La verdad supera la ficción, en repetidas ocasiones lo he mencionado, y esta es una de esas veces. Hay lugares sacros que son poderosos ya que generan una fuerte energía que pueden transmitir desde tranquilidad y paz hasta inquietud y perturbación. Estos lugares antiguos que sirven como sitios de reposos tiene una rica historia de ultratumba que muchos desconocen e ignoran pero, aquellos que de verdad conocen de primera manos los acontecimientos fantasmales saben que poseen una alta carga paranormal.
Ahora bien, Pet Sematary o Cementerio de Mascotas, es una novela de terror publicada en el año1983 por el escritor estadounidense Stephen King. Es importante señalar que hay un error ortográfico en el título, que se explica dentro de la novela, ya que debería de ser "Pet Cemetery". La novela está inspirada en el cuento La Pata de Mono, del escritor británico William Wymark Jacobs. Es importante mencionar que, de todas las novelas que escribió Stephen King, esta fue la que más le asustó, admitido por el propio King.
En 1984 fue nominada para los "World Fantasy Award for Best Novel" (Premio a la Mejor Novela), y llevada al cine en el año 1989, teniendo una triste secuela ambientada diez años después, pero sin relación alguna con los personajes de la primera parte, que paso sin pena ni gloria protagonizada por Edward Furlong (el John Connor de Terminator 2: Judgment Day) y Clancy Brown, ambas películas bajo la dirección de Mary Lambert.
En el año 2019 hubo un mediocre remake conocido en Latinoamérica como Cementerio Maldito, protagonizado por Jason Clarke, Amy Seimetz y John Lithgow.
Básicamente y con algunas alteraciones mínimas, la novela presenta a Louis Creed, un médico que se muda junto a su familia desde Boston, Massachusetts, a una casa frente a una carretera vial de Ludlow, un pequeño pueblo ficticio en Aroostook Country, en Maine, EEUU. El resto del núcleo familiar lo componen la esposa de Louis; Rachel y sus dos hijos, Ellie de cinco años y Gage de tres.
Frente a la residencia se encuentra el humilde hogar de Judson "Jud" y Norma Crandall, una pareja de ancianos. Jud es un hombre agradable con el que entablan rápidamente una amistad, haciéndose muy cercano a Louis, ya que este ultimo perdió a su padre a los tres años de edad y lo ve como una figura paterna.
Cierto día, Jud lleva a la familia a conocer parte del área de su propiedad y lo lleva por un camino boscoso detrás de su patio que lo conduce hasta un misterioso cementerio de animales, mascotas fallecidas que niños y adolescentes del pueblo han perdido y van hasta este lugar para darles reposo a sus queridos amigos cuadrúpedos. El lugar es muy antiguo, y desde muchos siglos atrás ha servido como sepulcro para animales, en donde se encuentra un cartel de señalización mal escrito.
En su primer día de trabajo, Louis recibe a Victor Pascow, un alumno de ingeniería eléctrica que fue arrollado mientras trotaba por un automóvil y cuyo estado es tan crítico que no es posible hacer más para salvarlo ya que tuvo una herida fatal en la cabeza. Sin embargo, en su grave estado llega a articular unas palabras, llamando al médico por su nombre sin conocerlo y decirle algo respecto al cementerio de mascotas. Seguidamente, Pascow fallece.
Esa noche, Louis experimenta una visión extraña que involucra a un fallecido Victor Pascow quien lo conduce por el bosque hasta el cementerio de animales, diciéndole que "la barrera no debe romperse, por mucho que desee, no debe traspasar la barrera", refiriéndose a una gran montaña de ramas y arbustos que forman una muralla detrás del cementerio.
La mañana siguiente, Louis trata de convencerse que toda esa experiencia solo se trato de un sueño, a pesar de que su ropa, las sábanas y su pies se encontraban llenos de lodo y agujas de pino. Louis atribuyo todo al estrés ocasionado por lo ocurrido el día anterior, o incluso sonambulismo.
Rachel por su parte, sigue latente con una experiencia traumática de su niñez, y es que cuando tenía siete años, su hermana Zelda Goldman de diez años, fue diagnosticada con Meningitis Espinal, deteriorándose físicamente al grado de parecer una criatura muy delgada postrada en su cama. Esta situación la afecto mucho ya que la propia Rachel era la que se encargaba de cuidarla y alimentarla, siendo en una de estas veces donde murió al tener espasmos mientras comía, muriendo ahogada. Ella era el "secreto" de su padres; Irwin y Dory.
En Halloween, Norma Crandall, la esposa de Jud, quien padece de artritis, sufre un ataque al corazón, que gracias a la intervención de Louis no resulta ser fatal. Jud se lo agradece grandemente. En vísperas del Día de Gracias, la familia viaja a Chicago para visitar a los padres de Rachel, a excepción de Louis que se queda solo en casa.
