Mucha es la información que hay relacionada a la temática OVNI, un asunto de gran curiosidad que es el centro de varias teorías conspirativas. El interés en estos temas radican en que una o más civilizaciones avanzadas se sienten intrigadas con nuestra mundo y sus habitantes, tanto así que han visitado ciertas partes del mundo y, en algunas de esas visitas, los pocos humanos afortunados han podido recolectar y poder usar su tecnología (me refiero a los miembros de los equipos especiales de gobierno). Pero eso no es todo. Hay otro método que esos "invasores" tienen para espiar nuestro preciado mundo y a sus habitantes y es por medio del "El Caballero Negro".
El Caballero Negro (Black Knight) es el nombre otorgado a un misterioso objeto de origen desconocido que orbita la Tierra con una extraña trayectoria, siendo nada más y nada menos que un satélite alienígena que nos vigilia. Aunque en la actualidad, se asocia a distintos fenómenos extraterrestres dados a conocer durante el Siglo XX, siendo el resultado de una mezcla de historias OVNIS, como lo son; reportes de observaciones científicas inusuales, autores promocionando ideas poco convencionales, como señales de radio anómalas, satélites espías clasificados y personas dejando volar la imaginación al ver las fotos.
El origen de todo se remonta al año 1899 en New York, el inventor e ingeniero eléctrico, mecánico y físico Nikola Tesla, durante unos análisis de ondas de radio de grandes magnitudes por medio de un experimento de radio con un aparato al que nombró Teslacopio, escuchó radiofuentes naturales extraterrestres o también llamadas "púlsares". Esas señales no atendían patrones naturales y eran periódicas y regulares. Tesla pensó que la señal que recibía podría ser del planeta Marte, pero tras realizar otros estudios se comprobó que no. Esa señal provenía de la órbita terrestres, muy cerca de la órbita polar. En el año 1928 en Oslo, Noruega, un radioaficionado llamado Jorgen Hals, descubrió unas señales de radio un poco extrañas, escuchándose ecos con un alto retraso o Ecos de Gran Retardo (LDE), mismas señales que fueron captadas desde la atmósfera terrestres y no desde la Tierra.
El Caballero Negro se deja ver por primera vez en el año 1953 mediante una fotografía tomada por el Sputnik 1, el primer satélite artificial de la historia perteneciente a la Unión Soviética. Los astronautas argumentaron que mientras orbitaban la Tierra, notaron como algo se posaba sobre sus espaldas y pasaba por encima de ellos. Inmediatamente el gobierno de la Unión Soviética pensó que podía ser los Estados Unidos, pero el gobierno americano afirmo que no tenía nada que ver. Cabe señalar que para aquel entonces, ninguno de los dos países tenía la tecnología para mantener una nave espacial en la órbita polar. El 3 de noviembre de 1953, el doctor Luis Corralos del Ministerio de Comunicaciones de Venezuela pudo fotografiar el objeto flotante mientras tomaba las imágenes del Sputnik 2, ya que pasaba por encima de Caracas, la capital del país. Luego, el 3 de septiembre de 1960, una cámara de seguimiento tomó una fotografía de este objeto y tras realizar diversas investigaciones, se comprobó que el Caballero Negro, tenía tres veces más velocidad que lo objetos que normalmente orbitan la tierra. Por lo que este objeto tenía una aceleración propia. A pesar de el colapso mediático por el tema generado, la NASA obvio el asunto e insinuó que todo era invenciones de revistas de gran renombre, como por ejemplo, la revista TIME, indicando después de la presión amarillista que el objeto eran restos del satélite "Discoverer VIII" de la Fuerza Aérea que se había extraviado.
