugar no tan lejano del planeta Tierra. Otros consideran que se tratan de bioformas que ya no poseen un planeta propio y que su paso por el cosmos las ayudó a evolucionar y a adaptarse al ámbito frío del espacio.
En ciertas ocasiones, se han visto Bestias Atmosféricas de mayor tamaño, estas son llamadas Ballenas Aéreas o Bestias de las Nubes por su similitud con los cetáceos. Algunos creyentes piensan que, por tener su hábitat normal a una altura muy alta, el descenso y posterior toque al suelo podrían causar su muerte.
Aquellos son más grandes de los que comúnmente se observan o los que son más sólidos, pueden tener bocas, ojos, aletas y otras características, pero estas partes del cuerpo generalmente están dispuestas y formadas de una manera que parece completamente extraña.
Otros piensan que, estos organismos viven dentro de las nubes ya que "las nubes forman un vasto mar atmosférico muy por encima de nosotros y que eso es simplemente un animal que es originario de las nubes". A veces pueden adoptar el comportamiento real de estas, como lanzar corrientes de agua horizontal, pero a veces estos seres pueden ser descubiertos por tener formas muy perfectas, ser demasiado rápidas o tener detalles muy animados en sus características.
Se dice que cuando las Bestias Atmosféricas mueren, caen a la tierra como una masa gelatinosa que puede parecerse a una jalea verde, deshaciéndose en el proceso y soltando una serie de hilos blanquecinos que evaporan a los pocos minutos.
Este pensamiento radica en que, a mediados de los años ochenta, hubo un ciclista inglés que se encontró en el camino que transitaba una masa semisólida que parecía moverse. La extraña forma de vida era como una manta suave y olía a moho. Al sujetarla con ambas manos, el ciclista sintió una pequeña carga eléctrica y posteriormente un fuerte pero breve agotamiento físico. La semisólida masa comenzó a moverse con más fuerza y se alejó flotando. Este no ha sido el único caso que ha habido, han habidos otros pocos, pero todos concuerdan en algo, el contacto con esas formas de vida se siente como lamidas de una lengua enormemente suave.
El 21 de agosto del presente año 2020, unos cazadores de tormentas en el condado de Jeff Davis, en Texas, EEUU, estaban presenciando como se desarrollaba una cuando relámpagos rojos parecidos a tentáculos aparecieron en el cielo. Pronto, de manera espectacular y asombrosa, una gran medusa se hizo presente por cuestión de segundo en el Monte Locke, permitiendo que fuera capturada en fotografías por Stephen Hummel, especialista en cielos oscuros del Observatorio McDonald. Hasta que no revisó con detenimiento su cámara no pudo confirmar lo que realmente creía haber visto.
El sujeto catalogó la foto como un fenómeno llamado Sprite que produce unos grandes filamentos rojos llamados "Duende Rojo", descubierto en el año 1989 en todos los continentes del mundo, a excepción de la Antártida. Estos son enormes, alcanzando alrededor de 50 kilómetros de largo y 50 kilómetros de alto. Son rojos debido al nitrógeno que flota en lo alto de la atmósfera de la Tierra. La electricidad emitida enciende el nitrógeno, lo que hace que emita un resplandor rojizo que le da ese toque tan espectacular en el cielo nocturno.
Para terminar la entrada, me gustaría manifestar que es muy posible que el Ser de Évora, sea uno de estos organismos.
Guau si te pudieras hacer Amigo de uno de ellos
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