En el año de 1954, trancurria un día común en el Aeropuerto Internacional de Haneda, Tokio, donde llegaban los pasajeros al país de otras naciones y debían de esperar la inspección de pasaportes y visados. Habían pasado nueve años desde del termino de la Segunda Guerra Mundial, por lo que Tokio poco a poco regresaba a la normalidad. El día tomo un cambio repentino de ser uno normal a uno extraño y sorprendente.
Uno de los pasajeros proveniente de Europa por la aerolínea Japan Airlines, presento su pasaporte a los agentes para su sellado, pero éstos observaron algo raro y sospechoso. Fue de inmediato trasladado por los funcionarios de aduana a una sala privada para un interrogatorio y verificación sobre su lugar de procedencia y antecedentes. Su documento era auténtico y decía que venía de un país completamente desconocido, hasta para los funcionarios de aduana que desconocían el origen del pasaporte. El documento afirmaba que el hombre era de un país llamado Taured, situado entre Francia y España.
Nunca nadie había escuchado hablar sobre ese lugar así que los agentes le pidieron al hombre que señalara el país en un mapa, éste apunto hacia el Principado de Andorra, un pequeño país del suroeste de Europa. Le informaron que ese punto era Andorra, pero el hombre insistió que no era posible ya que Taured existía hacía 1000 años y que se encontraba en Japón por asuntos de negocios de una filial de conglomerado internacional, algo que hacia con regularidad desde los últimos cinco años y el tercero en ese año.
El hombre no mentía y su pasaporte lo confirmaba, estaba cubierto de sellos de visitas anteriores pero éstos no eran los mismos que los japoneses utilizaban, pero si tenían cierto parecido. El hombre además mostró su billetera, que tenia un tamaño más grande que una regular, mostrando la moneda legar de Taured, una licencia para conducir justo a un cheque de un banco, ambos emitidos en dicho país y una reservación de un hotel en Tokio, pero al comunicarse con éste, no tenían constancia de que alguna sobre eso.
Además, el hombre sabía varios idiomas, incluyendo el japonés, afirmando que su lengua materna era el francés. En un punto del interrogatorio el viajero, ya cansado y un poco aturdido, solicitó la presencia de las autoridades gubernamentales ya que llegó a pensar que podía tratarse de una broma.
Confundidos después de un interrogatorio que duro casi ocho horas y sin haber emitido una decisión oficial sobre el caso, los funcionarios enviaron al viajero a un hotel cercano, en compañía de una guardia de dos oficiales de inmigración, quienes esperaron fuera de la habitación. Se dispuso a descansar luego de una cena suministrada por el servicio de habitación del hotel, pero a la mañana siguiente, los oficiales entraron a la habitación y descubrieron que el hombre había desaparecido sin dejar rastro. El único modo de escape posible, aunque absurdo era, aparte de la puerta, una ventana sin balcón en el quinceavo piso, la cual se mantenía cerrada.
De inmediato se le aviso al Departamento de Policía de Tokio, quienes, junto con los funcionarios de inmigración y aduanas organizaron una extensa búsqueda, pero no lograron encontrar ninguna pista. Los guardias afirmaron no haberse movido en ningún momento y no escuchar sonidos del interior de la habitación. El caso fue considerado un misterio, manifestando que era un pasajero del tiempo que había pasado de su tiempo en el futuro al nuestro que era el pasado, siendo también protagonista de teorías sobre dimensiones paralelas o universos alternativos. El hombre de Taured no existió oficialmente y nunca se le ha vuelto a ver.
EXTRAS. Otros incidentes similares.
El Vagabundo de Laxaria.
Durante el año 1851, un hombre fue encontrado vagando por la localidad alemana de Fráncfort del Óder, Brandeburgo, éste se hacía llamar Jophar Vorin (Joseph Vorin) proveniente de Laxaria, un país en el continente de Sakria. También dijo que los nombres de los otros continentes eran Euplar, Auslar, Aflar y Astar. Las autoridades quedaron desconcertadas porque ninguno de esos lugares existe. Vorin no supo explicar como había llegado allí. Se desconoce que sucedió luego con él, aunque muchos dicen que desapareció a la vista de muchas personas de la localidad un día.
El joven de Lizbia.
Paris, Francia, año 1905. Un joven fue detenido por las autoridades por robar comida. Al ser detenido, los agentes se dieron cuenta que él hablaba un idioma desconocido por lo que fue llevado a interrogar. Después de un extenso cuestionario el joven dijo que provenía de Lizbia, los agentes pensaron que se refería a Lisboa, por lo cual buscaron a un interprete portugués y un mapa de Portugal. El interprete dijo que ese hombre no era de Lisboa, su idioma era muy diferente y no eran balbuceos como pensaban al principio, tenía todas las reglas sintácticas consistentes de un lenguaje similar al Esperanto, un idioma auxiliar internacional. El joven fue liberado con el tiempo y no se volvió a saber de él.