sábado, 16 de diciembre de 2017

Estefanía Gutierrez Lázaro y el Caso Vallecas

Por mención de un fiel lector al Blog en uno de sus comentarios, hago ésta entrada ya que me causo gran interés. El caso Vallecas es uno de los episodios más relevantes de la parapsicología en España y su consideración ha llamado la atención de diversos expertos en la materia. Cabe acotar que el caso tiene testigos visuales y un informe policial detallado.


A principios del año 1991, la chica madrileña Estefanía Gutierrez Lázaro, de 18 años, que vivía junto con su madre Concepción Lázaro de la Iglesia, su padre Máximo Gutierrez Palomares y sus cinco hermanos en la calle Luis Marín número 8, en el popular barrio de Vallecas, comenzó a interesarse en el mundo de lo oculto, por lo que inició a jugar a la Ouija. 


Sola o acompañada por compañeras de su instituto, las practicas se hicieron frecuentes. Inicialmente solo se trataba de contactar al novio de una de sus compañeras, el cual había fallecido recientemente en un accidente en su motocicleta.


Los problemas comienzan a mediados del mes de marzo, cuando en una de sus prácticas en la Ouija dentro de uno de los baños del instituto Aragón, varias profesoras descubrieron lo que las jóvenes estaban haciendo y destruyeron la copa del juego contra una pared y rompiendo luego el tablero contra el suelo. Al romperse el vínculo y no cerrar el juego como debería ser, un extraño humo negro salio del tablero y se le metió por la nariz a Estefanía, quien comenzó a convulsionar. 


Poco después, el comportamiento de la chica se tornó extraño, acompañado de alucinaciones y paranoia. Sombras que la seguían y voces que la amenazaban eran algunas de las cosas que Estefanía aseguraba que estaba sufriendo desde que partieron la Ouija. Los creyentes aseguraban que la chica de Vallecas había sido poseída por un ser malévolo al no dar con otro diagnóstico ya que había momentos en que la joven tenía los ojos totalmente blanco y balbuceaba en otro idioma, brotando de su boca grandes cantidades de saliva. 


La noche del 14 de agosto de 1991, Estefanía ingresó al Hospital Gregorio Marañon de Madrid en coma. Máximo, el padre de la chica, indicó que horas antes presentaba un cuadro violento por una fuerza sobrenatural que se apoderó de ella, ésta aseguraba que sus visiones nocturnas se habían vuelto más reales. En sus visiones ella veía como un grupo de hombres con rostros vacíos se colocaban alrededor de su cama y la llamaban por su nombre, reclamando su compañía con insistencia. El suceso terminó en catalepsia severa para luego convulsionar y arrojar espuma por la boca, momento donde fue llevada al hospital. Pocas horas después, Estefanía Gutierrez falleció en extrañas circunstancias. La autopsia realizada por el forense Pedro Cabeza no arrojó un claro resultado, al tratarse de una “muerte súbita y sospechosa” provocada por una "asfixia pulmonar".


Sin embargo, la muerte de la joven no cesó el clima paranormal. La familia de Estefanía sufrió momentos de terror casi todo el año siguiente. Armarios cerrados que se abrían repentinamente y de forma antinatural durante las madrugadas, risas desesperadas de un hombre mayor que retumbaban las paredes, estruendos sin justificación en la terraza de la vivienda, pasos pesados en los pasillos, sombras enormes y distorsionadas y ambiente frío en las habitaciones, eran algunas de las manifestaciones que se presentaban según la familia. 


La actividad era más intensa en el cuarto de Estefanía en donde se escuchaban gritos similares a los de la joven y su cama era revuelta junto con algunas de sus pertenencias. Concepción aseguraba que todo ello se debía a su padre fallecido cinco meses antes que su hija, un anciano malhumorado que prometió hacerles la vida imposible por no cuidar de él en su vejez. Su situación senil lo hizo sentir odio por su familia, más aun por Estefanía, su nieta, a quien catalogaba como una niña problemática y liberal, aseguró Concepción.


En una oportunidad, Concepción puso harina en el suelo y salió del domicilio para hacer mercado, al regresar, encontró huellas de zapatos de hombre. El día siguiente colocó hilos entre las puertas de la casa y los encontró arrancados al volver nuevamente a su casa. Inclusive una noche, Concepción se encontraba en su cama y notó que algo invisible le tocaba las manos y los pies con aspereza.


Días después de estos horribles acontecimientos, les tocó el turno a las hermanas de Estefanía, que compartían el cuarto, viviendo un espeluznante momento durante la madrugada. Un lamento desesperante las despertó y lo primero que vieron al abrir los ojos fue la presencia de una silueta masculina negra de cara lisa que se arrastraba por las paredes de la habitación y les arrojaba sus muñecas. Los gritos no se hicieron esperar y cuando los padres acudieron al lugar para ver lo que ocurría, encontraron a las niñas en posición fetal, paralizadas de miedo, ante una desordenada habitación.