En ese lapso de tiempo, el gato de la familia Creed; Church, bautizado así en memoria de Winston Leonard Spencer Churchill, escritor, historiador, estadista y ex primer ministro de Reino Unido, fallece. Jud enternecido por el amor que le tenía Ellie al animal, le sugiere a Louis que el gato sea enterrado en un terreno que se encuentra cercano al cementerio de mascotas.
Dicho lugar se encuentra en una alejada zona árida detrás de la barrera de arbustos y ramas en donde vivían los antiguos habitantes del lugar; los Micmac, una tribu indígena. Al llegar a la distanciada ubicación, Jud le dice Louis que debe sepultar el cadáver del gato, solo él debe hacerlo ya que "cada quien debe enterrar a los suyos".
Una vez en casa, Louis esa noche no puede conciliar el sueño pensando en lo que ha hecho. La mañana siguiente el médico se sorprende al ver a Church con vida, pero con un olor desagradable, movimientos torpes y con carácter agresivo.
Louis de inmediato acude a la casa de Jud para hablar de lo ocurrido. El anciano le explica que las tierras más allá del cementerio de mascotas son sagradas y mágicas, los Micmac lo sabían. La tribu sabía que el lugar estaba hechizado, pero no de buena manera ya que decían que el sitio había sido maldecido por una entidad demoníaca al que llamaban Wendigo.
El Wendigo es una inmensa criatura legendaria, bestial y malévola con apariencia humanoide asociada al canibalismo, con gran poder espiritual. Entre los pueblos amerindios de la región de los Grandes Lagos, en Estados Unidos y Canadá, su sola mención es un tema considerado tabú. Está fuertemente asociado a los duros invierno de esa zona del continente, áreas alejadas del norte, la baja temperatura de la región, la hambruna y la inanición. Se dice que no se trata de uno sino de varios y no se satisfacen únicamente con matar y consumir a una sola persona, sino que constantemente están buscando nuevas víctimas, por lo que son considerados como personificaciones de la glotonería, la codicia y los excesos.
Se le describe como un ser con características entre humano, lobo y alce, con cuerpo demacrado y un olor nauseabundo, filosas y grandes garras, dientes amarillos y mortales, ojos brillantes y rojizos, labios agrietados y lengua larga. En cuanto a sus gustos; prefiere la carne de los niños por su dulce grasa, la piel de las mujeres por su delicadeza, los músculos de los hombres por su carne fuerte y los huesos de los ancianos por su fragilidad. Solo puede ser afectado por la plata y el fuego, en donde la unión de ambos elementos puede matarlo; atravesarle el corazón con un gran objeto de plata y después quemarlo.
Los Micmac dejaron de utilizar el lugar como sitio de rituales por las desgracias que producía, siendo esta la razón por la que abandonaron las tierras de Maine, ya que pronto comenzaron a ser cazados por el Wendigo en la temporada de invierno, aterrorizando sus poblados y campamentos. Jud le comento a Louis que en su infancia, tenía un perro llamado Tom, el cual falleció y fue enterrado por él en el infame cementerio. A los pocos días, el animal regresó dócil pero como un olor putrefacto que jamás se fue. También mencionó que muchos otros animales fueron enterrados ahí, principalmente perros y gatos, volviendo de manera dócil pero con un comportamiento torpe y lento, sin representar daño alguno para sus dueños y familias.
Sin embargo, no todos los animales enterrados ahí regresaron "de buena manera". La familia McGovern tenía un toro llamado Hanrrati que falleció y fue enterrado en dicho cementerio, a los pocos días el animal regresó extremadamente agresivo y violento, por lo que tuvieron que sacrificarlo. Inicialmente habían enterrado al toro allí ya que la hija de la familia amaba mucho al toro, pero algo malo había ocurrido con el animal resucitado. Jud acotó que ese cementerio indio es un lugar mágico que suele influir en las acciones de las personas, haciéndolas sentir una gran necesidad de utilizar esas tierras y de compartir el secreto con alguien, una especie de empujón a experimentar con lo desconocido y prohibido, empujón que no todos son capaces de resistir.
Pasado lo del gato Church, Norma Crandall, la esposa de Jud, muere de manera poco alarmante a causa de su enfermedad. Su anciano esposo piensa que el cementerio quiere reclamarle a él y a Louis el favor que les ha brindado, con la vida de Norma, una vida por otra. Todo pasa normal a los meses siguientes pero una nueva tragedia se hace presente.
