Barbora Skrlová, Klara y Katerina Mauerova - Tres mujeres despreciables

La realidad muchas veces supera la ficción, ésta es una de esas veces. La macabra historia a continuación sacudió al país por sus hechos sanguinarios y crueldad extrema.

En el año de 1975, en Kuřim, un pueblo de la República Checa de 9.000 habitantes, parte de la ya desintegrada Checoslovaquia, nació Klara Mauerova. Klara desde muy pequeña fue una chica inadaptada y extraña que mostraba su obsesión de estar destinada a una misión divina asignada por Dios mediante un sueño que también le enseño un universo místico y mágico. Klara tenia una hermana menor llamada Katerina, la cual tenia un modo de pensar y personalidad parecida a ella. Ambas tenían la fantasía de que en algún punto de sus vidas harían hazañas de gran importancia y magnitud. 

Klara entro a la universidad, manteniendo siempre su actitud y pensamientos fantásticos relacionados al casi fanatismo religioso, diciendo que tenia visiones como Juana de Arco. Se independizo de su familia con el tiempo y comenzó a vivir en casa de un hombre mayor que conoció cerca de su edificio de estudios, con el cual mantenía ardientes relaciones sexuales. Pronto decidieron casarse y de su unión, Klara quedo luego embarazada, trayendo al mundo a dos hijos; Jakub y Ondrej. 

El matrimonio no duro mucho por el modo de pensar enfermo y el continuo carácter violento de Klara. Al separarse, la custodia completa de los niños fue asignada a Klara, por lo que el hombre se fue, dejándole la casa para ellos. A pesar de la difícil situación y sus excentricidades, Klara era una buena madre, equilibrando su trabajo y tiempo para pasar con sus hijos, su cuidado y amor era especial. Pronto la soledad vino a su vida y Klara de deprimió, buscando apoyo en su hermana Katerina, quien se fue después a vivir con ellos luego de pedírselo.

Katerina, al ser menor, seguía asistiendo a la universidad, donde ambas hermanas conocieron a Anicka, una niña de doce años muy madura para su edad que servia en una clase especial para huérfanos calificados a áreas artísticas. 

Anicka cambio muchas cosas en la vida de Klara y Katerina. Sus personalidades fueron alteradas por la presencia de ésta nueva persona que adoptaron como su nueva hija. Su influencia fue tal que ambas hermanas entraron a un culto llamado "Movimiento del Grial", éste grupo religioso se basaba en las escrituras creadas entre 1923 y 1938 por Oskar Ernst Bernhardt o conocido por sus seguidores bajo el seudónimo de Abd-Ru-Shin, un comerciante y escritor alemán, realizador de la obra "En la Luz de la Verdad", nacido el 18 de abril de 1875 y fallecido e 6 de diciembre de 1941 en Oberskipsdorf, Montes metalíferos de Sajonia. Como un "Servidor de la Luz", empleaba sus escritos para expandir sus mensajes del Grial, del que se decía tener cientos de seguidores en Gran Bretaña y miles alrededor del mundo.

Su mensaje principal de vida y enseñanza dictaba que una persona puede llegar al cielo realizando buenas acciones en su estadía en la tierra, manteniendo uno de los extraños preceptos de tener libres tabúes sociales, como el  asesinato, el canibalismo y el incesto, por mencionar algunos. Apoyando además el abuso infantil, la promiscuidad sexual y la esclavitud. Cabe mencionar que todos los miembros del culto recibían ordenes de un líder que se mantenía en el anonimato y era conocido con el nombre de "El Doctor", comunicándose por medio de llamadas y mensajes de texto. 

Como si se tratara de un lavado de cerebro, Klara por manipulación de Anicka, se afeito toda la cabeza y las cejas, cambiando sus hábitos higiénicos y vistiéndose de manera andrajosa y descuidada. Katerina sin duda apoyaba cada actitud de Anicka y acción de su hermana. 

Klara a pesar de ello, mantenía su amor y cuidado en sus hijos, algo que molestaba a Anicka por la atención que ella ella le daba a Jakub y Ondrej. 

Celosa, empezó a culparlos de mal comportamiento, obstrucción en sus movimientos religiosos, desaparición de objetos, travesuras y despedazar cosas del hogar. Klara empezó a castigarlos con frecuencia, hasta que, desesperada por el indicado mal comportamiento, pidió asesoramiento a su gran y ejemplar hija adoptiva. Anicka, al convertirse en dueña de la situación y control de la vida de la familia, le propuso la construcción de una jaula de hierro para aprisionar a los niños.

Dicha jaula fue instalada en el ático de la casa, luego de haberle pedido al herrero local que la realizase. Los chicos ya no podían portarse mal y a través de los barrotes podían obtener su comida. Al estar lista, desnudaron a los niños y los encerraron allí, en su prisión de hierro. Para aquel entonces era inicios del año 2006.

