Hay un viejo rumor, quizás una leyenda urbana no muy conocida que ronda en varias ciudades del mundo pero que guardan con secreto y con cierto recelo, puede qué para no propagar la información al respecto. Muchos de los que conocen la historia lo consideran un juego arriesgado, otros dicen que es llamar al mal para arrebatarte lo mas preciado, la vida y el alma.
Las reglas del "juego" son simples.
1. Debe ser una hora superior a la media noche pero antes de las tres de la mañana.
2. Se debe de estar en un edificio con un número de pisos superior a diez, preferiblemente quince y encontrarse en la zona de las escaleras.
3. Antes de subir, se debe de trazar en la planta baja una linea recta con tiza y los dos siguientes símbolos hechos en grandes en cada extremo de la línea. Ésta será la meta. Luego al subir al piso (15 preferiblemente), frente a las escaleras se deberá hacer el mismo procedimiento con la tiza. Ésta sera la línea de partida.
4. Al estar preparado y verificar que no haya obstáculos en el camino, estar bien hidratado y listo, se debe de pinchar el dedo indice y derramar dos gotas de sangre (una para la vida, otra para el alma) encima de una vela oscura, sostenerla con la mano izquierda y prenderla con la derecha y decir en voz alta:
"Tu, que habitas en las sombras y que necesitas una vida. Ven hasta nuestro plano que yo te llamo. He aqui mi sangre que servirá para que entres a nuestro mundo de vivos. Aproxímate ahora a mi, y sólo a mi. Gáname en esta corrida y tendrás mi vida y algo más si llegas antes que yo, engendro"
Si se ha hecho de manera correcta, en menos de tres minutos un aire frió recorrerá el entorno y un silbido chirriante sonara encima de la persona. Esa sera la señal. La persona deberá apagar la vela rápidamente y soltarla y comenzar a bajar las escaleras de cada piso lo más rápido que pueda hasta llegar a la linea de meta.
Al decir las palabras de conjuro, traerá a nuestro plano a un ser con apariencia de niño con la boca deformada y llena de inmensos colmillos con el cuerpo similar a un perro muy delgado, con manos y pies humanos. Produce un sonido jadeante y cansado acompañado de una risa enloquecedora parecida a la de una hiena. El ente hará cualquier cosa para tomar ventaja como caminar y saltar las paredes y las barandas o agarrarte para morderte las piernas y no dejarte seguir o simple y llanamente sujetarte por los brazos y mirarte fijamente mientras se ríe escandalosamente de ti volviéndote loco.
De nada vale pedir ayuda ya que, como se dijo en las palabras de conjuro "a mi, y solo a mí", quiere decir que solo tu podrás verlo y te atacara de manera invisible a los ojos de los demás que puedan acudir a tu rescate.
Al llegar a la planta baja, se debe de cruzar la linea de meta diciendo:
"Te gane engendro. Ahora vete al lugar de donde viniste. No lograste nada. Mi vida y mi alma es mía y de nadie más. Aléjate que no vales nada."
Se dice que el ente sabrá que no pudo ganar y hará el mismo recorrido de subida hasta llegar hasta la linea de partida e irse a su plano de horror. Pero en caso de que no se logre llegar hasta la linea de meta o que no se diga bien las palabras al momento de cruzar dicha linea, el ente te arrastrara y te sacudirá hasta algún rincón cercando devorando tu cara, rasgando tu pecho y quitándote dos dedos de cada mano, signo de que tu alma no te pertenece. Luego se va del lugar, dejando un olor nauseabundo por todo el edificio.
Esto se sabe ya que un joven de 19 años de nombre Harold Manchester realizo dicho juego y salio invicto, bueno casi. En un punto de la desesperante y retorcida carrera, el ente sujeto de las piernas a Harold, y mientras se arrastraba para llegar a su cabeza, se rió incesantemente de él con esos ojos aterradores y esa colección de colmillos afilados y chuecos. Como puso se libero y llego a la meta. Dicha experiencia dejo inxetable su mente y en la actualidad se encuentra recluido en el Douglas Mental Health University Institute, un hospital psiquiátrico canadiense ubicado en la ciudad de Montreal, Quebec.
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