La perturbadora historia del Hombre de Blanco

Se dice que un grupo de amigos fueron a pasar el fin de semana en el condado de Pottawatomie, Kansas, a la granja de la familia del joven David, el chico humilde y carismático del grupo. 

Su padre Joe era un granjero de profesión y tenia un amplio terreno acorde para su cultivo, animales tales como gallinas, cerdos, ovejas y un gran establo solo para dos pares de hermosos caballos. James Carter, uno de los jóvenes del grupo, cuenta que era la primera vez que pasaría allí un fin de semana pero si había ido varias veces a la granja. 

Esa noche, todos se dirigieron a las afueras de la granja, en un amplio terreno cerrado por una valla verde oscura y desgastada y frente a ella, un pequeño terreno de tierra que daba comienzo a un espeso bosque. Allí, formaron una fogata y empezaron a asar malvaviscos y fue casi a medianoche cuando Andrea, una de las chicas del grupo propuso contar algunas historias de terror. 

Era el momento propicio ya que el ambiente era apto para hacerlo y cada quien contó una, algunas de OVNIS, otras de brujas, otras de pactos, todas con cierto grado de terror. Hubo un punto donde la noche pareció ponerse más oscura y los grillos no se escucharon más y fue cuando David dijo que contaría una historia, una historia real que solo su familia sabia.

"En el año 1994, mi abuelo recibió una cámara fotográfica como parte de un premio de radio local, estaba encantado con su nuevo aparato ya que nunca había tenido una, así que le tomaba fotografías a cualquier cosa que veía como su granja, la familia, sus animales y el bosque. Pasada unas cuantas semanas le dijo a mi abuela que iría al bosque para tomar algunas fotografías de los arboles, los pájaros y la tierra mojada, y se fue. Todo ese día y esa noche lo esperamos pero no apareció sino hasta el día siguiente bien temprano por la mañana, estaba nervioso y muy sucio. 

Mi hermana y yo le hicimos preguntas tales como ¿Como te fue abuelo? ¿Tomaste alguna fotografía? ¿Viste algo? ¿Algo te asusto?. Mi abuelo estaba nervioso y un poco alterado a lo que respondió -Él es blanco-. Unos cuantos días pasaron y mi abuelo mejor su aptitud. Un día, según testigos y el informe policial, mi abuelo estaba sentado en un porche que fue demolido hace unos años organizando unas viejas botellas y un carrete cuando observo del otro lado de la valla un hombre alto vestido de blanco de pies a cabeza, incluyendo toda su cabeza. ¿Que te sucede? ¿Que haces aquí? fueron algunas preguntas que los vecinos llegaron a escuchar, el extraño hombre permaneció inmóvil parado frente a la vaya así que mi abuelo tomo su cámara de la silla mecedora y toma fotografía, y el ser al parecer se movió, pero no totalmente, de alguna manera rápida había sacado un raro objeto puntiagudo. Mi abuelo corrió a la granja, según algunos vecinos que lo vieron, y tomo el teléfono marcando al 911. Luego de la llamada, no se supo más de mi abuelo..." 

- 911, ¿Cual es su emergencia?

- ¡Por favor ayúdeme! Necesito a la policía aquí, hay un hombre vestido de blanco acechándome afuera de mi propiedad, y está armado con un cuchillo, creo..  

- Ok señor, cálmese y dígame su dirección, ¿En donde se encuentra?

-.........

(Llamada terminada)

Yo estaba con mi abuela y mi hermana y cuando llegamos a la casa, habían algunos agentes policiales revisando el área, y el encargado del caso tenia en sus manos la cámara junto a la foto, fotografía que yo poseo."

David se levanto y metió la mano en su bolsillo trasero, sacando su billetera y sacando una vieja fotografía y la fue pasando a cada uno de nosotros para mostrarla. Dicha foto mostraba el mismo lugar donde nosotros estábamos, justo en frente de la valla. Un escalofrió singular le dio a James y a todos ese día y solo se sintieron tranquilos cuando termino el fin de semana y se fueron de la granja. Algunos del grupo se sentían observados mientras que otros tenían pesadillas y alucinaciones. Algo era seguro, alguna cosa descubrió el abuelo de David más allá del bosque y lo siguió hasta su hogar, llevándoselo luego, y continuaba allí, acechando y cuidando algo, algo que se encontraba a mitad de ese espeso bosque.