Anicka a los días, dio instrucciones a ambas hermanas, las cuales siguieron sin protestar, la cruel tortura hacia los niños. Cigarros eran apagados en los brazos y piernas de Jakub y Ondrej, los golpeaban con varas y aplicaban descargas eléctricas a través de los barrotes, los ahogaban por un periodo breve de tiempo con almohadas y los herían con látigos. Dormían en el suelo sin cobijas o almohadas, justo encima de sus excrementos y orina, rociándolos con agua fría para limpiarlos. Cuando recibían visitas, los ataban y amordazaban y no se les tenia permitido llorar porque de lo contrario serian fuertemente golpeados. Con el transcurrir de las meses, iban al ático a limpiarlos solamente una vez a la semana. 

Otra idea surgió de la mente retorcida y horrible de Anicka, alimentar a los niños en abundancia, la razón era macabra. Jakub y Ondrej fueron ganando peso poco a poco y, al estar en el peso deseado por ellas, procedieron. Por instrucciones de Anicka, Klara tomó un cuchillo de cocina afilado y todas juntas fueron hasta la jaula, su madre le pidió a Ondrej que extendiera la pierna, después Katerina y Anicka sujetaron fuerte el miembro del niños mientras su madre le arrancaba pedazos de carne. Ondrej gritaba de terror y de miedo, mientras su hermano hacia lo mismo. Al terminar de cortar varios pedazos, se sentaron en el suelo y frente a ellos , las tres comenzaron a devorar las piezas de carne, sin importarle nada los gritos y miedos de los pequeños niños.

Durante un mes, Jakub quedo paralizado presa del miedo y del horrible acto que había presenciado, más aun sabiendo que era su madre quien había cortado a su hermano. En la próxima ronda de canibalismo, una semana después, Jakub fue la victima, siendo nuevamente su madre quien esta vez cortó pedazos de sus brazos. Para darles descanso y que sanaran las heridas, cada mes, las tres despreciables y crueles mujeres subían al ático a repetir esa acción que se fue convirtiendo en una sangrienta rutina.

De nuevo Anicka tuvo una idea, una que pronto se convertiría en el final de esas fechorías. Para controlar más aun a los niños, le encomendó a Katerina que comprara en la tienda local de electrónica, una cámara inalámbrica de vigilancia, esas típicas que se utilizan para monitoriar a los bebés. Al tenerla, la instalaron en el ático, justo en frente de los niños, pudiendo observar que hacían y como alguna de ellas subía a torturarlos. 

A las pocas semanas, una familia se mudo a la casa de al lado que se encontraba en venta. La esposa del hombre tenia un bebé e instalaron en la habitación del pequeño una cámara de vigilancia. Un día se llevaron una gran sorpresa cuando, al entrar a  la habitación de su bebé, observaron con horror como tres mujeres estaban torturando a dos niños para después cortarlos y comer varios trozos. Dichas mujeres eran sus vecinas de al lado y habían captado la misma frecuencia de la señal de ellas.

El hombre de inmediato grabó un vídeo con las imágenes y se dirigió a la policía para realizar una denuncia, eso fue el 7 de mayo de 2007. Los agentes verificaron el material y el día 10 de mayo de 2007 irrumpieron en la casa de Klara y compañía, había pasado un año y tres meses desde que los niños habían sido encerrados, tenían ocho y nueve años respectivamente. Klara y Katerina trataron de evitar que los policías entraran al ático pero fueron detenidas y transportadas a un vehículo. Rompieron la cerradura y entraron, encontrando un escenario de miedo y desesperación.

Dentro de la jaula se encontraban los niños, Ondrej se encontraba en shock mientras que su hermano Jakub estaba desmayado. Ambos tenían horribles heridas abiertas, teniendo algunas en estado de pudrición y algunos pedazos de carne expuestos y colgando. Las paredes cercanas estaban salpicadas de sangre y el suelo estaba pegajoso por los residuos de orina, heces y sangre. El hedor era insoportable.

Justo al lado de la jaula se encontraba Anicka asustada con un oso de peluche en sus brazos y al ver a los policías corrió a ellos para que la protegieran. Mientras los agentes policiales abrían la jaula de hierro, la niña desapareció del lugar, los miembros policiales al encontrarse ya en la calle vieron a la niña corriendo muy lejos, desapareciendo entre los árboles.

El caso fue todo un escándalo. Los niños fueron transportados de inmediato a un hospital, donde fueron ingresados para su atención médica, pero uno de ellos no logro sobrevivir ya que su condición física y heridas se encontraban muy graves. 