Tres años después, el astronauta estadounidense Leroy Gordon Cooper fue enviado al espacio para pilotar la misión Mercury Atlas 9. Cooper comentó que durante la misión noto como un artefacto opaco, de color verde brillante, estaba postrado en la parte delantera de su capsula espacial. El artefacto emitió unas luces tenues y de pronto centenares de objetos aparecieron de la nada. Al cabo de un rato los objetos se tornaron más pequeños y desaparecieron. Tras volver de la Misión todo el mundo quería preguntarle que era lo que vio allí arriba. La NASA respondió por él manifestando que todo se debió a alucinaciones debidas a un escape de dióxido de carbono.
En el año 1973, el escritor y astrónomo aficionado escocés Duncan Lunan pudo acceder a las grabaciones y analizó los ecos de radio con gran retraso recibidos por Jorgen Hals. Investigó los pulsos que generaba las ondas de radio en un plano y después de tres meses de avance investigativo, decodifico un mensaje que afirmaba que el objeto era una sonda alienígena de 13.000 años de antigüedad, situada cerca de la estrella Epsilon Bootis, una estrella doble en la constelación del Boyero. Posteriormente Lunan reiteró que sus métodos no fueron científicos, y que pueden haber errores en sus análisis. Muchos consideran la investigación como verídica y bien realizada.
Para muchos el misterio se resolvió en el año 1998, cuando el transbordador espacial Endeavor realizó su primer vuelo de siete días a la Estación Espacial Internacional en la misión de vuelo STS-88. Los astronautas a bordo de Endeavor tomaron muchas fotografías del objeto extraño y lo pusieron a disposición del público en el sitio web de la NASA. Pero pronto las fotografías desaparecieron y volvieron a aparecer algún tiempo después, pero con algunas ediciones en la forma del objeto, nuevas direcciones URL y varias descripciones que explicaban que el objeto era parte de una manta protectora térmica denominada "S025570 1998-067C", desprendida del transbordador, formando parte de la basura espacial del espacio.
Las fotografías eran de alta calidad, pero a pesar de las explicaciones, algunas de las imágenes no editadas mostraban el extraño tipo de transporte espacial.
Los entusiastas del fenómeno comparan la forma del Caballero Negro con una reinterpretación artística del "Astronauta de Palenque o Señor de Pacal", un bajorrelieve en la lápida del gobernante maya K’inich Janaab’ Pakal que los creyentes en los ovnis asocian con el interior de una nave espacial.
Fue encontrado en 1949 por el arqueólogo Alberto Ruz L´huillier en el interior del Templo de las Incripciones de Palenque, Chiapas, México. Se encontraba en los laterales de una escalera que conducía a la cámara mortuoria que contenía el sarcófago de piedra del soberano maya.
Algunos estudiosos sobre el temas y creyentes en lo conspirativo indican con temor que han realizado profundas investigaciones de las señales producidas por el satélite alienígena y aseguran que pueden apuntar a un sitio específico, pudiendo llegar a alterar tanto el volumen de sangre en el cuerpo como la presión arterial, la voluntad y comportamiento de los animales y el magnetismo terrestres.
Muchas son las preguntas que abundan como ¿Es una sonda o es un satélite? ¿Qué significan las señales de radio que transmite? ¿Nos vigila y registra de verdad? ¿Hay algo en Epsilon Bootis que lo relacione como el Caballero Negro? ¿La NASA sabe algo y oculta la información? ¿Por qué la NASA evita reconocer su existencia? ¿Tendrá en realidad 13.000 años o más? No hay posibles respuestas a este raro objeto que orbita nuestro mundo, la realidad del Caballero Negro es innegable y el ocultamiento de la existencia de vida extraterrestre está a punto de derrumbarse.
Los objetos brillantes si os dais cuenta siempre se les aparecen alos astronautas. Como la astronauta francesa que al llegar a la tierra quiso avisar de algo pero no la dejaron
ResponderBorrar¡Muy acertado tu comentario Jorge, verdaderamente así es! Aunque no siempre su aparición es de ese modo, muchos son los testigos que aseguran haber visto objetos que emiten brillo, tales ejemplos sucedieron en Rusia, México, muchos estados de EEUU, Alaska y Alemania, por indicar algunos casos. ¡Saludos y gracias por comentar!
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