El hijo menor de los Creed, Gage es atropellado de manera brutal por un camión en la carretera en un día de picnic familiar junto a Jud. Toda la familia queda destrozada y afectada por el dolor, provocando un desequilibrio emocional y psicológico, especialmente en Rachel y Louis.
En el velorio de Gage, Louis tiene una desagradable discusión con su suegro Irwin cuando este último lo culpa de la muerte del niño.
Una vez en casa, el dolor y la culpa invaden a Louis pero Jud se anticipa a la situación y le cuenta algo más sobre el cementerio indio. Así pues, le cuenta la historia de Tim "Timmy" Baterman, un joven que falleció en Italia en la Segunda Guerra Mundial y su cuerpo, a su regreso al país fue enterrado en el cementerio Micmac por su padre Bill y que trajo como consecuencia que regresara de la muerte como un ser malévolo parecido a un zombie consiente. Todos los que sabían que el joven había muerto se sorprendieron cuando lo vieron caminando pocos días después, incluyendo Jud, que era un niño de doce años. El ya había escuchado leyendas sobre algunas personas que fueron enterradas allí y regresaban convertidas en algo maligno que tendían a asesinar y comerse a las personas más cercanas, incluyendo animales. Finalmente, el padre de Tim incendió su casa con ellos dentro y luego le disparó a su hijo y a sí mismo.
Jud le dijo a Louis que, por más dolido que estuviese, no se le ocurriera jamás enterrar a su hijo en el cementerio indio, pues lo que regresaría de la tumba no sería su hijo, si no algo repugnante y malévolo. La conversación deja pensativo a Louis, el cual comienza a sentir cada vez más esa curiosidad hacia lo desconocido y lo prohibido, ese empujón descrito por Jud.
Así que, bajo la influencia del infame cementerio y de la falsa esperanza de que Gage regrese con normalidad, cede a su dolor y convence a su esposa Rachel de irse con Ellie a pasar unos días con sus suegros en Chicago. Louis aprovecha la ausencia de Rachel para llevar a cabo su alocado y siniestro plan; traer de la muerte a su hijo Gage. De ese modo, el médico va de noche al cementerio y desentierra el cuerpo del pequeño, llevándolo y enterrándolo en el cementerio Micmac.
Una vez en Chicago en casa de sus abuelos, Ellie comienza a tener pesadillas relacionadas con el cementerio, su hermanito Gage, su padre y un sujeto de nombre Victor Pascow. Después de escuchar a Ellie alterada, Rachel toma la decisión desesperada de regresar a Maine, pero antes contacta vía telefónica a Jud para saber cómo está Louis.
El anciano no lo había visto ya que el médico se encontraba enterrando a su hijo en el cementerio indio. Rachel le solicita que vigile la casa hasta que Louis llegue, mientras que ella va en camino de regreso. Jud vigiló la casa pero se quedo dormido, mientras que Louis regresa cansado a casa directamente a acostarse a dormir, al mismo tiempo que Rachel viajaba de vuelta en automóvil.
Esa madrugada, Gage volvió de la muerte, no como el tierno y adorable infante de tres años que era sino como un engendro demoníaco. El niño regresó a casa y tomo el bisturí de trabajo de su padre, dirigiéndose a la casa de Jud, al cual consideraba un obstáculo, siendo asesinado en la cocina como venganza personal del Wendigo.
Rachel llegó una hora después pero, en vez de pasar directo a su casa, fue primero hasta la casa de Jud, estacionando el automóvil allí. Una vez dentro, tuvo una visión de su hermana Zelda, como parte de la influencia del Wendigo para distraerla. Ella luego observó sorprendida a su pequeño Gage y su primera reacción fue abrazarlo, pero el pequeño monstruo escondía el bisturí en su espalda y al correr hacia ella, la asesinó también.
Louis despierta y observa por la ventana de su cocina un vehículo estacionado en la propiedad vecina por lo que deduce que Jud tiene una visita. El teléfono suena y del otro lado de la línea se encuentra su suegro Irwin, el cual llama para saber si Rachel había llegado bien de su viaje. Mientras hablaba con su suegro, Louis observó unas pequeñas huellas de lodo en el suelo que iban hasta su cuarto. Louis tranca la llamada y va al cuarto siguiendo las huellas, descubriendo que falta su bisturí de trabajo. El hombre comienza a armar el rompecabezas, sabiendo con terror que su hijo Gage había vuelto como Tim Baterman, como un ser agresivo, violento y peligroso que buscaba dañar. Así también supo que el vehículo era en donde su esposa Rachel había venido.
Así pues, Louis se armó con dosis mortales de sedantes y se aproximó a la casa de Jud, en donde encontró al gato Church en el capo del vehículo. Allí lo sujeta con fuerza y acaba de una vez por todas con el animal. Una vez dentro de la casa, encuentra en la cocina a su querido vecino Jud sin vida. Desde la parte de arriba de las escaleras, el pequeño y maligno Gage se abalanza sobre Louis.