El 1 de noviembre, la Noche de los Fieles Difuntos, una fotografía de Estefanía colocada sobre mármol se incendió de forma inexplicable. El marco y el cristal del retrato se mantuvieron intactos mientras que la imagen de la chica se quemó. Ante los sucesos, el mido, tanto de la familia como de los vecinos creció, éstos últimos optaron por mantener una distancia prudencial de la familia. Concepción aseguró que intentó quitarse la vida tres veces debido a la ansiedad que produjo estos aterradores fenómenos.


En la madrugada del 27 de noviembre de 1992, la familia llamó a la Policía Nacional y, a pesar del clima helado del mes, el padre de la fallecida esperaba en la calle a los agentes policiales. Al domicilio accedieron el Inspector Jefe José Pedro Negri y otros tres policías que, según su testimonio policial, los crucifijos de la casa se movían sin control hasta que los Cristos eran separados inexplicablemente de su cruz, manchas marrones por varios lugares de la casa a las que llamaron "babas" y una figura negra los vigilaba desde uno de los pasillos de la vivienda.


Mientras recorrían el domicilio con la familia de Estefanía, los cuatro agentes policiales observaron como uno de los armarios se abrió súbitamente. "La situación esta rara y misteriosa, con un ambiente pesado y aterrador" dijo uno de los cuatro policías. 


Huellas de arañazos de algo como garras en un afiche en la pared y la aparición repentina e increíble de esta "baba" en una mesa que sostenía el teléfono que impregnó un mantel, fueron otros de los sucesos presenciados. El baño trasero de la vivienda tenía un pesado ámbito, lugar que se llegó a pensar que era el epicentro de la actividad.


Los fenómenos fueron perdiendo poco a poco intensidad hasta que desaparecieron en su totalidad, la familia vendió la casa y sus nuevos inquilinos no presenciaron nada relacionado a sucesos paranormales.  El 9 de noviembre de 1996 se exhumó el cadaver de Estefanía como parte de una investigación y evaluación del caso.


A Concepción Lázaro de la Iglesia se le realizó una evaluación psicológica y de personalidad como parte de la investigación de 1996 y los resultados arrojados señalaron que tenía un marcado desarreglo emocional, una tendencia a la ansiedad, delirios con ideas de grandeza, una necesidad sistematizada de llamar la atención, depresión e inmadurez, con una capacidad imaginativa y fantasiosa. El resultado llegó a hacer pensar que Concepción era la culpable y la provocadora de todo en el pasado ya que experimentaba un convencimiento real de lo que contaba, uniéndola con su considerable imaginación, haciendo suponer que el 85% de las cosas contadas por ella no fueran real. Se descubrió también que Concepción sufría de epilepsia y por ello tomaba un medicamento llamado Tegretol, indicado para este tipo de alteraciones y se asocia a muchas personas que son detonantes de fenomenología paranormal.


Para terminar la entrada, en el año 2017, se estrenó una película de terror española llamada "Veronica" dirigida por Paco Plaza, la cual está inspirada en Estefanía Gutierrez Lázaro y el Caso Valllecas. Su nombre fue cambiado a "Veronica" por tratarse de la leyenda urbana del espectro en el espejo. Para saber más sobre el tema, darle click aquí.


¿La Ouija ocasionó todo esto? ¿Era el padre de Concepción o algún ente salido del tablero? ¿Se trataba de esquizofrenia, epilepsia o tal vez sugestión? ¿Concepción era la culpable de todo? Muchas preguntas aun surgen en relación a este caso paranormal. 

4 comentarios:

  1. Gracias por el artículo desde España feliz navidad

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    1. ¡Jorge como siempre agradecido por tus comentarios! Me alegra que haya sido de tu interés. Espero que tengas una Feliz Navidad junto a tus familiares y amigos, y mis mejores deseos para éste año próximo. ¡Saludos!

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  2. Can I talk to you on a platform?
    I want to know more

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  3. Su hijo salió ya en algún medio desmitiendo todo el halo de misterio y circo mediático que se formó con este caso. El problema fue principalmente de la madre, que estaba mal de la cabeza y provocó a toda la familia un estado de histeria colectiva (es decir, la familia estuvo bastante sugestionada). La pobre chica falleció simplemente por un ataque epileptico, algo que no es frecuente, pero que puede pasar. La ouija no tuvo nada que ver, y de hecho, hasta el propio hermano duda que realmente se haya producido, pues la historia de que había hecho una Ouija sólo salió después de que la chica falleciese. Hasta el fallecimiento, la chica llevaba una vida completamente normal.

    En este enlace se puede escuchar todo: https://www.ivoox.com/hdn-2x28-caso-vallecas-ii-maximiliano-audios-mp3_rf_48834597_1.html
    (Darle a descargar si no podéis escuchar el audio. Desde un telefono movil se puede escuchar sin problemas).

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