Al recuperarse, declaro en el Tribunal de Brno durante un juicio en contra de su madre Klara y su tía Katerina, relatando todos los horrores que habían sufrido él y su hermano en el ático por más de un año. Ambas mujeres culparon a Anicka contando lo ocurrido, la policía junto al juez Pavel Göth escucharon su versión y emitieron una orden de arresto en su contra pero no localizaron a Anika, según informó Vladimir Kutnohorsky, vocero de la Fiscalía de Brno.

Anicka huyó a Noruega, dónde corto su cabello y asumió una falsa identidad; decía ser un niño de trece años llamado Adam. 

Una familia lo encontró y se apiadaron de "él" adoptándolo días después, luego lo inscribieron en la escuela primaria. Pasó casi un año hasta que la policía la localizo y la arresto, justo frente a sus padres adoptivos, quienes no podían creer que su hijo en realidad era una criminal.

En febrero de 2009, Anicka fue extraditada a República Checa, donde fue juzgada en el Tribunal Superior de Olomouc, junto a Klara y Katerina, con el psiquiátra Zdenek Basný, quien evaluó la situación e indico que Anicka no era su nombre sino que era Barbora Skrlová, una mujer de treinta y seis años que tenia Hipopituitarismo, una anormal disminución de hormonas que afectaba su apariencia física, haciéndola lucir como una niña menor de edad, que le servia para aprovecharse de escaparse de algunas acciones legales, sanciones en clases y, fuera de la universidad, hacerse pasar por una niña. Inclusive contó que en algún momento fue adoptaba por otra pareja que la había confundido con una niña. 

Todo eso lo sabia porque Basný era su psiquiatra hace diez años atrás, pero había desaparecido sin dejar rastro. En esos diez años, Barbora había pasado parte de su vida en observación y tratamiento psiquiátrico, siendo hospitalizada luego por su personalidad bipolar y violento carácter. Escapando con facilidad después de hacer uso de la ventaja de su condición. 

Basný, indicó que tenia un trastorno mental grave enfocado en la identidad, teniendo una historia enigmática en la que participaba de un modo raro y que esos continuos problemas daban como consecuencia una aberración mental grave y peligrosa. 

Se descubrió que Barbora mostraba dos personalidades, dependiendo de la situación. En algunos casos era una mujer adulta, señalando lo que Klara debía de realizar y en otros era una niña. 

También se revelo además que la identidad del líder del culto conocido como "El Doctor" se trataba de Josef Skrlová, el padre de Barbora, quien en secreto le daba las instrucciones a ésta última para el castigo y tortura hacia los niños. Nunca lo localizaron.

“Hubo cosas terribles y sólo ahora me doy cuenta de eso. No puedo entender cómo dejé que eso sucediera. Nos hizo un lavado de cerebro, no sabia que hacíamos mientras los torturábamos”, dijo Klara a la corte. Así pues, en marzo de 2009, el tribunal condenó a Klara Mauerova a nueve años de prisión y a su hermana Katerina a diez por abusos persistentes a menores de edad. Se desconoce la condena para Barbora. Unas condenas verdaderamente cortas para lo que en realidad se merecen esas malvadas mujeres.

Algunos agentes policiales que participaron en la operación indicaron que jamás habían visto algo parecido en toda su vida como policías, sufriendo nauseas por el nauseabundo olor, provocado por la sangre, la carne podrida, la orina y excrementos que había en el interior y alrededor de la jaula de hierro, una escena lamentable y grotesca sin duda sacada de una película de horror.

El caso es considerado el peor en temas relacionados a abusos infantiles en la historia criminal del país y recuerda claramente al famoso cuento de los Hermanos Grimm, "Hansel y Gretel". Las tres mujeres se encuentran con vida en la actualidad, siendo Barbora, su enfermedad y su historia la base para la creación del personaje principal de la película estadounidense de suspenso y drama estrenada en el año 2009 titulada The Orphan (La Huérfana), que contaba la historia de una pareja que adopta a una niña de nueve años llamada Esther Coleman que coloca a los miembros de la familia en situaciones peligrosas, ya que debajo de su apariencia dulce, escondía un terrible secreto. En realidad la niña era una mujer de tenia treinta y tres años llamada Leela Klamer, que tenía una extraña condición llamada Hipopituitarismo, una anormal disminución de hormonas que afectaba su apariencia física, haciéndola lucir como una niña menor de edad. Ésta había escapado de un hospital psiquiátrico luego de haber asesinado a otra familia que la había adoptado de igual manera.

"La casa estaba hecha para atraer a los niños y cuando éstos estaban en su poder, la bruja y los mataba y los cocinaba para comerlos. Como Hansel estaba muy delgado, la bruja lo encerró en una jaula y allí lo alimentaba todos los días para engordarlo". Hermanos Grimm – Hansel y Gretel.