El niño poseía una fuerza superior, poniendo resistencia en donde el médico tuvo que emplear varias inyecciones. Solo en los últimos momentos de su "vida", Louis pudo observar la verdadera mirada tierna de humanidad de su hijo.
Con los cuerpos sin vida de Gage y Jud dentro, Louis quema la casa, llevándose consigo el cuerpo de su esposa Rachel rumbo al cementerio indio con la certeza de recuperarla, de la misma manera que lo intentó fallidamente con Gage. Steve Masterton, colega de trabajo y amigo de Louis, llega al lugar de los hechos y observa una multitud de gente alrededor de la casa de Jud en llamas. A lo lejos, entre el hubo, divisa a su amigo quien se está internando en lo profundo del bosque, con un cuerpo en los brazos cubierto por una sábana.
Steve corre hasta el lugar y alcanza a Louis. Este parece hipnotizado, preguntándole si quiere acompañarlo a recorrer el sendero boscoso. Steve comienza a ser atraído por un impulso que lo obliga a subir el camino y, cuando está a punto de hacerlo, se tropieza, saliendo de su trance. Se da cuenta de lo que está por hacer y sale corriendo, dejando a Louis solo. Esa mañana el médico va hasta el cementerio Micmac y entierra el cuerpo de su esposa, recordando la frase de su amigo Jud, "cada quien debe enterrar a los suyos". A mitad de la tarde Louis es interrogado por unos oficiales de policía y no encuentran indicios claros de lo que ha pasado, por lo tanto no lo acusan de nada.
Esa misma noche, Louis se sienta en el piso de la cocina a jugar cartas hasta la mitad de la madrugada, esperando tranquilamente a que su amada Rachel regrese. Pronto, la puerta se abre a sus espalda, pasos lentos se acercan él y el toque helado de una mano lo estremece. El libro termina con la voz casi mecánica y fría de Rachel que le dice a Louis "Amor mío...".
Ahora bien, adentrémonos en el tema principal. Dicho cementerio existe y se encuentra en una zona boscosa muy profunda del pueblo de Haldon Hills en Devon, Inglaterra. Allí, en la espesura del bosque se encuentra el cementerio ilegal de animales de los habitantes del pueblo, cuyos más comunes son los gatos y perros, pero también albergan conejos, tortugas, hámsters, canarios y peces. Se considera ilegal ya que en el año 1990 se aplicó una ley en Gran Bretaña que prohíbe, considerando como grave delito, enterrar animales en tierras de la Comisión Forestal.
En el año 1996 comenzaron los rumores que, durante las noches, rondaban por el área bestias espectrales que recorrían los alrededores y desaparecían. Testigos de esto fue una familia que cruzaba por un camino cercano y se encontraron con un perro labrador, que se desvaneció frente a sus ojos.
Muchos contaban en el pueblo que muchas tumbas habían sido profanadas por un ser grotesco que solo aparece después de medianoche y ataca la morada de descanso del animal. Otros decían que las tumbas se encontraban vacías porque el ser horrendo se posaba en las tumbas y levantaba los cuerpos inertes de las mascotas, regresándolos a la vida.
Las mascotas que "regresaron de la muerte", se veían sucias y algo borrosas en la lejanía de las zonas boscosas. En su mayoría los perros y gatos fallecidos comenzaron a deambular por los caminos cercanos al pueblo y eran fácilmente identificables ya que tenían consigo los collares con sus respectivos nombres. Hubo una oportunidad en que los pobladores decidieron investigar el misterio del cementerio y las apariciones fantasmales de las mascotas y al llegar, vieron con asombro muchas huellas de animales repartidas por la tierra del cementerio.
No se sabía que tenía esta tierra "mágica" pero lo cierto era que tenía un efecto especial en todas aquellas mascotas que eran enterradas allí. La situación se puso alarmante luego que, después de que los pobladores hicieron la investigación en el cementerio, la criatura grotesca comenzó a acercarse al pueblo. Muchos la describían como un ser grande, escalofriante y oscuro, con características humanoides que corría a cuatro patas, siendo capaz de saltar entre los árboles. Era sucio, con denso pelaje y manos grandes con garras afiladas. Muchos lo asociaron con un demonio o un ser maligno de los bosques.
Los rumores se extendieron más allá del pueblo y las autoridades solo lo tomaron como costumbres del pueblo y creencias deformadas pero, en el año 2001, surgió en la las zonas rurales de Inglaterra un brote de fiebre aftosa que atacó al ganado, hecho que hizo que el cementerio fuera tomado en serio por las autoridades.